4 [Reunion]
En un lugar diferente.
Se podía ver una habitación. Esta tenía un escritorio, una cama grande, las paredes eran blancas, y el suelo era de baldosa.
También había una mesa; estaba adornada con globos, un pastel y algunos regalos encima...
—¡Feliz cumpleaños! —exclamó Naruto con una gran sonrisa.
—Gracias, esto es muy lindo, Naruto... —dijo la ojiperla antes de lanzarse a darle un abrazo. Ella ahora estaba vestida con un pantalón negro y camiseta del mismo color.
Naruto la abrazó con fuerza mientras ella se aferraba a él.
—Espero que te guste esto —dijo Naruto tomando el obsequio de la mesa y entregándoselo.
Hinata sonrió antes de abrirlo con entusiasmo...
Se trataba de una chaqueta; esta era de un material muy suave. Era de color blanco y su forro interno era de color naranja.
—¡E-es hermosa! ¡Eres muy lindo, Naruto! —exclamó ella antes de intentar besarlo... Sin embargo...
Tan pronto se acercaron, toda la habitación se agrietó y la iluminación se apagó...
—¿Naruto? —ella miró al frente... Ya no estaba...
Lo único que había era una oscuridad infinita.
—¡Fue tu culpa...! ¡Todos murieron por tu culpa! ¡Los mataste, jajajaja! ¡Es eso lo que representas! ¡Muerte! —exclamó una voz femenina.
Hinata sudó frío mientras observaba al frente... Allí había dos ojos brillantes observándola, un Sharingan con forma espiral y un Rinnegan.
—¡N-no! ¡Tú! —exclamó Hinata mientras cadenas salían de la oscuridad y la tomaban de los brazos y piernas...
Al mirar al frente, podía ver cómo Naomi sonreía mientras a su lado estaba Naruto, quien le dedicaba una mirada de odio.
—Confié en ti... Te entregué mi corazón y me mataste... —Finalmente ambos le dieron la espalda y empezaron a caminar en dirección opuesta.
—¡Naruto! ¡Naruto!—
...
—¿Tienes miedo? —dijo una voz...
Hinata volteó la cabeza para verse a sí misma... Pero, esta tenía los ojos completamente negros y el cabello blanco...
—Llevas cuatro años teniendo esta pesadilla... ¡Seamos una! —exclamó ella antes de tomarla del cuello.
**************************************
—¡Agh! —Hinata se sentó exaltada mientras respiraba agitada y sudaba frío...
Al ver a su alrededor, notó que estaba en el castillo de Toneri... En una cama, apenas vestida con una camiseta negra y unos shorts negros.
La Hyuga se llevó las manos a la cara para despejarse... Sus ojos eran de un tono rojo oscuro pero brillante.
—Todo está bien... Todo está bien... —se dijo a sí misma mientras se levantaba.
—Finalmente despiertas, mocosa... Parece que otra vez vuelves a tener pesadillas —declaró el zorro—. Duermes solo una vez cada tres meses... Pero siempre que lo haces, terminas igual...
Hinata suspiró antes de colocarse su chaqueta, la cual estaba a un lado de la cama... Tras eso, se sentó un momento, mientras unas marcas se dibujaban debajo de sus párpados y sus ojos se tornaban de color rojizo claro... Finalmente, miró al zorro.
—Buenos días, Kurama... —dijo ella mientras se levantaba de la cama...
Tras un momento, se había terminado de vestir con un pantalón negro y empezó a caminar por la gran fortaleza...
—Entonces... ¿Ya estás lista? —preguntó el zorro.
—Ya pasaron cuatro años... Estoy más que lista, además... Tuve un presentimiento, algo alteró la naturaleza en la Tierra, no puedo esperar más —contestó ella con calma.
En eso, una nueva voz resonó...
—Buenos días, Hinata-sama —se trataba de Toneri, a lo que Hinata se volteó a verlo con indiferencia.
—Buenos días —contestó ella.
La Hyuga volvió a retomar su caminar, mientras era seguida por el peliblanco.
—Entonces... ¿Ya está preparando todo para irse? ¿Significa que ya perfeccionó el jutsu? —cuestionó el Ōtsutsuki.
Hinata solo suspiró...
—Sí... Aun así, es peligroso usarlo —contestó ella caminando.
Finalmente, la Hyuga llegó hasta una habitación, y sin esperar a nada, abrió la puerta...
Era un dormitorio... Había una persona durmiendo en la recámara...
—¿Ya va a despertarla? —preguntó el peliblanco.
—No... Que siga durmiendo —declaró Hinata acercándose.
Al acercarse, se pudo ver de quién se trataba, de Hanna Hyuga...
Ella había estado en coma durante estos cuatro años... ¿La razón?
Era un coma inducido. Por un lado, Toneri la había dejado así para obtener el Tenseigan; por el otro, Hinata había decidido dejarla así.
La mujer había estado esos cuatro años allí... Pues, había sido secuestrada por Toneri para obtener el Tenseigan. Su desaparición había sido una noticia... No podía regresarla sin levantar sospechas o que no la quisieran interrogar... Sería dejar una apertura para que descubrieran dónde estaba.
Tampoco quería que la viera en su estado actual, ni que tuviera que ver lo que había pasado con el mundo... Hinata consideraba que ya la había hecho sufrir demasiado...
Por otro lado, en la Luna no había comida ni recursos para alimentarla. En coma, solo necesitaba surtirla de chakra...
Por parte de la asesina, ella prácticamente no necesitaba comer ni dormir. Primero, por su condición como asesina, que le daba una biología y resistencia avanzadas. Por otra, esa resistencia había aumentado gracias a Kurama, sin mencionar que la mayor parte del tiempo se mantenía en modo sabio, esto para calmar sus emociones y no cansarse...
Si ella lo deseaba, podía no haber dormido ni comido esos cuatro años... Sin embargo, por insistencia de Kurama en su salud mental, habían decidido dormir cada tres meses.
Todo este tiempo, se dedicó a entrenar sin parar, refinando sus habilidades lo máximo posible. Por otro lado, entrenando el control del chakra de Kurama y, por último, técnicas Ninshū.
La principal había sido la técnica prohibida "Reconciliación"...
Pero no se limitó, estudió otras más después de haberlo meditado bien; podían serle útiles después de todo...
...
Ella caminó hasta su habitación nuevamente, donde empezó a ejecutar sellos manuales. Estos eran una combinación entre diferentes sellos, formando unos nuevos mientras ella murmuraba algo... Parecía estar susurrando en otro idioma...
—Ninshū: Viaje Astral... —pensó ella al finalizar.
_____________________________________________
En un lugar de la Tierra...
Se podía ver a una figura caminando en medio de un bosque marchito.
Este estaba vestido con una túnica blanca, pantalones negros y sandalias negras; su piel era pálida, cabello castaño y tenía ojos perlados...
—¿Neji, me escuchas? —preguntó una voz masculina, esta venía de su radio...
El Hyuga se llevó la mano al cuello antes de presionar el botón.
—Aquí Neji, te escucho fuerte y claro, Kiba... —contestó el Hyuga mientras caminaba.
—He estado revisando el área... Pero no he encontrado nada extraño. Hay ausencia de seres vivos... Pero no encuentro la causa, ¿qué hay de ti? —preguntó el Inuzuka.
Neji tenía activo su Byakugan...
—De momento, nada... He estado vagando por este bosque marchito un rato, pero no he visto nada... —declaró el Hyuga.
Ambos ninjas habían venido a visitar este extraño lugar, debido a que los rebeldes habían escuchado de un área donde el bosque se había estado marchitando... Al grado de que ya no quedaba ninguna planta viva, y los animales habían huido o muerto.
Los dos habían viajado un par de días antes de llegar al área...
Antes de entrar al bosque marchito, habían pasado por un poblado pequeño de los alrededores. Allí, habían escuchado que hace apenas algunos minutos, se había producido un temblor muy fuerte que provenía de aquel lugar...
Además, muchos afirman haber visto sus propias muertes, sentido escalofríos y sensación de muerte... Algunos incluso vomitaron o cayeron inconscientes por aquella sensación sobrenatural...
Algunos incluso tuvieron pesadillas despiertos, donde veían serpientes blancas...
—Oye, Neji... ¿Crees que esto tenga que ver con Orochimaru? —preguntó Kiba desde el radio.
—Probablemente... —contestó el Hyuga mientras se abría paso por el bosque.
El Hyuga meditó un momento...
—Cuando escuché que el bosque se estaba pudriendo... Pensé que tal vez fuera obra de Naomi plantando otro de esos odiosos árboles... —admitió Neji.
En eso, una nueva voz sonó...
—Oigan... Tengo una mala noticia... —era la voz de Shino.
—¿Qué ocurrió? —preguntó Kiba, a lo que el Aburame se tomó un momento...
...
En el cielo, se podía ver a Shino volando sobre una gran nube de insectos, divisando el área. Estaba usando una gabardina marrón, lentes, una capucha, y cargaba una gran calabaza en la espalda.
—Es difícil de explicar... —contestó el Jounin.
—Vamos, viejo, inténtalo —dijo Kiba.
Shino meditó un momento, pero antes de que pudiera hablar, Neji tomó la palabra.
—Oigan... Creo que veo algo. Haré una señal, reúnanse en mi posición —ordenó el Hyuga.
...
Después de unos minutos, Neji lanzó una bengala al aire, llamando la atención de sus compañeros, quienes llegaron al lugar.
—¿Y bien? —preguntó Kiba. Ahora tenía el cabello largo, usaba una chaqueta gris con forro peludo y pantalones negros. A su lado, estaba su fiel compañero, Akamaru, que se veía más grande.
En ese momento, se percató de lo que Neji había mencionado.
Se podía ver un gran derrumbe en medio del bosque. Había árboles caídos y destruidos por todas partes, y una enorme grieta en el suelo.
—Hay una guarida oculta aquí debajo... Tal parece que hubo una pelea —analizó Neji.
—Debemos explorarla... Aunque este olor... Pff... Apesta a veneno y serpiente... No cabe duda, esto es cosa de Orochimaru —dijo Kiba, mientras Akamaru ladraba.
Shino hizo una señal para que se detuvieran.
—Enviaré insectos a investigar este lugar... No sabemos mucho de él, podría haber trampas —comentó el Aburame.
—Está bien... Aunque, por lo que veo, no hay vida ahí dentro... Está vacío —dijo Neji. —Por cierto... Antes dijiste que habías visto algo, ¿qué fue?
Shino meditó un momento antes de comenzar a hablar.
—Bueno... Como pensamos antes de venir, probablemente algo ha estado drenando la energía natural del entorno... Según mis insectos, así parece... No hay rastro de vida en ninguna planta ni hongo... —explicó Shino, a lo que Kiba suspiró.
—Eso ya lo sabemos... Este lugar se ve tan marchito como el entorno de los árboles de la muerte... Los árboles aún tienen humedad, savia y, en general, están hidratados... Pero carecen de energía y mueren, quedando como pasas... Y empezando a pudrirse —respondió Kiba.
—Sí... —contestó Shino.
—Pero, entonces, ¿qué fue lo que viste que fue diferente? —preguntó Neji.
—Es que... Parece que aquello que está absorbiendo la energía natural se mueve... No hay un árbol de la muerte, pero si ves desde arriba, puedes ver que ya no es solo esta área... Hay una línea que atraviesa el bosque... Aquí parece un círculo, con un radio de un kilómetro a la redonda... Desde aquí, sale un rastro de bosque muerto, es como una línea con un grosor de unos 50 metros que se extiende a lo lejos —respondió Shino. —Literalmente... Hay un rastro de muerte.
Sus dos compañeros mostraron expresiones de asombro.
—O sea... ¿Es como los árboles de la muerte, pero de menor radio y que puede desplazarse? —cuestionó Kiba, algo asustado.
Neji analizó la situación por un momento.
—Pero... Hace menos de media hora, los pueblerinos que visitamos dijeron que sintieron un temblor y experimentaron esos ataques de miedo... Probablemente, lo que haya absorbido la energía natural sea una persona... Si hay un rastro, significa que pasó por aquí, pero su absorción debe ser muy potente... Se marchó de este punto y se fue en esa dirección, absorbiendo todo a su paso. Probablemente peleó aquí... Eso fue hace poco... Entonces, si ya hay bosque muerto... Su absorción debe ser muy rápida, más que la de los árboles... —analizó Neji, mostrando preocupación. —Probablemente, instantánea...
Kiba golpeó su palma antes de contestar.
—Yo digo que sigamos ese rastro y encontremos al responsable.
—No creo que sea prudente... No sabemos a qué nos enfrentamos —respondió Shino con seriedad.
Neji meditó un momento antes de asentir.
—Shino tiene razón... Lo mejor será investigar primero este lugar. Luego, enviaremos información al cuartel y seguiremos el rastro con cuidado —declaró el Hyuga.
—Bien... —contestaron sus compañeros, mientras observaban la guarida.
Estaban a punto de investigarla, cuando de repente Neji sintió un cosquilleo...
—Neji... ¿Me escuchas? —sonó una voz femenina, proveniente de su mente.
Neji hizo una seña a sus compañeros antes de retirarse de un salto.
—Fuerte y claro... Hinata-sama —contestó el Hyuga mentalmente.
Al cerrar los ojos, podía ver a la Hyuga frente a él.
El jutsu del viaje astral del Ninshū es una técnica que permite salir mentalmente de tu cuerpo y conectar espiritualmente con aquellos que comparten un vínculo sanguíneo contigo. De esta forma, puedes ver, escuchar, oler y, en general, sentir lo que esa persona siente, no importa la distancia. Además, permite hablar de forma mental.
Solo es necesario que una de las dos partes conozca el jutsu para hacer uso de él. Aunque tiene desventajas, como que el usuario debe quedarse quieto mientras lo ejecuta, o que solo te limita a familiares y a uno solo a la vez, por lo que no es una técnica útil en combate.
Sus ventajas... No necesitas saber dónde está la persona con la que quieres contactar, ni hay una restricción de distancia, además de que permite compartir experiencias sensoriales e incluso transferir chakra.
—Pronto regresaré a la Tierra —comentó Hinata, a lo que Neji asintió.
—¿Eso quiere decir que el jutsu del que me hablaste está listo? —preguntó el Hyuga.
Ambos primos habían estado en contacto mental desde hace tres años, tiempo en el que Hinata aprendió esta técnica. Esta era la forma en la que Hinata había estado al tanto de la situación durante los últimos cuatro años sin la necesidad de volver a la Tierra.
Aunque, en el instante en que Neji hizo su pregunta, sintió un aura depresiva...
—Sí... Aunque sigue siendo muy peligroso... Debo enseñarle la técnica a alguien más para que la use —explicó Hinata. —Por suerte, aprendí otra técnica que permite compartir conocimiento y experiencia... Aun así, debo ser cuidadosa.
—Ya veo... Aun así, según lo que me contaste, esa técnica puede ser potencialmente la más poderosa de todas... Depende de quiénes la usen —respondió Neji.
Una voz sonó en la vida real.
—Oye, Neji, apúrate, ya vamos a entrar a la guarida... Según los insectos de Shino, no hay peligro —comentó Kiba.
—Ya voy —declaró Neji.
Luego volvió a dirigirse a Hinata.
—Hablaremos pronto... Ahora estoy en medio de una misión. Tal parece que encontramos una anomalía en la energía natural —dijo el Hyuga.
—¿Qué? Por favor, dime más... Creo que será importante que yo sepa más de esto, senti una perturbacion en la naturaleza hace poco—dijo Hinata.
Neji suspiró antes de contestar.
—Bien... Seguiré en la misión, mantén el contacto mientras te doy los detalles mentalmente.
_____________________________________________
Aneko se recostó en la paja mientras miraba al techo del granero... Se sentía preocupada, un fuerte escalofrío recorría su cuerpo.
—Oye... ¿Estás bien? —preguntó Sakura, a lo que la albina asintió con la cabeza.
—Solo fue un mal presentimiento —contestó antes de levantarse de un salto.
Las dos kunoichi la miraron con curiosidad.
—Bien... Iré a comer algo, huelo algo de comida cerca, iré a cazarla —dijo ella antes de extender sus garras.
Sin decir más, la asesina salió del granero para ir directo al bosque.
—Es extraña... Pero, de muchas formas, una buena persona —comentó Karin observándola.
—Sí... Ya me había encontrado con ella antes, pero créeme que es complicada, no ha tenido una vida fácil —contestó Sakura.
Karin se quedó un momento en silencio antes de hablar.
—Oye... ¿En verdad crees que sea capaz de derrotar a Naomi como dijo? —preguntó la pelirroja.
Sakura se quedó en silencio un momento antes de contestar.
—No lo sé... Nunca hemos visto a ninguna de las dos pelear al 100%... Pero, no olvides algo... Naomi tiene el Rinnegan, es usuaria de Mokuton y tiene un ejército... No podemos jugar todas nuestras cartas en una sola persona, por fuerte que sea... Además, Naomi es muy estratégica, no basta con derrotarla en poder —analizó Sakura mientras miraba al suelo.
Antes de que Karin contestara, ambas vieron cómo Tsunade se despertaba y se levantaba con una mano en la cabeza.
—Ugh... Mierda, qué dolor de cabeza... —dijo la sannin sentándose en el suelo.
—¡Tsunade-sama!
Ambas kunoichi se lanzaron a abrazar a la mujer, quien las miró antes de corresponder.
—Oh... Están bien... Pero... ¿Qué fue lo que pasó? —preguntó la sannin.
—Lo último que recuerdo fue que Naomi me capturó... También... Recuerdo que a Sasuke y Lee... —miró al suelo, allí estaban los mencionados—. ¿Ustedes... nos rescataron?
Preguntó sorprendida, pero las dos rieron antes de contestar.
—No exactamente...
—¿Qué ocurrió?
_____________________________________________
Mientras...
En el árbol destruido...
—¡Kushiyose no Jutsu! —exclamó Naomi, a lo que nueve figuras aparecieron allí...
1. Hashirama Senju, con Mito Uzumaki como subgeneral.
2. Tobirama Senju, actual portador de Samehada, con Utakata como subgeneral.
3. Minato Namikaze, quien estaba acompañado de Kushina como subgeneral.
4. Naruto Uzumaki, con Gaara como subgeneral.
5. Ashina Uzumaki, antiguo líder del clan Uzumaki, en su mejor momento, con Hanzo de la Salamandra como subgeneral.
6. Izuna Uchiha, con Fugaku Uchiha como subgeneral.
7. Haruhi Hyuga, primera princesa Byakugan, con Bee como subgeneral.
8. Hamaki Hyuga, segunda princesa Byakugan, con el tercer Raikage como subgeneral (Kabuto solo extrajo ADN, no robó el cadáver completo).
9. Hengetsu Hozuki, con Yagura como subgeneral.
10. Mū, con Roshi como su subgeneral.
En resumen... Los diez generales son los cuidadores de los diez árboles regados a lo largo del continente elemental, a su vez que son aquellos que comandan las tropas del ejército de Naomi en cada ubicación, manteniendo a raya a las personas de aquellos lugares, pero nunca se alejan de los árboles a menos que sea necesario.
Cada general tiene un subgeneral, quien se encarga de los asuntos externos, como la exploración lejos del árbol, detección de amenazas o rebeldes, y navegar por el país para asegurar la estabilidad de los distintos poblados, ninjas o civiles.
Al aparecer, todos se inclinaron ante Naomi.
—Mi señora... ¿Cómo podemos servirle? —preguntó Hashirama amablemente.
—Por lo visto... El inútil de Izuna no fue capaz de proteger su árbol... —comentó Tobirama observando el árbol.
Naomi los miró a todos un momento antes de contestar.
—Quiero anunciarles que tenemos un nuevo enemigo público. Una sola persona. Quiero que todos ustedes estén al tanto y más atentos que nunca —declaró la Uchiha, a lo que uno de ellos levantó la mano.
Se trataba de Haruhi.
—Mi señora... ¿Otra amenaza además de los rebeldes, asesinos y demonios? ¿Apareció alguien que representa una amenaza por sí sola? —cuestionó la Hyuga, la cual tenía un aspecto similar a Hinata, pero sus ojos eran sumamente negros, cabello oscuro, aura oscura y vestía un Gi blanco, su aspecto era algo intimidante y emanaba agresividad.
—Obviamente debe ser importante si la señorita Naomi decide llamarnos a todos— Comentó Hamaki, está era la segunda princesa Byakugan, ella era de piel clara, cabello corto azul, este en puntas, ojos de un tono rosado, vestida con un kimono negro, tenía un aura mas amigable y gentil...
Estás 2, habian sido revividas mediante sus cadáveres sellados en las profundidades de Uzugakure, como un favor entre Uzumaki y Hyuga de sus respectivos tiempos...
—Así es. A la que me refiero es a la asesina, Aneko Goremane, en su tiempo parte de los Siete Pecados Capitales y la Hermandad de Asesinos —explicó la Uchiha.
Los generales hicieron un gesto de confusión... Ninguno de ellos la conocía, a excepción de ciertos subgenerales ex-Jinchuriki, y claro... Naruto.
—Entonces, ¿sigue con vida? —cuestionó el rubio—. Pensé que usted le había dado fin a su existencia.
Naomi solo suspiró antes de contestar.
—Me equivoqué... Por lo visto es un hueso duro de roer, su capacidad de supervivencia excedió mis expectativas —admitió la líder—. Al parecer, estuvo dormida por cuatro años, donde se hizo más fuerte.
Todos miraron un momento el árbol destruido, además de la pila de cadáveres de Uchiha que había en el entorno.
—Así que fue cosa suya...
—Entonces, ¿quiere que la rastreemos y acabemos con ella? —preguntó Ashiya.
A esta pregunta, Naomi negó con la cabeza.
—No, para la mayoría de ustedes es imposible rastrearla... Además de ser un suicidio enfrentarla —ella luego miró a Naruto—. Tú deberías ser capaz... Según Shion, emite energía demoníaca.
Naruto asintió.
**************************************
Se podía ver un lugar oscuro... Era como una alcantarilla...
Allí, se podía ver una gran prisión...
Este Naruto caminó con calma, mientras veía en el interior...
—Ya la oíste, Kurama...
En la jaula, dos ojos gigantes se abrieron; estos tenían un color morado y un patrón de círculos...
El gran zorro se levantó, dejando ver su gran tamaño y que era de un color oscuro. Tenía varias cadenas encima de color morado y estacas.
—Sí... —contestó el Biju.
El rubio se empezó a cubrir de chakra... Era el modo Kurama, sin embargo, este era de un color rojizo.
—Deberemos estar en este modo todo el tiempo para detectarla —dijo el rubio.
En eso, una voz resonó por la alcantarilla...
—Jajaja... Por lo visto Naomi anda asustada
Tanto el zorro como el rubio miraron a la fuente de esa voz...
En el fondo de la alcantarilla, se podía ver una persona suspendida en el aire con cadenas moradas atando sus brazos y piernas.
Era otro Naruto... No, era el verdadero, una parte de su alma...
Para que una persona sea Jinchuriki, es necesario tener alma, ya que esta es la que encierra al Biju...
Los cadáveres resucitados por Naomi no tienen alma, aunque sí una consciencia nueva desarrollada por el chakra de la Uchiha, el chakra del revivido y su cerebro...
Durante estos cuatro años, Naomi había estado estudiando los secretos del clan Uzumaki, lo cual le fue fácil una vez revivió a Ashiya y a otros miembros más...
Acceder al Shinigami y abrir su estómago para sacar el alma del Kyubi que había en él, había sido sencillo...
Ya con esto, dividió el alma que tenía de Naruto en dos, una parte se la quedó ella, y la otra la selló en su cadáver resucitado, dando la posibilidad de hacerlo Jinchuriki...
El objetivo de esto era el sensor de emociones negativas.
Por otro lado... Había puesto una estaca del Rinnegan al cadáver y a Kurama, esto para asegurar que el fragmento de alma no pudiera tener control del cuerpo, y que Kurama fuera obediente...
Ahora, tenía al sensor definitivo... Detector de energía natural, chakra y demoníaca... Además de un poderoso general.
El nuevo Naruto observó al fragmento de alma antes de reír.
—Te haces demasiadas esperanzas... Pero, ya estás muerto. La paz verdadera pronto reinará —declaró el otro mientras empezaba a caminar en dirección contraria.
—Jeje... Eso lo veremos luego, Aneko solo es el inicio de su final... Aún falta Hinata y Natsu, sé que estos cuatro años se han estado preparando. Esta solo es una señal de que pronto serán derrotados.
—Tsk... En serio que soy hablador.
**************************************
En el exterior se pudo ver cómo el Jinchuriki era recubierto por el chakra rojizo.
—Lo que quiero que hagan es que estén más alerta que nunca... Si ven algún rastro de esa mocosa, me van a invocar, me encargaré personalmente —declaró Naomi, para luego hacer un sello.
Al instante, todos los revividos pudieron ver una imagen mental en sus mentes, era la de Aneko.
—Así es como se ve —declaró ella.
Todos asintieron, antes de responder:
—Sí, señora.
—Por cierto... Naruto, Hashirama... ¿Ustedes también lo sintieron? —preguntó la Uchiha.
—¿Se refiere a la fuerte alteración en la energía natural? —cuestionó el Primer Hokage.
—Así es... Tengo el presentimiento de que Goremane no fue lo único que apareció, algo nuevo anda por ahí afuera, algo poderoso —declaró la Uchiha antes de sonreír—. Presiento que todo esto será divertido...
En eso, Naruto hizo un gesto mirando en otra dirección.
—Señorita Naomi... Detecto energía demoníaca, está cerca —declaró el Uzumaki.
—¿Sí?... —Naomi sonrió para sí misma.
_____________________________________________
A unos pocos kilómetros de allí...
—Fue buena idea venir antes de que lo hicieran los demás y robar la información que iba a entregar Tsunade a los rebeldes... ¿No lo crees, Kenzo? —dijo un enmascarado, quien estaba vestido con una gabardina negra, sosteniendo un pergamino en su mano.
—Concuerdo, Ohara-sama... Al parecer teníamos razón, Naomi podía estar preparando una trampa —contestó otro, quien era de menor estatura.
Se trataba de Ohara y Kenzo, pecado capital de la gula y de la avaricia, respectivamente.
—Esta es una información muy valiosa, debemos irnos con Natsu-sama antes de que nos detecten... Además, sigo sin entender lo del árbol —dijo Ohara, mientras pensaba en el árbol que acababa de ser destruido a la distancia; el temblor de aquella monstruosidad llegando hasta allí había sido muy potente.
—Sí... Eso fue repentino... Vi cómo el Uchiha y el otro chico peleaban contra los Uchiha, pero fueron derrotados. Diez minutos después vemos caer el árbol, en serio no lo entiendo —analizó Ohara.
—¿Quién sabe?... A lo mejor los rebeldes consiguieron a alguien de alto calibre para sus filas...
En eso, una voz sonó:
—Muchachos, ¿me escuchan?
Ohara sacó un dispositivo de su gabardina. Tenía la forma de un radio, pero tenía varios sellos encima.
Se trataba de un radio común, sin embargo, estaba mejorado con un sello espacio-temporal. No era la especialidad de Ohara, pero había logrado hacer uno de bajo rango que mantenía una conexión constante.
El truco de este sello es que hacía un atajo a la señal de radio, para que atravesara largas distancias sin problema... Era básicamente como un agujero de gusano que permitía el paso de señales de baja frecuencia.
—Aquí Ohara, es bueno oírla. Natsu-sama, pudimos hacer una copia de la información que Tsunade tenía para los rebeldes. No hubo problema ni contacto con el enemigo —contestó el vicecapitán.
—Me alegra oír eso... —contestó la pelirroja—. ¿Han leído la información?
—No hemos podido... Está cifrada. Usé mi jutsu de copia escritura, pero como es un código, igual no lo entiendo —contestó Ohara.
—Sí... Obviamente Tsunade no iba a ser tan imprudente de dejar la información suelta... Aun así, creo poder descifrarlo —comentó Kenzo.
—Ya veo... Está bien.
—Por cierto... Tenemos una noticia nueva, algo relevante —comentó Ohara.
—¿Qué ocurrió?
—El árbol de la muerte, el que estaba cerca de la aldea media... Fue derribado —contestó Kenzo.
—¿Eh?... —La pelirroja se sorprendió mientras intentaba analizar. Esto sí la había tomado por sorpresa—. ¿Cómo ocurrió? —preguntó.
—Todavía no tenemos detalles... Pero fue después de una pelea de unos Uchiha contra los rebeldes... Parecían haber sido derrotados, pero algo quemó el árbol y después lo destruyó... No tenemos idea de lo que fue —explicó Ohara para luego analizar—. Probablemente los rebeldes consiguieron a alguien muy fuerte... Pero, según lo que hemos estado viendo, no tienen a nadie así entre sus filas, un usuario de fuego con ese nivel... Y no habíamos oído que tuvieran un plan para destruir uno de los árboles.
Natsu meditó un momento... "¿Habrá sido Hinata?...". Probablemente junto a ella y Might Guy con sus Ocho Puertas, o en su caso, los cinco kages arrestados, serían capaces de derribar uno de esos árboles rápidamente... Se requería mucho poder destructivo... Puesto que era un árbol muy resistente, prácticamente inmune a ataques de chakra... Y muy resistente a los físicos.
—Bien... Regresen a la base, hablaremos de esto con más seguridad.
En eso, una figura apareció detrás de ellos sin que se percataran.
—¿De qué hablan? —preguntó Aneko con una sonrisa, mientras colocaba un brazo alrededor del cuello de cada uno, y quedando colgada en medio de ellos.
Al instante, ambos asesinos sintieron un gran escalofrío... Por un momento el corazón se les paralizó, se pusieron blancos...
—¡AGH! —Ambos saltaron de la sorpresa mientras se volteaban a verla. Se habían pegado un gran susto... Esto era raro en ellos, puesto que tenían entrenamiento como asesinos...
Pero, literalmente, había salido de la nada en un momento de tensión mientras ellos estaban en alerta máxima... Sin siquiera ser detectada por sus sentidos sobrehumanos...
—¡Chicos! ¿Ocurrió algo? —exclamó Natsu por el comunicador.
—Hola chicos, ha pasado mucho —dijo Aneko ahora de pie en el piso mientras extendía una mano, haciendo una sonrisa. —Oh, y hola Natsu... Tiempo sin oír tu voz, aunque eso aplica a todos—
Ambos asesinos la miraron de pies a cabeza...
—¿T-tú? —dijo Kenzo observándola sin poder ocultar su mirada de asombro. Por un momento, no la había reconocido debido a su cabello blanco y ojos rojos, además de la falta de cicatrices... Pero, la estatura, la voz, la mirada y la forma de hablar...
—Lo siento... Los había detectado hace un rato y quise saludar... —Antes de que Aneko terminara de hablar, el asesino se lanzó a abrazarla, a lo que ella se quedó en silencio... Esto mientras su cabeza era apoyada contra el pecho de él.
—¡Ay! ¡Idiota! ¡Sigues con vida! —exclamó Kenzo mientras ella simplemente se quedó en silencio sin decir nada... Pero sintiendo la calidez...
¿Cuándo había sido la última vez que alguien la había abrazado?...
...
33 años... Por su hermano menor...
—Sabía que no podías morirte... En serio me alegra ver que no me equivoque... —dijo Kenzo, quien no pudo evitar soltar una pequeña lágrima...
Esto habría sido imposible hace cuatro años... Tanto Kenzo como los demás asesinos eran inhumanos... Fríos y de pocas emociones... Pero ahora habían vivido como una sociedad más humana y libre de esclavitud... Finalmente los sentimientos podían salir a flote, aunque era diferente en cada caso... Algunos se mantenían fríos, otros eran neutrales...
En el caso de Kenzo... Era bastante reservado... Pero no esperaba ver esto.
Aneko se quedó en silencio mientras una pequeña lágrima se asomó por uno de sus ojos rojos... A lo que ella instintivamente no pudo evitar regresar el abrazo con suavidad. Por lo visto alguien la extraño después de todo...
Ohara, por su lado, estaba sorprendido de verla nuevamente... Por lo que después de procesar un momento, suspiró.
—Natsu-sama... Creo que ya encontré la causa de la caída del árbol —comentó el asesino—. Es ella... El último pecado capital.
Natsu se sorprendió al oír eso, sin poder evitar sonreír.
—Bienvenida —fue todo lo que dijo la pelirroja.
Finalmente, Kenzo se separó antes de mirarla bien.
—Sí que has cambiado... —admiró él.
Ohara rió un poco antes de acercarse.
—Enana retardada... Así que seguías con vida. ¿Dónde estuviste estos cuatro años? Ya todos pensábamos que habías muerto... Todos excepto él —dijo el pecado de la gula mientras señalaba a Kenzo con el pulgar.
—Es porque yo sé que no es fácil de matar —dijo Kenzo mientras fulminaba al vicecapitán con la mirada.
Aneko solo se encogió de hombros antes de contestar.
—Pues... Estaba durmiendo, se me fue la mano y dormí cuatro años —contestó ella con simpleza, a lo que los asesinos, incluyendo a Natsu detrás del radio, hicieron un gesto de sorpresa...
—Vale... Me retracto, no has cambiado nada —declaró Kenzo con una gran gota de sudor.
...
—¿Uh? —En eso, Aneko se volteó mirando en otra dirección, al igual que ellos... Los tres podían sentir su sexto sentido en alerta...
Al mirar al cielo, pudieron ver una enorme esfera negra de chakra que viajaba en dirección a ellos... A lo que Aneko apretó su puño mientras su cabello se tornaba negro al igual que sus ojos.
Desde lejos, se pudo observar una gigantesca explosión, destruyendo el bosque a los alrededores...
_____________________________________________
—Ha sobrevivido... De hecho desvío la explosión —dijo Naruto, quien ahora estaba en lo que parecía un Kurama gigante de color rojizo con aura negra.
Naomi solo sonrió...
—Tranquilo, sabía que iba a sobrevivir, después de todo fue una Bijudama debil... Ese solo fue el saludo, creo que va siendo hora de que me divierta, después de 4 años, ¿quien diria que me lo dejaría tan fácil?—declaró la Uchiha antes de desaparecer en un parpadeo, mientras los generales se preparaban...
Fin Capítulo 4
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro