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XXV. Alianza forzada

Courtney

Era nuestro primer Miércoles Cheer.

¿Qué era exactamente un Miércoles Cheer?

Regla número dos de las animadoras, todos los miércoles debíamos vestir el uniforme porque teníamos ensayos, almorzábamos en Sweet and Fresh y básicamente no sería un Miércoles Cheer sin la parte Cheer. Llevábamos 2 miércoles en el equipo pero con los acontecimientos ocurridos con V no habíamos tenido uno como ese.

Y a pesar de estar en el equipo no estábamos realmente en él; por lo que solo cinco chicas —incluidas Verónica, Emma y Rachel—, eran las únicas que llevaban el uniforme puesto, por lo que las demás sólo llevábamos ropa deportiva.

¿Qué clase de estupideces podía hacer Verónica en un día así?

Verónica aplaudió 2 veces, llamando la atención de todas en el gimnasio.

— ¡Okey chicas! —exclamó—. Han pasado un par de semanas desde que fueron seleccionadas como aspirantes a animadoras y no han tenido una iniciación como tal.

— ¿Pensaron que serían la excepción de una novatada? —cuestionó Emma, cruzándose de brazos y posicionándose junto a Verónica.

—Déjenme decirles que no es así —aclaró Rachel.

Emma, Rachel y Verónica tenían el mismo listón turquesa sujetando sus colas de caballo, esta última tenía la nariz vendada por el incidente del día anterior mientras jugaba voleibol.

—Prepárense perras, porque este fin de semana tendremos la iniciación —informó Verónica—. Este sábado por la noche lo pasaremos en la cabaña de mi familia en Rosefield Lake.

—Y sólo si sobreviven la noche formarán parte del West Coast Cheer —dijo Emma con cierto tono tétrico.

Las aspirantes miraron a las chicas incrédulas y algo horrorizadas, mientras que Sabrina y yo compartíamos miradas de "¿Qué demonios?"

Rachel blanqueó los ojos—. No sean tan crédulas, nadie morirá.

—Si pasan todas las novatadas lograrán ser miembros de las animadoras —aclaró Verónica.

Todas las aspirantes no lograron ocultar su emoción, por lo que saltaban y aplaudían con muchísimo ánimo.

— ¡Ya! —Ordenó Verónica—. Espero que esta actitud de perdedoras la dejen atrás cuando sean admitidas, sólo las hace ver patéticas.

—Recuerden lo que dijimos referente a con quién se relacionan —recalcó Rachel—. Esta semana más que nunca las hemos estado observando, y hemos notado a un par que siguen juntándose con raritos.

—Hasta ahora se lo perdonaremos— dijo Emma—. Pero cuando comiencen a vestir el uniforme de las West Coast Cheer será motivo de expulsión inmediata.

—Como sea, comencemos con las prácticas —ordenó Verónica—. Hoy por primera vez harán cardio, así que comenzarán con 10 minutos de trote aquí —añadió, mirándonos expectantes—. ¡Ahora perras! —sentenció, por lo que las aspirantes comenzamos a trotar.

—Así que pasaremos el sábado por la noche en la cabaña familiar —dije con fuertes respiraciones debido al trote a Sabrina, quien me seguía el paso a mi lado.

—Así parece —respondió ella con respiración cortada—. Y eso de sobrevivir la noche me sonó muy macabro.

—Al menos si intenta hacernos daño cuento contigo —dije—. ¿Qué fue eso de ayer?

—Solo dije lo que todos pensamos —se excusó Sabrina—. Si vamos a estar durante tres meses en este maldito pueblo siendo torturados por V, lo mínimo que debemos obtener es algo dinero por tanto cargo de consciencia.

Me fijé en que no nos estaban prestando atención, por lo que hice una seña a Sabrina y ambas fingíamos que estábamos trotando.

—Por lo menos Louis la hizo entrar en razón anoche y hablará hoy con Patrick sobre el asunto de Altamira's Group —explicó Courtney, quedando reflexiva durante un par de segundos—. Sabes que estuve pensando, y todo esto ha sido difícil tanto para ella como para nosotros... Debe ser feo enterarse de que tu novio te engaña con tu mejor amigo, y te engañó con alguien mayor.

Sabrina asintió en respuesta—. Aun así creo que Verónica es V, ¿No te das cuenta que solo ha hecho cosas a su favor?

—Explícate mejor.

—Alberto abusó de ella y V lo mató, Adam vio a V y también lo mató —relató Sabrina, contabilizando con sus dedos cada uno de los hechos—. Patrick le fue infiel y V expuso su sexualidad delante de medio pueblo, y ahora la ayuda para que recuperemos el control de la empresa —Sabrina quedó pensativa durante un par de segundos—. Ah, sin olvidar que estás usando esos guantes a causa de V.

—Olvidas algo Sherlock —cuestioné—. Aunque yo amaría que Verónica resultara siendo V para poder romperle la cara, ella estaba todo el tiempo con nosotros, y los mensajes la han afectado también.

—Tú olvidas algo Watson —cuestionó Sabrina—. Ella ha dicho mil veces que tomó clases de actuación. Además, ¿Y si ella no es la mano ejecutora sino el cerebro de la operación?

—Si así fuera, ¿A quién propones como su cómplice?

— ¿Qué dices de su séquito de fieles? —Insinuó Sabrina—. Empecemos con Jayden.

—No creo que él que sea un homicida, es un buen chico —lo defendí.

—Algo me dice que está enamorado de Verónica —señaló Sabrina.

— ¡No seas estúpida! —Espeté, deteniéndome en mi sitio y tomándola con fuerza del brazo—. Jayden no siente nada por esa perra, que te quede claro.

Sabrina se zafó de mi agarre—. ¿Por qué te molestas tanto? —inquirió ella—. Pareciera que a ti te gustara Jayden.

— ¿Gustarme Jayden? —cuestioné—. Si ni siquiera nos dirigimos la palabra.

Sabrina blanqueó sus ojos y negó con la cabeza—. No soy estúpida Courtney, ¿Crees que no los vi jugueteando el viernes en El High?

Niégalo todo.

—Nos-nosotros no est-estábamos haciendo ta-tal cosa —balbuceé, intentando controlar mis nervios—. Definitivamente los pocos shots que tomaste te afectaron el cerebro.

—Como sea, ¿Qué me dices de Emma? —insinuó Sabrina, cambiando de tema.

Le agradecí a Dios internamente porque ella no siguió haciendo preguntas referentes a Jayden.

— ¿Emma? —Cuestioné, a lo que Sabrina asintió con la cabeza—. No lo sé, la persona que me atacó el domingo era pesada, y sin duda tenía fuerza.

— ¿Estás diciendo que Emma no tiene fuerza para atacarte? —cuestionó Sabrina.

—Definitivamente creo que son dos personas, y ambas no pueden ser chicas, y si Verónica es el cerebro, un hombre es la fuerza.

—Esos nos deja a Michael —concluyó Sabrina.

—No creo que él sea capaz de matar a alguien —cuestioné.

—Lo que me hace volver a Jayden —repitió Sabrina, y al notar mi molestia quedó en silencio unos instantes—. Quienquiera que sea V tenemos que hallar la forma de llamar su atención para que se reúna con nosotros.

***

— ¿Pusiste el seguro bien? —pregunté a Jayden.

Nos encontrábamos en los vestidores de chicos del West Coast, Ya era nuestro sitio habitual de encuentros; Jayden me agarró de la muñeca derecha y me jaló hacia su cuerpo.

—Sabes que siempre soy precavido —dijo, colocando mi espalda contra un casillero para besarme.

Sonreí en sus labios—. ¿Te aseguraste de que no hubiera nadie aquí adentro? —cuestioné, para volver a besarlo.

Jayden se separó abruptamente de mí—. ¿Por qué tanto cuidado? Creí que el chiste de hacerlo en lugares públicos es correr el riesgo de ser atrapados.

Quería contarle acerca de que habíamos sido filmados una vez, pero sabía que si lo hacía preguntaría que cómo lo sabía, y si le contaba acerca de V su vida podría correr peligro, y eso era algo que no me perdonaría a mí misma.

Por otra parte...

¿Qué hay si Sabrina tenía razón y Verónica era el cerebro y Jayden era su ayudante?

Me refiero...

¿Qué ocurriría si ese par eran V?

Después de todo, se supone que nadie más que Jayden y yo sabíamos que estaríamos en los vestidores aquel día, y V—en este caso, Verónica—, estaba en el mismo espacio que nosotros y nos fotografió.

¿Por qué no atacarnos teniendo una oportunidad perfecta como lo hizo conmigo en la villa?

Jayden besaba mi cuello mientras deslizaba su mano debajo de mi camisa—. Para, por favor —le pedí.

Él se despegó y me miró incrédulo—. ¿Disculpa?

—No me siento cómoda Jayden, ¿Por qué tenemos que ocultarnos? —pregunté, cruzándome de brazos.

Jayden volvió a besarme—. ¿A qué te refieres con ocultarnos? —preguntó entre besos.

Lo aparté de mí y miré a mí alrededor, haciendo que siguiera mi mirada—. Esto Jayden, ¿Por qué no podemos salir como las personas normales?

— ¿Salir? —Cuestionó él, frunciendo el ceño—. Pensé que te gustaba así.

— ¿Eres pendejo o qué? A ninguna chica le gusta que la tengan escondida.

—Pero tú y yo no nos escondemos —repuso él, por lo que blanqueé los ojos y fruncí los labios—. ¿No has escuchado que lo que se cuenta se daña?

—Puedo ser todo Jayden, pero no soy un rato —aclaré— Así que hasta que decidas qué demonios quieres conmigo, sabes dónde encontrarme —añadí, dando unos cortos pasos hacia la puerta.

Jayden me agarró la muñeca izquierda, por lo que solté un quejido de dolor debido a mi reciente herida—. ¿Qué pasó? —inquirió él, observando con detenimiento mis guantes.

—Nada —afirmé, negando con la cabeza—. ¿Qué ibas a decirme?

— ¿Te irás sin al menos echarme una mano? —preguntó, señalando a su entrepierna.

Blanqueé mis ojos en respuesta y salí de los vestidores.

***

Verónica

Estaba sentada con los chicos en el comedor del West Coast en la mesa que siempre usaban, pues se había vuelto su sitio habitual por así decirlo.

—Te vimos Veroniquita —insistió Courtney—. Anoche quedamos en que lo harías y no haz movido ni un dedo por hablar con Patrick.

Blanqueé mis ojos ante la insistencia de Courtney—. ¿Te puedes calmar? No es tan fácil para mí hacer esto.

— ¿Pero si te fue fácil fingir que aún eras novia de Patrick? —cuestionó Joey.

—Ese no es su problema —ataqué—. Y si lo hice fue por la amenaza.

—Qué curioso que V te haya ayudado a escapar de esa relación —dijo Courtney con ironía.

—Las cosas de frente, cariño —dije, intentando que dejara los rodeos.

V ha barrido el piso por donde caminas Verónica —escupió Courtney.

—Claro, lo barre, trapea, hasta lo pule —dije sarcásticamente—. Incluso rompe mi nariz.

— ¡¿Qué?! —espetaron todos al unísono.

Asentí en respuesta—. Ayer en el baño de mi habitación en la clínica había un mensaje de V escrito con sangre en el espejo.

—Muéstranos, porque me imagino que le tomaste una fotografía —dijo Courtney, a lo que negué con la cabeza en respuesta—. ¿Pretendes que te creamos sin ninguna prueba?

—No le tomé una fotografía, pero el mensaje se me grabó en mi memoria —expliqué—. Decía "Esta vez fue la nariz, la próxima será una pierna" seguido de su tétrica firma.

— ¿Quién te golpeó con el balón? —preguntó Courtney.

—Creo que se apellidaba Quintino o algo así —expliqué—. Y por lo que sé lo expulsaron durante una semana.

— ¿No fue ese el mismo que expulsaron lo que quedaba del año de la clase de Miller por meterse con Sabrina? —inquirió Joey.

—Tal vez, no lo sé —divagué—. No estoy del todo segura.

—Tenemos que investigar sobre eso —sugirió Matthew—. Porque si V te envió ese mensaje quiere decir que el golpe no fue accidental, y que él, ella o quienquiera que esté tras nosotros está detrás del remate que recibiste en el rostro.

— ¿Qué quieres decir? —cuestioné.

— ¿Y si ese tal Quintino sabe la identidad de V? —Insinuó Matthew—. Porque si V te dijo eso es porque tal vez habló con Quintino para que lo hiciera.

—Buen punto —concordó Sabrina—. También pudo hacerlo por lo despreciable que eres, pero no descartemos que tal vez él tuvo contacto con V.

—Luego averiguamos eso —dijo Courtney—. Debemos de enfocarnos en nuestro objetivo de hoy, así que ve de una vez y acaba con esto Verónica.

— ¡Bien! —accedí finalmente, levantándome con brusquedad de la mesa.

Miré mi celular y me dispuse a caminar hacia a Patrick, quien estaba sentado con Nolan en la misma mesa que el otro día.

— ¡Hmm.hmm! —aclaré mi garganta, captando la atención de ambos.

— ¿Qué mierda quieres Verónica? —atacó Patrick.

—Sé que no soy santa de tu devoción —aclaré—. Pero créeme que a ti te conviene hablar conmigo. ¿Puedes darnos unos minutos a solas Nolan?

— ¿Por qué debería de hacerlo? —cuestionó él.

—Ya me quitaste a mi novio Nolan, y créeme que no lo quiero de regreso.

Él hizo un mueca con su rostro y finalmente se marchó, y cuando estaba lo suficientemente lejos de nosotros volví a pronunciar palabra.

— ¿Tienes una respuesta a mi propuesta?

—Sigue siendo la misma Verónica —respondió Patrick—. Un gran, monosílabo y rotundo no.

—No me dejas más opción Patrick —dije, desbloqueando mi celular y buscando el vídeo en mi galería— Sabía que me fuiste infiel con Nolan, pero jamás creí que también lo hayas hecho con tu psicólogo —añadí, entregándole el teléfono.

Patrick miró con asombro la pantalla de mi celular.

— ¿De dó-dónde has sa-sacado e-esto? —balbuceó, intentando ocultar su claro nerviosismo.

Él comenzó a teclear cosas en mi celular.

—Si quieres bórralo, hay más de donde salió ese —lo tenté, por lo que me regresó nuevamente el teléfono—. Si tu padre reaccionó así con lo de Nolan, no quiero imaginar cómo reaccionará a su hijo que es casi un actor porno.

—No serías capaz Verónica —dijo él en tono de súplica.

—Cariño, ya te expuse delante de todos —mentí—. ¿Realmente crees que me importa lo que suceda después de que este vídeo salga a la luz?

Patrick me miró con temor e incredulidad—. No.

—Exacto, pero a ti sí. Porque si esto sale a la luz tu vida se hunde más, y la carrera de tu psicólogo también, aunque es un abusador de menores y se lo merece.

—Escúchame, en ese vídeo no pasó nada que yo no haya querido —aclaró Patrick.

Lo miré asqueada—. Haré como si no escuché eso para que podamos seguir hablando... Como te seguía diciendo, esto te conviene a ti Patrick: tus padres te dieron la espalda y están cometiendo un crimen, ¿No crees que merezcan ir a prisión?

—Son mis padres —murmuró él.

—Pero son malas personas —insistí—. Escucha, si quieres saber qué pasará contigo después de todo esto puedes venir a mi casa después de clases, Evan nos asesorará con todo esto.

Patrick se quedó reflexivo durante un par de segundos—. Lo voy a pensar Verónica —dijo finalmente.

—Pues piénsalo rápido, porque mi paciencia se agota —sentencié, levantándome de la mesa para abandonar el lugar.

***

—Me parece bien que hayas decidido por tu futuro Patrick —felicité, dándole un par de palmadas en los hombros—. Ya conoces a Evan, él nos representará en todo esto.

Esa misma tarde Patrick fue a mi casa accediendo al trato que habíamos acordado temprano, por lo que llamé a Evan para que hablara con él y le explicase mejor todo el proceso que íbamos a atravesar.

Estábamos en la biblioteca de la villa, donde era el despacho de Alberto; luego de dar un par de vueltas por el lugar me quedé de pie detrás de Evan, quien estaba sentado en el escritorio de frente a Patrick.

—Siento la situación por la que estás atravesando Patrick —dijo Evan, con tono condescendiente—. Verónica me platico un poco, y me parece triste que te tengas que enfrentar a tus padres. Pero recuerda siempre que están cometiendo un delito y merecen ser penalizados.

Patrick asintió lentamente en respuesta—. Lo sé, la familia de Verónica no merece que mis padres los roben.

—Me parece increíble de tu parte poner a la familia de tu ex por sobre tu familia —admitió Evan—. No muchos se pondrían en tu lugar.

—Que puedo decir, me llevo muy bien con Verónica —dijo, intentando ocultar su incomodidad—. Además, como le dije antes, nadie merece que mis padres los roben.

—Bueno Patrick, antes de comenzar a hablar legalmente, te preguntaré algunas cosas y tú me las responderás, ¿Te parece? —Patrick asintió en respuesta—. Bien, ¿Tus padres te dieron cualquier tipo de poder en su compañía? ¿Firmabas algún documento o algo por el estilo?

Patrick asintió repetidas veces—. Me han hecho firmar un par de papeles de la empresa, y por lo que tengo entendido podría ejercer poder en ella cuando cumpliera la mayoría de edad.

—Perfecto —dijo Evan—. Otra pregunta, ¿Tienes acceso a la caja fuerte donde estaban estos papeles? —Patrick asintió en respuesta—. ¿Tus padres saben que tienes acceso a esa caja?

—Sí —volvió a afirmar Patrick—. Ellos mismos me dieron la combinación.

— ¿Tus padres saben que los documentos fueron entregados a mi cliente?

—Creo que es obvio que no —dijo Patrick.

—Okey, lo importante aquí es que tú tienes poder sobre ellos, porque por lo que vi tu firma también está escrita en estos documentos, así que será un poco más fácil avalarlos delante de un juzgado. En consecuencia de esto tus padres estarían siendo demandados, por no extenderme demasiado, bajo el cargo de falsificación de documentos —explicó Evan.

—Mi firma está en estos documentos, ¿También sucederá algo conmigo? —cuestionó Patrick.

—Voy a encargarme de que no sea así —afirmó Evan—. Tú tienes poder en la empresa, pero no estabas consciente de los actos ilícitos que allí ocurren.

— ¿A cuánto tiempo de cárcel se están enfrentando mis padres?

—Hasta ahora se estamos hablando entre dieciséis meses a tres años de cárcel, una multa por diez mil dólares, cinco años de libertad condicional, servicio comunitario y restitución —explicó Evan.

— ¿Hasta ahora? —cuestionó Patrick.

—Hijo, no voy a mentirte. Durante este proceso tus padres serán sometidos a investigaciones, y los vinculan con algún otro delito todo lo que te dije podría prolongarse —aclaró Evan—. Por eso te repetiré esta pregunta, ¿Realmente quieres enfrentarte a tus padres?

Patrick estaba nervioso y me miraba con una expresión llena de duda, por lo que desbloquee mi teléfono y le mostré la pantalla por sobre el hombro de Evan, en la cual mostraba el vídeo con el que lo había chantajeado.

Él cerró fuerte sus ojos y bufó, luego asintió con la cabeza—. Estoy más que seguro.

—Entonces hablaré con un juez conocido y le comentaré del caso para que lo lleve —anunció Evan, levantándose de la silla—. Quiero que sepas Patrick que siempre serás un testigo anónimo, hasta el momento en que se te llame a declarar ante el juzgado.

—Estoy de acuerdo —accedió Patrick.

Evan agarró su maletín y caminó hasta la puerta—. Cuando tenga avances los llamaré de inmediato —concluyó antes de salir de la biblioteca, cerrando la puerta a sus espaldas.

—Así me gusta Patrick, flojito y cooperando —dije, con tono irónico—. ¿Quieres una copia del vídeo? Antes de que lo borre.

—Bórralo y ya —escupió él.

Miré la pantalla de mi celular y luego pasé mis ojos a Patrick—. ¿Sabes qué? Mejor no.

— ¡¿Qué?! —gritó él, desconcertado.

—Lo tendré como un seguro, en caso de que te arrepientas de ayudarme —dije, inclinándome hacia delante hasta que mi nariz vendada rozó la de él—. Para que siempre tengas claro que estás en mis manos Patrick —añadí, con tono amenazante.

Patrick se levantó del sillón con brusquedad, por lo que subí mi mirada; aún estábamos lo suficientemente cerca como para que nuestras respiraciones se fundieran en una sola.

—Eres una perra despreciable —dijo con desdén, clavando sus azules ojos en mí.

— ¿No se siente tan bien estar del otro lado verdad? —cuestioné, negando con la cabeza.

— ¿A qué te refieres? —cuestionó él.

—Hiciste de mi semana un infierno Patrick, amenazaste con divulgar mi abuso y ahora estás aquí. Rogándome porque no revele tu vídeo sexual con tu psicólogo. Pagarás el golpe que me diste, la semana infernal que me hiciste vivir... Vas a pagar por cada maldito segundo en que me hiciste sentir insegura de mi misma.

Alguien tocó a la puerta, por lo que ordené que pasaran.

—Ya el uber del señor Ray está afuera —informó Martha.

—Enseguida sale —anuncié, por lo que Martha salió de la biblioteca, dejando la puerta abierta—. Ahora vete Patrick, me das asco.

***

GLOSARIO.

Sherlock: es un detective privado de ficción creado en 1887 por el escritor británico Sir Arthur Conan Doyle. Es un personaje inglés de finales del siglo XIX que destaca por su inteligencia, su hábil uso de la observación y el razonamiento deductivo para resolver casos difíciles.

Watson: es un personaje ficticio que acompaña y asiste a Sherlock Holmes en gran parte de sus aventuras. Ambos personajes fueron creados por Arthur Conan Doyle y aparecieron por primera vez en la novela Estudio en escarlata, publicada por Conan Doyle en 1887, siendo esta novela la primera obra del canon holmesiano.

Uber: es una empresa estadounidense que proporciona a sus clientes a nivel internacional vehículos de transporte con conductor (VTC), a través de su software de aplicación móvil (app),2​ que conecta los pasajeros con los conductores de vehículos registrados en su servicio, los cuales ofrecen un servicio de transporte a particulares.

***

NOTA DE AUTOR.

¡ACTUALIZACIÓN A TIEMPO!

OMG, IS THAT POSSIBLE?

Esta es mi manera de disculparme por todas las veces que he actualizado un poco tarde, y por sobre todo por no haber cumplido del todo mi promesa al salir de vacaciones. 

But guess what, i'm a human too

Y también tengo otras ocupaciones además de mis estudios, espero que hayan disfrutado el capítulo y les agradezco su paciencia, amor y cariño hacia esta historia.

Los amo.

Son increíbles y se merecen el mundo entero.

Nos leemos luego.

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