Observe como el cielo era iluminado por muchos colores, tal y como lo hacía mi padre con su tridente.

-Mérida-gritaba Sebastián pero yo no le prestaba atención.

Ante varios saltos vi un navío del cual brotaban aquellas luces.

La pequeña sirenita de un salto se colocó en una de las orillas donde tenía una perfecta vista.

Varios hombres bailaban al compás de la música que producía un joven peliblanco, Mérida se imaginaba como sería bailar al igual que ellos pero lo que capto su atención fue un joven de cabello castaño que tocaba una bella melodía.

-¡Esta muy bueno el espectáculo!-la voz de Harris apareció detrás de Mérida.

-Cállate o nos descubrirán-Mérida trataba de alejarlo para observar una vez más al joven de cabello castaño.

-¡Atención!-un hombre rubio llamo la atención del joven que Mérida observaba-Es momento de entregarle a nuestro querido Hiccup su regalo de cumpleaños-dijo con orgullo-Uno muy gran y sobretodo muy pero muy caro-Todos observaron con atención el gran bulto que estaba cubierto.

-¡No debiste Bocón!-le dio un pequeño golpe sonriendo.

-Agradécelo al padre del señor Frost-se reincorporo-Descúbranlo-varios hombres quitaron las telas que lo envolvían.

La cara de Hiccup cayó en una expresión de desagrado pero bien disimulada mientras que su amigo Jack se atacaba de la risa por el dichoso regalo, el cual era una estatua de él.

-Vaya-trato de poner su mejor sonrisa-Es...bueno... esta impresionante-coloco una de sus manos detrás de su cuello-En serio no debiste-

-El señor Norte se encargó de hacerla, aunque tenía la esperanza que fuera tu regalo de ¨Bodas¨-remarco la última palabra.

Mérida por otra parte buscaba el parecido entre aquella figura con la del joven de cabello castaño.

-No me digas que sigues con lo de Heather-aquel castaño comenzó a caminar en dirección hacia donde estaba Mérida lo cual la puso nerviosa.

-Sabes que todos queremos que seas feliz pero tus padres opinan que ya estás en una edad para contraer nupcias-Bocón coloco su mano en el hombro de Hiccup-Es momento de que elijas a una mujer para que sea tu esposa-

-Lo sé-Hiccup parecía perdido en su pensamientos-Es solo que no he encontrado a la indicada-

Mérida lo observaba mientras se ocultaba desde las sombras, le parecía interesante que un humano compartiera su mismo pensar.

-Sigues siendo un enamorado empedernido amigo mío-se acercó Jack a Hiccup-Prométeme que te casaras antes de que tu amiguito se caiga-Hiccup soltó una gran carajada por su comentario.

-¿Amiguito?-susurro Mérida un poco confundida por la expresión que había utilizado Jack-¿A qué se refiere?-

-Eres un idiota-le dio un pequeño golpe en el hombro-Te prometo que cuando la encuentre te daré muchos sobrinos para que los cuides-

Mérida comenzó a sentir que su corazón latía con más fuerza cada vez que observaba al chico castaño ¿Qué me pasa? Se peguntaba Mérida ¿Por qué siento esto?

-¿Y cómo sabrás que es la indicada?-levanto una ceja Jack mientras cruzaba sus brazos.

-Eso es sencillo-sonrió Hiccup-Sera como lo que sentí la primera vez que monte a Chimuelo-

-¿Comparas a una chica con un Dragón? Vaya que morirás solo y virgen-el sarcasmo de Jack se podía detectar con todo esplendor.

-¿Mérida?-aquella voz casi libero un grito, sabia de quien se trataba en especial por aquella cola de color morado.

-¿Qué haces aquí puzie?-susurro enojada Mérida.

-Vete de aquí puzie-sin embargo Rapunzel no le hizo caso y subió al mismo lugar en donde se encontraba Mérida-Eres tan terca Puzie-Mérida sobaba su sien en busca de paciencia.

-¿No te recuerda a alguien?-levanto su ceja con una sonrisa de cómplice.

-No seas idiota Frost-Hiccup le brindo un golpe en la nuca-Me refiero a que me sentiré libre como... como si un rayo me golpeara-En ese momento un trueno invadió el cielo nocturno.

-¡Tormenta!-grito uno de los marineros-¡Todos a sus posiciones!-Hiccup no dudo ni un momento en ayudar a los marinos junto con su amigo Jack.

-Tenemos que irnos Mérida-Rapunzel tomo la mano de Mérida pero ella se soltó-Esto es peligroso.

Las olas se volvían más violentas, con furia golpeaban el barco haciendo que el esfuerzo de los marinos fuera en vano, las dos sirenas trataron de sujetarse con fuerza de las sogas pero las olas eran tan violentas que termino por hacerlas caer al agua. El barco cada vez se llenaba más de agua, el capitán de la nave trato de sujetar el timón pero ante la fuerza de los golpes salió volando pero el joven Hiccup lo sujeto a tiempo tratando.

Un rayo impacto contra la vela del navío logrando que se encendiera, Mérida y Rapunzel observaba aquel horrible espectáculo desde la marea que las alejaba cada vez más.

-Debemos ayudarlos puzie-suplicaba Mérida a su hermana.

-Pero son vikingos Mér-Puzie tenía terror ante la idea descabellada de su hermana-Mamá dijo que son peligrosos y si...-antes de que Rapunzel terminara la oración Mérida la observo mientras continuaba suplicando-Solo esta vez-soltó un fuerte suspiro mientras que su hermana la abrazaba.

Hiccup manejaba el barco diestramente pero sin poder evitar el correr de la marea los guio a las rocas logrando que el barco encallara. El impacto fue tan fuerte que varios marinos cayeran al agua. Hiccup soltó el timón y con su espada libero los botes logrando que los marinos subieran a ellas y ayudaran a los que habían caído.

-¡Hiccup!-gritaba Bocón desde el bote-¡Sal de ahí!-

Hiccup estaba a punto de saltar cuando noto que su amigo Jack no lo seguía, al voltear lo vio inconsciente por lo que corrió hacia el para cargarlo.

-Creo que has engordado viejo amigo-rio un poco mientras que lo cargaba con algo de dificultad.

Mérida y Rapunzel nadaban contra la corriente marina, era cada vez más agotador pero ambas luchaban por llegar para salvarlos.

Hiccup estaba cerca solo era cuestión de dar unos paso más para saltar con su amigo y guiarlo hasta los botes pero al momento de pisar un tablón este se rompió atorando el pie de Hiccup.

-¡HICCUP!-gritaba Bocón con fuerza.

Las posibilidades de Hiccup eran pocas por lo que arrojo el cuerpo de su amigo al mar, con todas sus fuerzas trataba de liberarse de aquella trampa pero al levantar su mirada observo que uno de los barriles que contenía saliva de su leal amigo se estaba incendiando.

Mérida observo como el cuerpo del amigo de Hiccup cayó al mar, lo que hizo que regresara su mirada para no encontrar al chico castaño.

-Ve a ayudarlo puzie-Rapunzel asintió ante la súplica de su hermana para después sumergirse dentro del agua-Sal de ahí-decía en voz baja Mérida pero todo cambio cuando observo como el barco hizo una gran explosión.

Sin dudarlo ni un minuto Mérida se acercó a los restos del barco en busca del chico castaño, pasó varios restos hasta que lo encontró a punto de hundirse. Mérida lo tomo y comenzó a nadar en busca de tierra.

Al pasar las horas Mérida se encontraba agotada pero no se iba a rendir tan fácilmente ya que no dejaría morir al chico castaño sabiendo que tiene la posibilidad de salvarlo. Cada vez se sentía más cansada pero cuando pensaba lo peor encontró un pedazo de tierra y a lo lejos pudo visualizar a su hermana Rapunzel.

Una vez que Rapunzel observo a su hermana nado hasta ella para ayudarle a llevar al castaño hasta la arena.

-Estaba preocupada por ti-dijo Rapunzel abrazando fuertemente a Mérida.

-Lo siento puzie-Mérida correspondió el abrazo de su hermana.

-¿Están muertos?-Puzie se acercó al peliblanco hundiendo uno de sus dedos en su mejilla.

-No lo sé-se acercó al chico castaño que descansaba en la playa.

-Debemos irnos Mér- puzie se alejó del peliblanco para regresar al agua de un salto.

Eres alguien muy interesante-sonrió Mérida al verlo y acariciar su cabello pero en ese momento noto que estaba respirando-Está vivo-sonrió de alegría ¡Oh no! ¡Está vivo! Pensó con preocupación ¿Qué debería hacer? ¿Alejarme mientras pueda? ¿Golpearlo con una piedra?

Quiero que sepas... Qué bien estarás

Quieras poder, quedarme a tu lado

Me gustaría tanto... verte feliz

Mérida no lo pensó dos veces para acariciar su mejilla-Y disfrutar bajo el sol tu compañía sin restricción- el joven castaño entre abrió sus ojos.

Él estaba disfrutando de la canción-Yo volveré, ya lo veras por ti vendré-dejándolo ver a una joven de cabellera rebelde y rizada.

Escucho a lo lejos un gruñido lo que provoco que la joven de un salto regresara al agua, ella y su hermana Rapunzel se ocultaron en las rocas más alejadas observando cómo eran auxiliados el chico castaño y peliblanco.

-¡¿Acaso estás loca?!-grito Rapunzel al ver que su hermana se encontraba perdida al ver al chico castaño.

-¿No te parecen fascinantes?-le regalo una sonrisa Mérida a Puzie.

-Mérida...-susurro Puzie al ver la mirada y sonrisa perdida de su hermana que observaba como el chico castaño se alejaba con el peliblanco.

No sé qué hacer

¿Cuándo será?

Pero yo debo aquí regresar

Siento que si

Puedo formar... parte de ¡El!

Al principio Puzie no había caído en cuenta el porqué de la petición de su hermana al salvar a los humanos pero después de ver el brillo y la sonrisa en sus ojos pudo deducir la razón, todo era tan obvio su comportamiento poco usual, esa sonrisa y brillo, el que ella tuviera deseos de salvarlos podían significar una sola cosa....

-La princesita está enamorada de un humano-reía Eris desde su guarida-Y no de uno cualquiera si no un vikingo-Eris trataba de contener su alegría-Y lo mejor de todo es que es el jefe de su tribu-tras un suspiro su mente comenzó a trabajar en su maligno plan-No pudo haber salido mejor-

En aquel caldero hecho de coral observaba la imagen de ambas hermanas esperando el momento oportuno para iniciar el contraataque.