Tras la gran explosión, se podía ver cómo el bosque había quedado destrozado.

Aneko aterrizó junto a sus compañeros, ahora con el cabello y los ojos negros, mientras miraba en otra dirección... Su mano estaba destruida.

—¡¿Qué demonios?! —Kenzo se sorprendió al ver cómo la asesina se había lanzado hacia la esfera y la había golpeado en el aire, desviando la explosión a los alrededores... El único lugar intacto era un radio de 20 metros donde estaban Ohara y él.

—¿Nos detectaron? —pensó Ohara sorprendido—. Mierda... Habíamos estado usando mi fuinjutsu para ocultar nuestro chakra sin necesidad de perderlo... ¡Se supone que nadie podía detectarnos!...

El asesino luego miró a Aneko...

—Oh... Ella... —Se palmó la cara.

—Bueno... Creo que es mejor que se vayan... Vienen muchos, y son muy fuertes —dijo Aneko mientras mantenía la mirada seria—. Fue bueno saludarlos... Pero vine aquí por otra razón...

—¡De ninguna manera vamos a dejarte sola contra un enemigo tan peligroso! —exclamó Kenzo.

—¡Debemos salir de aquí antes de que lleguen! —exclamó Ohara.

—¡Chicos! ¿Qué ocurre? —exclamó Natsu por el comunicador...

En eso, los tres vieron cómo varias figuras aterrizaron desde el cielo, formando un círculo alrededor de ellos...

Eran los diez generales y subgenerales...

Aneko, al verlos a todos, no pudo evitar hacer un gesto de sorpresa mientras solo una cosa venía a su mente...

—Oigan... Tengo una pregunta, es de suma importancia...

—Vaya, vaya... No esperaba que volvieras a venir, debiste haber huido cuando podías, Goremane —dijo Naomi, quien apareció en un parpadeo a unos metros de ellos—. Y parece que, de paso, delataste la posición de dos de tus amiguitos...

—Am... Supongo. Es que una parte de mí quería venir, tenía curiosidad, y la otra se quería quedar comiendo... Pero quería asegurarme de dejar a Sakura y los demás a salvo —contestó Aneko con calma, mientras la observaba, para luego contestar con un tono más cortante—. Y sobre ellos... Más te vale no ponerles un dedo encima.

—¿Me amenazas? —preguntó Naomi burlona.

—Nop, solo fue un aviso, y a juzgar por tu estado actual, siento que no sería difícil. Naruto está más fuerte que tú en este momento —contestó Aneko con su peculiar gesto de indiferencia, a lo que Naomi frunció el ceño—. Pero antes de hacer cualquier cosa, podrías contestar mi pregunta, es de suma importancia.

—¡Kai! —Ohara rápidamente fue cubierto por una nube de humo, y su cuerpo fue cubierto por una armadura metálica. Esta tenía una apariencia avanzada... y estaba recubierta de chakra...

Kenzo, por su lado, sacó sus dos hachas mientras se colocaba a la defensiva...

—Creo que puedo sacarnos de aquí... Pero solo a Kenzo y a mí, si activo el seguro de vida... Aneko, por otro lado... —pensó Ohara preocupado.

—Ohara-sama, ¿cuáles crees que sean nuestras probabilidades de salir vivos si peleamos? —susurró Kenzo...

—Menos del 10%... —declaró el asesino, siendo algo frívolo...

Aneko los miró por el rabillo del ojo, mientras daba un paso atrás para estar más cerca de ellos...

—¿Esta es la mocosa? —preguntó Haruhi mientras observaba a Aneko—. Ni siquiera posee chakra, voy a disfrutar destruyéndola.

—Su cara es un plagio... —pensó Aneko al ver la apariencia de la princesa Byakugan—. ¿O es al revés?... Esa es una pregunta importante...

—Es solo una niña... Deberíamos ser piadosos, Naomi-sama, puedo ver que no es una mala persona —dijo Hashirama.

—Ese... es el segundo más fuerte aquí, después de Naruto, incluso él supera a Naomi ahora, parece amable —analizó la asesina.

—Noto que tiene un alma pura... ¡Es muy linda! —dijo Hakami mientras sonreía con sus peculiares ojos rosados—. ¡Naomi-sama! ¡Por favor, déjeme adoptarla!

—No empieces con tus peticiones raras —contestó la Uchiha, mientras que la Hyuga hizo un gesto de decepción, a lo que todos los demás sintieron una gran gota de sudor bajando por la frente.

—¿De verdad es mala? —pensó la albina, ni siquiera percibía malicia en ella—. Me cae bien.

—¿Te derrotó una niña, Izuna? —cuestionó Tobirama mientras empuñaba a Samehada.

—¡No me enfrenté a ella! Y me gustaría verte intentarlo tú, Senju —contestó el Uchiha claramente enojado.

—Sí que has cambiado... Incluso pudiste bloquear la explosión de una Bijūdama —analizó el tercer Raikage.

—¡Oh! Eres tú, viejo de rayo, tiempo sin verte... Aunque te ves más joven. —dijo Aneko observando al Raikage—. Ahora que lo pienso... ¿Cuándo te moriste? La última vez que nos vimos, me partiste la cabeza, luego... bueno, es historia...

El Raikage levantó una ceja...

—No pareces enojada de verme... ¿Acaso no me odias? —preguntó el anciano.

—Mmm... Nop, ya estás muerto, ¿no? —contestó ella con honestidad—. ...¿Cómo se siente eso? ¿Tas bien?

—Sí que eres rara... Y se siente... realmente no se siente nada —contestó el Kage con una gran gota de sudor en su frente...

Durante mucho tiempo, había estado lamentando lo hecho; incluso resucitado como un cadáver, pensaba en eso seguido...

—En fin, dejen de hablar todos, son muchos, y sigo teniendo una pregunta importante —declaró Aneko levantando los brazos con aburrimiento.

—No la confundan por su apariencia... Es más fuerte de lo que parece —declaró Naruto dando un paso al frente mientras sonreía—. Después de todo, fue la primera en derrotar un demonio con sus propias manos.

Aneko lo miró fijamente mientras entrecerraba los ojos... Finalmente, decidió hacer su pregunta, una que tenía desde que vio llegar a los 20 ninjas...

—Naruto, ¿en verdad estás ahí? —preguntó ella, dejando a un lado su tono infantil, ahora mostrando seriedad en su voz—. Percibo vida en ti.

Naruto hizo un gesto de desagrado mientras Aneko miraba fijamente a Naomi...

—¿Qué le hiciste? —preguntó ella mientras la miraba fijamente a los ojos—. Será mejor que contestes...

—¿Esa era tu pregunta?... Sí que tienes buenos sentidos para darte cuenta —declaró Naomi mientras Aneko no le quitaba la mirada de encima—. No voy a contestar, no tengo por qué...

Antes de que la Uchiha terminara su respuesta, Aneko ya había aparecido al frente, lanzándole un potente puñetazo al rostro, este completamente cubierto en llamas... A lo que Naomi, en cuestiones de milésimas de segundo, se recubrió con su Ultimate Susanoo.

—¡Shinra Tensei!

Hubo un fuerte temblor, una onda de choque que hizo que el viento a los alrededores se estremeciera mientras los árboles se menearon violentamente ante la fuerte corriente de viento.

Se pudo ver cómo la Uchiha fue golpeada por una poderosa bola de fuego, generada por la fricción. El poderoso ataque atravesaba el bosque mientras rompía la barrera del sonido, destrozando todo a su paso, con un radio de unos 5 metros, recorriendo más de 500 metros en un instante, causando temblores...

Finalmente, esta se detuvo en medio del bosque, empezando a disiparse en una brisa...

Se pudo ver cómo había quedado una gran zanja en el suelo, con la tierra quemada y un gran rastro de destrucción...

—Más te vale contestar... Es de suma importancia —declaró Aneko mientras se colocaba en pie. Los demás revividos se quedaron quietos, sin moverse de su lugar... Después de todo, Naomi había ordenado que esa pelea sería solamente suya...

—Qué increíble poder... —pensó Kenzo al ver aquello...

—¡OWW! ¡Sí eres fuerte! Aunque noto que te contuviste mucho para no matarla de un golpe —exclamó Hamaki colocándose junto a Aneko mientras sus ojos brillaban de emoción—. ¡Ane-chan! Dime, ¿cómo se llamaba esa técnica?

Aneko le devolvió una mirada confusa a la princesa Byakugan mientras se llevaba la mano al mentón.

—¿Por qué le ponen nombre a los golpes? Más importante... ¿Por qué los gritan cuando los lanzan? —cuestionó la albina, a lo que la princesa Byakugan cerró un ojo mientras levantaba un dedo.

—¡Och! Es un grito de guerra. Eso aumenta mucho la efectividad de tus ataques; es psicológico. No lo digo yo, lo dice la ciencia... Además, ya has escuchado lo que dicen: si no brilla, no sirve —declaró Hamaki con tranquilidad, mientras Aneko enlazaba sus manos.

—Tiene sentido para mí... Am... ¿Qué tal si le pongo "Súper Puño Ráfaga"? —preguntó inocente, diciendo lo primero que se le ocurrió.

Todos los demás, incluyendo a Kenzo y Ohara, se palmearon las caras con una gran gota de sudor.

—¿En serio llamó a su ataque "Súper Puño Ráfaga"? —preguntó Mū al aire.

—Tu niña es muy rara... —dijo Hengetsu al Raikage.

—Ya era así antes de que me conociera...

Minato hizo un gesto alegre mientras sus ojos brillaban.

—¡Qué buen nombre! Pero sin duda sería mejor "Súper Golpe Ráfaga Asesino Destructor" —dijo el Hokage, a lo que Naruto y Kushina lo fulminaron con la mirada. Y no eran los únicos; todos los demás lo miraron fijamente—. ¿Qué?

—Tú mejor no hables...

Hamaki rió antes de darle una palmada en la espalda a Aneko.

—Ah... ¿Qué te parece "Ultra Puño"? —Aneko lo escuchó antes de empezar a imaginar...

Se veía a ella misma golpeando a un monstruo gigante mientras gritaba "¡Ultra Puño, Ultra Puño, Ultra Puño!" O, en su debido caso, "¡Súper Puño Ráfaga! ¡Súper Puño Ráfaga!"

La asesina finalmente negó con la cabeza antes de colocar sus manos en la nuca.

—Me da flojera ponerles nombre, además solo fue un golpe común; ella no es muy fuerte ahora, ¿le falta comer? —contestó, a lo que Hamaki rió antes de esta respuesta.

—Te lo pierdes; no hay nada como lanzar un ataque y gritarlo. ¡Es emocionante!

Aneko solo miró a la nada.

En eso, todos escucharon un estruendo, mientras a lo lejos un brillo morado salía volando en dirección a ellos, aterrizando a unos metros en frente de Aneko.

—Nada mal... Incluso me inyectaste con la droga que drena el chakra, pero te tengo malas noticias: yo la inventé y sé cómo neutralizarla; basta con usar energía natural —comentó Naomi, quien estaba untada de sangre y cuya gabardina se había deshecho, dejando ver que solo traía un Gi blanco sin mangas, rasgado. A la vista de todos, este empezó a autorepararse mientras las heridas de la Uchiha se cerraban por completo, quedando como nueva.

Aquellas prendas estaban hechas de la telaraña de la cueva Ogumo.

—Voy a destrozarte hasta que no quede nada que regenerar —comentó Naomi, comenzando a caminar al frente. Aneko se puso en posición.

—¡Alto! —exclamó Ohara mientras extendía su mano, y de ella un pequeño cañón. Al instante, una bala negra fue disparada a Naomi, quien podía verla acercarse en cámara lenta...

Naomi solo hizo un gesto con la mirada.

—Shinra Tensei...

Al instante, la bala fue regresada a gran velocidad hacia Ohara, por lo que Aneko se movió tan rápido como pudo, colocándose en medio.

Al instante, la bala creció de tamaño, transformándose en una gigantesca esfera metálica de color negro, de un diámetro de un metro, de la cual salieron disparadas varias cadenas. Aneko las vio en cámara lenta, esquivando algunas... Pero finalmente una agarró su muñeca izquierda.

Finalmente, la esfera cayó al suelo, creando un gran cráter y haciendo temblar el suelo.

—¡Pero si esta cosa es...! —pensó Aneko, observando lo que sostenía su mano...

—¡Mierda! —pensó Kenzo al ver lo que había pasado.

La asesina tiró un poco de la cadena, notando que no podía sacar la mano, ni siquiera dislocando sus huesos o usando sudor como lubricante... De hecho, la pulsera cada vez apretaba más.

—¿Es en serio? —le preguntó la albina a Ohara, quien solo contestó nervioso.

—Lo siento... Aprendí de la vez que la probamos contigo; esa vez te liberaste así, entonces la ajusté para que la pulsera se apretara cuando la mano en su interior se encogiera... Además, inyecta una droga para ocultar el chakra —explicó Ohara mientras intentaba acercarse—. Voy a abrirla...

Sin embargo, un rápido proyectil con forma de tomoe viajó en dirección a Ohara, a lo que Aneko rápidamente estiró su cabello para bloquear el ataque, provocando una explosión.

—Menuda arma pretendías usar contra mí. Qué desgracia que no posees el elemento sorpresa, asesino... Debo admitir que eres un genio por haber creado esa cosa —comentó Naomi—. Pero te recomiendo mantenerte alejado; esta pelea es entre nosotras dos.

—Bueno, no es difícil quitarme esta cosa... —pensó Aneko mientras veía la esfera—. Y aun con el chakra neutralizado... Siento que me está robando energía...

Ella meditó un poco, recordando la explicación que Ohara había dado en el pasado sobre esta esfera...

Esta tenía múltiples sellos de gravedad, defensores de chakra e inversión de fuerza, lo que hacía que fuera tan pesada como el chakra del usuario y, de paso, robaba una porción de la fuerza aplicada, haciéndola increíblemente pesada... Y esta era una versión mejorada.

Naomi observó a Aneko antes de reír.

—Antes de matarte, dime algo... ¿Por qué te opones a mí? —cuestionó la Uchiha—. ¿Acaso eres una moralista? ¿Alguien que se opone a mi paz? ¿Qué pretendes con pelear contra mí? Ya lo perdiste todo; puedo darte un sueño en el que vivir la eternidad siendo feliz. No veo por qué tenemos que ser enemigas, tú y yo somos iguales... Las dos más poderosas de la Hermandad, yo de las primeras generaciones y tú de las actuales.

Aneko solo contestó:

—No me quiero poner filosófica, pero si estoy contra ti es porque eres una mala persona. Si quieres vivir en un sueño, tómate una siesta —contestó ella para luego mirarla a los ojos mientras levantaba el puño—. Además, te atreviste a lastimar y usar el cadáver de alguien que respeto y a quien le debo una, así que te sacaré la respuesta a mi pregunta de suma importancia a golpes... Y ambas sabemos que, con la fuerza que tienes en este momento, no me puedes vencer... Apenas eres un poco más fuerte que el clon que derroté antes.

Naomi solo rió antes de negar con la cabeza.

—En serio que eres muy simplona; no te complicas demasiado con tus motivaciones. La pereza, sin duda, es tu pecado... Y parece que solo con tus sentidos te diste cuenta de mi estado actual... Bien, te daré el honor de tomarte en serio... Ese golpe de antes fue bastante contenido y aun así me heriste mucho, nada mal contra mi forma más débil.

—¿Eh? —Aneko pudo ver cómo varios clones de madera aparecían allí, nueve en total...

—Estos son los clones de madera que dejé en los Árboles de la Muerte... ¿Sabes en qué se diferencian los clones de madera del resto de los clones? —cuestionó Naomi.

—Em... No sé, ¿en que son de madera?

En eso, pudo ver cómo Naomi tocaba sus clones, empezando a absorberlos.

—Al igual que los clones de sombra, estos pueden transferirte chakra y experiencias... Pero los de sombra solo se limitan a eso. Los de madera pueden ser absorbidos por su usuario a nivel celular. Lo que significa que incluso la experiencia física no traumática es transferida —explicó Naomi, absorbiendo a todos—. ¡Y yo hice que mis clones entrenaran sin parar por estos cuatro años!

Aneko hizo un gesto de sorpresa al ver cómo ahora ella empezaba a emanar un aura morada mientras sus músculos se remarcaban...

—Se hizo más fuerte de golpe... Así que este es su verdadero poder, ahora sí creo que haya derrotado a Naruto... —pensó Aneko, frunciendo el ceño. —Es mucho más fuerte que cualquiera de estos tipos... Y con diferencia—

—Ahora, por ser tú la persona que me demostró que sí se podía asesinar a un demonio, lucharé contigo usando esto. No te sientas mal si no puedes seguir el ritmo. —Aneko pudo ver cómo unas marcas se dibujaban alrededor de los ojos de la Uchiha...

Finalmente, la albina suspiró.

—Me das lástima...

—¿Eh? —Naomi hizo un gesto al escuchar esas palabras... ¿La estaba menospreciando?

—Ahora que veo tu verdadero yo, veo que sin duda eres muy fuerte, creo que la más fuerte que he visto, pero qué desperdicio que tengas que ser una mala persona —declaró Aneko mientras empezaba a crecer, tomando su forma adulta y extendiendo sus garras—. Cuánto talento y poder... Muchos nacen sin eso... Lástima a lo que va dirigido—

Naomi rió antes de señalarla.

—¿Y tú quién te crees? Naciste sin absolutamente nada, lo único que te hace especial son todos los experimentos que te hicieron. No naciste con talento, ni poder, ni siquiera con el espíritu de un guerrero, nada... Es normal que no comprendas la verdadera fuerza, a pesar de lo fuerte que te has vuelto. Solo eres una débil en un cuerpo fuerte. Yo, por otro lado, nací con un futuro brillante por delante y he visto lo que es el mundo ninja realmente. ¡Una mocosa como tú jamás entendería! —declaró Naomi, colocándose en pose de pelea.

Aneko solo agachó la cabeza mientras movía sus dedos.

—Puede que tengas razón, no tengo nada especial excepto esos experimentos... Pero las personas somos la suma de lo que vivimos, eso lo sé muy bien. Soy la viva imagen de eso, por eso pienso que tu filosofía de escapar de la realidad es tonta... —contestó Aneko mientras tomaba la cadena de la esfera con su mano, y su brazo se remarcaba.

—¿¡Eh!? —Todos vieron con asombro cómo la asesina levantaba la esfera mientras sus pies se hundían un poco en el piso... Luego, empezó a menear la cadena, y la esfera comenzó a girar a gran velocidad.

—¡La última vez le costó toda la fuerza del cuerpo y estaba sudando! —pensó Ohara al ver lo ridícula que era la situación, una esfera de un peso en toneladas estaba girando como si fuera una simple pelota con una cuerda.

—¡Ja, ja, ja! ¡Dame tu mejor golpe! —exclamó Naomi recubriéndose con su Ultimate Susanoo.

Finalmente, la verdadera pelea estaba a punto de empezar.

Muchos consideran que lo opuesto a la muerte es la vida... Pero, esto es un grave error. La muerte es una etapa de la vida, el fin de esta.

No puede haber muerte si no hay vida en primer lugar... Son las dos partes de una misma ecuación; ese es el orden natural de las cosas, no son opuestas...

Pero, sí existe otra etapa de la vida, que se opone a la muerte: la evolución.

La evolución es otra parte de la vida, que existe con el único propósito de sobrevivir y mantener la vida en vez de morir... Ambos conceptos requieren que la vida exista para, a su vez, existir.

Ahora...

La muerte encarnada, aquella persona considerada una diosa del asesinato, una fuerza de la naturaleza en sí misma, que doblegó al mundo entero bajo sus pies y trajo un desorden al mundo... La mejor asesina de la historia.

Frente a ella, se encontraba otra criatura, que encarnaba otro concepto, una criatura que desde su concepción ha vivido para sobrevivir, adaptarse y fortalecerse. Ella es la encarnación misma de la evolución... La asesina más poderosa de la actualidad.

—Quédense atrás... —dijo Aneko a sus compañeros mientras miraba al frente, empezando a emanar un aura blanca; su chakra estaba de regreso tras neutralizar la droga.

El aura de ambas invadía el aire, formando corrientes de viento mientras liberaban sus auras asesinas.

La sed de sangre en el ambiente era brutal... Una persona común podría morir de pánico allí, pero los ahí presentes eran cadáveres, y los dos pecados capitales se esforzaban por mantenerse calmados.

Finalmente, ambas salieron disparadas la una en dirección a la otra, Aneko corriendo a gran velocidad mientras seguía girando la esfera.

La albina lanzó un golpe usando la cadena como arma, a lo que Naomi saltó para esquivarla.

—¡Por arriba! —pensó Aneko al ver cómo la Shinigami preparaba su espada para apuñalarla desde arriba.

Las venas y músculos del brazo de Aneko se remarcaron mientras lo movía hacia arriba y tiraba de la cadena, haciendo que la esfera se desvíe.

—¡Tiene gran control de esa cosa! —pensó Naomi al ver cómo la masa metálica iba directo a ella.

La asesina se cubrió con sus brazos, siendo golpeada y lanzada a volar por los aires varios metros, quedando a gran altura, a lo que Aneko aprovechó para empezar a correr a gran velocidad aún sosteniendo la esfera. Ella dio un salto rápido.

Finalmente, ambas asesinas se encontraban a más de 30 metros del suelo mientras Aneko meneaba la esfera.

—¡AGH! —ella lanzó un golpe vertical como un martillazo usando la esfera, a lo que Naomi volvió a ser golpeada y disparada contra el suelo.

La fuerza de aquel meneo fue tal que la cadena de la esfera se rompió y esta salió volando junto a la Uchiha. Al caer al suelo, se hizo un gran temblor y quedó un enorme cráter.

Aneko aún estaba suspendida en el aire mientras en su muñeca izquierda solo quedaba el grillete y un trozo de cadena roto.

—Ahí viene... —pensó ella.

En eso, decenas de proyectiles hechos de energía morada salieron volando en dirección a ella, quien apretó los puños y empezó a golpear al aire a gran velocidad, lanzando bolas de fuego que chocaban contra los proyectiles, produciendo enormes explosiones.

—¡Banshō Ten'in!

—¡Ugh! —Aneko sintió cómo una poderosa fuerza la recubría y era atraída al instante, saliendo disparada hacia el bosque...

Finalmente, ambas se volvieron a encontrar, donde Naomi sonrió mientras creaba una espada de energía de color morado, mientras que Aneko deformaba su brazo para formar una daga.

Ambas chocaron con gran fuerza, creando un enorme cráter...

—Ya no soy lo que solía ser hace cuatro años... Ahora soy mejor incluso con este nivel —pensó Naomi mientras empezaba a cubrirse con un aura de rayos—. Y eso es porque...

Para sorpresa de Aneko, la Uchiha desapareció en un destello negro...

Aneko apenas pudo atravesar su brazo izquierdo con el grillete, intentando cubrirse, pero este fue cortado y salió disparado en otra dirección.

Naomi burló mientras atacaba por detrás; sin embargo, Aneko rápidamente se cubrió con su brazo espada, empezando a bloquear ataques en todas direcciones a gran velocidad...

—Esta técnica... ¿Es como la de Hinata? ¡Se mueve muy rápido mientras se cubre de rayos! —pensó Aneko mientras la seguía con la mirada.

La albina se movió tan rápido como pudo, bloqueando los ataques a velocidades extremas, empezando a correr ella también mientras se envolvía en fuego...

La Uchiha, en efecto, estaba haciendo uso del Karaishin.

Ella es la mayor genio Uchiha nacida hasta ahora, y una poseedora del Rinnegan tanto como del Sharingan, además de una genio en el combate cuerpo a cuerpo como en el ninjutsu.

Esto tiene muchas implicaciones. La primera es que posee memoria fotográfica y es capaz de comprender las técnicas con solo verlas.

La segunda es que, gracias al Rinnegan, posee acceso a las cinco naturalezas elementales del chakra, siendo capaz de imitar cualquiera siempre y cuando la vea y comprenda.

La tercera es que ella posee reservas de chakra extremadamente altas, además de un control de chakra impresionante, adquirido por su largo entrenamiento.

No puedes enfrentarte dos veces al Shinigami... Tus técnicas se podrían transformar en suyas de una pelea a otra, solo es cuestión de que ella las practique.

En este caso, una técnica como el Karaishin no era una dificultad para ella. Con el Senjutsu, el Ultimate Susanoo y el chakra Sennin peculiar de sus ojos, no tenía ninguna razón para preocuparse de la fricción, la inercia o el cansancio...

A la distancia, se podía ver cómo el bosque se llenaba de destellos y explosiones, donde ambas asesinas peleaban al extremo...

Una era un destello negro moviéndose a gran velocidad, chocando contra uno de fuego...

Ellas se estaban moviendo a través de los kilómetros en cuestión de segundos, mientras todo a su alrededor se hacía pedazos.

Los árboles salían volando en llamas con cada golpe, decenas de cráteres se formaban a su paso...

Finalmente, ambos destellos empezaron a moverse en el aire; ambas eran capaces de patear el aire para impulsarse, sin mencionar que Naomi podía volar...

Tras intercambiar golpes con sus armas por algunos segundos, que para ellas parecían minutos e incluso horas, estas finalmente se encontraron una última vez en el aire, cara a cara, liberando una poderosa brisa ardiente.

Aneko tenía varias cortadas y sangraba, incluso había recibido una cortada al cuello, sin embargo, no le tomó mucho cerrar dichas heridas, mientras que Naomi estaba intacta.

—Sin duda soy más rápida... Pero ella es en extremo más fuerte. He tenido que compensar la diferencia de fuerza usando refuerzo de chakra, Ultimate susanoo, Senjutsu y 4 puertas internas, y aún tiene ventaja—analizó Naomi, quien tenía las venas de la frente remarcadas y la piel rojiza mientras forcejeaba con la albina—. ¿¡Uh!?

En eso, la Uchiha se percató de cómo su espada se estaba llenando de grietas mientras Aneko aumentaba la fuerza de su golpe...

—¡AH! —Aneko aprovechó este choque para lanzar su cabello alrededor de la cintura

"Crack"

La espada de Naomi se quebró, justo cuando el brazo afilado de Aneko se dirigía a su pecho.

—¡Mierda!—

Naomi desapareció en un parpadeo, apareciendo detrás de Aneko mientras preparaba un rasengan de color morado para atacarla por detrás... Sin embargo, la criatura rápidamente pateó el aire para hacerse a un lado.

—Esa teletransportación es molesta... Y esa armadura la protege de mis ataques— pensó Aneko mientras volvía su mano a la normalidad, y luego hacía una seña con ella, extendiendo sus dedos índice y corazón... Medio sello del tigre.

—¿Un jutsu?— pensó Naomi, pero Aneko apuntó sus dedos hacia ella... En realidad, era una pistola.

—Copia esto—

Para sorpresa de Naomi, un potente chorro de líquido rojo a alta presión salió disparado de los dedos hacia ella, quien se cubrió cruzando sus brazos...

Sin embargo, para su sorpresa, el líquido la empujó con gran fuerza mientras empezaba a agrietar el Susanoo en la zona de impacto, penetrando lentamente a través de la densa armadura...

—¿Está disparando sangre?—

Y no era solo eso... La sangre, una vez que perdía su presión, quedaba untada sobre el Susanoo, que, para sorpresa de Naomi, empezaba a derretirse poco a poco... Era sangre ácida a alta temperatura...

Aneko había desarrollado la capacidad de manipular su propia composición, pH y temperatura interna...

No solo era capaz de generar sangre a gran velocidad con su regeneración y dispararla a una velocidad hipersónica que funcionaba como cuchilla, sino que era extremadamente tóxica y caliente.

Naomi se vio obligada a volar en otra dirección para empezar a esquivar la potente cuchilla a presión... Por lo que Aneko extendió su otra mano haciendo la misma seña y disparando otro chorro.

Ahora la Uchiha estaba esquivando dos disparos a gran velocidad. Finalmente, Aneko se detuvo y pateó el aire para ir contra ella...

Ambas se encontraron en un choque de sus codos, donde Aneko aprovechó para usar su otra mano y agarrar del cuello a Naomi, comenzando a ejercer gran presión, donde el Ultimate Susanoo empezó a agrietarse ante la inmensa fuerza...

Ahora, estaban a más de 60 metros del suelo...

Naomi cubrió su mano de electricidad y lanzó un puño al pecho de Aneko... Sin embargo, un mechón de cabello rápidamente envolvió la muñeca de Naomi, estaban en un forcejeo...

—¿Por qué es más fuerte que antes? ¿Su fuerza física ha aumentado?— Naomi la miró con su Rinnegan. —Ya veo... ¡Abrió dos puertas internas!—

Ella podía sentir cómo poco a poco el Susanoo en su cuello empezaba a ceder, por lo que miró fijamente a Aneko...

—Sello de transcripción... ¡Amaterasu!—

Aneko al instante predijo el ataque gracias a sus sentidos, por lo que giró la cabeza de Naomi usando su cuello, haciendo que las llamas salieran disparadas en otra dirección.

—¡Ya conozco esa técnica!— dijo la asesina antes de propinarle un cabezazo en la frente a Naomi, agrietando más el Susanoo.

Acto seguido, le propinó un rodillazo envuelto en llamas muy rápido en el estómago que la hizo retorcerse, agrietando su armadura por completo y perforando la defensa.

—¡Ugh!— Naomi escupió sangre.

La Shinigami se percató de que estaba siendo superada ampliamente en cuestión de fuerza, incluso con sus técnicas...

—¿Eh?—

Para sorpresa de Naomi, Aneko golpeó el viento detrás de ella, a lo cual ambas salieron disparadas contra una montaña cercana, colocándola a ella enfrente... Mientras no soltaba su cuello ni sus manos...

Ambas eran un proyectil a alta velocidad, envueltas en llamas mientras Naomi y su Ultimate Susanoo recibían la mayor carga. Aneko ni siquiera sufría ante la fricción o la temperatura...

Iban directo contra una montaña...

Hubo una gran explosión que hizo que la montaña se tambaleara, formando un gran cráter...

A lo lejos se pudo ver la poderosa explosión, donde trozos de escombro y polvo volaron en todas direcciones. El cráter ya tenía más de 100 metros de diámetro...

—Otra vez se teletransportó...— pensó Aneko, empezando a colocarse en pie en medio del cráter. La Uchiha se había escapado por milésimas de segundo...

Al voltearse, Aneko pudo ver cómo esta se encontraba levitando a varios metros de altura con una sonrisa. Había perdido un brazo y sangraba... Además, su ojo derecho, el Sharingan, se había salido de su cuenca, quedando colgado.

—¡Jajaja! ¡Eres muy divertida!— exclamó la Uchiha mientras un aura de energía púrpura con un tono blanquecino la recubría...

—¿Energía demoníaca?— pensó Aneko al sentirla...

Para su sorpresa, las heridas de Naomi se cerraron por completo sin dejar rastro, incluso su ojo fue reparado y un nuevo brazo le creció...

Era el jutsu de sanación de Shion...

Este usa la energía demoníaca positiva para restaurar el cuerpo del objetivo hasta un estado anterior sano...

En esencia, no es una técnica sanadora... Es una técnica reconstructiva, la cual le permite a Shion replicar la regeneración de los demonios sobre ella misma y otras personas... Por esta razón, Naomi había podido reconstruir cadáveres momificados y en extremo dañados...

El poder de la sacerdotisa superaba por mucho incluso a las lágrimas del rey del Inframundo...

Solo existe una limitación... La cantidad de chakra.

Para reconstruir un cuerpo, Shion requiere una cantidad de chakra equivalente a la materia que va a reconstruir del mismo... Por esta razón, Naomi suplió esta debilidad dándole a Shion el poder del Gedō Mazō cuando requería reconstruir demasiadas cosas... Su energía demoníaca era parte de su alma, por lo que con tal de que tuviera chakra, no hacía falta restaurar dicha energía...

Naomi, en este caso, había reconstruido sus daños gracias a que había hecho un sello de transcripción en su cuerpo con la técnica de Shion, con suficiente chakra para reconstruir su cuerpo completo, para usar en una emergencia. Esta había sido una, por lo que usó una fracción de ese poder...

—Tendré que golpear más duro...— declaró Aneko mientras se tronaba los dedos. —¿Aún no piensas contestar mi pregunta de suma importancia?—

—¡Veamos si esto es de tu talla!— exclamó Naomi mientras usaba el Susanoo semi completo, el cual empezaba a ejecutar sellos manuales...

Aneko levantó la mirada, al notar cómo el cielo se había oscurecido, mientras ella sentía un cosquilleo por todo el cuerpo...

—¿El tamaño es para compensar algo?— preguntó ella de forma sarcástica al ver lo que se acercaba...

Era un enorme meteorito que caía...

—¡Kuchiyose no Jutsu!—

Aneko se volteó solo para ver cómo ahora estaba rodeada de una gran cantidad de criaturas. Entre ellas se podían observar al Cerbero, un rinoceronte, el buey, el ave de pico afilado, ciempiés gigantes e incluso el camaleón...

—Diviérteme— ordenó Naomi mientras se recubría con su Ultimate Susanoo y un aura de color verde... La sexta puerta...

La Uchiha había estado entrenando para dominar esta habilidad... Gracias a su genética Uzumaki, control del chakra, experiencia y resistencia, había logrado llegar hasta este punto luego de cuatro años...

Desde su pelea con Hank, y la de Natsu, había entendido que aún le faltaba mucho por aprender...

Su dominio de habilidades básicas del Rinnegan, Sharingan, ninjutsu y técnicas de asesinato, ya eran supremas, pero habían sido rivalizadas...

La Shinigami no estaba dispuesta a ser derrotada nuevamente, debía cubrir sus puntos débiles...

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Mientras, en otro lugar...

—Así que Aneko estaba viva después de todo...— dijo Tsunade antes de suspirar de alivio...

—Así es, Tsunade-sama, ella puede ser una aliada muy poderosa— contestó Sakura. —Probablemente sea clave para derrotar a Naomi... aunque no debería tardar en venir, dijo que se fue a comer—

Tsunade negó con la cabeza antes de contestar...

—Lo dudo... Tenemos un serio problema— contestó ella.

—¿Eh?— tanto Karin como Sakura se vieron confundidas.

—¿Ya leyeron el pergamino que les entregué?— cuestionó Tsunade.

Fin capítulo 5