En resumen, mientras Wurzel no apareciera por ahí, todo estaría bien. ¿Pero que pasaba por mientras con este ser?

Aquel tipo de hallaba en lo que parecía ser una biblioteca maldita, debido a las malas auras que transmitía cada libro, cada uno seductor a la corrupción de aquel que los lea.

El efecto no aplicaba en Wurzel, puesto que el hacha era una protección por así decirlo, podía leer los libros con facilidad.

King Dice también estaba ahí, no por qué quisiera, estaba siendo tratado como una mascota. Solo le dijo: "estarás en donde te vigile" .

Aunque no pudo evitar ver los libros que están ahí. Solo verlos, no tocar, sabía lo que era ser seducido a la tentación. Para él no era algo nuevo, pero, hubo un libro en especial que le llamó la atención.

Lo agarró y solo pudo ver la portada, la cual se trataba de un grabado exacto de un alma. El título era: "Manejo de almas según la frecuencia del oír". Cosa que no entendió muy bien, ¿Quién manejaría almas con música?

Decidió probar su suerte esta vez, estaba por abrir el libro. Pero una mano le quitó el libro y lo volvió a guardar.

Wurzel: No toques libros que no te incumben, por Belcebú, eres muy molestoso. -ya habiendo guardado el libro, volvió a su lectura.

King Dice: -estaba demasiado enojado con ese ser, tener que soportarlo todo el tiempo era desagradable- Ya que no me dejas leer nada...¿Que estás buscando? ¿Alguna manera de que dejes de ser una molestia?

Wurzel: jaja que chistoso. -dijo con todo el sarcasmo que podia- Como si pudiera...Nah, estoy haciendo algo mejor. Distraerme de las molestias que son todos ustedes.

King Dice: Si tan molestos somos, ¿Por qué no nos dejas en paz?

Wurzel:...Ahh, así que quieres eso, que te dejen en paz. Pues eso debiste pensarlo...-sonrie tétricamente- ...¡Antes de que apostaras, maldita larva! -siguió leyendo-

King Dice:...te lo preguntaré otra vez...¿Que quieres de Lisa?

Wurzel: Matarla.

King Dice: ¿Eso es todo? No parece.

Wurzel: -lo mira seriamente- ¿Hay algún problema en alimentar a la víctima del miedo para luego acabar con su vida?

King Dice: Si, lo hay, ¡por qué esa víctima es mi amada!

Wurzel: Uuuy, no, que mala suerte tienes entonces. -termina de leer- Listo, me distraje de sus malditas prescencias. Sería hora de darle una visita a mi maestro.

King Dice: ¿El Diablo? Encerio, maldigo el día en que te eligió como campeón del infierno...

Wurzel: De todas maneras eso iba a suceder. Andando, que se me agota la paciencia. -se va.

King Dice: -no tuvo más que seguirlo, deseaba poder ir a su contraria.

Mientras en aquel Casino...

Ya no habiendo peligro, quitaron los tablones, la espada ya no estaba, o al menos esperaban que no estuviese para atacar por sorpresa.

Lilith pasaba más tiempo con el Diablo, hasta que la bestia apareciera, al menos quería disfrutar de la compañía.

El Diablo por su parte, ansiaba el día en que todo esto acabe, y poder hacer algo que nunca espero que desease hacer: pasar el resto de su eternidad, con alguien que lo haga sentirse amado.

Jugaban al póker, por petición de Lilith, quería saber que tan cierto era de que "El Diablo siempre gana". Viendo que no pudo con dos tazas y una niña con su espada, ya no estaba tan segura de dicha frase.

Lilith:...¿Y ...que te gustaría hacer? Claro, aparte de esperar el apocalipsis.

The Devil: Si lo espero solo, sería aburrido. Y...respecto a la pregunta, me gustaría que te quedes.

Lilith: ¿Por qué lo dices? ¿Crees que tengo que irme?

The Devil: No lo se, ¿No estabas en busca de tu libertad?

Lilith:...-suspira- por primera vez, experimenté lo que era vagar sin ataduras por ahí. Sin entes vigilando en donde estoy. Pero, sentí que faltaba algo...o más bien, no me sentí completa estando sola...

The Devil: Entiendo...no pudiste gozar de esa libertad tu sola.

Lilith: -niega- No pude...no pensé que se sentía tan bien, pero tan mal al mismo tiempo...Solo pude entender que la libertad, no era la soledad absoluta.

Él solo pudo observarla, pensó que ella gozaba de esa liberación.  Ella por su parte, ya sabía cómo iba a vivir, y vivir sola, no estaba en sus planes a futuro.

Pudieron seguir hablando, de no ser por qué apareció alguien muy desagradable.

Wurzel: Hola, maestro, ¿Me extrañabas? -ni siquiera llevaba esa sonrisa, estaba muy serio.

The Devil: Mocoso...-a él si le desagradó verlo.