King Dice se encontraba caminando de izquierda a derecha en señal de nerviosismo, confusión y desesperación.

¿Cuál era la razón de su reciente comportamiento?, su corazón tal vez, su mente quizás, su cuerpo más... Lisa, aquel nombre no dejaba de hacer aparición en su mente, aquella sonrisa que esa mocosa siempre tenía en su rostro era extrañamente encantadora, ¡incluso su cuerpo temblaba al verla!, por todo lo existente, ¿qué le pasaba?, ¿qué clase de embrujo le había hecho?, sí, ya se había dado cuenta de sus sentimientos por la chica pero, ¡él estaba en manos de The Devil!, no podía decirle, ¿o si?, debía... pero, ¿y si le causa problemas?, ¿si lo usan a él para dañarla?, rayos, no, definitivamente estaba en un caos, un completo caos.

Pero debía aceptarlo, tenía miedo; miedo a perderla, miedo a que alguien gane su corazón por la cobardía que él sentía, miedo a no ser lo suficientemente fuerte para protegerla, miedo a no ser digno.

Decidido, le diría lo que siente, lo que pasa por su mente, los pros y contra, quería ser sincero, por una vez en su vida quería ser... sincero.

Tragó saliva antes de caminar, recordaba bien que ella iba directo al infierno, literalmente, para recuperar esa tonta arma, y hace poco estaba en la oficina de Devil, la seguiría, la encontraría y se declararía, ¿qué podía pasar?

Su caminata fue interrumpida por la presencia de aquel mocoso insoportable que apenas había sido integrado a los subordinados de The Devil.

Wurzel: Eh~ Dice, ¿qué pasa?

¿Era normal tener ganas de azotarlo contra el suelo hasta que se le borre aquella sonrisa supuestamente inocente?

Wurzel: ¿Ah?, vaya, estas nervioso, ¿quién es la desafortunada?

Sí, quería arrancarle hasta los ojos.

Suspiró restando importancia al asunto y comenzó a caminar, debia ignorarlo, mantener la compostura.

Wurzel: Venga, dado enojon, no pongas esa cara - sonrie inocentemente -. Me pregunto si serás digno de merecer amor.

Aquellas palabras habían causado que el mayor se detuviera, dio media vuelta para observar al contrario y por alguna extraña razón sintio una fria corriente de aire pasar por su espalda al notar aquella macabra sonrisa en el rostro del contrario.

Wurzel: Digo, no es como si fueras el mejor hombre del mundo, literalmente le vendiste tu alma al diablo por codicia.

Su tono burlón era notable, quería sacarlo de sus casillas pero no lo lograría, aún así... no podía dejar que lo trate de esa forma, no en esos territorios.

King Dice: Lo que hice o no es mi problema y parte del pasado, no deberia ser de impor-

Wurzel: ¡Jaja!, ¿pasado?, vaya, ¿entonces The Devil te devolvió tu alma?, bueno, no me sorprendería. Te volviste muy débil.

King Dice: ¡Ten más cuidado con tus palabras, escoria!

Wurzel: Uy, ¿ahora la escoria soy yo?, al menos no atraía almas inocentes para corromperlas con el juego y las apuestas.

No perdia la paciencia pero si le molestaban sus palabras porque tenía razón, había caido en lo más bajo por puros caprichos que hoy en día no le daban la misma felicidad de esos momentos.

Wurzel: Mira Dice, se que me ves como un enemigo y así pero no creo que seas el mejor ejemplo de mantenerme callado y con la opinión en la garganta - sonríe aún más divertido -. Digo,  tienes un pésimo humor, haces cosas malas, tienes una pase vip al infierno~

King Dice: ¿Y tú qué?, no eres mejor que yo.

Wurzel: Mejor que tú en bondad no pero si mejor que tú en maldad, yo amo mi trabajo como tú amabas el tuyo y no me la paso suspirando como idiota por una felicidad que no llenará mi corazón codicioso.

King Dice: Y vaya que eres codicioso.

Wurzel: Escuchame bien, Dice, ¿acaso vas a ir por esa persona y decirle cursilerias?, ay, que me gustas, que me haces feliz, que por ti se fueron mis pecados, muah, muah - entona con voz chillona -. No me hagas reír, ¿quién sentiría el más mínimo cariño por ti?

King Dice: No sabes lo q-

Wurzel: Oh claro que lo se, ¿en serio pensabas que alguien iba amar a un perdedor como tú?, ya ni para dar miedo sirves.

Cada palabra que pronunciaba el contrario era escupida con claro odio para intentar menospreciarlo.

Sonreía con satisfacción y superioridad, era un momento tal vez único y no lo iba a desperdiciar.

Wurzel: King Dice, solo eres un títere que ya ni es manejado por su titiritero, buscando y rogando el más pequeño grano de sentimiento o compasión por tu cascarón ya sin alma.

El mayor apretó los dientes en señal de ira, estaba a nada de callar al contrario con un golpe pero Wurzel fue más rápido; con una patada en el pecho del contrario logró desequilibrarlo para mantenerse sobre él, pisando su pecho con su pie derecho mientras reía por la reacción del contrario.

Wurzel: ¡Mírate, escoria, mírate bien!, por un amor que ni te corresponderá te volviste más débil de lo que eras, ¡¿en serio crees que ella se fijaria en ti?!, no me hagas reír.

Otra escandalosa risa fue liberada por el atacante, King Dice fue traicionado por su propia mente al pensar en lo que decía su contrario... No era digno de Lisa.

Wurzel: Me pregunto, ¿en serio no estás intentando engañar a la chica Lisa? - susurra para el contrario -, fingiendo que la amas para apuñalarla por la espalda, obligarla a vender su alma a The Devil como lo hiciste con sus hermanos... ¿y si mejor acabo yo con ella antes de que la hagas sufrir?

King Dice se quedó congelado por la sorpresa, ¿cómo sabía que Lisa era quien lo traía de esa forma?, pero eso no era importante ahora, ¡no dejaría que llegara a hacerle daño a su amada!, soltó un gruñido para sacar fuerzas de a saber donde y levantarse rápidamente, lanzando a Wurzel en aquella accion para agarrarlo y azotarlo contra la pared.

King Dice: ¡Como llegues a colocarle uno de tus asquerosos dedos encima te juro qu-

La risa del contrario causo que King Dice se distraiga y confundiera, ¿aquel estúpido se estaba riendo de él o qué?

Wurzel: ¿Estás dispuesto a arruinar tu mugrienta existencia solo por la chica que es hermana de dos de tus víctimas?, y yo creía que ya habías caído bajo. A The Devil le encantaría escuchar esto.

King Dice: Esto es entre tú y yo, no vayas a chillarle a The Devil como niño pequeño, ¿o acaso no te aguantas ni un golpecito?

Wurzel se mantuvo en silencio ante las palabras de King Dice, chasqueo la lengua para darle una patada a su contrario y aprovechar la distracción para escapar.

Wurzel: ¡No lograrás protegerla para siempre, King Dice, no lo hiciste antes y no lo harás ahora!, es más, ¡justo ahora tampoco lograste salvarla!

Su confesión causó curiosidad y terror en King Dice, observó el elevador que llevaba a lo más profundo del infierno para correr a él, ¡¿qué le hizo a Lisa como para decirle esas palabras?!, solo le quedaba rogar por no llegar tarde a una tragedia.

Hasta que se detuvo un rato, ella estaba en la oficina de The Devil, ahí es donde debía correr. Con prisa, corrió hacia dicha oficina.

Mientras tanto en esa oficina...

Si algo no iba a hacer Lilith era cometer el mismo error dos veces; ella era un espíritu libre, de modo que quedarse ahí no era una opción, era un hecho que se iría, no obstante, requería de un buen plan minuciosamente estudiado.

Estaba tardando un poco en idear ese plan, tanto que el diablo hasta había regresado, y su presencia y mirada no hacían más que distraerla.

Lisa (Lilith): ¿Qué tanto miras? -cuestionó.

The Devil: Que sorpresa ver que sigas aquí...

Lisa (Lilith): No debería, tú mismo lo pediste -cortante-

The Devil: ¿Un espíritu libre como tú respetando su propio encierro? -preguntó indicando que aquella era su sorpresa- Es difícil de creer.

Lisa (Lilith): -sonrió con ironía- Podríamos decir que ya estoy encerrada con esta niña, estar aquí empeora todo pero no es como si pudiera mejorar lo primero -nota que aún no se va- ¿Por qué sigues aquí?

The Devil: -mirando con curiosidad- Digamos que... sé quien eres, pero a la vez no.

La muchacha abrió levemente los ojos, mas al instante los entrecerró esperando una explicación.

The Devil: He escuchado sobre tí, leyendas... pero no de este mundo...

Lisa (Lilith): Eso no es de tu incumbencia -contestó secamente mientras él avanzaba hacia ella- Así que no te metas.

The Devil: -suspira- ¿qué tal si dejas de ser tan fría? Sólo quiero conversar contigo  -añadió mientras movía su cola-

Viendo que esa visita del diablo duraría para un rato más, Lilith se intentó olvidar de su intento de escape por el momento y se resignó a la presencia del contrario.

Lisa (Lilith): ¿Por qué tanto interés en hablar?

The Devil: Las leyendas que sé sobre ti, en absolutamente todas te muestras como una demonio en busca de la libertad -explicó- Te rebelaste contra tu propio creador y fuiste castigada, todo por querer ser libre.

Lisa (Lilith): ¿Y eso qué...?

The Devil: ¿De verdad esperas que me crea que aceptarás como una buena niña vivir como prisionera en un cuerpo que no te pertenece?

Antes de poder responder, la demonio apartó la mirada finalmente entendiendo el rumbo de la conversación.

Lisa (Lilith): No -respondió finalmente- No quiero, ni pienso, seguir en el cuerpo de esta mocosa.

El diablo no podía esperar una respuesta honesta distinta de su parte, de modo que no se mostró sorprendido.

Lisa (Lilith): -pensando nuevamente en sus planes- Ahora que lo pienso... tú sabes mucho, ¿no? -sonriendo- Leyendas, hechizos...

The Devil: Se mucho acerca de muchas cosas -también esboza una sonrisa- ¿Por qué? -vuelve a acercarse- ¿Necesitas algo de mi?

Lisa (Lilith): Puede que así sea. Un hechizo - pidió - Algo que me permita separarme de la chica

El diablo esta vez sí se sorprendió por lo pedido y finalmente rió.

The Devil: Vaya, ¿quién lo diría? La gran Lilith pidiendole favores al diablo -murmuró aún entre pequeñas risas- Siento decirte que no conosco nada por el estilo.

El rostro de Lilith pareció molestarse, pero trataba de no pensar en ello, si de verdad no lo sabía entonces no había nada que hacer, enojarse no ayudaría.

Lisa (Lilith): ¿De verdad no conoces ninguno? Aunque sea una posibilidad o... algo incierto -intentó por ese lado.

The Devil: Realmente no conosco -nuevamente pensativo, movía su cola de lado a lado mientras pensaba- Aunque... ¿por qué te importa tanto ahora? Antes no parecías tan interesada.

Lisa (Lilith): Tú me conoces ¿no? ‐cuestionó sonriéndole- Tú mismo lo dijiste; lo único que quiero es la libertad. Mi destino es ser libre, nada cambiará eso.

Aquel demonio vio en esos ojos un resplandor de valor y rebeldía, si, entonces era la auténtica Lilith.

Hubieran seguido hablando de no ser por aquel dado que se entrometio, abriendo la puerta con algo de brusquedad.

King Dice: ¡LISA! -la vio, pero para su sorpresa, esa no era Lisa.

Lisa (Lilith): -voltea a verlo- ah, eres tú...

The Devil: se puede saber...¡¿Por qué interrumpes?! -grito muy enojado y casi echando llamas.

King Dice: un momento, entonces  ella es?....debo hablar con Lisa, porfavor!

Lisa (Lilith): me temo que no será posible...

The Devil: Dice....-ya harto de que Dice siga jugando a qué está demasiado interesado y embobado con la chica- vete....

King Dice:....-entendia que por ahora no podía verla así que solo dijo lo siguiente- si vuelve a ser ella misma...por favor díganle que... lo lamento ...-dicho esto se fue, algo resignado y ya entendiendo a qué se refería Wurzel.