Sentía como si todo alrededor se detuviera, los nervios empezaron a acecharla. Estaba ahi, viéndolo, empezando a recordar algunos momentos en los cuáles alguna vez, fueron felices.

El contrario estaba viendo algunos tipos de licores, no obstante, se le hizo presente la noción de que lo estaban mirando, volteó para preguntar a aquella persona si se le ofrecía algo. Pero al final, fue él quien se quedó en blanco.

Jackley: -viendo a Lisa, estaba en algún punto de creer que ya estaba volviéndose loco-...¿Lizzie?...

Lisa:...Jackley...-sonrie, le alegraba demasiado el poder verlo por fin, saber de la persona detrás de sus recuerdos.

Jackley:...-se acerca a ella- Lizzie...¿Estás ...con vida?...-aun atónito.

Lisa: Pues...Es algo confuso de explicar, pero-...-no pudo terminar debido al abrazo del contrario.

Jackley: Lizzie...-derramaba algunas lágrimas, le costaba el hecho de procesar de que ella realmente estaba ahí, pero de estarlo, la abrazaría con todas sus fuerzas.

Lisa: -aunque casi se le va el aire, pudo corresponderle, igualmente le extrañaba.

Jackley: -luego de unos minutos, la ve aún sorprendido- ¿Cómo es que...sigues con vida?

Lisa: Yo...Es algo difícil de explicar...

Jackley:...¿Fingiste tu muerte?

Lisa: ¡No! Bueno, no tenía pensado hacer eso, de verdad, ni yo misma me explico muy bien lo que pasó. Pero puedo asegurarte de que no fue mi intención dejarte devastado...

Jackley: ...Se que no fue tu intención...fue ese estupido camión, quise vengarme del tipo pero nunca apareció ...

Lisa: -le da otro abrazo para calmarlo- Calma...Estoy bien después de todo...

Jackley: Y eso me alegra mucho. -le corresponde aquel abrazo.

Lisa: ¿Podremos hablar...en un lugar más privado? -notó que en el pasillo empezaba a pasar más gente.

Jackley: ¡Claro! -la vió- ¿Te parece en mi trabajo?

Lisa: Bueno, no le veo el problema. ¡Oh! ¡Mis amigas! -dijo luego de empezar a recordar que estaban en medio de las compras- Debo entregarle estás cosas a Cami.

Jackley: Oh, no hay problema, te espero en la salida. ¿Vale?

Lisa asintió y luego fue a encontrar a sus amigas, entregándole a Naomi lo que faltaba, y de paso, contándoles lo que pasó.

Camila: ¡Wow! ¡Esto si es un giro inesperado! Me extraña que se lo tome con tranquilidad.

Naomi: Chica tiene razón, Lisa, por si acaso...-le da un celular, pero parecía de esos antiguos- Tiene nuestros números registrados, no dudes en llamar si algo pasa, ¿Si?

Lisa: Claro -toma dicho teléfono- Tranquilas, voy a estar bien.

Camila: Supongo que...Está es la despedida. -la abraza- Suerte y por favor...¡Llámanos seguido!

Naomi: -se une al abrazo- Te vamos a extrañar...

Lisa: También las extrañare mucho...-sonrie, pero era una sonrisa triste, pues, le encantaba pasar tiempo con sus amigas.

Y luego de algunos abrazos más, Lisa fue directo a la salida, guardó aquel teléfono en alguno de sus bolsillos. Y pudo distinguir a Jackley, quien la esperaba.

Jackley: -la estaba esperando y tenia algunos licores en mano, lo curioso es que había una limusina afuera- Entonces, ¿Estás lista?

Lisa: Si, pero...¿Por qué la limusina?

Jackley: -sonrie- Ah, ¿Te refieres a la lata de ahí? Eso es algo que verás en cuanto lleguemos. -como todo caballero, la dejo subir primero, y luego él subio- Espero que no te sorprendas mucho al ver todo lo que me ha pasado.

Lisa: ¿Te volviste rey de una nación o como? -algo sorprendida, el interior de la limusina era de lujo.

Jackley: No, pero, soy el rey en las apuestas. -sonrie mientras la miraba, notó que aquella chica a la cuál alguna vez conoció, estaba algo distinta, aparte de los mechones celestes.

En cuanto cerraron la puerta de la limusina, el auto arrancó y duraba una hora de viaje hacia un destino fuera de la ciudad.

Y vaya que mientras más se alejaban, más se oía algunos sonidos realmente familiares para la joven. Entonces en cuanto llegaron, supo el por qué de las riquezas...Habían llegado a un casino, el más grande que se podría imaginar. Muy parecido al Casino del Diablo.

Jackley: ¡Bien! ¡Llegamos! Bella dama, permítame. -baja primero para luego ayudar a Lisa cortésmente.

Lisa: Eres todo un caballero, no has cambiado nada. -sonrie.

Ya fuera de la limusina, Lisa pudo visualizar mejor aquel lugar. Definitivamente había un gran parecido entre el Casino de su actual mundo y este.

Lisa: Esto me sorprende mucho...¿Cómo llegaste a trabajar aquí? -le cuestionó mientras avanzaban hacia la entrada.

Jackley: Pues, es una historia corta, pero en resumen, fue cosa de un trato con el jefe.

Lisa: ¿"El jefe"? -con esas palabras pudo tener una noción de quién era su jefe- Dime, ¿Tú jefe es como el Diablo?

Jackley: Wow, ¿Cómo acertaste? -aunque su jefe no era el mismísimo Diablo, su actitud y apariencia parecían serlo.

Lisa: -rie- Puede que haya tenido un deja vú.

Entraron a dicho casino, y vaya que todo era de lujo y apuestas por aquí y apuestas por allá. A Lisa le entraron algunos recuerdos de cuando por primera vez entro a ese casino, donde conocería a Dice.