Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cambio

-Reino Marino-

-Rapunzel-

Muy bien Puzie, encontraste a Mérida pero ahora debes lidiar con que nada de esto se salga de tu boca ¿Cómo fue que me metí en todo esto? Admito que Mérida parece más feliz de lo que parecía al estar aquí.

No puedo dejarla sola, quiero decir es mi hermana pequeña ¿Qué clase de hermana mayor seria si la dejo a su suerte?

-Puzie-me sobresalte al escuchar la voz de Jim.

-¿Yo? Quiero decir claro que yo-ay no, no el balbuceo por favor-¿Por qué no habría de estarlo? Solo me encuentro dando un paseo nocturno a miles de kilómetros lejos de mi hogar, por su puesto estoy de maravilla-

-Puz...-comenzó a reprenderme.

-¡Santo Poseidón! ¿Ya viste la hora? Creo que es mejor que vaya a dormir... ¡Adiós!-nade lo más rápido que pude tratando de alejarme de Jim-Vaya que estuvo cerca-susurre mientras entraba por la ventana.

-¿Qué estuvo cerca?-una vez más salte del susto ¿Qué es el día de asustar a Puzie?

-Elsa-genial, lo que me faltaba-¿Cómo estas hermanita? ¿Qué te tiene despierta a esta linda hora de la noche?-le brinde un pequeño golpe en su hombro.

-La misma razón que a ti te hizo salir de noche-sus brazos se cruzaron mientras me observaba en espera de una respuesta.

Ay no, estamos fritas.

-Jejejeje-no... todo menos la risa nerviosas, ok tranquila Rapunzel puedes con esto-Yo...-

-Escúpelo todo, y no me mientas porque se la verdad-soy sirena frita.

-No...no se de que me hablas-cambie la dirección de mi mirada hacia el espejo.

-Se que fuiste a ver a Mérida, quiero una explicación-ay, esto está mal muy pero muy mal.

Estaba a punto de hablar cuando una sombra nos interrumpió.

-Puzie estaba conmigo Elsa-Gracias Poseidón por mandarme a Jim-Estábamos buscando alguna pista sobre su paradero pero seguimos sin pistas-

-Si, yo fui la que le pedí que me acompañara-con una pequeña mirada le agradecí que me cubriera.

-Rapunzel sabes que todos aquí estamos preocupados por el paradero de nuestra pequeña hermanita-ahora vienen los regaños-Pero es peligroso que salgas en la noche, que sea la última vez que lo haces ¿De acuerdo?-

Yo asentí mientras que Elsa regresaba a su cama.

-Va para ti también Jim-

-Por supuesto-ambos sonreímos- Hablamos mañana-dicho eso salió de la habitación dejándome con miles de cosas.

Estoy en un gran pero gran lio, Mérida me debes una y muy grande.

-Isla de Berk-

-Hiccup-

Había sido una gran noche conversando con Mérida, bueno ella escuchando y escribiendo mientras yo hablaba y leía. Creo que eso puede tomarse como conversación, sus heridas habían sanado sin embargo parecía un poco... torpe al intentar ponerse de pie, es como si fuera un recién nacido que está aprendiendo a caminar.

Aunque siendo honesto me divertía mucho ayudándola, pasaron alrededor de 7 días desde su llegada cuando logro caminar perfectamente, incluso muchas veces saltaba por todas partes como un pequeño resorte.

-¿Sigues sin recordar?-me acerque a la pequeña pelirroja que estaba sentada en mi cama.

Lo intento, pero todo es tan... confuso. Solo recuerdo una tormenta y al chico nieve que me encontró.

-Tal vez te golpeaste y fue tan duro el golpe que solo recuerdas algunas cosas-no era mi mejor diagnostico pero era algo que tenía como teoría-Cuéntame sobre tu familia-

Aquello pareció pensarlo durante unos minutos hasta que tomo una hoja y comenzó a escribir.

¿Qué te gustaría saber?

-Lo que tu me quieras contar sobre ellos-parece algo incomoda con ese tema, por lo que creo es mejor que diga lo que considera correcto.

Al observarme un poco regreso su mirada al papel y comenzó a escribir nuevamente.

Somos una familia muy grande, tengo 6 hermanas mayores y todas son muy diferentes en sus personalidades. Por lo general me divierto mucho con dos de mis hermanas ya que algunas veces nos gusta jugarle bromas a los guardias, puedo asegurarte de que te agradaran si las conoces.

-¿Y tus padre?-la mirada tierna y dulce que tenía Mérida desapareció por una de melancolía ¡Bien hecho Haddock!-Tranquila no tienes que contarme si no quieres, puede ser algo incómodo y no me gustaría que estuvieras mal por mi culpa-tome su mano para tratar de darle un poco de consuelo.

Sin embargo ella la quito y comenzó a escribir algo, algo me dice que será el mayor insulto de mi vida por ser un idiota en este momento.

Mi madre es muy estricta, antes no lo era. Las cosas cambiaron cuando papá murió, tengo pocos recuerdos de mi padre ya que el murió cuando era una niña de 3 años. Algunas veces mis hermanas me cuentas que ella se unía a nosotras para jugarle bromas a nuestro padre.

-Lo lamento-es oficial, soy el mayor idiota que puede haber-Soy un inconciente por hacerte hablar de algo que te pone triste-

No me pone triste, es solo que no había hablado de esto hace mucho tiempo. Además tengo a mis hermanas, aun por muy odiosas que sean me siento feliz con ellas. Ahora te toca contarme a mí ¿Por qué amas el océano?

¿Por qué lo amo? Jamás me lo había planteado de esa manera.

-Supongo que porque al igual que volar me hace sentir libre-en parte es verdad pero sobre todo porque perdí a alguien muy querido-Me hace revivir recuerdos que son muy valiosos para mí-

¿Cómo se siente volar?

Una sonrisa broto de mis labios al ver la curiosidad que tenía esta chica, es como si fuera un bebé que apenas abre sus ojos y observa con asombro todo lo bello de este mundo.

-¿Te gustaría experimentarlo?-con mucha emoción asintió-Bueno entonces no se diga más-

-Reino Marino-

-Rapunzel-

-¡Espera Jim!-nadaba tras de el- Esa no es una solución-

-No me harás cambiar de idea Rapunzel-contesto con cierto enojo-Es mi decisión y esta vez nadie me va a detener-

Este es igual de terco y necio que Mérida, le había comentado Jim todo o bueno lo poco que había hablado con Mérida y sobre el chico que la estaba cuidando lo cual no tomo muy bien.

-Alguien tiene que hacer algo al respecto-

-Si lo haces solo lograras que te odia-me detuve lo cual provoco que también lo hiciera-Lo único que podemos hacer en este momento es cuidar de ella-

-Si es necesario ganarme su odio para que ella este a salvo no lo dudare ni un minuto más-

Fue una larga discusión, por más que nadaba y trataba de convencerlo nada parecía resultar. El bello paraje del reino comenzó a desvanecerse de nuestra vista dejando uno oscuro y turbio.

-Jim esto es mala idea y lo sabes-lo sujete del brazo-Mejor regresemos-

-Tu regresa si quieres, pero yo voy por Mérida-con un movimiento se soltó de mi agarre.

Ambos llegamos a lo más profundo y oscuro del océano hasta encontrarnos con un lugar muy peculiar, era horrible ese lugar y en especial la voz que nos recibió.

-Pasen queridos niños-Una mujer de facciones delgadas y vestimenta morada nos recibió-Pónganse cómodos-algo que no alcance a ver bien desapareció de los corales ¿Eran esqueletos?-¿En que les puedo ayudar?-

-Quiero ir a la superficie-con un poco de nervios Jim trago saliva-Como un humano-

-Pero querido niño-sonrió aquella mujer de cabellera negra-Si tú eres un humano-

¡Momento! ¿Qué acaba de decir?

-¿A qué se refiere?-me acerque un poco a la escalofriante mujer-¿Cómo que Jim es un humano?-

-Oh cariño-movió uno de sus largos dedos en negación-¿Acaso no fuiste valiente para contarles el secreto de su madre?-

-¿De que está hablando?-¿Secreto? Mi madre jamás se atrevería a escondernos algo o sí-

-Velo por ti misma cariño-una sonrisa cruel broto de sus labios-Encontraras las respuestas haya-con uno de sus dedos me señalo dejando liberar un rayo sobre mí.

Todo mi cuerpo ardía y me dolía, sentí como si algo me partiera por la mitad y hacia que a la vez me ahogara. Jim me tomo del brazo maldiciendo algo, no recuerdo bien lo que paso, cuando desperté estábamos en tierra firme pero lo que más me impresiono fue ver que mi aleta fue reemplazada por piernas... piernas humanas.

Como todo gran descubrimiento solté un grito de terror, mi aleta, mi hermosa aleta ya no estaba.

-Tienes que calmarte Puzie-Jim movió sus brazos de una forma calmada.

-¡¿Calmarme?! ¡¿Quién se calmaría al ver que su aleta no esta?!-grite pero de momento cubrí mi boca-Hola...-

¡Por Poseidón!

-¿Quién está ahí?-una voz se escuchó a lo lejos.

Oh, no. Esto esta empeorando cada vez más.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro