Part of your world
-Mérida-
-Simplemente no sé qué hacer contigo Mérida-la reina se encontraba en su trono masajeando su sien para relajarse.
-Lo...lo olvide-levante los hombros con un poco de arrepentimiento-De verdad lo siento-
-Gracias a tu negligencia-mi madre mostraba el ceño con enojo.
-Y a tu imprudencia-continuo Sebastián
-La fiesta fue un completo desastre-¿Cómo es que algo como un pequeño concierto puede provocar esto?-Y lo peor es que me dejaste en vergüenza con tu tío-
-Una ruina, punto no hubo fiesta-concluyo Sebastián-Este concierto iba a ser el pináculo de mi prestigiosa carrera-¿Puede ser más dramático este cangrejo?-Y ahora gracias ti- me señalaba con su tenaza-Soy el hazme reír de todo el reino-
-Ella no tuvo la culpa-salió Angus de su escondite-Primero nos persiguió el tiburón...si eso-calma tus nervios Angus-Y tratamos pero no pudimos –entonces el comenzó a gruñir como un tiburón y a hacer miles de gestos-Entonces nos salvamos y luego esas gaviotas con su no sé qué-
-¡¿Gaviotas?!-grito mi madre-¿Qué te he dicho de subir a la superficie?-se levantó de su trono.
-Nada malo paso-trate de tranquilizarla.
-¿Cuántas veces debo decírtelo?-se dio un pequeño golpe en la frente-Te pudieron haber visto los humanos o peor aún peor ¡Esos barbaros Vikingos!-Y dicen que yo soy la dramática.
-No son barbaros-la interrumpí- Ellos son...-
-Peligrosos-si algo odio más que mis lecciones es cuando empieza a nadar en círculos-¡Que escandalo! ¿Crees que me gustaría ver a la más pequeña de mis hijas en una red? O peor aún ¿En una lanza?-
-Tengo 21 años ¡No soy una niña!-grite con furia-¡Nunca quieres escucharme!-
-¡Yo soy la reina! Tú tienes que escucharme-en verdad odio esto-Mientras vivas bajo mi océano harás lo que te diga-
-¡Jamás quieres escucharme! Si tan solo me dejaras explicarte-siempre es lo mismo con ella.
-Fin del asunto jovencita-grito para después sentarse en su trono.
Nade lo más rápido que mi aleta me permitió para alejarme de ahí, desde que papá murió ella se volvió tan fría y distante con mis hermanas y conmigo.
-¿Qué sucedió Mérida?-La voz de Ana me saco de mis pensamientos-¿Otra vez mamá?-asentí mientras secaba mis lágrimas.
-Ven vamos con las demás-Entramos a una de las habitaciones.
El palacio era muy grande pero una parte era porque nuestra habitación era la más grande, en ella se encontraba un coral que utilizábamos para arreglarnos mientras que cerca de la ventana estaban nuestras camas formando un perfecto semicírculo.
-¡¿Dónde estabas Mérida?!-se acercó Elsa para observarme-¿Te duele algo? ¿Te lastimaste?-Otra maniática del control.
-Fue regañada por nuestra madre-respondió Ana.
-No me sorprende-grito desde el tocador de coral Rapunzel- Siempre le caen los peores regaños a Mérida-cepillaba su cabello largo y rubio.
-Aunque tuvo razones para hacerlo-interrumpió Elsa-Mérida te hemos dicho que si no quieres que nuestra madre te regañe evites hacerla enojar-aquí vamos otra vez.
-¡Chicas! Denle un poco de espacio-Salió en mi defensa Tooth.
-Gracias Tooth-me siento bien y eso es porque Tooth es la única que logra callar a Elsa-Es solo que desde que nuestro padre murió ella es tan... fría-concluí.
-Tiene sus razones Mérida-Elsa coloco una de sus manos en mi hombro-Ella solo quiere lo mejor para nosotras-
Eso lo sé perfectamente pero también quiero descubrir cosas nuevas y eso no lo lograre si me quedo siempre en el castillo.
-¿A dónde vas?-pregunto Riley.
-Iré a dar un paseo con Jim-Salí por la ventana y comencé a nadar.
-¡Ya dile que sí!-grito Ana a lo lejos
Mis hermanas siempre hacían lo mismo cuando se enteraban que salía de paseo con Jim pero el punto es que no entiendo porque mi madre le tiene tanto odio a los humanos, primero tenia odio cuando mi padre me enseño a pelear pero con el paso del tiempo lo acepto, no completamente pero lo hizo. Solo quiero ser libre y averiguar que hay más allá de todo lo que conocemos ¿Acaso es malo la curiosidad? ¿Es malo tener un espíritu libre e indomable? Fue una fortuna que no iniciara con el sermón de Elsa su ¨Hija¨ perfecta.
Sé muy bien que mis hermanas no son mis hermanas al menos no por conexión sanguínea pero eso no evita que mi madre siempre diga que Elsa es el ejemplo perfecto que debería seguir. Odio tener que ser una princesa.
-Te cayo una buena ¿me equivoco?-Jim estaba recargado sobre un coral.
-He tenido peores-comparado con otros regaños este simplemente era una plática.
Ambos llegamos a la cueva y para mi sorpresa Angus estaba dentro acomodando los nuevos objetos que encontramos.
-Lo siento Mérida-su cara arrepentida me daba ternura-Si no hubiera hablado demás no te hubiera dicho nada-
-Tranquilo-lo abrace con fuerza-no fue tu culpa-no mentía en eso ya que la única que exageraba en eso era mi madre-No entiendo como algo que tiene tantas maravillas puede ser... tan malo-tome uno de los objetos que tenía para observarlo.
¿Qué tengo aquí?
Qué lindo es
Es un tesoro que descubrí
Es muy simple decir, que no hay más que pedir
De lo que ves, a tu alrededor
Tanta abundancia, tanto esplendor
Me hace pensar que yo, no necesito más
Regalitos así tengo miles, aunque a veces no se para que son
Tome una caja y la abrí-¿Quieres un semapops? Tengo 20 –dejando ver su contenido y luego colocarla en su lugar.
Pero yo... En verdad... Quiero más
Yo quiero ver... algo especial
Nade directamente hacia unas figuras humanas-Yo quiero ver... una bella danza-al girar aquellas figuras liberaron una pequeña melodía.
Angus se acero a mí- Y salir a pasear con los ¿Cómo se llaman? Ah pies-lo tome le su aleta y le hice algunas cosquillas.
Nade un poco en círculos mientras que Angus y Jim me observaban-Solo nadar no es origina-lo tome para que continuara mi paso.
Porque no tener un par de piernas
Tome a Jim de ambas manos-Y salir a pasear ¿Cómo dicen? A pie-ambos imitamos los movimientos de los humanos.
Comencé dar giros mientras ascendía-Y poder ir a descubrir a descubrir-algunos de los peces pasaban por la cueva.
Que siento al estar ante el sol
No tiene fin, quiero saber
Más mucho más
¿Qué debo dar para vivir fuera del agua?
¿Qué hay que pagar para un día completo estar?
Pienso que haya lo entenderá, puesto que no prohíben nada
De un impulso me eleve un poco-¿Por qué habrían... de impedirme ir a jugar?-comencé a dar varias piruetas.
Me acerque a uno de los libros y lo tome-Oh a estudiar que hay ¡Por saber!-Angus lo observaba con curiosidad.
Lo abrace como si fuera mi mayor tesoro-Con mis preguntas y sus respuestas-después lo coloque en su lugar.
-Me acerque a una imagen y la vi detenidamente- ¿Qué es fuego? ¿Qué es quemar?-Trate de tocar aquella mancha rojiza y naranja.
Lo podre
¡Ver!
¿Cuándo me iré? ¿Quiero explorar?
Una vez más ascendí hasta lo más alto-Sin importarme cuando volver- llegue al pequeño hueco de la cueva mientras observaba la luz del día que escapaba por ese hueco.
Comencé a descender poco a poco-Al... exterior-Solo quiero entender
Quiero formar
Llegue a la arena y me senté en ella-Parte de... el-la verdad quería formar parte de un mundo que es completamente opuesto al mío.
Un mundo en el cual pueda encajar, un mundo que me acepte como soy y no intente cambiarme como lo ha tratado de hacer mi madre.
Uno de mis amados objetos se cayó para romperse en miles de pedazos dentro de lo que quedaba se encontraba Sebastián.
-Sebastián-libere unas risas la ver que estaba rodeado de miles de cosas.
-¡Estás loca Mérida!-escupió algo-¡¿Qué es todo esto?!-comenzó a quitarse las cosas.
-Creo que estamos en problemas-trago un poco de saliva Jim.
-Mi... mi pequeña colección-comencé a jugar con mis manos.
-Oh si, tu colección-sujeto uno de mis tesoros con una sonrisa-¡Si tu madre se entera de esto!-tiro lejos el objeto.
-No debes decir nada-se adelantó Angus suplicando.
-Por favor Sebastián, ella nunca lo entendería-odio tener que suplicar no es algo propio de mi pero no puedo arriesgarme a perder lo único que me hace feliz.
-Muchacho ¿Puedes dejarme con Mérida a solas?-¿Sebastián siendo amable con Jim? Eso sí es nuevo.
-Si necesitas algo solo grita Mér-Me dio un fuerte abrazo para después salir de la cueva.
-Mi querida Mérida-sonrió para tratar de tranquilizarme-Esta bajo mucha presión- con una de sus tenazas tomo mi mano-Ven conmigo, iremos a casa y...-no lo deje terminar porque una sombra invadió la poca luz que entraba en la cueva.
-¿Qué es eso?-comencé a nadar directo al hueco para ver de qué se trataba.
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