El nacimiento en la tierra y el mar
* Isla de Berk*
Hace mucho tiempo en un lugar muy lejano y oculto vivía dos gobernantes que eran muy amados por su pueblo sus nombres eran Estoico y Valka, miembros honorables del clan Haddock. Todo el pueblo estaba en tensión y esto se debía a que nacería su primer hijo o hija esa misma noche.
-Respira Valka-un hombre de cabello rojizo y estructura tosca sujetaba la mano de su esposa.
-Ya no puedo-brotaban lágrimas de la mujer de cabello castaño-Me siento muy cansada-
-Solo un poco más Valk-el apoyo de su esposo era más del que merecía por lo que continuo con su labor de parto.
-Ya veo su cabeza-sonrió una pequeña mujer-Solo un poco más lady Haddock-ella asintió mientras luchaba con todas sus fuerzas para que su hija o hijo naciera.
Un llanto se escuchó por la habitación dándole tranquilidad, las mujeres corrían por todas partes para limpiar a su pequeño mientras que su esposo acariciaba con ternura su cabeza.
-Todo termino ¿Cómo te sientes?-ella abrió un poco los ojos para ver a su esposo con una sonrisa.
-Solo me siento un poco cansada ¿Dónde está?-la castaña buscaba fuerzas para poder observar a su bebé.
-Aquí lo tiene Lady Haddock-la pequeña mujer le entrego a un bebé envuelto en mantas blancas-Es un varón-
Estoico y Valka sonreían al ver por primera vez el rostro de su pequeño, un pequeño de cabellos castaño rojizo con algunas mejillas rozadas que dormía plácidamente.
-Hola mi pequeño-susurro su madre logrando que aquel pequeño abriera con esfuerzos sus ojos.
-Hola hijo mío-se acercaba su padre para observar con mejor detalle a su hijo.
El pequeño no entendía mucho pero lograba reconocer la voz de sus padres lo que provoco que liberara una sonrisa.
-Es idéntico a ti Valka-sonreía su esposo al ver a su esposa.
-¿Quieres cargarlo?-pregunto la castaña con una sonrisa.
Antes del que articulara alguna palabra su esposa lo ayudaba para colocar al bebé en sus brazos-Es tan delicado-sonreía mientras que el imitaba la acción de su padre-¿Cómo lo llamaremos?-
-Me gusta el nombre de Hiccup-observaba con ternura la castaña aquella imagen de sus dos hombres favoritos.
-A mí me gusta el nombre de Horrendous-vio con orgullo a su pequeño
-¿Acaso quieres seguir con la tradición?-soltaba unas risas su esposa al recordar esa absurda tradición de los nombres horrendos para los niños-Entonces tengo una idea-su esposo la observo con cierta curiosidad mientras ella le susurraba al oído-¿Qué te parece?-
-Siempre tienes las mejores ideas, vuelvo en un momento-sonrió su esposo con su hijo en brazos.
-Nada de eso, yo voy contigo-se levantó con gran esfuerzo la castaña.
-Tienes que descansar Valk-se acercó a su esposa para ayudarla.
-De eso nada, tú eres su padre pero yo soy su madre y si digo que voy es porque voy-antes de que su esposo dijera algo solo soltó un suspiro accediendo a los caprichos de su esposa.
Tras unos pasos abrieron la puerta dejando ver a todo el pueblo con angustia por saber de la gran noticia a lo cual ellos sonrieron.
-Esta noche-todos escuchaban atentos al gran anuncio de su soberano-El pueblo de Berk tiene un nuevo heredero-la masa no tardo en sonreír.
-El nombre de su futuro líder es Hiccup Horrendous Haddock lll-anuncio su esposa con orgullo.
Todo era alegría y felicidad en la isla de Berk al saber del nacimiento de su futuro líder pero lo que no sabían es que el día siguiente en un reino aún más lejano iniciaría la celebración por el nacimiento de una pequeña princesa muy especial.
*En las tranquilas aguas de Escocia*
Todo el reino marino rodeaba con fervor castillo de sus dos soberanos, el rey Fergus y su amada esposa la reina Elinor. Pues esa misma tarde se había anunciado que séptimo hijo estaba por nacer, las pequeñas princesas estaban fuera de la habitación de su madre esperando noticias de su futuro hermana o hermano.
-Es una niña preciosa-un hombre de cabello rojizo jugaba con la mano de una bebé de cabello rojizo y rizado.
-Es idéntica a ti-sonrió una mujer de cabello largo y castaño.
-Es hora de hacer oficial el anuncio- un pequeño crustáceo de color rojo apareció interrumpiendo el momento.
-Iremos en un momento Sebastián-la castaña tomo a su pequeña mientras que ambos nadaban en dirección al balcón dando a ver a todos sus súbditos que esperaban ansiosos.
-Mi querido pueblo, Poseidón nos ha bendecido con 6 hermosas hijas y esta vez no ha sido la excepción-anuncio el soberano dejando ver a su esposa.
-El nombre de su princesa es Mérida DunBroch-sonrió su esposa al anunciar a la nueva luz de su vida.
-Larga vida a Mérida-gritaba el reino con felicidad mientras la pequeña abría sus ojos.
El pueblo entero celebro la tarde que nació la pequeña princesa pero lo que no sabían es que desde las sombras dos entidades observaban con recelo aquella escena.
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