31 [Juntos de nuevo]
En el aula de la academia, se podía ver como Natsu, Hinata y Hamaki estaban rodeadas por un aura de incertidumbre, por otro lado, Aneko estaba de cabeza sobre el escritorio, mirando con curiosidad a las 3, por otro lado... Romura simplemente se había acomodado contra la pared...
Hinata estaba de pie, tensa. Su mirada estaba clavada en Hamaki, quien sonreía con un destello de diversión tras haber declarado que ella y Natsu eran compatibles para la fusión.
Pero Hinata no lo veía gracioso.
—No quiero hacer eso —declaró con frialdad, dando un paso atrás.
Natsu levantó una ceja debajo de sus vendajes.
—¿De qué hablas? ¿Qué es eso de la fusión?
Hamaki giró sobre sus talones y la miro con calma.
—Oh, no les expliqué, ¿verdad? Bueno, Hinata-chan, ¿quieres hacerlo tú?
Hinata suspiró pesadamente. No quería hablar de esto, pero sabía que Natsu no soltaría el tema hasta entenderlo.
—Bien...
Natsu la miró fijamente, esperando la explicación.
Hinata se llevó una mano a la frente, organizando sus pensamientos antes de comenzar.
—Es un jutsu prohibido… Uno creado por el Sabio de los Seis Caminos con la intención de unir a dos personas en un solo ser. El Jutsu de Reconciliación.
El nombre por sí solo causó que Natsu frunciera el ceño.
—¿Cómo funciona exactamente?
Hinata medito antes de continuar.
—A través del Ninshū, las almas de dos personas se sincronizan completamente. No solo sus chakras, sino sus mentes, cuerpos y esencia misma. Se vuelven uno solo, reuniendo lo mejor de ambas partes y multiplicando su poder. Sin embargo, es un riesgo enorme.
Natsu la miró con suspicacia.
—¿Por qué?
—Porque si las almas no son compatibles… el resultado es una abominación. —La voz de Hinata se volvió sombría. —Incluso si son compatibles, se requiere un entrenamiento muy intenso de al menos una de las partes para lograrlo.
Ante la falta de reacción de Natsu, Hamaki decidió intervenir.
—Ciertamente. Es un jutsus abominable que no es para cualquiera, Hinata lo descubrió cuando lo intento con Neji.
Hinata cerró los ojos.
—Fallamos. Nos convertimos en una masa deforme de carne con ojos y brazos múltiples. Un homúnculo sin identidad.
—Tsk… eso suena horrible. — Declaró Natsu.
—Lo es —afirmó Hinata— Además, según el pergamino "una vez ejecutado no hay vuelta atrás" no es reversible . Solo la abuela pudo deshacerlo con su rebobinación, pero eso solo puede hacerlo si los fusionados lo hacen durante el periodo de su barrera
Hubo un breve silencio antes de que Natsu finalmente Cuestióno.
—¿Y Hamaki dice que tú y yo somos compatibles? Sugiriendo que deberíamos intentarlo...
Hamaki asintió con confianza.
—Así es. ¡Sus almas encajan a la perfección! Aunque tengan muchas diferencias, justamente por eso funcionan juntas. Sus conflictos internos pueden encontrar un punto medio si trabajan en ello, además no tengo duda, una fusión entre ustedes puede tener un potencial enorme.
Hinata frunció el ceño.
—No quiero hacerlo... No con ella.
Hamaki suspiro, su nieta estaba siendo demasiado honesta.
—¿puedo saber porque?— Hinata se mantuvo en silencio.
—Tengo mis motivos
Natsu no parecía molesta por la reacción de Hinata.
—Tampoco quiero. No necesito eso para pelear, además, también tengo mis motivos para no querer.— Declaró la pelirroja.
Desde el plano mental, tanto Matatabi como Kurama miraban con curiosidad... Ambos con una gran gota de sudor en sus cabezas.
—Porque no? Pensé que la última vez que se vieron, eran aliadas...— Cuestión Kurama.
Hinata se mantuvo en silencio...
—Mmm, acaso es porque temes ver los horrores que ella hizo desde su perspectiva... Temes sentir la sangre de rumo en tus propias manos?— Burlo Kuri al que Hinata solo tomo aire...
—Tu cállate...
—O es porque, no quieres verla como algo más que no es?
Kurama gruño antes la insistencia de la maldición... Era molesto oírla.
...
—Fusionarte con ella podría darles un poder capaz de vencer a Naomi, porque no quieres intentar?— Cuestionó Matatabi a su portadora.
Natsu se mantuvo callada.
—Nos parecemos mucho, lo que vea en su mente y viva de sus experiencias no puede ser tan diferente a lo que ya viví yo misma...— Declaró la pelirroja —Es porque...
—Que cosa?
Natsu se mantuvo en silencio.
—Hinata y yo tenemos mucho que perder... Tengo una hermana y un equipo al que quiero volver a ver. Llámame egoísta... Pero fusionarnos, será perder nuestras identidades... Hinata decidió aprender ese jutsu, porque siente que ya no tiene nada que perder... Pero, yo pienso que si... Ella talvez no lo vea, pero y si salvamos a Naruto? Que pasará por la fusión? Ella no podra disfrutar de eso cuando pase... Y si fallamos?...
Matatabi asintio.
—Entiendo a lo que te refieres... Pero, porque ella no querrá hacerlo? Si está tan dispuesta a sacrificarse... Porque no quiere contigo aunque seas su mejor opción.
Natsu suspiro.
—No creo que quiera que la persona que le hizo tanto daño sea parte de ella el resto de su vida... Y menos vivir mi vida... Tiene sus razones.
Matatabi nego con la cabeza.
—Puedo percibir el aura... Y puedo verlo, ella no se niega porque te odia... Noto conflicto, pero no es por eso... Tal vez...
Los pensamientos fueron interrumpidos por Hamaki, quien rió con suavidad.
—Tranquilas, tranquilas, es una decisión de las 2, no deben hacerlo, personalmente no me gustaría que se sacrifiquen y se conviertan en una, sin agotar todas las posibilidades primero, no tienen que hacerlo ahora. Pero si en algún momento lo consideran, o la situación lo requiere, sería bueno tenerlo bajo la manga… estaremos en un ambiente seguro para entrenarlo. No dejaré que terminen como un monstruo.
A pesar de su tono juguetón, Hinata sintió que hablaba en serio.
Pero Natsu se cruzó de brazos mientras bajaba la cabeza.
—Bueno, esto de la fusión suena muy bonito y todo… Pero no tengo tiempo para perderme en entrenamientos. Eso de entrenar con la gran sabía del alma, sin duda es interesante, pero ahora tengo una misión más importante.
Hamaki ladeó la cabeza.
—Oh… ¿Qué quieres decir, Nat-chan?
—Voy a buscar a Saiko.
El ambiente se tensó al instante.
Hinata giró hacia Natsu.
—Saiko... He estado pensando en eso, pensaba ir a buscarla, no pensé que tú también tuvieras esa urgencia.
Natsu contesto con seriedad.
—No puedo quedarme aquí entrenando mientras esa cosa sigue suelta. Si Saiko sigue fortaleciéndose, Naomi la usará como un arma. No pienso esperar hasta que eso pase. Aún así, no desaprovechare el entrenamiento que ofrece Hamaki, el resto de mi equipo se puede quedar a entrenar, yo iré en su búsqueda, cuando los necesite, los invocare.
Hinata asintió.
—Saiko es demasiado peligrosa, no puedes pensar en enfrentarla sola. También ire
—No planeo llevar a nadie más, deberías quedarte a entrenar— Declaró la pelirroja.
Hamaki cambio su mirada a una pensativa...
Antes de que Hinata pudiera responder, una voz se coló entre ellas.
—¿Quién es Saiko?
Todos voltearon a ver a Aneko, quien observaba la conversación con un gesto de confusión. Por primera vez, su curiosidad estaba teñida de incomodidad... Al escuchar aquel nombre.
—he oído ese nombre antes...— Declaró la enana mientras las miraba —mientras dormía durante los últimos 4 años... La he visto...
Natsu se fijó en la asesina... Luego en Hinata y en Hamaki.
—¿No te han hablado de ella?
Hamaki rio nerviosamente....
—Eh... No... Lo olvide— Declaró la sabía mientras juntaba sus índices tímidamente... Mientras que Hinata y Natsu la fulminaron con la mirada, cosa increible teniendo en cuenta que está última estaba vendada y no tenía ojos. —Perdon, perdón, era muy importante, estaba pensando más en el entrenamiento y en todo lo demás, se me pasó... Oh... Ane-chan, perdon
Aneko la miro antes de encogerse de subirse a su cabeza de un salto.
—Eres una despistadita rosita, pero está bien, solo no olvides el pastel de fresa que prometiste para la siguiente vez
—Claro! O mejor debería ser un pastel de chocolate con fresas o de fresa con chocolate? PREMIO DOBLE EN AMBOS CASOS!...
—Mmm, mejor solo fresa, y luego los dobles... Así sabre cuál de los 4 me gusta más
Natsu y Hinata sintieron una gran gota de sudor en sus frentes... Aún con la tensión del ambiente estás 2 se ponían a hablar de cosas ajenas como si nada...
—Volvamos a Saiko, por favor, es importante Aneko— Declaró Natsu, llamando la atención de ambas nuevamente.
Los ojos de Aneko reflejaban una mezcla de extrañeza y algo más profundo, esto al oír aquel nombre… como si la idea de ese nombre le provocara una sensación familiar pero a su vez desagradable...
—¿Quién es? —preguntó de nuevo, con un tono más serio.
Hinata dudó por un momento, pero finalmente Hamaki contesto
—Ella es como... Tu hija— Declaró la Hyuga tratando de ser directa.
Aneko cambio su mirada al oírla.
Luego bajo su rostro colocándose de cabeza de frente a la cara de Hamaki, siendo separadas por apenas un par de centímetros...
Era como si intentará encontrar alguna señal el el rostro de Hamaki... Cómo si dudará de sus instintos... Por su aura, olor y lo demás, indicaba que no mentia, pero algo en ella quería que su amiga por primera vez mintiera.
—Mi... Hija?...— Cuestionó con una voz lenta...
Aún tratando de procesar...
—Eh... Cómo?...— Pregunto ahora más confundida.
Hamaki levanto a Aneko de su cabeza antes de bajarla y sentarla en el escritorio.
—Es complicado Ane-chan... Es tu hija... Pero a su vez, no... Según lo que se... Ella fue creada artificialmente apartir de tu sangre. Es como un clon... Pero, ella no es tu, su alma fue corrompida desde su concepción, está fuera de control.
Aneko bajo la mirada para luego mirar a los ojos de Hamaki, podía percibirlo, ella estaba preocupada, pero como siempre, no había ni una sola mentira en sus palabras.
Hamaki levanto su mano, la cual se iluminó con un destello de chakra rosado.
—Puedo dejarte verla— Declaró la Hyuga a lo que Aneko medito un momento, finalmente asintió con la cabeza.
—Por favor
Hamaki acercó su mano con suavidad, colocándola en su cabeza.
Al instante, Aneko fue transportada al instante donde Hamaki la enfrentó... Pudiendo ver lo que Hamaki había visto durante esa pelea...
Una vez terminados los recuerdos... Aneko mantuvo una mirada perdida, como si estubiera digiriendo lo que acababa de ver...
—Estas bien?— Pregunto Hamaki mientras paseaba su mano por el cabello de la albina.
—Ella, es como yo?... También es un monstruo?...— Cuestionó Aneko para luego mirar al suelo —Es peligrosa... Porque es tan cruel?...
Hamaki sonrió antes de abrazar a su amiga.
—No eres un monstruo Ane-chan, y ella... Simplemente es alguien desorientada, desgraciadamente es malvada y corrupta, debido a las circunstancias donde nacio... Pero eso no es culpa de tu o tu genética, es porque alguien con malas intenciones le dió la vida... Es una niña desubicada
Aneko escuchó en silencio, sin mostrar demasiadas expresiones... Pero el brillo en su mirada era claro, se sentía extraña al respecto.
Sus ojos se oscurecieron, su cuerpo se tensó. En su mente, las imágenes de serpientes blancas revolviéndose entre sombras comenzaron a manifestarse... Las había dejado de ver cuando despertó...
Ese nombre…
"Saiko…"
¿Por qué se sentía así?
¿Por qué su instinto le decía que no quería conocerla?
Apretó los puños, sintiéndose extraña... Pero el calor de Hamaki era reconfortante, en un momento como este.
Hamaki, notando su reacción, inclinó la cabeza.
—¿quieres ir a buscarla, Ane-chan? ¿Estás bien?
Aneko parpadeó mientras volvía a mirar a Hamaki...
—… No lo sé.
La respuesta sorprendió a todos, pues era sincera pero a su vez, era inusual en ella, pues tenía cierto temor en su tono de voz.
Aneko medito un momento antes de cuestionar...
—Crees que ella... Pueda dejar de portarse así?... Digo... Es una niña desubicada... Podría ser buena?
Hinata y Natsu no pudieron evitar "mirarse" entre si... Estaba claro que eso era lo que Aneko deseaba en esta situación...
—Esto es nuevo para ella...— Pensó Hinata —Quiere buscar esperanza?... Me da pena, pero yo no creo que se pueda... Hay que destruir a saiko...
Natsu por su lado solo apretó el puño.
—Saiko es un monstruo... Nació para serlo... No es como nosotras... Aneko, entiendo como te sientes, pero no seas tan ingenua...— Pensó la pelirroja.
Aneko miro de reojo a las 2... Aunque no podía leer sus mentes, sabía que lo que había dicho habría provocado una reacción negativa que no se atrevían a decir en voz alta. Por otro lado, Hamaki mantenía una reacción calmada, no pensaba mal de aquella pregunta.
Desde la aparición de saiko, ellas pensaron que la solución debía ser su destrucción... Erradicarla por completo, debido a su naturaleza y capacidad adaptativa, era una amenaza que se haría cada vez peor con el tiempo. Además, había Sido concebida con la sangre de varias personas bastante malvadas, incluyendo a Orochimaru, alguien que jamás se redimiria... Un ambriento de poder.
Hamaki medito la pregunta de Aneko, parecía más sería de lo normal, pero finalmente decidió contestar.
—Si te soy sincera, no lo sé. La naturaleza de su alma y la forma en que fue creada, me hace pensar lo peor. Si te soy sincera, tampoco me gusta la idea de acabar con una niña, apenas tiene 4 años, aunque mentalmente tiene mucho más y ve cosas de milenios... Es difícil cambiar a alguien así, aún no se cómo deberíamos lidiar con esto
Aneko asintió sin discutir las palabras de Hamaki, no había mucho que pudiera buscar allí, más de lo que ella misma le decía
—¿Que quieres hacer?— Cuestióno Hamaki mientras paseaba su mano por la mejilla de la albina.
—Tengo curiosidad, pero… algo en esto me resulta incómodo... Es extraño, hay alguien más como yo... Supongo que es mi familia... Pero, a la vez...
Por primera vez, Aneko dudaba de su propia curiosidad, no sabía que decir.
Hamaki le sonrió con suavidad, ella estaba vulnerable.
—Si no estás segura, entonces no tienes que ir, será mejor luego, tal vez lo mejor sea que te tomes un tiempo antes de conocerla.
Aneko asintió.
—Me quedaré aquí... Creo que me tomaré un tiempo.
Natsu asintió antes de comentar.
—Ire a buscar a saiko, lidiare con ella como tenga que hacerlo, es demasiado peligrosa para dejarla viva, lo siento Aneko— Declaró la pelirroja.
Aneko decidió no contestar, ni siquiera le dirigió la mirada...
Hinata suspiro.
—Tambien iré. Dejaré un clon aquí para que mantenga el alma de mi abuela en este mundo, así podra supervisar el entrenamiento rebelde, si algo pasa, lo sabrán—
Hamaki levanto la mirada pensativa.
—mmm... Van a ir las 2, siendo que ustedes son el objetivo de Naomi... Es peligroso... Aunque... Está es una oportunidad para que las 2 conecten mejor. Desgraciadamente tengo que usar mucho chakra y concentración para que el entrenamiento rebelde sea efectivo, no puedo ir con ustedes ni con un clon— Declaró la abuela pensativa. —Pero... Entre todas las personas que hay en el campamento, son las más capacitadas... Y las más fuertes disponibles para ir.
Natsu miro a Hinata un momento.
—Puedes venir si quieres, supongo que esa habilidad de ser indetectable todo el tiempo, incluso cuando derrochas chakra, incluso el de kurama, será muy útil.
—Supongo, puedo hacerte indetectable también si transfiero de mi chakra a ti.
Aneko se mantuvo en silencio antes de colocarse de pie en un salto, colocandose frente a Hinata.
—Eh?— la Hyuga miro a la albina con curiosidad.
—Creo que esto es para ti— Declaró Aneko mientras se llevaba la mano a la boca.
Ella escupió un trozo de metal, era un colgante, el cual estiro en dirección a Hinata
Hinata frunció el ceño con leve confusión cuando Aneko le extendió el colgante, aún húmedo por haber salido de su boca.
—¿Qué es esto…? —murmuró con cautela.
Hamaki lo observó con interés antes de sonreír ampliamente, inclinándose hacia el objeto.
—Ohhh… ¡Hola, Naruto! ¿Cómo has estado? Perdón, no me había dado cuenta de que estabas ahí. ¡Jaja! Olvidé que Ane-chan te había recuperado.
Las palabras de Hamaki flotaron en el aire como una broma absurda, pero en cuanto Hinata escuchó el nombre de Naruto, su respiración se detuvo.
—¿Eh…? —La sorpresa le heló la sangre, su cuerpo se quedó tenso, inmóvil—. ¿N-Naruto…?
Hamaki se rascó la nuca con una sonrisa nerviosa.
—Oye, oye… Tranquilo, quería que fuera una sorpresa para Hina-chan que algo de ti había sido salvado. Aunque admito que olvidé preguntarle a Ane-chan sobre ti… jejeje.
—¿Tú… tú estás hablando con un colgante? —intervino Natsu con una gran gota de sudor en la cabeza—. ¿Me estás diciendo que… Naruto está ahí?
La pelirroja la miró como si la sabia sennin con intriga... Sabía que eso estaba dentro de las posibilidades de Naomi, pero Hinata ya no estaba escuchando. Su mundo se había reducido al objeto en su mano.
Temblorosa, lo sostuvo más cerca de su rostro. Su Youringan se activó por puro instinto, tratando de ver lo que no podía.
—Naruto… ¿en serio eres tú…? —susurró con un hilo de voz. Sus ojos exploraban el colgante como si al mirarlo lo suficiente, fuera a encontrar su respuesta.
Silencio.
No había nada. Ninguna voz. Ningún chakra visible. Nada.
Su corazón se agitó con desesperación.
—No puede ser… —susurró, sintiendo que el aire se le atascaba en la garganta.
No podía sentirlo. No podía oírlo. No podía verlo.
Si no podía verlo, ¿cómo podía ser real?
Aneko ladeó la cabeza, notando su angustia.
—Eh… Rosita, ¿tú puedes escuchar algo? —preguntó con su curiosidad habitual, pero con una leve nota de duda.
Hamaki asintió con confianza.
—¡Por supuesto! Puedo ver su alma e incluso oírla… Aunque él no puede vernos a nosotros. —Explicó con calma—. Está en un colgante. No tiene órganos, no puede percibirnos físicamente con ninguno de sus cinco sentidos.
Hinata no despegaba la vista del objeto.
Sus dedos se aferraban a él con más fuerza.
—¿Entonces cómo…? —Natsu cruzó los brazos con incomodidad—. ¿Cómo puede oír lo que decimos?
Hamaki chasqueó los dedos con entusiasmo.
—Es lo mismo que pasa con los Jinchuriki y sus Biju cuando están sellados en ellos. —Explicó con tono didáctico—. Los Biju no tienen un cuerpo físico cuando están dentro de sus portadores, ¿verdad? No tienen ojos, oídos, ni órganos para ver o escuchar nada… sin embargo, pueden comunicarse con su Jinchuriki, por la resonancia del alma, aunque a diferencia del colgante, pueden usar los sentidos de su portador para sentir el exterior
Natsu frunció el ceño, ahora interesada.
—Sí… cuando hablaba con Matatabi dentro de mí, la veía en un espacio mental… una jaula de cadenas. Pero sé que eso era solo una imagen en mi mente.
Hamaki asintió con satisfacción.
—Exacto, ese "lugar" es solo una representación visual que crea la mente del portador. La realidad es que los Biju existen de una forma abstracta, conectados al alma de su Jinchuriki. No ven ni oyen en un sentido físico, sino que perciben emociones y pensamientos, además de que así se conectan al exterior con los sentidos del mismo. Es como si leyeran la esencia de la persona a la que están ligado, y les permite formar una conexión física.
Hinata absorbió cada palabra con los ojos muy abiertos.
—Entonces… Naruto está en el colgante, pero no percibe como nosotros…
Hamaki sonrió con dulzura.
—Así es, él resuena con las almas de quienes lo rodean. No nos escucha realmente, pero siente lo que queremos decirle. Y cuando intenta responder, su alma "vibra" en consecuencia. No es como hablar con una persona normal, pero para él, se siente igual. Yo soy capaz de percibir eso, así que como podría hablar con sus biju desde afuera si quisiera.
Hamaki se volteo a ver a Natsu.
—Si o no, Matatabi? Que tal estás ahí adentro?
—Eh... Esto es raro...— Murmuró la gata desde el interior de la pelirroja.
—Oh, claro que lo es jejeje— Contesto Hamaki.
Natsu sintió una gran gota de sudor cayendo de su frente.
Hinata apenas escuchaba el resto de la conversación.
Sabía que su abuela no mentia... El colgante de la nada se sentía mas cálido al saber que realmente había algo ahí...
Era él.
Una lágrima cayó por su mejilla antes de que pudiera detenerla.
—T-te extrañé… —susurró en un hilo de voz.
La conexión se volvió más fuerte por un instante. O tal vez era solo su imaginación… No importaba.
Se llevó el colgante al rostro, cerrando los ojos con fuerza. Su aliento era irregular, sus manos temblaban.
No sabía si esto era suficiente.
No sabía si esto era justo.
Pero era algo.
Algo de Naruto.
Hamaki la observó con una sonrisa comprensiva. Sabía lo que esto significaba para ella.
Hinata respiró hondo y abrió los ojos, secándose las lágrimas con el dorso de la mano.
Levantó la vista y encontró la de Aneko.
Por primera vez en mucho tiempo, sintió una gratitud real hacia alguien. Su garganta se cerró un poco al tratar de hablar.
—Gracias… de verdad… —murmuró, con un tono quebrado pero sincero.
Aneko simplemente asintió, como si no fuera mucho
Pero para Hinata, era un fragmento de algo perdido.
Su respiración era temblorosa, pero se estaba acostumbrando a esa nueva forma de percibirlo.
De repente, una mano cálida se posó sobre la suya.
—Hina-chan, estoy feliz por ti, pero puede ser mejor —dijo Hamaki con dulzura, pero con un brillo decidido en los ojos.
Hinata la miró con sorpresa, sin saber a qué se refería.
Antes de que pudiera preguntar, Hamaki tomó el colgante, arrebatandolo de sus manos con una facilidad inquietante...
Finalmente lo cerró en su puño, con un simple apretón, el colgante se hizo trizas.
Los fragmentos cayeron al suelo como polvo, pero antes de que Hinata, Aneko o Natsu pudiera reaccionar, Hamaki colocó su palma abierta sobre su estómago, justo donde estaba el sello de Kurama.
—¿Qué estás…? —preguntó Hinata, sin apartarse.
Hamaki sonrió.
—Dándole un hogar más adecuado.
Un suave resplandor rosado cubrió la mano de Hamaki y, al instante, una sensación cálida invadió el cuerpo de Hinata. Sintió un flujo de chakra recorrer su ser, pero era diferente… No era solo chakra.
Era una presencia.
Antes de poder procesarlo, su mente fue arrastrada a un espacio distinto.
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Plano mental de Hinata
Cuando abrió los ojos, ya no estaba en la academia.
A su alrededor, solo había un vacío blanco y pacífico, con corrientes de chakra flotando suavemente en el aire. No tardó en darse cuenta de que estaba dentro de su propio sello.
Y, a unos metros frente a ella, una silueta familiar.
Un cabello rubio y desordenado.
Una chaqueta negra.
Un rostro que había pensado que nunca volvería a ver.
Los ojos de Naruto parpadearon con sorpresa antes de abrirse de golpe.
—¿Hinata…?— Su voz resonó llegando directo al corazón de la asesina...
Hinata no pudo evitarlo.
Su corazón se detuvo.
Sus piernas se movieron por sí solas.
Corrió.
—¡Naruto! —gritó con una emoción cruda y desgarradora.
Naruto apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que Hinata se arrojara sobre él, envolviéndolo con tanta fuerza que casi lo derribó. Sus brazos se cerraron contra su espalda, como si temiera que desapareciera de nuevo.
El rubio tardó un momento en procesar lo que estaba pasando, pero cuando lo hizo, su expresión se suavizó. Sus brazos rodearon a Hinata con la misma intensidad, sus ojos empezaron a aguarse.
—Hinata… —susurró contra su cabello—. Te extrañé.
Las lágrimas de Hinata finalmente cedieron. Sus hombros temblaban, pero no era solo tristeza.
Era alivio.
Naruto estaba allí.
De verdad estaba allí.
—Pensé… pensé que te había perdido para siempre —sollozó, sin soltarlo.
—Y-yo también pensaba eso… —murmuró Naruto, con una sonrisa temblorosa—. Pero bueno, parece que... No es tan fácil separarnos para siempre.
Hinata dejó escapar una risa entrecortada, aún llorando, aún aferrándose a él.
Naruto apoyó su frente contra la de ella con suavidad.
—Estoy aquí, Hina... No pienso irme... Han pasado muchas cosas, pero finalmente estoy aquí...
Hinata asintió, con la respiración entrecortada.
—No importa cómo… Solo… gracias a los dioses que sí estás.
Por un momento, solo permanecieron así.
Naruto y Hinata, juntos de nuevo.
Pero el momento fue interrumpido por una profunda risa retumbante, grave y poderosa, una que llenó todo el espacio.
—Hmpf… No puedo creerlo. Hasta en la muerte sigues siendo un cabeza hueca. Estoy aquí imbéciles
Naruto se tensó de inmediato.
Reconocía esa voz.
Giró lentamente, y allí, en medio de la oscuridad, dos ojos rojos y rasgados lo observaban con diversión y un reflejo de nostalgia.
—Kurama… —susurró el rubio, con los ojos abiertos de par en par.
El gran zorro de nueve colas se cruzó de brazos y mostró una sonrisa de colmillos.
—¿Qué pasa, idiota? ¿No vas a saludar a tu viejo compañero?
Naruto tardó un segundo antes de sonreír ampliamente.
—¡Kurama!
Hinata sonrió antes de separarse, para dejar que los viejos amigos se reencontrarán, Naruto sin dudarlo, saltó directo hacia el hocico de la bestia, dándole un puñetazo amistoso en la frente.
Kurama no se movió, pero su sonrisa se ensanchó.
—Sigues igual que hace 4 años, es bueno ver qué no te volviste alguna clase de emo al estar con Naomi
—¡Y tú sigues igual de enorme! —exclamó Naruto con emoción—. ¡Por los dioses, no esperaba verte otra vez! ¡Pensé que… bueno…!
Kurama bufó.
—La mocosa a cuidado bien de mi
Naruto se rascó la nuca.
—Sí… es bueno ver eso.
Kurama bajó la mirada hacia Hinata, quien lo observaba en silencio, con una sonrisa, estaba feliz de verlos reunidos de nuevo, tanto como de tener de vuelta al rubio .
El Kyubi soltó un bufido antes de relajarse.
—No puedo creerlo. Los dos juntos otra vez… —Kurama rodó los ojos—. Hinata llorando, Naruto siendo un llorón en espíritu…
Naruto frunció el ceño.
—¡Oye!
Kurama sonrió con sorna.
—Pero no me molesta. En serio… Me alegra verte de nuevo, idiota.
El rubio sonrió, con los ojos brillando de emoción.
—A mí también, Kurama. A mí también.
Pero antes de que el momento pudiera alargarse, una voz fría se hizo presente.
—Tch. Qué espectáculo más patético.
Naruto y Hinata giraron la cabeza, mientras que Kurama termino gruñendo.
A pocos metros de ellos, una silueta oscura, de rasgos demasiado familiares, los observaba con una sonrisa burlona.
Naruto entrecerró los ojos, confuso.
—¿Hinata…?
Pero no, era Kuri.
La maldición que habitaba en Hinata, la sombra de su ser, reflejo de todo su miedo y desesperación.
Kuri inclinó la cabeza con burla.
—el gran Naruto… Meh, esperaba más.
Naruto frunció el ceño.
—¿Y tú quién se supone que eres?
Kuri mostró una sonrisa cínica.
—Oh, qué cortante. Me rompe el corazón que no me reconozcas. Después de todo, soy parte de ella —señaló a Hinata con un gesto despectivo
Los ojos de Naruto se endurecieron.
Hinata, en cambio, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.
Kuri estaba inquieta...
Como si la presencia de Naruto le incomodara.
Kurama lo notó también, y su mirada adquirió un brillo burlón.
—Oh… Ya veo.
Kuri lo miró con el ceño fruncido.
—¿Qué miras, sabandija?
Kurama mostró los colmillos en una sonrisa.
—Nada, solo me resulta gracioso.
Kuri entrecerró los ojos.
—¿Qué cosa?
Kurama soltó un resoplido divertido.
—Que ahora… por fin tienes algo que perder.
Kuri se tensó.
Naruto no entendió de inmediato, pero Hinata sí.
Kuri temia a su presencia...
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De regreso a la realidad
Hamaki observó a Hinata con satisfacción.
Sabía lo que estaba pasando dentro del sello.
Sabía que Hinata había encontrado a Naruto.
Ahora su alma estaba en un lugar más seguro, en el interior del chakra de Kurama, protegido dentro de ella.
Suspiró con alivio.
—Bien… con Naruto ahí, Hinata estará mejor… la misión será más segura así, aunque yo no esté ahi— Declaró la sennin
—Ella está muy feliz...— Concluyó Aneko al notar el aroma de la Hyuga... Le recordaba al día que derrotaron a la hermandad...
Cuando Natsu recupero a Riomy, y cuando Hinata a Naruto... Esa vez, ella simplemente estaba allí, observando esa felicidad de ambas, tenían algo a lo que aferrarse.
—Eso es muy bueno, no crees?— declaró Hamaki mientras acarisaba la cabellera de la albina, quien no pudo evitar sonreír al notarlo... No estaba sola.
Natsu, que había estado contemplando la escena, finalmente resopló.
—Qué drama… —gruñó, pero en el fondo, se veía menos tensa—. Supongo que esto te va a motivar, ¿no, Hina? Porque yo me voy a buscar a Saiko, y si vienes conmigo, más te vale concentrarte.
Hinata abrió los ojos lentamente. Su expresión estaba en paz, aunque sus mejillas aún estaban húmedas.
Llevó una mano a su estómago, con una sonrisa.
Cerró los ojos por un instante y tomó aire.
Cuando los volvió a abrir, su mirada era más firme.
—Sí… Estoy lista.
Hamaki sonrió con satisfacción.
Todo estaba en su lugar.
Entonces... Una voz resonó en la habitación.
—Bueno, que escena tan conmovedora... Ahora puedo saber porque me hiciste venir aqui?— Cuestióno una voz adicional...
Todas se voltearon... Era Romura, la demonio se había quedado en silencio todo el tiempo, sin interferir en la conversación...
—Oh, Romi-chan, me olvidé de ti por un momento jajaja, perdón, perdón, ando un poco despistada últimamente— Declaró Hamaki sarcastica mientras se colocaba a su lado.
—Bueno, estoy aquí, espero que sea importante.
—Claro, por cierto, se te cayo— Declaró Hamaki llevando su mano hasta su kimono, de dónde extrajo lo que parecía una empuñadura de látigo
La mirada de la demonio cambio a una de horror... Su alma estaba en manos de la Hyuga.
Hamaki sonrió antes de tirar el látigo a las manos de la demonio con calma.
—Que significa esto?... Que estás buscando de mi?...
Hamaki solo sonrió.
—Oh nada, solo fue un agradecimiento a Hank... Era para decirte que estarás bajo mi protección, al menos mientras estés en esta base. Aún así, me gustaría que habláramos un poco, creo que tú me podrías ayudar a aprender una que otra cosa, además de que podrías ayudarme a entrenar a los rebeldes.
Romura levanto una ceja.
—Quieres que yo te ayude a entrenarlos?
—Tienes algo que puede serme muy útil, así que sep. Pero no te preocupes, nadie sabrá lo que eres, y solo serán algunas semanas... Bien, te contaré los detalles después. Ahora, si me disculpan, tengo una masacre física que cometer.
Fin capitulo 31
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