Un ambiente muy conocido para ella, era la sensacional de estar en una ciudad. Rodeada de tonos azulejos y grises con todos sus matices.

Un reloj sonó, definitivamente estaba en Londres, un lugar en el cuál había sentido la sensación de estar ahí. Se encontraba en una de las azoteas, por suerte nadie vió como ella había llegado.

No podía simplemente, vagar por ahí como si fuera lo más normal, aparte su atuendo no encajaba. Rápidamente busco algo de ropa y sin que nadie notase, bajó con precaución y sin saltar de golpe.

Al caminar sentía que esto ya lo había vivido antes. No sabía por qué exactamente aquel portal le trajo hasta aquí. Tal vez eran sus tormentos del pasado, o quién sabe.

De cualquier modo se sintió familiarizada. Aquí, no se sentía tan diferente a como solía estar en las islas tintero. Se sentía que estaba en donde debía estar.

¿Realmente aquí es donde debía estar?

Fue caminando y claro, respetando los semáforos al momento de cruzar. A dónde le dijiste su instinto, aquel instinto que la llevó a un parque.

Fue paseando por ahí, viendo como todo, a pesar de ser normal, era un poco aburrido. No había más colores...salvo...

Había una mujer de lentes y peinado corto con una colita en medio. Con cierta jaulilla donde estaba un gato siamés.

Aquella mujer no se pasó de alto que la chica la estaba observando. Acto seguido, la vió, aunque su sorpresa llegó al instante, pues parecía que veía a un muerto viviente.

Lisa: -seguia viéndola, tenía la noción de que ya la conocía, así que solo pronuncia-...¿Cami?

Camila: -esta última se sorprendió al saber que ella sabía quién era- ...Oye...S-solo había una persona que me llamaba así...¡¿Lisa?!

Lisa: ¡Cami! -sonrie, le daba gusto ver a una de sus amigas.

Camila: ¡Lisa! -va hacia ella, aún tenía a su jaulilla donde estaba su gato, en cuanto se acercó lo suficientemente a Lisa, le dio una bofetada-

Lisa: ¡Auch! ¿Hey, por qué? -mas que adolorida, confundida.

Camila: ¡Número 1! ¡Quería saber si eras real y no solo mi imaginación! ¡Número 2! ¡¿Cómo es posible que te mueras sin nuestro permiso?! ¡Número 3! ¡Te extrañe tonta! -la abraza fuerte.

Lisa: -le corresponde- No has cambiado nada...me alegra verte también...

Camila: Jovencita, espero y tengas lista una excusa para esto, si fingiste tu muerte por no casarte, nos hubieras dicho para ayudarte. Aunque tú romance con Jackley lucía muy real.

Lisa: Fue real, créeme. Te lo explicaré...pero también quiero que Omi esté presente.

Camila: ¿Naomi? Le va a dar algo cuando te vea, por cierto, que bonito se te ve el cabello pintado. -notando su cabello con esos tonos celestes y segundos después la ve- ¡Ah cierto! ¡Iba en camino a ver a Naomi, lleve a su gato al veterinario! Digamos que le hice un favor por cuidar su puesto.

Lisa: Oh, entonces, no perdamos más tiempo y vayamos a verla. -sonrie.

Ambas fueron caminando hacia una casa en específico, de tonos blanquecinos. Camila fue directo a tocar el timbre, les tocó esperar a que salga.

Lisa: -por dentro nerviosa, aunque ver a Camila fue una sorpresa, no podía esperar a ver la reacción de Naomi, y de paso...buscar las palabras exactas para explicar todo esto.

En eso, la puerta de tonos azules marinos, se abre dejando ver a una mujer de pelo castaño y amarrado a una cola.

Naomi: -no fue hasta que vio a Lisa, que se sorprendio-...¿E-ella es?....

Camila: Lo es chica, es Lisa.

Lisa:...H-hola Omi...-queria mostrar una sonrisa para calmar la situación.

Naomi: -no pudo con la impresión y sin más se desmayó, cayendo a un sillón que estaba cerca de la entrada. Dejando preocupadas a sus dos amigas.

Camila: Yo te dije...

Lisa: Uhh...