Puesto que la tal Naomi aún no despertaba, Camila decidió traerle un vaso con agua para echarle y que así despertase. Cosa que la joven Lisa no podía permitir, ¿Que podía esperarse de un corazón tan tierno?

Lisa: ¡Hey! ¡No puedes despertarla así! ¿Que tal que el agua la ahogue? -muy preocupada, puesto que no quería que nada más pasase.

Camila: Tu relájate, esto ya pasó un montón de veces, es totalmente seguro. -a punto de echarle el agua en plena cara.

Lisa: Bueno ... confiaré en ti entonces...-internamente andaba suplicando que todo saliera bien.

Le echó el agua y inmediatamente la de pelo castaño despertó medio alterada. Lo cuál trataron de calmarla.

Naomi: ¡Chica no me vas a creer! ¡Estuve soñando que Lisa estaba viva! -en cuánto la menciono, la pudo ver otra vez, dándose cuenta que no era un sueño lo que pasó-...Entonces no fue un sueño....

Lisa: Omi, calma, soy muy real. ¿Lo ves? -agarra su mano con cuidado- Tranquila...

Naomi: -medio asustada, aunque logro calmarse debido a que le decían que respirara- Pero...No lo entiendo, ¿Cómo es que estás viva? ¿Acaso fingiste tu muerte?

Lisa:...Tengo una explicación, tal vez me llamen loca o que estuve en lugares cuestionables, pero...Quiero que sepan que es real...

Las tres ya en calma, se sentaron en la sala. Sin exaltarse y explicando todo ordenadamente, Lisa contó lo que le había pasado, desde su posible origen angelical hasta este punto. Las dos restantes aún ni se lo podían creer.

Camila: Espera, espera, espera, pausa y rebobina...¡¿Estás diciéndome que reencarnaste en otro mundo de caricatura y gracias a unos poderes estás aquí?!

Lisa: Básicamente, pero tengo pruebas...-muestra su mano, la cuál lucía de caricatura en ese momento y se veía un resplandor de luz.

Naomi:...-fue a revisar si el agua no tenía algo, y luego fue a sentarse de nuevo- Esto si es real...

Camila:...Ok, puedo creerte, pero le debes esas mismas explicaciones a Jackley, y espero él te crea.

Lisa: Es verdad...Pero...-las vió algo apenada- Me encantaría quedarme aquí...no obstante, hay algunas cosas en mi mundo actual que debo resolver...Tengo muchos seres queridos que esperan mi regreso, al igual que problemas que afrontar...Creí que podría escapar de mis problemas al quedarme...

Naomi: Lisa, escucha...En todo lugar siempre habrán problemas, la cosa es que los enfrentes y puedas solucionarlos o vivir con ello. Así que no importa si te quedas o vuelves, tienes que ser fuerte y saber que la vida a veces tendrá esos momentos en los que dirás qué quieres vivir en paz.

Camila: Pero, igualmente habrán momentos felices...Eso aprendimos en cuanto te perdimos...Al principio, no lo podíamos procesar bien, luego, de mucho vacío interno, tuvimos que seguir adelante. Pensamos que eso es lo que hubieses querido, que sigamos siendo amigas hasta el final.

Naomi: Y vaya que lo estamos cumpliendo, el punto es, que debes volver, enfrenta lo que tengas que enfrentar y ten tus momentos felices. -sonrie.

Lisa: -no quería aceptarlo, pero ambas tenían razón, no podía quedarse aquí por más que quisiera, tenía que volver, asuntos pendientes la esperaban allá-...Volveré, lo prometo...-las abraza fuerte- Me enorgullecen mucho...

Las tres se dieron un abrazo como en aquellos tiempos de amigas...

Un rato después, faltaba una cosa que resolver, el como iba a volver. Así que mientras pensaba como, ambas ofrecieron a qué se quede y mañana salir de paseo.

Lisa: Encerio, no quiero ser una molestia.

Camila: ¿Desde cuándo eres profesor Jirafales? Insistimos, en que te quedes, en la noche todo es peligroso.

Naomi: Tu también chica, te quedas, tu misma lo dijiste. -acariciando a su gata siamesa.

Camila: Bueno chica, ¿Ya ves Lisa? Me quedaré para que te quedes.

Lisa: -rie- Vale, vale, me quedaré.

Naomi: Además, mañana iremos de compras, se me acabó lo de la semana, y debo ir por más.

Camila: Con razón la Refri andaba vacía.

Fue una noche muy nostálgica, puesto que en lugar de dormir de frente, estaban platicando sobre algunas anécdotas.

Camila: -ya echada en un colchón con una sábana y una almohada- Preferiría el sofá.

Naomi: Chica, no molestes...-ve a Lisa- Y cuenta, ¿Quién dices que era el tipo que conociste allá?

Camila: ¡Ah si! ¡Lo mencionaste mucho, así que te toca contar eso!

Lisa: Bueno...-miro al techo para recordarlo y luego suspiro- Es la persona más...apostadora que he conocido...Es encantador cuando se lo propone...

Camila: ¿Así como Jackley? Pues con razón. Amiga acéptalo, te gustan apostadores.

Lisa: -rie- Al parecer...solo espero no ver a Jackley...¿Que tal que ya me reemplazo? O tal vez, ya está casado con alguien más...

Naomi: Lis, te tengo novedades, aún no te supera.

Lisa:...¿Que?

Camila: Así como lo oíste, el pobre quedó muy devastado con lo que te sucedió, nunca te pudo olvidar. Por eso me enoje al pensar que fingiste tu muerte.

Lisa: Vaya...No puedo imaginarme ahora todo por lo que esté pasando...

Naomi: Tal vez, digo, taaaal vez, podrías verlo. Aunque como te dijo chica, tal vez no se crea lo que nos dijiste.

Camila: Te juro que de no ser por la mano caricaturizada y el brillito ese, te hubiera llamado loca.

Lisa: En parte estaban en su derecho, pues, ¿Quién más se creería que vengo de otro mundo?

Y así, siguieron charlando hasta que les dió el sueño. Al día siguiente, tuvieron que despertarse para hacer las compras de la semana, y no perderse en la tienda en el intento.

Al llegar, Naomi les dio a cada una parte de la lista, y lo que debían encontrar, las tres agarraron cada una un carrito y se dispersaron para encontrar los productos ya enlistados.

A Lisa le tomo algo de tiempo ubicar alguno que otro producto, pero también se dedicó a ver cada uno de los estantes, para intentar recordar si sabía al menos como se llamaba. Paso por el de los licores, pensó que no habría nadie.

Vaya sorpresa...

Ahí ni nada más ni nada menos estaba...Jackley...