*Mientras tanto en aquel casino*

El rey dado, por más que quisiera volver a salir, se veía retenido por el servicio constante que tenía durante el día y noche. Aunque parecía disfrutar haciendo apuestas y ganando dinero de la manera más ruin posible, lo distraía de todo su dilema interno.

En cuanto a sus pensamientos hacia cierta chica, que repetidas veces a logrado sacar una faceta de el que desconocía completamente, dejo poco a poco de pensar en ella. Gracias a su prescencia, su relación de jefe a mano derecha que tenía el diablo con él, empeoró considerablemente.

Claro que, la vida que llevaba era la que había elegido. Pero....¿Vale la pena? El mismo diablo a veces lo trataba como si no fuese nada en la vida.

En cambio

Lisa es amiga de todos, no importa su origen, ni de dónde viene, siempre le hallará la forma de hallar paz en esos corazones.

Entonces...

¿Que debe elegir?

Mientras el dado seguía en sus pensamientos, cierto joven arrogante y muy irritante se sentaba a su lado.

Wurzel: -con una sonrisa burlona- ¡Un coñac! -le decía al cantinero y volteo a ver al cabeza de dado- Oye seis caras, ya visitaste Plutón?~

King Dice: -dejo sus pensamientos y lo vio algo enojado- y ahora que quieres?...-toma algo de su copa de cóctel de fresa-

Wurzel: -recibe su coñac y lo toma de un sorbo, en el cual acabo todo- ¡Otro! -luego lo miro- nada~ tan solo quiero saber...crees que no se acerca de tus encuentros con la mocosa?

King Dice:...igual, el ya lo sabe. Que más quieres?

Wurzel: y de eso, pude deducir que sientes atracción por la mocosa. Estoy en lo cierto o no?...

King Dice:...me da igual, ya no es de mis prioridades....-voltea la vista hacia otro lado-

Wurzel: ohh, así que no lo niegas...interesante...-recibe su coñac y de un trago se lo acaba todo- ten en cuenta que en algún momento voy a matarla...así que reordena tus prioridades no crees? -dice para luego irse-

King Dice:....reordenar mis prioridades, eh?...-solto una sonrisa muy enorme con sus ojos teniendo un destello verde-

*Y mientras tanto*

Lisa, Cuphead y Mugman, buscaban por las islas, alguna que otra pista. Algún paradero, cualquier avistamiento. No se detendrían hasta hallar pistas.

O...bueno...eso creían...que no se detendrían...

En los puertos de la tercera isla, un reloj con un ropaje azul, estaba buscando a unos tal hermanos taza. Se detuvieron un momento para ver qué era lo que quería.

Para la suerte de ambos, este barquero buscaba a Cuphead y Mugman para decirles que el legendario cáliz los estaba esperando en la isla tintero IV

Lisa: ¿Isla tintero IV?

Cuphead y Mugman: ¿Legendario cáliz?

???: Se que son muchas dudas pero ella me dijo que tenía que decirles algo muy importante.

Cuphead: pero...tenemos que ayudar a Lisa...

Lisa: -se agacha- oigan ...

Cuphead y Mugman: -la ven-

Lisa: vayan a verla, descuiden, puedo hallar pistas por mientras -sonrie para darles más confianza-

Ambos hermanos ascienten, aún medio inseguros, pero la aventura los aguarda, y no tardaron en subir al bote.

Confiaron en que Lisa pueda encontrar la espada para mantenerse a salvo. Y con esa confianza, se fueron.

La joven no pudo evitar sentir ese sentimiento. El mismo de ese día en el cual, ellos tuvieron que recolectar almas para el díablo.

Ese sentimiento acaso es un augurio?...