Kion comenzó a frotarse la frente con una pata, incrédulo, todavía incapaz de aceptar el hecho de que su padre lo había comprometido con Vitani, una Leona a la que apenas conocía desde hacía no más de dos semanas. Vitani claramente tampoco estaba muy contento con la noticia, mientras miraba amargamente hacia el suelo para evitar encontrarse con su mirada. Aunque trató de ocultarlo, Kion notó que una lágrima le caía por el ojo izquierdo acompañada de un breve resoplido que intentó en vano reprimir.

"Oye, eh... ¿Vitani?" Kion comenzó, mientras la leona enderezaba su compostura antes de obligarse a mirarlo a los ojos para ver lo que tenía que decir. "Realmente necesito saber ... ¿cómo te sientes acerca de todo esto ... acerca de nosotros comprometidos el uno con el otro?"

Vitani dejó escapar un largo suspiro mientras comenzaba a contemplar consigo misma cómo se suponía que debía responder a su pregunta. "Para ser honesta, Kion, yo ... yo solo ... bueno ..."

Hizo una mueca, tratando de dar una respuesta directa, pero sus palabras parecían ahogarse en su garganta.

"Lo siento, Kion, pero yo ... yo solo quiero estar sola."

Y con eso, la joven leona se fue abruptamente y rápidamente se dirigió hacia el follaje que crecía detrás de Pride Rock, mientras trataba desesperadamente de contener sus lágrimas. Kion estuvo tentado de seguir a Vitani y tratar de consolarla, pero supuso que solo la desanimaría si lo hacía.

Con un suspiro, Kion se dirigió de regreso a la Guarida, con las orejas caídas y la cola entre las piernas. Kovu y Kiara habían estado observando su intercambio desde la entrada de la Guarida y estaban claramente molestos (aunque no estaban sorprendidos) por el resultado. Saludaron a Kion en la apertura de la Guarida y Kiara instantáneamente le dio una reconfortante caricia.

"Lo siento mucho, hermanito", dijo, aún apoyando el hocico en el hombro de su hermano.

Kion miró a su hermana que se acurrucaba antes de volver su atención hacia Kovu, quien le dirigía una mirada lastimera. "Kovu, si no te importa, me gustaría discutir algo con Kiara ... en privado."

Kovu intercambió miradas con Kiara, quien a su vez, le dio un asentimiento de seguridad. Sacudiendo la cabeza, dejó a los dos hermanos y se adentró más en la Guarida y se alejó de ellos.

"Kiara, ¡¿cuándo tomó papá la loca decisión de casarnos con Vitani y yo ?!" Kion siseó una vez que estuvo seguro de que Kovu estaba fuera del alcance del oído.

"Papá hizo el anuncio antes de que él y mamá se fueran a visitar a Ma Tembo. Eso fue hace unas dos horas", respondió Kiara con paciencia y tratando de mantener la calma frente a su hermano confrontado.

"¿Quién más sabe de esto?" Preguntó Kion, preocupado de que un amigo cercano suyo se enterara de la noticia.

"Solo todos aquí en Pride Rock y algunos de nuestros amigos de la familia. Papá no ha hecho el anuncio oficial a los otros animales todavía, pero lo hará una vez que regrese a casa", dijo Kiara, mientras su hermano comenzaba a caminar nerviosamente hacia atrás y adelante. "Aunque, realmente no creo que los otros animales se sorprendan con la noticia".

Kion dejó de caminar y arqueó una ceja ante la última frase de su hermana. "Espera, ¿qué quieres decir con eso?"

"Bueno, um ... tú y Vitani han sido bastante cercanos el uno con el otro en los últimos días, y bueno ... parece que disfrutan de la compañía del otro cada vez que pasan el rato juntos, así que ha habido algunos rumores en torno a eso-"

"Espera un segundo. ¿Solo porque paso más tiempo con Vitani, todos en toda la sabana piensan que estoy saliendo con ella ahora?" Kion soltó enojado, deseando ligeramente no haber pasado tanto tiempo con Vitani en público. "No me digas que esa es la razón por la que papá nos prometió."

"Bueno ... esa es en realidad una de las razones", comenzó Kiara con una sonrisa nerviosa. "La otra razón es que Vitani es la única Leona aquí en las Tierras del Orgullo que es más joven que tú. Estoy seguro de que estás familiarizado con la regla de oro con respecto al futuro Rey y Reina de las Tierras del Orgullo".

"Sí, sí, lo sé, la futura Reina nunca debería ser mayor que el futuro Rey", recitó Kion con impaciencia la ley que limitaba a cada generación de Gobernantes de las Tierras del Reino. "Pero no es realmente justo, no estabas comprometido con nadie y te casaste con Kovu-"

"Eso es porque soy la Princesa, Kion, y la tradición de los esponsales solo se aplica al Príncipe de la Familia Real", respondió Kiara bruscamente, no queriendo que Kion llevara a su pareja a su supuesta discusión que se estaba convirtiendo rápidamente en un argumento.

"Bueno, sea lo que sea, no puedo casarme con Vitani. Simplemente no puedo".

"¿Y por qué no?"

Kion apuntó al suelo con el ceño fruncido mientras consideraba cuidadosamente si revelar o no a Kiara la razón por la que se oponía a la unión sugerida entre él y Vitani. Finalmente decidido, dejó escapar un suspiro y miró solemnemente a su hermana.

"Porque, Kiara, estaba pensando en proponerle matrimonio a otra persona. Alguien a quien conocía y con quien había trabajado durante mucho tiempo, y que siempre me había estado cuidando desde que nos conocimos. Alguien a quien amo con todo mi corazón y alguien a quien he considerado un amigo cercano ", confesó Kion.

"Y ... ¿quién es exactamente este 'alguien'?" Preguntó Kiara lentamente, esperando y rezando para que su hermano no pronunciara el nombre de la misma persona que le vino a la mente cuando Kion describió su interés amoroso.

Tomando una respiración profunda, Kion le reveló a Kiara la identidad de su 'amigo cercano' a quien estaba a punto de proponerle matrimonio. "Es Fuli".

Kiara dejó escapar un suspiro de decepción e hizo todo lo posible por mantener la compostura. "Kion, lamento mucho decir esto, pero ... ¡¿estás loco ?!" Ella soltó de mala gana lo que, como resultado, atrajo la atención de varias Leonas que estaban cerca.

Al darse cuenta de su error, llevó a Kion a otro rincón de la Guarida y lo alejó de cualquier mirada indiscreta antes de continuar con una voz mucho más suave: "¡ Kion, no puedes casarte con Fuli! Rechazar a Vitani como tu prometido es bastante malo, pero casarse ¡Fuli, un guepardo, es peor y será el mayor error de tu vida ! "

Kion permaneció en silencio y miró solemnemente a Kiara en sus ojos que poco a poco la hacían sentir incómoda.

"Kiara. Eres mi hermana y te aseguro que no tengo nada más que amor y respeto por ti. Pero no me digas con quién puedo casarme y con quién no, ¿me oyes? " , Le siseó Kion enojado a su hermana. mientras aprieta los dientes y le muestra sus afilados colmillos.

"Kion, por favor. No te estoy diciendo que hagas nada, solo digo todo esto porque no quiero que te metas en problemas con mi padre", respondió Kiara con calma y no se inmutó ante la muestra de hostilidad de su hermano.

"¡Bueno, no me estás ayudando ni me estás facilitando la situación!" Kion respondió bruscamente, todavía apuntando con el ceño fruncido a Kiara. "¡No puedo decirte lo enloquecedor que es para mí que te hayas casado con el amor de tu vida mientras yo estoy comprometido con una Leona a quien apenas conozco!"

"Mira, Kion. Sé que parece injusto, pero debes aceptar el hecho de que vas a tener que casarte con una Leona. Sé que tú y Fuli son cercanos y ella es tu amiga de la infancia, pero ... ¿cómo diablos te va? tener cachorros juntos cuando los dos se casen? Sabes que los guepardos y los leones no pueden tener descendencia juntos, ¿verdad? Y de todos modos, ¿cómo sabes siquiera que ella dirá 'sí' a tu propuesta? "

Kion estaba notablemente agitado por sus preguntas, pero se calmó y respondió con calma a su hermana. "Kiara, no sé tú, pero no veo que tener una pareja sea simplemente tener la capacidad de producir cachorros con otra persona. Lo veo como pasar el resto de tu vida con alguien a quien realmente amas y amas. con todo tu corazón, y para mí, ese 'alguien' es Fuli. Pero en cuanto a si ella está dispuesta a aceptarme como su pareja o no... bueno, esperaba descubrir eso cuando le proponga matrimonio hoy más tarde ".

Esa no era la respuesta que esperaba Kiara. "Kion, sabes que llegará un momento en el futuro en el que tomarás el cargo de Gobernante de las Tierras del Reino después de mí, ¿verdad? Necesitarás tus propios cachorros para continuar tu reinado, y-"

"Bueno, tal vez no quiera ser el Rey de las Tierras del Reino, ¿alguna vez has pensado en eso?" Kion gruñó, sus garras desenvainadas se clavaron en el suelo de tierra mientras lanzaba una peligrosa mirada hacia su hermana.

"Kion, espero que no hayas querido decir lo que acabas de decir", respondió Kiara en estado de shock, sin creer que su hermano diría tal cosa.

Kion estaba a punto de mencionar algo más cuando la voz suave y sedosa de otra mujer resonó en la guarida y lo interrumpió. "¿Kion? Kion, ¿estás aquí?"

Ambos hermanos volvieron la cabeza para ver a Fuli de pie en la entrada de la Guarida y justo en frente de ellos. El ceño de Kion desapareció instantáneamente y fue reemplazado por una sonrisa automática que se extendió por sus labios en el momento en que vio a su amigo Cheetah.

Al igual que su líder y el resto de la Guardia, Fuli también había crecido y florecido hasta convertirse en una hermosa y madura guepardo adulta. En general, se había vuelto más grande y ligeramente más alta, su pecho se había desarrollado y era notablemente mucho más ancho, y sus atractivas curvas adornaban su cuerpo en todos los lugares correctos. A lo largo de los años, había superado el carácter brusco y sarcástico que solía ser cuando era una cachorra y ahora estaba mucho más relajada y tranquila, lo que la hacía una persona muy agradable. Dondequiera que fuera, por lo general se la veía con una sonrisa rosada que adornaba sus labios, complementando su naturaleza suave y gentil, pero al poco tiempo, Kion vio que una expresión de preocupación había reemplazado su sonrisa familiar y era bastante notorio que estaba ansiosa por algo.

"¡Sí, estoy aquí, Fuli! ¿Qué es?" Kion la reconoció, aunque rezaba en silencio para que lo que fuera que la molestaba no tuviera nada que ver con la noticia de su compromiso.

"Ha habido una emergencia en Desert Plains. Te lo explicaré en el camino", respondió brevemente Fuli antes de darse la vuelta y esperar a que su líder se uniera a ella.

"¡Espera, estaré contigo!" Kion gritó detrás de ella, algo contento de que Fuli, sin saberlo, hubiera interrumpido su confrontación con Kiara. Se dio la vuelta y le lanzó una mirada fría a su hermana como diciendo 'nuestra discusión ha terminado' e inmediatamente se fue, dejando que Kiara se sintiera un poco herida por sus palabras y acciones. Sacudiendo la cabeza, la joven Leona fue a buscar a Kovu, con la esperanza de pedirle consejo sobre cómo manejar a su hermano cuando regrese a la Guarida.

Corriendo juntos uno al lado del otro, Kion y Fuli se dirigieron al sur hacia las áridas llanuras desérticas de Pridelands.

"¿Cuál es la emergencia, Fuli?" Kion preguntó de manera profesional, comprometiéndose mentalmente a no dejar que sus sentimientos por su compañera se interpusieran en el desempeño de sus funciones como miembro de la Guardia del León.

"Es Dhalili la gacela, me lo encontré en las Llanuras mientras iba de camino a la patrulla matutina, y parece que se había caído en unas arenas movedizas. Pasé la mitad de la mañana tratando de sacarlo, pero simplemente no soy lo suficientemente fuerte para hacerlo sola ", explicó Fuli.

"Bueno, tenías razón al atraparme entonces. ¡Vamos, tenemos que darnos prisa antes de que Dhalili se hunda más!"

"Espera, ¿qué pasa con Bunga, Beshte y Ono?"

"Los envié a patrullar por el norte. Es demasiado tarde para atraparlos ahora", suspiró Kion, deseando no haber enviado al resto de su equipo allí en primer lugar.

"¿Estás seguro de que no los necesitamos? Dhalili se había hundido bastante la última vez que lo dejé", dijo Fuli, con un toque de duda notable en su voz.

"Bueno ... no tenemos muchas opciones. Solo tenemos que hacer todo lo posible para tratar de salvarlo."

Fuli no se mostró demasiado optimista ni convencido por su respuesta, pero decidió no decir nada más. Después de correr durante varios minutos, finalmente llegaron al lugar dentro de las llanuras desérticas donde la gacela había caído en las arenas movedizas.

"¡Fuli, regresaste! ¡Oh, y gracias a los Cielos, también trajiste a Kion!" Dhalili gritó, obviamente aliviado al ver a ambos felinos correr en su ayuda.

"No te preocupes, Dhalili. ¡Haremos todo lo posible para sacarte de allí, lo prometo!" Kion respondió mientras mostraba una sonrisa de seguridad hacia la gacela. Vio que la mitad inferior de su cuerpo de Dhalili estaba completamente sumergido en las arenas movedizas, mientras que solo su cabeza y los cascos delanteros quedaban por encima de ella.

"Bueno, definitivamente eso espero, Kion. Puedo sentir la arena levantándose lentamente sobre mi pecho ahora," la gacela se estremeció de miedo.

Fuli siguió adelante y apretó uno de los cuernos de Dhalili con sus mandíbulas. "¡Vamos, Kion! ¡Tenemos que sacarlo antes de que la arena se lo trague entero!" gritó, su voz ligeramente apagada.

En lugar de seguir su ejemplo, Kion frunció el ceño mientras observaba cuidadosamente las arenas movedizas que lentamente se tragaban a la gacela. "No, eso no funcionará. Está demasiado hundido para que podamos sacarlo. Tenemos que intentar otra cosa".

"Está bien, entonces, ¿qué sugieres que hagamos?" -Preguntó Fuli, soltando el asta de Dhalili.

Kion fue con cuidado hacia la gacela y hundió una pata en las arenas movedizas. Sintió la textura de la arena alrededor de su pata e instantáneamente tuvo una idea. "Dhalili, haremos todo lo posible para ayudarte y sacarte de estas arenas movedizas, pero me temo que también necesitaremos tu ayuda".

"¡Sí, claro, claro, lo que sea! ¿Qué quieres que haga?" Dhalili respondió con un tono de pánico.

"Necesito que hagas tu mejor esfuerzo y patees tus patas traseras en la arena, como si las estuvieras pateando en el agua. ¿Puedes hacer eso?" Kion instruyó con calma.

"Ehh... está bien, lo intentaré", respondió la gacela, aunque un poco confundido por las instrucciones del León.

Con un gruñido, Dhalili trató de mover sus patas traseras según las instrucciones, pero sintió que sus piernas simplemente no se moverían en las arenas movedizas a su alrededor. Después de imponerse y esforzarse mucho más, finalmente pudo patear ambas patas traseras hacia abajo, lo que, a su vez, lo impulsó hacia arriba unos centímetros.

"¡Oye, creo que está funcionando!" exclamó cuando sintió que su cuerpo se levantaba de la arena.

"¡Está bien, genial! ¡Sigue pateando la arena hasta que te eleves lo suficiente como para que podamos sacarte de allí con seguridad!" Kion gritó alentadoramente.

Dhalili obedeció con entusiasmo y comenzó a patear las arenas movedizas. Con cada patada de sus patas traseras, todo su cuerpo comenzó a elevarse lentamente hacia arriba y, al mismo tiempo, hizo que la arena viscosa que lo rodeaba se desplazara convenientemente lejos de su cuerpo y lo ayudara en su ascenso a la libertad.

"Está bien, está lo suficientemente alto. Fuli, agarra su otra cornamenta y prepárate para sacarlo!" Ordenó Kion, mientras él mismo agarraba la asta izquierda de Dhalili con sus mandíbulas.

"¡Lo tienes!" Fuli obedeció y encajó el asta derecha de la gacela entre sus mandíbulas.

"¡Está bien, a mi cuenta! Uno ... Dos ... Tres ... ¡Tira!"

Con un gruñido, ambos felinos procedieron a tirar de las astas de Dhalili simultáneamente, mientras que la gacela ayudaba en sus esfuerzos pateando continuamente la arena. Después de mucho jalar y tirar, sus esfuerzos finalmente dieron sus frutos y Dhalili finalmente pudo salir de las arenas movedizas.

"¡Uf! ¡Dios mío, no puedo decirles cuánto estoy agradecido con ustedes dos por sacarme de esa trampa mortal!" Dhalili exclamó aliviado una vez que sus cuatro patas estuvieron en tierra firme.

"¡Feliz de ayudar, Dhalili!" Fuli gorjeó alegremente con una sonrisa en los labios.

"¡Sí, solo estamos haciendo nuestro trabajo, Dhalili!" Kion se rió mientras le daba una palmadita amistosa en la espalda de la gacela.

"¡Bueno, gracias de nuevo por toda su ayuda, ustedes dos!" Dhalili sonrió y se volvió para regresar hacia su rebaño. "¡Oh, y Kion, me enteré de la noticia! ¡Felicitaciones, por cierto!"

Las expresiones alegres de Kion disminuyeron y comenzó a entrar en pánico cuando Dhalili mencionó sobre "las noticias".

"¿De qué noticias está hablando?" Fuli preguntó suavemente mientras le levantaba una ceja.

Kion tragó saliva mientras trataba frenéticamente de pensar en una respuesta sin dejar que Fuli supiera sobre su compromiso con Vitani.

"Me equivoco ... no estoy tan seguro de lo que está hablando", respondió Kion con falsedad mientras mantenía una cara seria y evitaba su mirada. "Sea lo que sea, no debe haber sido importante. Vamos, volvamos a la Guarida y encontremos a los demás."

Fuli no estaba del todo satisfecho con su respuesta, pero decidió no decir nada al respecto por respeto a su líder. Ambos comenzaron a regresar hacia Pride Rock, comenzando su viaje con un silencio embarazoso que burbujeó entre ellos. Mientras caminaban hacia adelante, Kion se encontró a sí mismo mirando en secreto a su amiga Cheetah que caminaba a su lado cuando ella no miraba. Eran solo ellos dos, caminando de regreso a su punto de encuentro habitual sin otros animales a la vista.

Su corazón se aceleró cuando vio que ahora era la oportunidad perfecta para revelar sus verdaderos sentimientos por ella y finalmente "hacer la pregunta".

"Um ... Fuli? ¿Puedo decirte algo?" comenzó, rompiendo el silencio entre ellos.

"¿Sí, Kion? ¿Qué es?" preguntó en voz baja con su voz sensual, mientras se volvía hacia su camarada León mientras mostraba la sonrisa más dulce que había visto antes.

La respiración de Kion se intensificó mientras miraba sus fascinantes ojos esmeralda y la graciosa sonrisa en sus suaves labios que anhelaba tener sus propios labios envueltos alrededor de ellos. Abrió la boca y estaba a punto de derramar su corazón cuando de repente recordó su compromiso con Vitani.

"Te equivocas ... hiciste un gran trabajo sacando a Dhalili de las arenas movedizas allá atrás ... Estoy orgulloso de ti", dijo finalmente, completamente en contra de su propia voluntad y reprendiéndose mentalmente por dejar ir la oportunidad.

Fuli se detuvo en seco y quedó completamente sorprendida por el repentino cumplido de Kion, pero finalmente lo descartó como la forma en que Kion era amigable con ella.

"Gracias por eso, Kion. Lo hiciste bien," ronroneó con una pequeña sonrisa en los labios mientras acariciaba brevemente el hocico de Kion para expresar su gratitud.

Kion no pudo evitar cerrar los ojos y dejar escapar un suspiro mientras saboreaba la sensación celestial de su suave pelaje rozando la parte inferior de su hocico. Inmediatamente después de que rompieron su abrazo, Fuli le dio una pequeña y amistosa lamida en la nariz antes de seguir adelante para continuar con el viaje. Kion suspiró mientras miraba a la guepardo hembra que caminaba delante de él. Se arrepintió de no haberle admitido lo mucho que la amaba y se preocupaba realmente por ella. Pensar que había sido amigo de ella desde que eran cachorros, jugando y bromeando entre ellos a medida que crecían y, sin embargo, se vio obligado a casarse con otra persona solo porque ella era un guepardo y él un león.

Luchando por mantener la cara seria y ocultando su decepción, Kion se adelantó y alcanzó a Fuli, mientras continuaban caminando de regreso a casa sin pronunciar una palabra más durante el resto de su corto viaje.

Continuará...