EPÍLOGO.
Tráiler del epílogo.
***
TIPO DE NARRADOR: OMNISCIENTE.
Courtney soltó una pequeña carcajada incrédula por lo que sus ojos estaban viendo, mientras tenía el arma firmemente sujetada apuntando hacia la persona de pie frente a ella.
—Es imposible que hayas sido tan estúpida, caíste en nuestro maldito juego —dijo Courtney—. ¿Debo seguir llamándote por tu nombre o debo decirte V?
— ¿De qué mierda estás hablando Courtney? —Cuestionó Verónica—. ¿Qué haces aquí?
— ¡Puedes dejar ya de fingir! —gritó ella—. Tú asististe a clases de actuación, pero nosotros nos llevamos el puto Oscar.
Al pronunciar estas palabras Louis, Sabrina, Matthew y Joey Altamira salieron de entre los árboles, encendiendo la linterna de sus celulares.
— ¿Qu-Qué están ha-haciendo? —Balbuceó Verónica, lágrimas corriendo por su rostro—. ¿No-no ven que me está apuntando con un arma? ¡Quiere matarme!
— ¡No finjas más Verónica! —Espetó Matthew—. Ya sabemos que tú eres V.
— ¿Se están drogando con la misma cosa o qué mierda tienen en la cabeza? —cuestionó Verónica.
Esta última retrocedió un par de pasos hacia atrás tropezándose con el cuerpo que yacía tras ella. Courtney apuntó hacia la persona que estaba tirada en el suelo
— ¡Ho-ly-shit! —exclamaron todos al unísono.
—Es... Es Rachel —murmuró Sabrina, llevando una mano a su boca por la impresión. Una lágrima se deslizaba por su mejilla.
—Es-está... —balbuceó Matthew, contemplando la sangre que manchaba su uniforme de animadora.
—Muerta —completó Joey su frase, mientras miraba que el pecho de Rachel no se movía.
Courtney volvió a apuntar a Verónica—. ¡¿Qué mierda le hiciste psicópata?!
Verónica estalló en lágrimas—. ¡Yo no hice nada! —Insistió, luciendo realmente aterrada—. Ella estaba así cuando llegué aquí.
Verónica estiró sus brazos y con ambas manos trataba de que las cegadoras luces de las linternas no llegaran a su rostro.
— ¿Cómo quieres que te creamos Verónica? —cuestionó Courtney, sus ojos destellaban furia.
— ¡¿Ustedes por qué no me apoyan?! —Gritó Verónica, levantándose del pasto y retrocediendo unos cuantos pasos—. ¿No estaban peleados con ella?
Sus primos caminaron unos pocos pasos hacia adelante—. ¡Sorpresa! Todo fue una obra teatral —anunció Courtney, aún con el arma apuntando a Verónica—. Queríamos llamar la atención de V, corrección, tu atención para que algo como esto pasara primita.
— ¡Yo no soy V! —recalcó Verónica por milésima vez, mientras se alejaba lentamente de ellos—. ¿Enloquecieron o qué?
Sus primos siguieron caminando hacia adelante—. ¡Deja de fingir por una vez en tu vida! —gritó Sabrina.
— ¿Tú diciéndome a mí que deje de fingir? —Cuestionó Verónica—. ¿Se te olvidó que pasaste la noche en una celda porque te pusiste algo robado y después V divulgó que tu vida privada no era más que una farsa?
— ¡Deja de hablar de ti misma en tercera persona V! —demandó Matthew.
— ¡Yo no soy V! —gritó Verónica, llevando ambas manos a su cabello y apretándolo como gesto de frustración.
— ¿En serio piensas que te vamos a creer? —Cuestionó Joey—. Todo lo que hace V es de alguna u otra forma a tu favor Verónica.
—Vas a pagar caro todo el infierno que nos has hecho vivir estas dos semanas —dijo Louis—. Pagarás por cada persona que mataste.
— ¡Yo no maté a nadie! —dijo Verónica rompiendo nuevamente en llanto. Respiró hondo y pasó su mano derecha por todo su rostro—. ¡¿Por qué mierda no me creen?!
Verónica contrajo sus labios y miró al cielo.
— ¿Cómo quieres que creamos en ti después de todo el daño que nos has hecho Verónica? —cuestionó Sabrina, la rabia se notaba en su forma de hablar.
— ¿Cómo quieres que confiemos en ti? —Dijo Matthew—. Todo lo que V ha hecho te beneficia a ti. Primero mató a tu violador y después al chico que te derramó café encima, que además sabía quién pudo haber matado a Alberto.
— ¡Yo le pagué a Adam para que me dijera quien mató a Alberto! —Exclamó Verónica entre lágrimas—. ¿O acaso olvidaron que me vieron pagándole por algo que nunca supimos?
—Te vimos pagándole, pero no sabemos si era para que guardara silencio —aclaró Joey—. ¿Qué nos consta a nosotros que era para que te lo dijera?
—Literalmente es tu palabra contra la tuya, y no confiamos en ti —dijo Louis.
—Tu ex novio te engañó con su mejor amigo, te golpeó y V también se deshizo de él por ti, con un vídeo que ¡Oh sorpresa! Tú editaste —continuó Matthew, explicando sus razones para creer que Verónica era el rostro oculto detrás de los mensajes—. Si bien no lo mató lo expuso frente a toda su familia, que es básicamente lo mismo.
Verónica caminó unos pasos hacia atrás, sus primos siguiéndole el paso. La brisa se tornó fuerte, fría y constante acompañada de truenos y relámpagos. Tal parecía que comenzaría a llover.
—No hay persona que me soporte menos en la villa que tú Verónica —dijo Courtney—. Por eso me pusiste en una situación en la que tenía que elegir a alguien más. Y a pesar de que no lo hice decidiste actuar para que así lo pareciera y los chicos me odiaran tanto como tú, pero no te bastó con eso porque también intentaste deshacerte de mí.
—Hablemos de Gavin, a quien mataste anoche —dijo Joey—. Te rompió la nariz accidentalmente y pagó con su vida.
— ¡V lo mandó a romperme la nariz! —Insistió Verónica—. ¿Olvidan el mensaje que me dejó escrito en el espejo del baño de la clínica?
—Un mensaje que sólo tú viste y no tienes pruebas —aclaró Louis—. Así que deja de insistir y coopera, porque esta noche es la primera pero no la última que pasarás en prisión.
Verónica retrocedió unos pasos más, hasta que ya habían salido del bosque y se encontraban en el claro del Rosefield Lake
—Te vas a pudrir en la cárcel Verónica —escupió Sabrina.
— ¿Cómo tu padre? —Refutó ella—. No lo creo, porque yo soy inocente. Olvidan algo muy importante.
— ¿Qué Verónica? —cuestionó Joey.
—Cuando le dispararon a Alberto yo le estaba rogando porque no le quitaran la vida, cuando mataron a Adam yo estaba en la cenando con ustedes y luego todos fuimos a la villa juntos —recordó Verónica, dando pasos hacia atrás e intentando mantenerse en pie, pues sus tacones se hundían en la arena húmeda.
—Sí, pero... —murmuró Matthew.
—No he terminado —interrumpió Verónica—. En el cumpleaños de Patrick no fui yo quien le entregó el pendrive al DJ, fue Sabrina y sabrá Dios si entregaste el que te di y no lo reemplazaste por otro... O si alguien más llevo una copia de mi vídeo con algunas modificaciones.
—No trates de conven... —dijo Courtney.
—Cuando fuiste atacada yo estaba en mi habitación con los chicos —interrumpió Verónica—. V fue quien envió a Gavin a romper mi nariz; anoche cené con Ethan en su lugar de trabajo y le pagué doscientos dólares para que me dijera quien le ofreció dinero a cambio de romper mi nariz, él lucía aterrado y tenía miedo de que lo vigilasen, según lo que me dijo lo tenían bajo amenaza y por eso quedó en venir hoy a la cabaña a decirme quien le pagó, pero en lugar de eso V lo asesinó noche cuando yo estaba en la villa.
—Tienes un cómplice —insinuó Louis—. Y si no quieres decirnos quien es, sí se lo dirás a la policía.
— ¿Qué nos dices de Rachel? —Preguntó Sabrina—. Te encontramos con las manos en la masa justo en la escena del crimen.
—Ya les dije que la conseguí muerta cuando llegué —recalcó Verónica—. ¿Por qué quisiera yo matarla?
—Eso tienes que decírnoslo tú misma, V —dijo Matthew.
Verónica se frenó: miró por sobre su hombro que ya estaba en la orilla del Rosefield Lake y rompió en llanto. Un relámpago iluminó el cielo y un rayo cayó a la lejanía.
—Acorralan a la persona equivocada —dijo Verónica llorando—. Yo no soy V, tienen que creerme.
— ¿No eres V? —cuestionó Courtney.
Verónica negó con la cabeza—. ¿Hasta cuándo tengo que decirlo?
—Admítelo, eres la única que nos conocía en Rosefield cuando llegamos, al igual que eres quien a voz pública nos odia, no sé cómo te enteraste de cosas que pasaron antes de venir aquí pero lo sabes y nos chantajeas con eso, nos cargas muertos en nuestra consciencia y eso se acaba hoy. Vuelvo y repito, ¿No eres V? —Preguntó Courtney nuevamente, a lo que Verónica negó otra vez con la cabeza—. Entonces no fuiste tú la que me llamaste el jueves después de que fueras la única en levantarte de la mesa para reclutarme como tu cómplice porque no pudiste matarme, y me citaste junto al cuerpo de Rachel para verte la cara y hacernos compañeras.
— ¿También te citaron? —cuestionó Verónica.
— ¿Cómo que también? —preguntó Matthew, frunciendo el ceño.
Verónica sacó su celular de su bolsillo derecho, lo desbloqueó y se lo dio a Courtney con la bandeja de mensajes abierta en la conversación con V.
—Si quieres acabar con el juego encuéntrame, me cansé de ocultarme —leyó Courtney en voz alta—. Equis o equis o... V.
Courtney sacó su celular y comparó las coordenadas que V les envió a Verónica y a ella.
—Son las mismas —murmuró Sabrina a su derecha—. Sólo tienen quince minutos de diferencia.
Los seis celulares comenzaron a sonar, por lo que Courtney le devolvió a Verónica el suyo.
—Es de V —dijo Matthew.
De: Blocked ID
Es temporada de premios y seis malditos mimados se han llevado al premio del peor reparto.
—V.
Los seis primos se vieron entre sí y miraron a sus alrededores en busca de alguien, pero lo único que lograron encontrar fue la lluvia comenzando a caer.
—Volvamos con Rachel y pidamos ayuda —dijo Verónica, abriéndose camino entre los cinco—. Y esta me las van a pagar, porque estoy harta de que me traten de asesina —añadió, ubicando las coordenadas en el GPS de su celular.
Todos siguieron los pasos de Verónica mientras alumbraban en la oscuridad del bosque con las linternas de sus celulares, gotas de agua cayendo sobre ellos desde el cielo y los árboles. Luego de caminar durante un par de segundos Verónica se detuvo y anunció:
—Es aquí.
— ¿Estás segura? —Cuestionó Matthew—. ¿Dónde está Rachel?
—Debería de estar aquí —dijo Courtney—. Si estamos en las coordenadas que V me envió.
— ¡Rachel! —gritó Joey, poniendo sus manos alrededor de su boca.
— ¿Cómo se supone que te va a contestar una muerta? —cuestionó Matthew.
Los seis presentes se vieron entre sí e iluminaron con las linternas de sus teléfonos a sus al rededores, sin obtener ni una pista de dónde estaba Rachel.
— ¡Rachel! —gritó Courtney, imitando la acción de Joey.
— ¿Estás segura de que estaba muerta? —preguntó Louis a Verónica.
—No estaba respirando cuando llegué, y tenía su uniforme manchado de sangre.
Los seis celulares sonaron nuevamente, por lo que los seis se miraron preocupados.
—Es de V... —murmuró Verónica—. De nuevo
Todos desbloquearon sus respectivos teléfonos y leyeron sus pantallas.
De: Blocked ID
¿Olvidé mencionarles que este año en vez de un trofeo se llevarán las manos manchadas de sangre?
No pueden engañar a una persona que se sabe todos los trucos.
¡Mejor suerte la próxima!
XOXO
—V.
FIN
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