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25 [Bromita]

El aire vibra con tensión mientras Suigetsu hace girar las Kiba en sus manos, los destellos eléctricos iluminan su sonrisa dentada. A su lado, Mangetsu sostiene a Shibuki y Kubikiribōchō, una en cada mano..

Hamaki, despreocupada, se balancea sobre la punta de un pie, con la máscara ANBU aún en la cara.

-Van a enfrentar... ¡Al búho de un solo ojo!

-Eso es una lechuza... -declaró Suigetsu.

Hamaki solo rió antes de quitarse la máscara.

-Mmm bueno, igual... ¡EL BÚHO! Suena mejor, ¿no?... Bueno, solo la gente de cultura entenderá

Los hermanos ignoraron la pregunta mientras empuñaban sus espadas, listos para atacar.

-Ten cuidado con el daño colateral, Suigetsu. Estamos en mitad de la plaza, la gente ya ha empezado a alejarse desde que peleó con los ANBU, pero este espacio sigue siendo delicado.

-Bah, no es importante. Además, hablamos de un general... La haré papilla. Más importante, ¿ya confirmaste su identidad? -cuestionó el hermano menor.

-Ya he informado a Inoichi... Estamos ante Haruhi Hyūga. Los refuerzos están en camino y están empezando la evacuación civil a la redonda.

Hamaki sonrió al notar lo que ocurría. Finalmente dirigió su mirada a las espadas.

-¿Entonces... van a atacarme juntos? ¿O es una competencia de quién la tiene más grande?

Suigetsu arqueó una ceja.

-Oh, tranquila, niña. Cuando se trata de espadas, siempre gano.

Hamaki reflexionó un momento antes de reír.

-¡Vaya! Eso sonó mal. Lo decía por la espada gigante... Ok. No estoy ayudando...

Mangetsu resopló, ajustando la posición de sus espadas.

-Suigetsu, deja de hablar y ataca. Yo te cubro.

-¡Voy, voy!

Suigetsu se lanzó primero. Las Kiba chisporrotearon mientras atacaba con una ráfaga de cortes rápidos.

Hamaki esquivó con agilidad, inclinándose hacia atrás como si estuviera bailando.

-¡Ufff! ¿De verdad eres un espadachín? Veo que para usar rayos no eres muy veloz.

Suigetsu gruñó mientras apretaba su agarre, cambiando la dirección del golpe.

-¡Vamos a ver si esquivas esto!

Mangetsu, desde el otro lado, balanceó a Kubikiribōchō con una mano, atacando a la vez que su hermano. Hamaki, en medio, hizo un movimiento rápido, cortando a Suigetsu a la mitad, haciendo que se alejara.

Hamaki, en lugar de retroceder al ver a Kubikiribōchō, saltó sobre la espada de Mangetsu, aterrizando suavemente sobre el filo. Al mismo tiempo, sacó un hueso de su brazo y atravesó el orificio de la espada, clavándola al suelo y frenando la gran hoja.

-¡Esta espada es genial!

El asesino gruñó.

-Bájate.

Hamaki sonrió mientras se sentaba en el filo.

-Nah.

Suigetsu, apenas reconstruido, vio su oportunidad y lanzó un tajo eléctrico con Kiba.

-¡La tengo!

En ese momento, Hamaki desapareció en un borrón de velocidad, dejando que las dos espadas chocaran directamente.

El cuerpo de Mangetsu se estremeció al instante mientras una poderosa corriente eléctrica lo atravesaba.

-¡AAAAAGH!

Mangetsu cayó de rodillas mientras el humo salía de su cabello y sus ojos estaban en blanco.

Hamaki saltó, aterrizando suavemente a su lado mientras Mangetsu temblaba, con los dientes apretados.

-Vaya, eso fue un... ¿Corto circuito?

-...

-¿Entienden?... Espadas... Corto...

-Y dicen que a mí me faltó ácido fólico... -comentó Suigetsu con una gran gota de sudor en la frente.

Mangetsu ignoró el chiste mientras miraba fijamente a Suigetsu.

-¡IDIOTA!

-¿Cómo iba a saber que ibas a poner tu espada en medio? -Suigetsu estaba algo incómodo por la situación.

Hamaki, divertida, se inclinó hacia el oído de Mangetsu.

-Oh, tienes algo en la espalda.

Mangetsu se giró un poco.

-¿Eh? ¿Qué cosa?

Hamaki simplemente le dio dos palmaditas.

-Bah, no es nada.

Mangetsu logró percatarse... Era un papel bomba, el mismo que le había robado al ANBU anteriormente. El espadachín solo suspiró resignado mientras se palmeaba la cara.

-... No me pagan lo suficiente.

En ese instante, el sello explotó, cubriendo a Mangetsu en una nube de humo mientras su cuerpo se deshacía por completo.

Suigetsu retrocedió algunos metros aún sosteniendo sus espadas y observó con calma el cráter que había quedado.

-¿Tás bien? ¿Sigues vivo we?

El agua de Mangetsu se reunió lentamente, restaurando al hermano mayor, quien aún sostenía a Kubikiribōchō... la cual se había roto por la mitad.

-... Mi espada...

Hamaki hizo un gesto de incomodidad.

-Uy, creo que eso no se arregla con cinta...

Mangetsu solo gruñó frustrado.

-Esto es ridículo...

Suigetsu sonrió ampliamente mientras le lanzaba una mirada asesina a Hamaki.

-¿Sabes qué? ¡Yo me encargo!

El ninja corrió mientras hacía crecer su brazo derecho para agarrar a Kubikiribōchō. Colocó una de las Kiba en su boca y la otra en la izquierda.

-¡Espera! -Mangetsu gruñó mientras agarraba a Shibuki.

Los dos atacaron a la par... Cada meneo de la espada de Suigetsu era devastador, pero era evitado con facilidad... Mangetsu empezó a lanzar sellos explosivos.

Varias viviendas y partes de la calle fueron destrozadas...

Hamaki observaba fascinada mientras daba una acrobacia en el aire.

-¡Ohhh, qué buen brazo!

Suigetsu flexionó el brazo gigante mientras sostenía a Kubikiribōchō.

-¡Es un brazo de 45! ¡De la más alta calidad!

Ella esquivó uno de los explosivos de Mangetsu. Seguido a eso, se colocó de pie sobre la hoja rota de la Kubikiribōchō, luego se llevó una mano al mentón, simulando pensarlo seriamente.

-Mmmm, sí, se ve firme... pero... ¿por qué solo uno?

-¿Qué?

-El otro está todo flácido. -Hamaki señaló su brazo izquierdo, normal-. Supongo que es porque juegas más con tu espada con ese.

Suigetsu se quedó en silencio por dos segundos... Finalmente, su expresión se volvió penosa y sonrojada.

-¡O-Oye! ¡No es lo que estás pensando!

Hamaki rió para luego desaparecer en un parpadeo...

En cuestión de un instante, le robó las Kiba... Usó cada una para perforar el estómago de cada uno de los espadachines, quienes fueron paralizados por una potente corriente eléctrica.

-¡¿Qué demonios?! -exclamó Suigetsu totalmente paralizado.

-Esto es vergonzoso... -murmuró Mangetsu, ahora empalado al suelo.

Suigetsu gritó aún sonrojado.

-¡¿Por qué atacas con chistes bajos?!

-No fue intencional, es difícil no hacerlo cuando tengo a un fanático de las espadas -responde Hamaki tranquilamente para luego palmearse la cara-. Lo hice de nuevo...

Antes de que ella continuara, se volteó rápidamente...

Desde el cielo se podía ver cómo un cubo de color blanco viajaba en dirección a ella, a lo cual Hamaki se hizo a un lado, dejando que chocara contra el suelo.

Seguido a eso, observó cómo el cubo estalló en el interior, convirtiendo esa porción de suelo en polvo...

Hamaki miró a su atacante, quien venía volando en dirección a ella.

-¡Alto ahí, general! -exclamó Karotsuchi.

La mujer empezó a lanzar más cubos de Jinton, mientras en su mente se comunicaba con Inoichi.

-La veo... Confirmo identidad. Tal como dijeron los hermanos Hōzuki, mujer de cabello negro, aspecto joven y Byakugan de color negro, además de chakra negro. En efecto, es Haruhi Hyūga-

Hamaki se quedó quieta mientras un cubo gigante de Jinton la rodeaba...

-¡Te tengo!

Mientras el cubo de Jinton se cerraba sobre ella, Hamaki simplemente levantó una mano, dejando que el chakra se disipara a su alrededor como si no fuera más que una brisa cálida...

-¡Eres hábil! Tu manejo del elemento polvo es estupendo, pero tal vez deberías ajustar su potencia y velocidad.

-¿¡Pero qué!? Estabas dentro de mi Jinton, ¿cómo demonios lo deshiciste? ¡Pude haberte desintegrado...!

Hamaki levantó un dedo.

-El Jinton no desintegra... Pulveriza. Esto mediante tres microprocesos de una de sus tres etapas que ocurren en un segundo... Si el objetivo es inmune o evita estos microprocesos, no puedes destruirlo.

La mujer de la Roca se lanzó a atacar desesperadamente, a lo que Hamaki empezó a esquivar.

-Primera etapa del Jinton... Crear una figura en tres dimensiones hecha de chakra de tres elementos: tierra, fuego y aire. Esto es una barrera que delimita la forma de la zona afectada y evita que el objetivo escape.

Karotsuchi gruñó antes de lanzar un puñetazo, pero Hamaki simplemente evadió antes de colocarse detrás, dándole un pequeño golpe con su pompa, provocando que su oponente cayera a gatas al suelo.

-La segunda fase es lanzarlo, atrapando al objetivo dentro de la barrera geométrica, lo cual es un problema si el oponente es más rápido que la técnica o si es algo más grande que el tamaño máximo de tu Jinton.

Karotsuchi hizo un gesto de rabia mientras Hamaki daba unos pasos al frente, alejándose de su oponente.

-Una vez que la figura rodea al objetivo... Empieza la fase más tardada. El fuego reseca el objetivo, dejando nada de agua y aumentando el volumen, lo que separa los átomos... La roca petrifica y provoca que sea quebradizo... Y el aire, que está ardiendo y acompañado de partículas reforzadas de roca, explota en millones de cortes pequeños, separando el objetivo en moléculas polvo... Algo así como una sopladora a alta presión.

Karotsuchi gruñó antes de colocar su mano en el suelo, provocando que picos de roca salieran disparados a Hamaki, pero ella simplemente los esquivó de un salto, finalmente sentándose sobre la espalda de la mujer, quien seguía a gatas.

-En resumen, las etapas son: creación de barrera, selección y pulverización, que a su vez depende de tres microprocesos en la última etapa: secado, petrificado y corte. No desintegras... Aun así, es un truco genial. Pero basta con usar chakra para cancelar los procesos del Jinton.

-¡Oye! ¡Bájate! -exclamó Karotsuchi mientras Hamaki se mantenía en su espalda, cruzando una pierna.

-Oh, perdón, te veías muy suavecita.

Karotsuchi se levantó de un salto, empezando a volar a diez metros del suelo, mientras Hamaki daba una acrobacia antes de caer de pie.

-Chale... Te está humillando... -burló Suigetsu aún empalado en el suelo.

-¡Cállate! ¡Por eso nadie te quiere! -regañó Karotsuchi.

Mangetsu rodó la mirada.

-Lamento admitirlo, hermano, pero tiene razón.

-¡Oye!

-¡Basta de bromas! ¡Voy a eliminarla!

Karotsuchi empezó a preparar varios Jinton más en forma de cubo, disparándolos, pero Hamaki simplemente meneó las manos, destruyendo cada uno con un movimiento.

-Eres realmente hábil para manejar una técnica de tan alto calibre, a tu edad yo no podria... Pero que te limites a hacer un proceso tan largo implica que tu oponente puede esquivarlo antes de ser atrapado en la barrera, y una vez atrapado, tiene suficiente tiempo para escapar... En pocas palabras, es lento.

-¿¡Qué!? El Jinton es una de las técnicas más letales de todos los tiempos, ¿te atreves a llamarla lenta!?... No dejaré que insultes el legado que mi abuelo me transmitió.

Hamaki colocó su mano al frente apuntando a ella.

-Nah, el Jinton no es el problema, es grandioso... Simplemente digo que aún puedes mejorarlo mucho más.

-¿Eh!?

Para sorpresa de Karotsuchi, Hamaki había creado una luz de color blanco en la palma de su mano... Era como el Jinton, pero no tenía ninguna forma geométrica, era solo un destello.

-Por ejemplo, aumentar la potencia y no depender de una barrera.

Dicho esto, la Hyūga disparó a una casa abandonada cerca de Karotsuchi, provocando una potente luz cegadora. Hubo un estallido que obligó a Karotsuchi a taparse la vista... Una onda de choque la hizo retroceder violentamente hasta caer rodando al suelo.

-Y ahí está nuestra heroína... Bien hecho, pendeja, duraste menos que nosotros -gruñó Suigetsu observando la escena.

-¿I-Impossible...? -Karotsuchi hizo un gesto de horror al observar la casa afectada... Ya no existía, estaba totalmente convertida en polvo. Además, la técnica había seguido de largo dejando una gran franja de destrucción.

-Y eso es un Jinton sin barrera. De plano te saltas la etapa uno, mientras efectúas la dos y tres en un solo movimiento... Debes crear una masa de chakra que esté secando, petrificando y cortando en tiempo real, lo que hace que la pulverización sea instantánea... Pero, jajaja... Perdón, destruí una casa innecesariamente... Bueno, me preocuparé por eso después.

-Mierda...

En ese momento, Hamaki cambió su mirada a una curiosa mientras la temperatura del aire empezaba a bajar y una neblina helada llenaba la calle.

Varios espejos de hielo empezaron a formarse alrededor de Hamaki, mientras una figura vestida con un kimono marrón y una máscara se colocaba en medio.

-Oh, genial... Ya llegó el trapito. Esto se va poniendo peor, los líderes deben estar muy desesperados -gruñó Suigetsu aún paralizado.

Mangetsu solo suspiró.

-Ya déjala en paz... Sabes que es más hábil que tú. Además, es obvio que vendrían refuerzos.

Haku levantó los brazos mostrando que traía agujas senbon.

-Suigetsu, ¿en serio quieres seguir haciendo esa clase de chistes? Ya somos mayores, por el amor de Kami, madura de una vez.

Karotsuchi se levantó con dificultad.

-¡Ten cuidado, Haku! ¡Esta tipa está loca!

En ese instante, una poderosa ráfaga de viento pasó por encima de los hermanos Hōzuki, comenzando a menear las Kiba que los mantenían atrapados. Seguido de eso, varios hilos de chakra se pegaron a las espadas y las arrancaron.

Se trataban de Temari y Kankurō, quienes habían llegado a la escena.

-Es un general, ¡tenemos que atacar todos a la vez!

Hamaki dio un salto atrás para evitar una gran cantidad de insectos que volaron hacia ella.

Al mirar nuevamente, pudo ver que se trataba de Shibi Aburame... Y no estaba solo, venía junto a Asuma Sarutobi, Chōjūrō, Hiashi Hyūga, Hizashi, Shizune, Sakura, Karin... Estas últimas traían porciones pequeñas de Katsuyu en sus hombros.

-Así que esta es la general Haruhi Hyūga... ¡Tenemos que atacar todos a la vez!

Hamaki solo los observó en silencio.

-Ah... Parece que van en serio.

Yami solo rió.

-Vaya, parece que la fiesta al fin inicia -declaró la maldición.

Finalmente fue Sakura quien levantó el dedo en señal a ella, mientras el sello Byakugō de su frente se extendía por su cuerpo.

-¡A ella! ¡Ha dado inicio el protocolo alfa!

-¿¡Protocolo alfa!?-pensó Hamaki algo nerviosa mientras veía cómo todos se preparabam parar lanzarse a atacarla al mismo tiempo...

A su vez, se percató de cómo la barrera antes transparente que recubría la base, ahora se había teñido de negro.

-En serio... Nunca creí que esto podría llegar a pasar, y pensar que se ha activado el protocolo alfa... -murmuró Temari.

-Eso significa que todos debemos estar dispuestos a morir... -concluyó Kankurō.

Hamaki no pudo evitar morderse el labio.

-Oh, ho...

-La broma se te salió de control... -murmuró Yami. -Ahora es cuando sales diciendo "bromita no más era!"

-Nah... Todavía no...

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Segundos antes... En el centro de la base.

El aire en la sala de mando estaba cargado de nerviosismo. La burbuja de chakra de la barrera tenía múltiples parpadeos, emitiendo un brillo rojizo.

-He activado el modo de detección interna. Estamos monitoreando la actividad. Los ANBU han sido derrotados, los civiles están huyendo... Ahora está enfrentando a los hermanos Hōzuki -declaró Ao.

Inoichi, por otro lado, se había colocado un casco especial con unos cables en la nuca. Mantenía una expresión sombría. A su lado, Shikaku Nara tenía los brazos cruzados, con la ceja fruncida y su característico aire de preocupación.

-Esto es problemático...

Jiraiya y Tsunade irrumpieron en la sala, sus pasos resonando en el silencio.

-¡Reporte de situación! -exigió Jiraiya, claramente preocupado.

Shikaku fue el primero en responder.

-Se ha confirmado nuestro peor escenario. Los hermanos Hōzuki enviaron la alerta. Haruhi Hyūga, de los diez generales de Naomi, es la intrusa.

La expresión de Jiraiya se endureció al instante.

-Maldición... ¿Estás seguro? ¿Hay alguna otra señal de chakra anómalo en la base o en el exterior? Un rango de 500 kilómetros...

Inoichi negó con la cabeza.

-Solo puedo sentir su chakra. Es la única intrusa en el radio... Y la señorita Karotsuchi acaba de confirmar visualmente. Chakra oscuro, Byakugan negro, cabello negro. Es ella... Confirmo la situación. Uno de los diez generales está dentro de la base... Estamos comprometidos.

Tsunade apretó los puños y su mirada se dirigió a la barrera.

-Mierda... ¿Pero cómo demonios nos encontraron!? ¿Naomi ya sabe nuestra ubicación? ¿Por qué solo viene un general?

Jiraiya se mantuvo firme, con la mirada clavada en el suelo.

-Es la tercera general más fuerte según nuestra información, por detrás de Naruto Uzumaki y Hashirama Senju. No es cualquier cosa aunque venga sola... Puede estar midiéndonos, pero en cualquier momento Naomi podría teletransportarse y traer más consigo -analizó Shikaku mientras miraba la actividad de la burbuja, notando cómo la intrusa enfrentaba a Karotsuchi.

Jiraiya finalmente suspiró resignado.

-Tendremos que activar el Protocolo Alfa.

Las palabras del sannin hicieron que la sala entera se sumiera en un silencio aún más denso.

-¡Pero señor! Esa es nuestra última carta en caso de una invasión, ¿está seguro de esto!? -exclamó Anko.

-No estoy preguntando, ¡es necesario! Debemos asegurar a toda costa la destrucción de la intrusa... Aunque tengamos que hacerlo, aunque nos cueste la vida, y debemos asegurar que los más débiles puedan escapar.

Shikaku asintió lentamente, aunque se notaba que la idea no le agradaba.

-Inoichi, hazlo. Es una orden.

Inoichi hizo una serie de sellos y colocó ambas manos. Tan pronto terminó, la barrera alrededor de la base tembló ligeramente antes de teñirse de negro, su brillo carmesí reflejando ahora un tono opaco.

-Protocolo Alfa activado -anunció Inoichi con voz firme.

De inmediato, se escucharon los sonidos de las alarmas resonando por toda la base. Campanas de alerta y sirenas eran audibles para todo el mundo, mientras los ninjas se preparaban para la urgencia.

-¡Atención a todos los ninjas de rango A o superior! -la voz de Inoichi retumbó por los comunicadores-. La base ha sido comprometida. Un general enemigo está dentro de nuestras defensas. Procedan con el Protocolo Alfa. Civiles en proceso de evacuación, ninjas de rango B o inferior, deben acudir a la evacuación.

La barrera negra empezó a pulsar con intensidad, creando un efecto visual como si hilos de chakra se extendieran a lo largo del cielo.

-Ahora, nadie entra ni sale sin nuestra autorización, con o sin jutsus espacio-temporales. Ella no podrá escapar ni recibir refuerzos de forma instantánea...

Tsunade se acercó a Jiraiya, manteniendo la voz baja.

-¿Vas a pelear también?

Jiraiya no respondió de inmediato. Finalmente, tras unos segundos, murmuró:

-Qué clase de líder sería si huyo mientras la gente que confía en mí muere? Debemos darlo todo...-El sannin empezó a caminar en dirección a la salida, dispuesto a unirse a la pelea.

Tsunade asintió.

-Entonces, iré contigo. Tendremos que recordarle a Naomi que aún no hemos caído.

-Gracias... -Jiraiya señaló a Shikaku-. Envía a todos los líderes de clan. Nadie se queda fuera. Necesitamos neutralizarla lo más rápido y seguro posible antes de que sea demasiado tarde... Y llama al capitán Yamato, su presencia será necesaria.

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En una zona distinta de la base...

-¿¡Qué demonios pasa!? -exclamó Romura, quien estaba en el ala médica junto a Yasu-. ¿En serio nos invaden!?

-Esto es malo y demasiado repentino...

La asesina hizo varios gestos rápidos.

-¿Qué haces!? -exclamó Romura.

-Debo avisar a los míos, habían quedado de venir. Si las cosas están así, debo mantener a salvo a mi jefa -exclamó Yasu-. Naomi quiere al Nibi que hay dentro suyo... Venir aquí será ponerse en bandeja de plata.

Romura había accedido a ser supervisada por Yasu para demostrar que no tenía intenciones ocultas... Además, era obvio para la demonio que, si le ponía un solo dedo encima a la asesina, Aneko la haría pedazos...

Por ello, desde la noche anterior estaban juntas de un lado al otro... Además, Yasu podía usar su control hormonal para mantener a la demonio a raya momentáneamente.

-¿Debería hacer lo mismo...?-)se cuestionó Romura en su mente. -Si el intruso es la tal Haruhi... Tengo un serio problema. Esa maldita se alimenta de la energía negativa... Y podría detectarme... Me hará pedazos si descubre que estoy aquí... ¿Pedirle ayuda a Kishan? Demasiado lento, además, ella lo mataría... ¿Y Azami? Tal vez tenga una oportunidad, pero... Naomi no perderá la oportunidad de acabar con alguno de nosotros si nos ve...-

La demonio estaba desesperada... Su mejor opción era intentar huir...

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En algún lugar lejano... A más de 200 kilómetros de la base...

Se podía ver una gran esfera verde volando por los aires...

Era una barrera formada por cadenas de chakra. Pertenecía a Natsu, quien estaba transportando a su equipo.

-Natsu-sama... Yasu está contactando con nosotros -comentó Ohara mientras sostenía su comunicador de chakra.

-Ahora mismo somos indetectables por mi barrera de chakra... Para contestarle tendría que bajarla, lo que nos haría visibles ante los sensores -aclaró la pelirroja.

-Está usando la línea de emergencia... Parece grave.

Natsu frunció el ceño.

-Bien, tomaremos el riesgo... Bajaremos a recibir su llamada.

La pelirroja descendió con los Pecados, abriendo su barrera.

Rápidamente abrió el comunicador.

-¿Sí? ¿Yasu?

Mi señora! Tenemos problemas, la base rebelde está bajo ataque. Se trata de uno de los generales, la tercera más fuerte... ¡No deben venir!

La expresión de Natsu cambió.

-Maldición... Sal de ahí, Yasu. Evita pelear, debes escapar, tenemos que alejarnos -concluyó la pelirroja.

-Mi señora, acaban de dar la orden, activarán el Protocolo Alf...-

La comunicación se cortó de golpe.

-¿¡Yasu!? ¿¡Yasu!? ¿¡Estás ahí!?

Ohara meditó la situación un momento.

-Quiso decir Protocolo Alfa... Es un protocolo de encerramiento. Han sellado la base... La barrera no dejará escapar a nadie sin permiso desde adentro. La gente del exterior puede entrar, pero no salir... Y los rebeldes usan toda su fuerza para destruir la amenaza mientras otra parte evacúa por una ruta secreta. Yasu me había hablado de eso hace un tiempo.

-¿Eso quiere decir que Yasu está atrapada!? -exclamó Kenzo.

-Así lo parece... Por eso la comunicación se cortó -concluyó Yatira-. Ahora mismo, la base se convirtió en una ratonera...

Kasuma gruñó.

-Entonces, ¿qué hacemos!?

Natsu gruñó mientras apretaba el puño.

-Vamos para allá... Nos uniremos a la pelea y sacaremos a Yasu. Después huiremos... Es solo una general, el protocolo debería evitar que Naomi se teletransporte.

Los Pecados sudaron frío ante aquella declaración.

-Pero si vamos... El Nibi estará en peligro y...

-Lo sé, pero no les estaba preguntando... Vamos por Yasu. Además, no dejaré que se lleven a Matatabi lejos de mí sin luchar.

-Sí, señora...

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Aquí tienes la corrección del texto con los cambios solicitados:

En la base...

-¡Tenemos más lecturas! En un radio de 200 kilómetros apareció un nuevo chakra poderoso, ¡muy masivo! ¡Viene con otras cuatro personas! -exclamó Inoichi.

Shikaku cambió su expresión seria de siempre a una aterrada.

-Mierda... ¿Nos están invadiendo en hordas o qué? Otro general!?

-¡Se dirigen para acá!

-¡Da el aviso! Pelea sin cuartel... Y por dios, ¿dónde está Gai? ¿Y esa niña de los asesinos? ¿Cuánto tiempo nos queda antes de que el otro chakra llegue?

-Un minuto...

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Segundos antes.

En la zona boscosa de la base, se podía ver cómo Aneko saltaba entre los árboles junto al equipo Gai.

El grupo avanzaba a paso rápido, pero Aneko no podía evitar notar la expresión tensa de Gai y de los demás mientras corrían. Podía sentir el miedo en su olor... Ya habían hablado de una intrusión, pero ahora se veían mucho más enfocados que antes.

-¿Cejas? -Aneko ladeó la cabeza mientras lo miraba de reojo.

-¿Hmm? -Gai no apartó la mirada del frente, pero su mandíbula estaba apretada.

-¿Le dijeron algo más sobre la invasión? -comentó Aneko, con genuina curiosidad.

Sasuke, que venía cargando a Lee, quien estaba herido por usar la séptima puerta, siendo la razón por la que no corrían a toda velocida, intervino.

-Esto es serio... Según el señor Inoichi, es uno de los diez generales -declaró Sasuke mirando al frente.

Gai mantuvo el silencio unos segundos antes de finalmente responder.

-Me temo que el peor escenario posible está ocurriendo -su voz sonaba más grave de lo habitual.

Aneko alzó una ceja.

-¿Eh?

Aneko parpadeó antes de mirar al cielo... Notando que la barrera se estaba tornando de color negro.

-Se ha activado el Protocolo Alfa -declaró Shikamaru.

-¿Protocolo qué?

-Es una medida de emergencia -intervino Ino, manteniendo el ritmo-. Significa que la base está comprometida... un enemigo de altísimo nivel ha entrado.

Gai miró a Aneko con el ceño fruncido.

-El Protocolo Alfa activa la evacuación de los civiles y restringe las salidas con una barrera especial. Solo los rebeldes permitidos pueden cruzarla; los enemigos pueden entrar desde afuera, pero no salir... La base entera se convierte en una trampa de entrada sin retorno.

Aneko se giró hacia el frente.

-Oh... -inclinó la cabeza mientras se rascaba la mejilla.

El ambiente se sentía pesado, podía percibir la tensión de los demás.

-Debemos darnos prisa -Gai apuró el paso-. Muévanse rápido, chicos. No puedo separarme de ustedes, debemos atacar con estrategia. Necesito que Ino haga una evaluación de los chakras, Shikamaru una estrategia, Lee necesita un analgésico, y junto a Sasuke y Sai deben cubrirme...

Aneko meditó antes de continuar corriendo.

-Ya veo...

Entonces, aceleró de golpe.

-¡Aneko! ¡Espera! -gritó Gai.

-Voy a adelantarme -respondió desde lejos mientras empezaba a cubrirse en llamas. Lo hacía con tranquilidad mientras sus pies tocaban las ramas de los árboles, impulsándose con rapidez hasta perderse de vista.

-¡Oye! -protestó Sasuke, con Lee sobre sus hombros.

...

Aneko corrió a toda velocidad entre los árboles.

El viento ardiendo en llamas se deslizaba por su rostro, y cada salto la acercaba más al centro de la base.

-Llegaré en unos segundos...-

Sus pensamientos se interrumpieron cuando una voz resonó en su mente.

-Hey... no te apresures tanto, chiquilla.

Aneko aterrizó suavemente sobre una rama gruesa, su cuerpo en alerta mientras miraba en todas direcciones.

-¿Hmm?

La voz volvió a hablar.

-Dame tres minutos. Por fiisss... Ane-chan.

Las orejas de Aneko se movieron ligeramente.

-¿Quién...? -susurró, para luego meditar -¿Ane-chan?... Tu voz y chakra... ¿Rosita?-

Sip! ¡Diez puntos! Necesito que confíes en mí un momento.

Aneko entrecerró los ojos, inspeccionando los alrededores.

-Ya veo... Me hablas por la mente... ¿Qué haces aquí? ¿Es por ti que están activando el Protocolo ese?-

La voz de Hamaki mantuvo su tono juguetón mientras reía.

Aneko no pudo evitar sentir la calidez y amabilidad en el chakra de la Hyuga... Contrastaba mucho con lo que transmitía el chakra negativo de los demonios.

Hamaki continuó.

-Nadie saldrá herido, además ya no estoy con Naomi, así que porfis déjame tres minutitos... ¡Y te daré algo delicioso!

Aneko se agachó en la rama mientras se llevaba un dedo al mentón... No sentía hostilidad en sus palabras.

-No mientes... Lo siento en tu energía... Ok, te daré tres minutos, pero después de eso debes contestarme una pregunta de suma importancia... Además, espero que eso delicioso que me ofreces sea muy delicioso.

- una pregunta de suma importancia? Vaya, ahora tengo curiosidad de saber que es... Está bien, solo no me preguntes mi edad

-Ahora son 2...

-Ou!... ¡Hecho! ¡Te contestaré lo que quieras! ¡Hablamos luego, preciosa, te vas por la sombrita!

Sin más, la voz desapareció, a lo que Aneko simplemente se sentó en la rama mientras empezaba a contar...

-tres minutos... Debo contar hasta 180 segundos... Espero no perder la cuenta... 1... 2... 3... O me dormiré?... Oh espera tengo que empezar de nuevo... 1... 2... 3...

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La plaza estaba totalmente cubierta por un aura de tensión extrema...

Hamaki, aún con una sonrisa traviesa en el rostro, giró lentamente sobre sus talones mientras observaba a todos los rebeldes rodeándola.

-Parece que la fiesta se ha vuelto más intensa de lo que pensaba... Parece que habrá muchas lecciones que dar...

-¡Grr... pues ahora vas a lamentar mucho enfrentarnos! -exclamó Tsume Inuzuka.

-¡Vamos a aplastarte! -gruñó Chōza.

Shibi Aburame ajustó sus lentes oscuros, liberando una nube aún mayor de insectos que zumbaban con furia. Temari preparó su abanico, mientras Kankurō hacía crujir sus nudillos con sus tres marionetas invocadas.

Kurotsuchi, con el ceño fruncido y el orgullo herido, descendió lentamente desde el aire, con otro cubo de Jinton formándose en sus manos.

-No importa cuán fuerte seas... -gruñó-. No puedes esquivar a todos.

-¿Apostamos un dulce?

-¡Ahora! -gritó Temari, lanzando una ráfaga de viento que barrió la plaza entera, mientras Kankurō liberaba varios kunai envenenados desde Karasu.

Los insectos de Shibi volaron hacia Hamaki como una marea oscura, mientras Mangetsu, ya recuperado, giraba su espada Shibuki con una serie de sellos explosivos listos para detonar.

Hamaki exhaló suavemente y su cuerpo empezó a girar.

-Uf... calma, uno a la vez... Ocho Trigramas, Postura del Cielo... Kaiten.

Los ataques la golpearon solo para que ella comenzara a girar en un domo de chakra negro, desviando desde el viento hasta los insectos.

-Lección número uno: el viento fuerte, los insectos y los explosivos son contraproducentes... La combinación de ataques a largo alcance está desbalanceada -comentó mientras dejaba de girar.

-¡Estilo de Hielo, Serpientes de Hielo Asesinas! -pensó Haku mientras sus espejos se movían alrededor del campo de batalla, expulsando las serpientes monstruosas de hielo.

Hamaki empezó a esquivar una a una, golpeando algunas para destruirlas, mientras sonreía.

-¡Tu dominio y creatividad con el hielo son asombrosos para tu edad! -exclamó Hamaki antes de saltar.

En el aire, se encontró cara a cara con Haku, quien ya se había colocado frente a ella, intentando apuñalarla. Hamaki simplemente bloqueó el ataque antes de lanzarla de vuelta al suelo.

-Y tienes una velocidad fenomenal... pero aún estás lejos de todo tu potencial -exclamó antes de atrapar un kunai que iba hacia su rostro, lanzado por otro ninja.

Haku hizo sellos con sus manos mientras seguía lanzando serpientes desde sus cristales.

-Eres una usuaria increíble... pero ahora mira el máximo poder del hielo. -Hamaki juntó sus manos.

Haku frunció el ceño mientras lanzaba una de sus últimas serpientes, pero Hamaki saltó sobre ellas y corrió por encima.

-Ka... me... ha... me... -una esfera helada empezó a formarse entre sus manos.

-¡Que no se acerque! -Karin comenzó a lanzar sus cadenas, intentando atrapar a la Hyūga, pero ella esquivó, finalmente colocándose frente a Haku.

-¡HAAA! -sin más, colocó sus manos al frente, disparando su jutsu de hielo contra Haku a quemarropa...

Pero solo era una nube de nieve en polvo, cubriendo a Haku y a los ninjas cerca de ella.

-¿Eh? ¿Una broma? -pensó Haku con el corazón a mil. -Por un momento pensé que sería un ataque súper potente...-

-Oh, perdón, no le puse potenci...

Antes de que Hamaki terminara, Sakura se lanzó a atacarla con un puñetazo directo al rostro.

Hamaki se hizo a un lado, dejando que el golpe pasara frente a su cara. Luego, tomó su antebrazo y desvió el golpe hacia el suelo.

El impacto del golpe de Sakura provocó un temblor que hizo retroceder a Haku y a los demás. Un enorme cráter se formó en el suelo, seguido de otro temblor. Hamaki le dio una palmadita en la frente a Sakura.

-¡Qué increíble chakra tienes! Es una técnica fabulosa, guardaste chakra que no usas para momentos importantes. ¡La persona que creó esto es un genio! Aun así, creo que deberías reforzar todo el cuerpo en vez de solo los puños. Bastará con bloquear tu brazo o antebrazo sin tocar el nudillo -exclamó la Hyūga para luego empujar a la pelirroja con su otra mano.

-¿Pero qué...? -exclamó Sakura al sentir el impulso.

Sakura salió disparada por los aires antes de chocar con una casa, que se derrumbó por el impacto.

-¡Agh! -Karin intentó golpearla por la espalda, pero Hamaki simplemente se volteó sobre sus talones y atrapó el puño con la mano desnuda, bloqueándolo como si nada.

-Mmm, también guardas mucho chakra, de hecho tienes más, pero parece que tienes menor control. ¡Aun así es fabuloso! -

Karin gruñó antes de lanzar sus cadenas desde su pecho.

-¡Deja de jugar! -exclamó Suigetsu, empuñando la Kubikiribōchō.

Haku se lanzó con su máxima velocidad por el otro flanco.

-Veo mucho talento aquí... pero... aún están lejos de lo que realmente ofrecen... -comentó Hamaki sin soltar el brazo de Karin.

Hamaki se apresuró a tirar del brazo de Karin para lanzarla directo al pecho de Suigetsu, evitando que las cadenas la tocaran. Suigetsu estalló en un charco de agua.

-¡Pelirroja del diablo! ¿Podrías dejar de estorbarme? -exclamó Suigetsu mientras se recuperaba.

-¡Ach! ¡Cállate!

Por otro lado, la Hyūga se agachó, quedando debajo de Haku, quien estaba en pleno vuelo... y en un parpadeo le propinó un golpe al estómago.

-¡Ugh! -Haku salió volando hacia el cielo. Aunque su máscara la cubría, había quedado inconsciente.

-¡Mierda! -exclamó Mangetsu saltando para atrapar a Haku en el aire-. ¡Resiste!

Hamaki empezó a moverse por el área a gran velocidad, esquivando insectos, shurikens, jutsus combinados y demás ataques.

-¿¡Cómo demonios es tan rápida!?-gruñó Kurotsuchi, apretando los dientes.

-Es como si supiera hacia dónde atacaremos antes de que lo hagamos. -concluyó Shibi.

Hamaki se colocó a un lado de Shibi, luego llevó una mano al mentón, ladeando la cabeza mientras los miraba.

-Bueno, lo sé... es por mi habilidad de predicción -dijo con una sonrisa-. ¡Buena deducción!

Temari frunció el ceño mientras preparaba su abanico y se lanzaba a golpearla. El abanico iba recubierto de chakra viento, usándolo como una espada.

-¡Deja de jugar con nosotros!

Hamaki y Shibi se hicieron a un lado, dejando que Temari hiciera su corte. La ráfaga cortante voló más de 40 metros, dejando una gran cortadura en la calle.

-Uy, qué agresiva. Deberías calmarte un poco -declaró Hamaki antes de aparecer detrás de Temari y propinarle un golpe con el codo en la nuca.

Temari cayó inconsciente.

El suelo retumbó ligeramente cuando Chōza Akimichi avanzó, aumentando de tamaño con un sello rápido.

-¡Baika no Jutsu!

Su cuerpo creció hasta alcanzar 20 metros de altura, su sombra proyectándose sobre Hamaki.

Desde el flanco derecho, Hiashi y Hizashi Hyūga se posicionaron, sus Byakugan activados mientras avanzaban en perfecta sincronización.

-Parece que tendremos que encargarnos de esto nosotros mismos -dijo Hiashi con seriedad.

-No podemos permitir que nos subestime -añadió Hizashi.

Ambos hermanos adoptaron la postura del Puño Suave.

A su izquierda, Tsume Inuzuka avanzaba, con Kuromaru gruñendo a su lado.

-¡Kuromaru, vamos a morderle los tobillos!

El lobo negro gruñó con intensidad.

Hamaki observó el espectáculo con una ceja arqueada.

-Ohhh... Así que el equipo completo. -Dicho esto, adoptó una postura Jūken.

Chōza lanzó un puñetazo gigante desde arriba, tratando de aplastarla, pero Hamaki lanzó una palma de vacío directo a su puño. Chōza salió disparado por los aires.

-¡Qué chakra tan potente!-pensó Chōza antes de aterrizar pesadamente.

-¿Y qué tal mis nietecitos? -bromeó Hamaki antes de voltear-. Me parece que todavía no están listos.

-Su Jūken es una locura...-comentó Hizashi sin detener su ataque.

-Debemos pelear juntos si queremos tener una oportunidad... -murmuró Hiashi.

-Ay, mis nietos... Pero no se preocupen, aún hay mucho por enseñarles. ¡Hablamos luego! -Dicho esto, recibió los ataques.

Bloqueó un golpe de Hiashi con una mano, y otro de Hizashi con la otra. Luego, tiró de ellos y los lanzó en dirección a Tsume y Kuromaru, provocando que los cuatro cayeran derribados.

-¡Y strike!... ¿O es un gol?

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un fuerte temblor. Todos miraron cómo una gran nube de polvo se formaba.

A 20 metros de Hamaki, estaba Jiraiya en Modo Sabio, junto a Tsunade con el Byakugō activo.

-Hasta aquí llegaron los juegos, Haruhi Hyūga. ¡Estás rodeada!

-¡Estás muy equivocada si creías que podías venir aquí y enfrentarnos a todos como si nada! -declaró Tsunade.

-Bien, debemos concentrarnos... Reprimir su chakra -dijo Yamato, mientras colocaba su mano con Mokuton al frente.

Por otro lado, el equipo de entrenamiento de Gai había llegado, con el sensei al frente.

-¡Bien, prepárate a conocer el poder de la juventud!

-Así que esta es la tercera general más poderosa... Su chakra es abrumador... Y ese color...-comentó Sasuke usando su Mangekyō para verla mientras se cubría de llamas azules.

-¡QUE ARDA LA JUVENTUD! ¡NO PERDONARÉ QUE GOLPEARAS A MIS CAMARADAS! SOBRETODO A MI SAKURA-CHAN!-exclamó Lee.

Shikamaru se mantenía distante junto a Ino y Sai.

Gai y Lee se cruzaron de brazos mientras sus cuerpos se recubrían con un aura azul.

-¡Séptima puerta!

Hamaki no pudo evitar reír nerviosamente.

- (⁠•⁠ ⁠▽⁠ ⁠•⁠;⁠)

Yami rió.

-¿Qué ocurre, Maki? ¿Ya te rindes?

-Uy... creo que mi broma está escalando...

-Que crees que pasará ahora?

-Me darán algunos problemas...

-Perderias?

-Oye, no quemes el chiste!...

-hmp...

Yami finalmente se inclino con una sonrisa.

-Le pediste tres minutos a la enana... Te quedan 110 segundos... 109... 108... 107... Bueno, ya sabes

-¡Bueno, gracias por llevar la cuenta, Yami-chan!-

Fin capitulo 26

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