¡¿Humana?!

*Reino marino*

-Rapunzel-

Han pasado varios días y aún no sabemos nada de Mérida, todas hemos estado muy mal en especial nuestra madre que no para de echarse la culpa de lo sucedido.

Elsa no para de pensar lo peor mientras que Astrid le brinda algunos golpes, agradezco en parte eso porque la paranoilla de Elsa es desesperante. Jim por su parte no para de culparse por haber llevado a nuestra madre al escondite de Mérida, el y yo sabemos que mi hermanita es algo compulsiva y no controla sus actos por lo que espero que no haya cometido una tontería.

Cierto pececito de color negro llamo mi atención.

-¡Angus!-grite pero el solo nado más rápido-¡Espera!-

¿Cómo no se me pudo ocurrir antes? Si alguien sabe sobre Mérida o del paradero donde esta debe ser el.

-¡Angus!-lo tome de su aleta evitando que escapara-Necesito preguntarte algunas cosas-

-No se de que me hablas-¿perdona? Pero si no he dicho nada-No se nada de Mérida o de su paradero-

-Angus...-conteste un poco seria-Si sabes algo de Mérida es mejor que me lo digas ahora-

-¡¿Cómo que sabes algo de Mérida?!-era Jim el que estaba detrás de mí ¿en que momento llego?-Sera mejor que hables o te la veras con los tiburones-sujeto al pobre de Angus con fuerza.

-Ni loco-respondió enojado-Te recuerdo que por tu culpa, la cosas de Mérida fueron destruidas-el negó varias veces con su cabeza-No señor, este pececito no dirá nada-

Ahora mis sospechas estaban más a favor de que Angus supiera algo de Mérida, solo espero que este en un lugar seguro ya que si le pasa algo no me lo perdonaría.

-Angus... por favor-suplique un poco-Mérida es mi hermana pequeña y si algo le pasara no me lo perdonaría-

Pareció por un momento pensarlo y tras pedirle una vez más que me contara y prometerle que no le diría a nadie sobre el paradero de Mérida hablo.

-Se los contare pero no pueden decir nada-respondió Angus observando con enojo a Jim-Pero no aquí-

Ambos nos miramos algo confundidos por lo que decidimos seguir a Angus lejos del palacio.

-Deben prometer que no entraran en pánico y no dirán nada-pido Angus un poco nervioso.

-Lo prometemos-repetimos Jim y yo al mismo tiempo.

Tras un suspiro Angus comenzó a relatar todo lo que había pasado después de que Jim y mi madre dejaran a Mérida llorando, juro que si no hubiera sido porque esta intrigada por el relato estaría matando a Jim en este mismo lugar.

-¡¿Qué hizo que?!-grito Jim asustado-Esto no es bueno-

-¿Se encuentra bien?-Angus asintió ante mi pregunta.

-Rapunzel esto no es bueno-paso su mano por su cabello-Mérida no sabe nada del mundo de los humanos, podría pasarle cualquier cosa-

-Ella esta con Sebastián y un chico la está ayudando-respondió Angus ante nuestra pequeña discusión-Ahora les pido que no digan nada-

-Llévame con ella Angus-trate de pedírselo de la manera más amable pero el negó con su cabeza-Por favor... quiero ver que mi hermanita al menos esta bien-

-Mérida-

Después de dejarme un largo rato esperando Hiccup apareció con un poco de... no se realmente lo que sea por lo observe con curiosidad.

-Es comida-respondió Hiccup al verme- Fruta para ser exactos ¿Nunca la has comido?-

¡Ay por Tritón! Bueno dice que es comida.... Tendré que improvisar.

Tome un trozo de la fruta y lo comí, estaba realmente delicioso por lo que tome otro. Hiccup por su parte liberaba unas risas al ver como comía la fruta.

-Sabes tu me recuerdas a alguien-aquello me llamo la atención-pero no creo que sea posible-lo observe un minuto confundida por lo que pudiera tratar de decirme-esa chica tenía una linda voz-suspiro.

¿Linda voz? ¡Linda voz! Se esta refiriendo a mí, pero como puedo demostrarle que soy yo. De no ser por ese maldito trato podría hablar y decirle que yo soy esa persona. Deje a un lado el plato y le señale aquella hojas con las que me había hecho escribir.

-¿Quieres decirme algo?-yo asentí.

El tomo algunas hojas y un lápiz para luego entregármelos, con mucho cuidado trate de escribir lo mejor posible para que entendiera cada letra. El al tomarlos observo cuidadosamente la nota.

¿Por qué buscas a esa chica? ¿Es tu novia?

Aquello libero algunas risas por parte de Hiccup mientras negaba con su cabeza, por lo que tome otra vez el pedazo de papel para escribir un nuevo mensaje.

¿Puedo preguntarte algo?

El asintió mientras yo escribía aquella pregunta que me rondaba desde hace mucho tiempo.

¿Es verdad que los vikingos son peligrosos? No pienses mal de mí, si no que de dónde vengo me han contado que son personas realmente crueles y terribles.

Su sonrisa desapareció al leer aquel mensaje, ahora mismo me estoy diciendo ¨Idiota¨ varias veces por la estupidez que acabo de hacer.

-Bueno...-coloco una de sus manos detrás de su nuca-Es verdad que hay vikingos que son así pero no todos lo son-aquello me dejo confundida ¿Si o no?-Por lo general hay vikingos que buscan poder lastimando a otros pero en el caso de mi gente es todo lo contrario-¿Entonces hay vikingos buenos? El pareció leer mi mente por lo que asintió-¿Te gustaría ver el pueblo?- yo asentí mientras el me ayudaba a levantarme-Creo que necesitare algo mejor para ayudarte-me observo unos minutos para luego emitir un sonido de sus labios.

Un mounstro apareció en un par de minutos mientras yo me escondía detrás de el, mientras que Hiccup parecía morirse de la risa por mi comportamiento.

-Tranquila, no hace nada-ambos nos acercamos mientras el colocaba una de mis manos en su cabeza. Aquella criatura ronroneo igual que lo hace Angus cuando lo acaricio mucho-Lo vez, Chimuelo ella es Mérida-aquella criatura parece muy linda incluso me lleno de baba lo cual me hizo reír, en parte agradezco que mi risa no pueda ser escuchada por nadie-Bueno, vamos-el sujeto mi cintura y me sentó sobre el lomo de Chimuelo.

Me sentía como una niña pequeña al estar sobre chimuelo, de hecho recuerdo cuando mi padre me subía en los caballitos de mar para dar largos paseos mientras mi madre preparaba la merienda con mis hermanas.

Hiccup y yo recorrimos aquel lugar donde me había llevado Jack antes, hay muchos lugares interesantes e Hiccup se ocupó todo el camino de explicarme que hacen en cada uno de esos lugares mientras yo prestaba atención. También me conto sobre las criaturas que vivían en ese lugar, según tengo entendido les llaman dragones y son como chimuelo pero de diferente forma.

Aquellos dragones me recordaron mucho a las serpientes marinas que se rumoraban cuidaban las afueras de nuestro reino, pero yo nunca vi ninguna.

-¿Qué te pareció el pueblo?-me entro una hoja y el lápiz.

Es bastante lindo y parece tranquilo, además de que aquellas criaturas a las que le llamas dragones son muy impresionantes. Eso y que chimuelo es muy lindo y tierno se parece a mi amigo Angus, desearía que mi hogar fuera con este lugar.

-¿No eres de estos rumbos o sí?-yo negué con mi cabeza para volver a escribir.

Mi hogar creo que está muy lejos de aquí y es difícil llegar a el, ni yo recuerdo como llegue a este lugar. Además...

-¿Hay problemas en tu hogar?-pregunto un poco preocupado.

No diría que problemas a una gran escala como muertos y sangre por todas partes, pero se ha vuelto un lugar muy triste desde que mi padre murió.

-Lamento escucharlo-el de disculpo mientras yo negaba con mi cabeza-Tal vez no sea lo mejor decir esto en este momento pero....-Es mi imaginación ¿esta nervioso?-Puedes quedarte el tiempo que quieras en Berk, mi padre y mi madre ya lo dijeron y sinceramente yo no tendría ningún problema porque estuvieras aquí-

¿Lo dices enserio? La verdad no quisiera molestarlos con eso.

-No es ninguna molestia-sonrió el castaño-Además siempre es lindo tener invitados-

Gracias

-Sabes...me agradas. Eres una chica llena de curiosidad en parte me recuerdas a mí cuando era tan solo un niño-¿Escuche bien?-Pareces ser una linda chica además de que sabes escuchar y prestar atención a todo lo que digo-

Viejos hábitos, solía escuchar a mis hermanas cuando se quejaban de que alguna tomaba su cepillo o que alguien había tomado su almohada.

-Cuéntame un poco de ti-se acomodó en la silla en espera de mi respuesta-Pareces ser alguien que tiene una historia muy interesante.

¡Ay por Poseidón! Debo pensar en algo rápido....¡Ah! no se me ocurre nada, estoy muerta, soy sirena muerta y bien muerta.

-Méri...-ambos observamos a una mujer de cabello castaño-¡Oh! Lo siento hijo, pero me temo que debes dejar a Mérida descansar ya que me llego el rumor de que cierto chico saco a nuestra invitada aun agotada-

-¡Vaya!-dijo algo nervioso-Creo que mejor voy a investigar que rufián se atrevió a hacer algo así con nuestra invitada-mentalmente me estoy riendo por como salió corriendo al decir eso.