La Ciudad Goron
"Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad."
José Marti (1853-1895) Político y escritor cubano.
-Ugh... malditas bestias emplumadas. - Link estaba afuera de la casa de Impa, se notaba por su rostro, que no tuvo un buen sueño. - Maldigo mi suerte... ¿Cómo es posible que el corral de esos 7 cucos este justo atrás de la casa de Lady Impa?
-Yo dormí de maravilla... vamos Link, hay que hacer sacrificios en esta aventura. En tu caso serán tus horas de sueño.
-Ugh... las cosas que uno hace para poder lograr su meta. Es extraño que esté dispuesto a pasar por esto.
-Bueno, tú eres el que decidió hacerlo. Es más, no oí nada de dudas cuando la Princesa te pidió este favor... - Navi lo miró con seriedad, a lo que él no entendía. – Digo, la princesa no te trato tan bien al inicio y, aun así, aceptaste su petición. ¿Algo que desees decir?
-... ¿No? – No le puede decir que la razón central, es que ella le recordó a esa mujer que vio en ese sueño que tuvo. Y que... por alguna razón, quería saber más de ella.
-Agh, lo que digas. Vamos.
Link vio como su amiga se adelantaba y se le veía muy molesta por una razón que no entendía.
Y Navi tampoco lo hacía. Ella sabía que Link era de ayudar a la gente sin pedir mucho. Pero a la vez, el ver como simplemente acepto ayudar a la Princesa en lo que es esta misión que fácilmente es un suicidio, la hizo sentirse rara. No lo entiende... la verdad, no lo hace.
Recorrieron un rato la villa para poder conocer un poco el lugar. Cuando él halló el local que buscaba entró a la que era la tienda de pociones del lugar. Al hacerlo, pudo ver dos envases de dos colores con líquidos.
-Bienvenidos a la tienda de pociones de la Aldea Kakariko.... oh...un niño.... ¿En que te puedo ayudar pequeño? - El hombre que era el vendedor miró con asombro a Link, pero un cliente era un cliente.
-Buenos días.... ehm... quiero comprar una poción.
-Claro. ¿Cuál deseas? La poción roja sirve para curar heridas y la poción verde recupera la fatiga, te advierto que necesitas un recipiente para que pueda darte la poción.
-Si. - Link puso las dos botellas de vidrio en el mostrador. - Llene ambas botellas con poción roja por favor.
-Muy bien. - el hombro tomo con una cuchara el líquido rojo y empezó a llenar las botellas. Al llenarlas, las cerró y se las dio al joven. - Listo, por ambas botellas son 40 rupias. - Link asintió y saco 2 rupias rojas y se las dio al vendedor. - Gracias por su compra. Pero te recomiendo que no bebas más de una cada tres días.
-¿Eh? ¿Por qué? – Link le veía lo raro a lo que el hombre le decía. ¿No era que las pociones ayudan a curar las heridas?
-Porque las pociones solo aceleran la regeneración que el cuerpo hace niño. Es decir, hace trabajar el organismo a toda potencia para curarte rápido. Luego de eso, debes de descansar unos días y comer mucho, para recuperar lo perdido. Créeme, ha habido casos en los que uno al beberlas, se vuelve adicto tras no sanar como esperó.
-Oh... Gracias por la información. – Link sonrió algo asustado, pero agradecía el gesto y mucho.
Link guardo ambas botellas en su alforja y salió del lugar, observo el molino que estaba ahí con interés.... tal vez otro día le dé una mejor visita. Subió las escaleras y vio al guardia que vigilaba la reja.
-Disculpe....
-¿Hm? ¿Qué pasa niño? - El guardia miro con sospecha a Link, era raro ver a alguien cerca a este lugar.
-Deseo ir a la Montaña de la Muerte.
-¿¡Tú!? ¿¡A la montaña!? Jajajaja... que buena broma. Lo lamento pequeño, pero solo puedo abrir esta reja con el consentimiento de la familia Real.
Link frunció el ceño... sabía que entrar no iba a ser fácil, pero jamás pensó que necesitaría el permiso de alguien de la familia Real para poder pasar...
En eso recordó algo, busco en su alforja y al encontrarla se la mostró al guardia.
-¿Y esto? ¿Una carta de la princesa? - el guardia abrió la carta y leyó su contenido. - Este es Link, está bajo mis órdenes en una misión para salvar Hyrule.... jajaja ahora que clase de juego se inventó la princesa.
-No es un juego. - ha Link no le agrado que el guardia menosprecie a Zelda. Más al ver como ella se estaba tomando esto muy en serio.
-Si...yo también dudo que la princesa juegue con estas cosas, pero el rey ordeno no obedecer ninguna de las peticiones de la princesa.
-¿¡Ah!? ¿¡Y eso por qué!?
-Porque según él, su hija está en una fase de rebeldía.... en serio, parece que hay problemas hasta dentro de las mejores familias. - Link estaba de acuerdo... por lo poco que Zelda le dijo, su padre no parece creerle en relación a lo que pasa con Ganondorf y eso era malo. - Incluso los Gorons tienen problemas y aunque mandaron una petición de ayuda al rey, esta no fue atendida... Lo que me parece raro también, es que el mensajero que mandaron no haya vuelto.
Eso levantaba sospechas, pero...
-Aun así, debo....
-Pero siento que ni tú ni la princesa harían estas cosas por juego, tal vez puedas hacer algo por los Goron por lo que te daré pase.
-¿¡De verdad!? - Link sonrió ante la decisión del guardia.
-Así es, pero que quede entre nosotros lo que hare y lo que acabo de hablar, yo también soy padre y creo que a pesar de todo, uno debe de oír a los hijos al menos. - el guardia abrió las rejas dándole al joven pase. – Mi hijo es muy travieso, pero a veces ayuda mucho oír a los jóvenes.
-¡Muchas gracias! - Link estaba acercándose a la puerta cuando se le ocurrió algo, busco en su alforja y saco una máscara amarilla. - Tenga... para que se la dé a su hijo.
-¿¡Una máscara Keaton!? ¡Mi hijo es fan de ese personaje! ¿¡En serio me la das!?
-Sí, usted me hizo el favor... me parece justo.
-Eres un niño muy amable, algo que no se ve mucho estos días. Pero no me gusta recibir las cosas gratis... ten 15 rupias, te servirán. - Link tomo el dinero, la máscara valía 10 rupias por lo que hubo ganancia esta vez.... El joven agradeció y fue hacia la montaña. - Tal vez tú seas lo que Hyrule y nuestra princesa necesitan. - el guardia cerro la reja y continuo con su trabajo.
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Regresando a la zona del castillo, se puede ver como la reina estaba hablando algo con Impa.
-¿Qué es lo que has logrado averiguar estos días Impa? – la reina estaba seria, mientras miraba por la ventana del salón donde estaban.
-No mucho su majestad. Es algo curioso, pero todo lo que logramos saber de los gerudos, es lo mismo de siempre. Solo que bajo el liderazgo de Ganondorf, han tenido una mejor manera de vivir. Pero no dejan de seguir sus costumbres.
Selene afiló la mirada. Eso no le gustaba para nada. Tanta normalidad no es común. Quiere saber más antes de siquiera querer llevar sus sospechas a su esposo. Pero...
-Entiendo. Sigue investigando. No deseo que...
-Majestad. Sé que es algo que no desea oír. Pero creo que la Princesa tiene razón en desconfiar de ese hombre. No solo ello, también que...
-Sé que me tratas de decir Impa. En verdad lo sé. Pero no puedo simplemente dar un veredicto sin... pruebas en mano. – Selene miró a la Sheikah y... - Sé que mi hija desea lo mejor, pero hay casos en los que uno debe de pensar bien las cosas.
-La princesa lo hace. Pero sabe como es... impulsiva cuando desea hacer algo. Y muy terca.
Selene sonrió. Esa era su hija y no niega que le gusta saber que ella es así mas por cosa de ambos padres.
-¿Cómo le fue con...?
-Hablaron de varias cosas. Admito que la pequeña Diana tiene su manera de sacar la verdadera personalidad de la princesa. – Selene sonrió. Eso era lo que deseaba oír. – Y parece que la princesa está creciendo.
-... ¿Le interesa un chico? – Esas palabras eran en clave, dado que no importa lo que uno crea, las madres lo entienden. - ¿Cuándo...?
-Puede decir que conoció uno hace unos días sin querer y le llamó la atención su modo de ser. No digo que le gusta, pero hay algo ahí...
-Ay, espero que al menos mi niña pueda ser una niña más normal y deje de ser tan seria con todo el mundo. Detesto que use esa máscara y no muestre al mundo quien es de verdad. ¿De donde sale la idea de que alguien de la nobleza no puede ser juguetón y alegre?
-Influye la visita de los nobles al castillo con sus hijos. ¿No recuerda que muchos ya parecen querer pedir un compromiso con la princesa para sus hijos varones a pesar de que el rey abolió la ley?
-La ley. Pero las costumbres quedan.
Era verdad e Impa lo odiaba. Mucho. Pero a su vez, sabe que... la princesa debe de hallar alguien que la haga ser ella misma.
-¿Es el niño Blason? – Impa salió de sus pensamientos al oír la pregunta. – Es más que obvio cuando los ves interactuar que a él le gusta mi hija. No me molestaría la verdad.
-Jajaja. Si bien no niego eso, Zelda no lo nota. O simplemente no le interesa. Así que queda descartado. – Selene rio.
-Lástima. Pienso que serían buena pareja si ella le diera la oportunidad.
-En lo personal. Creo que la princesa necesita alguien que la vea por ella, antes que su título. Y eso no será fácil. – Impa entiende lo que la pobre niña pasa y....
-Entiendo. En fin, pronto tendré una reunión con mi esposo para hablar de unos asuntos. Uno de ellos, es el tratado que los Gerudos buscan. Te llamaré cualquier cosa.
-Por supuesto Alteza. – Impa dio una reverencia. – En verdad espero que lleguen a un acuerdo que sea beneficioso para todos.
-Igualmente. Me gustaría pensar que si Leon y Marin no hubieran muerto, no estaríamos en este desastre. – Selene se puso pensativa. – Hasta habríamos hecho que el pequeño Link sea amigo de Zelda.
Impa al oír ese nombre, se tensó... era el mismo nombre que...
-Majestad. ¿Me recuerda como era físicamente Leon?
-No sabía que eras de las que te llaman la atención el físico. – Selene se rio un poco, pero asintió. – Marín era castaña y de ojos marrones. Leon era rubio y de ojos azules, era sin duda un hombre apuesto y Marin una bella mujer. ¿Por qué?
-... Solo curiosidad. El niño debió salir a uno de ellos...
-Si, el pequeño Link se notaba que iba a ser rubio y tenía los ojos de su padre. De haber crecido, sería un rompecorazones como su padre. Jajaja.
Impa tragó saliva... No podía ser. La coincidencia está, pero no puede...
En eso, la puerta fue tocada, alguien había venido. Debía de ser el rey.
Impa se retiró rápidamente para dejar a los monarcas hablar, a la vez que su mente estaba trabajando a mil. Y ella pensaba y pensaba en que... ¿Será posible? Porque si es así, esta es una jugada muy curiosa de las Diosas.
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Pero yendo a otro lado, podemos ver como Zelda estaba aún practicando con la Ocarina. Frunció el ceño al no poder hacer bien esto, el no poder sacar bien la tonada.
-¿Era en este orificio o en este? – Miró mejor la partitura, tratando de entenderla. – Agh... ¿Cómo puede ser tan difícil tocar una maldita Ocarina?
Sentía que el ancestro que hizo esto, tenía un peculiar sentido del humor. O en verdad era un sádico de primera. Se canta por lo último.
Sacó otro suspiro de su sistema, a la vez que pensaba en lo que...
Miró por la ventana y pensó en lo mucho que le gustaría estar fuera de las paredes del castillo para variar. Sabe que puede ser algo ridículo y tonto de pensar. Pero ella deseaba poder... poder un día... Ser normal al menos unas horas.
Puso la Ocarina a un lado, para luego echarse y ver el techo de su habitación. A veces... a veces sueña con la mera idea de... solo ser Zelda y no la princesa de todo Hyrule. Era... extraño.
Pero sabe que no puede ser egoísta. Es la princesa, tiene una responsabilidad con Hyrule y su gente. Debe de... debe de seguir.
Luego de un pequeño descanso, seguirá practicando. Debe aprender a usar la Ocarina con la Canción del Tiempo.
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Más adelante, Link miraba el rocoso camino, era muy empinado...
-Parece que va a ser una larga subida. - Navi miró hacia arriba y suspiro.
-Veamos que encontramos...tal vez haya alguien que nos ayude. - Link empezó a caminar, debía conseguir esa piedra espiritual y ayudar a los Goron si es posible.
-¿Crees que necesiten nuestra ayuda? Por lo poco que oímos, puede que no sea necesario.
-... No lo sé. Pero si es posible, ayudaremos. – Link recordó lo que pasó con el Gran Árbol Deku. – No dejaré que eso se repita si puedo evitarlo. No fallaré esta vez.
-Link... - El hada podía ver que la muerte del Gran Deku aun lo afectaba en gran medida. Y ella no lo puede culpar.
Él se había esforzado tanto para poder salvar al árbol, solo para que al final todo ese esfuerzo sea inútil. Y eso es algo que ella sabe, no lo deja en paz. Puede aparentar estar en calma, pero no es así. Estaba aun molesto consigo mismo por haber fallado.
De seguro por eso también desea ayudar en lo que puede a la princesa en lo que ella le pidió.
Ya lo había notado y pensado, pero ahora lo confirmo. Este niño es demasiado noble...
Solo les quedó seguir su camino. Subor todo esto no iba a ser sencillo de ninguna manera.
....
Link ya llevaba escalando casi una hora la montaña y esta parecía no acabar... que cansado era todo esto.
-Cielos.... ¿Cuándo llegaremos a ver a un Goron?
-No lo sé Navi, pero solo nos queda seguir caminando hasta que... ¡Oh! ¡Mira!
Link señalo el final del camino y en este, se pudo ver a un ser grande color marrón y corpulento... ese debía ser un Goron, estaba usando un pico para golpear una gran roca. Y se veía frustrado.
Sin perder el tiempo, ambos se acercaron a él y observaron su actividad...
-¿Por qué hace eso? - el Goron volteo al escuchar la voz de Link y bajo la mirada para responderle.
-¿Un goro-niño aquí?- Link levantó una ceja al oírlo.... ¿goro-niño...?
-Los Goron tienen la costumbre de decir goro en sus oraciones, no les tomes importancia. - Link asintió a las palabras de su amiga.
-Yo vengo a ver a los Goron, pero persisto ¿Por qué golpeas esa roca?
-Vienes a vernos a nosotros los Goron ¿huh? - el Goron miro a Link un segundo y continuo se labor. - Golpeo esta goro-roca porque obstruye el paso a la Cueva Dodongo. - El Goron siguió golpeando la roca con el pico pero esta vez con más energía.
-¿Y por qué no usa los puños? Ustedes con su fuerza podrían romperla. - Navi miro desde arriba la roca y negó con la cabeza la interrogante de Link.
-No pueden. Esta roca es muy grande para la fuerza promedio de los Goron...
-Además.... la cueva está infestada de goro-monstruos...
-Monstruos. Entonces ¿Por qué deseas entrar? - Link se rascaba la nuca, no entendía las intenciones del grandote.
-Porque en esta cueva están las más deliciosas y nutritivas goro-rocas. - El Goron detuvo su actividad un segundo para descansar. - Nosotros nos alimentamos de goro-rocas y desde que no podemos entrar a comerlas, estamos muriendo de hambre.... Nuestro goro-jefe Darunia mando una petición de ayuda al goro-rey, pero no ha habido respuesta.
-Ya veo... - Link miró la enorme roca con curiosidad... - Esta roca... alguien la puso aquí ¿verdad?
-Así es. De la noche a la mañana esta goro-roca apareció, solo nuestro goro-jefe sabe quién fue...
-Al parecer tenemos un misterio entre manos Link. - El hada miró a su protegido con preocupación...
Los Goron solo comen rocas.... si no se alimentan...
-Lo sé Navi. ¿puede decirme como llegar con su jefe?
-Claro. Solo sigue este goro-camino y hallaras una bifurcación. Sigue el goro-camino de abajo y llegaras a nuestro pueblo. - Link agradeció la ayuda y se fue dejando al Goron continuar su labor.
El joven siguió el camino que le dijo y ya intuía quien pudo ser quien puso esa enorme roca ahí, pero lo dejara para luego....
Ahora debe ver al jefe de los Goron.
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Zelda estaba caminando por lo que eran uno de los pasillos más largos del castillo. Ella misma se había dado este ligero descanso de lo que sería su intrépida aventura. O sus estudios. Lo que sea primero...
Estaba deseosa de hablar con su padre para algunas cosas, quizás si le muestra cierta evidencia, pueda hacer que le crea. Si, eso es lo que desea creer.
Cuando llegó a lo que era la sala de reuniones que sus padres tenía, veía que la puerta estaba algo abierta. Lo que significa que alguien estaba dentro la dejaron sin cerrar de casualidad. Se acercó a esta para poder si había alguien y era así.
Pudo ver la silueta de sus padres y oírlos con claridad. Cuando lo hizo...
-No puedes decirlo en serio Selene. ¿Deseas que ponga en pausa las reuniones con Lord Ganonordf? – Esa era la voz de su padre. - ¿Sabes que me estas pidiendo?
-Lo sé.
Selene sonaba seria, a la vez que muy determinada. Zelda jamás pensó en oír a su madre de esa manera. ¿Qué era lo que pasaba en verdad?
-.... Sabes que no puedo hacerlo. Las charlas van por buen camino. ¿Sabes que diría la gente si es que...?
-Daphnes, sabes que no puedes solo hacer esto sin pensar en todo lo posible. Es raro que ese sujeto haya venido a la Ciudadela de la nada. Tiene que haber una razón...
-La hay, desea lo mejor para su pueblo y una mejor relación con...
-¡Deja de ser tan ingenuo! – Zelda se sorprendió al oír el grito de su madre. - ¡No puedes pensar que todos los que vienen aquí lo hacen con buenas intenciones! ¡Deja de soñar y pensar que así es el mundo!
-Fue ese sueño lo que nos dio paz. Fue mi deseo de que todas las razas estén unidas que nos llevó a estos años de paz. ¿¡Que tiene de malo que siga deseando expresar eso!? – Ahora era su padre, esto no le estaba gustando.
-¡Porque ese sueño puede ser tu perdición! ¿¡No sabes lo que se dice afuera!? ¡Que eres demasiado permisivo! ¡Eso no puede...! – Selene pareció tomar aire. – Daphnes... Si Leon estuviera aquí...
-Pero no lo está. Ese es el punto. – Pudo oír el dolor en la voz de su padre. – Se fue a pelear una batalla y no volvió. Ni él, ni su esposa... ni su hijo. – Zelda se entristeció al oír ello. – Si el niño estuviera vivo, tendría la edad de Zelda... Y no sabes lo mucho que él y yo deseábamos que se junten esos dos para ser amigos como lo fuimos nosotros de jóvenes.
Zelda siempre se preguntó como fue ese hombre que su padre hablaba. Debió de ser una gran persona. Todos lo dicen, excepto el padre de Blason, aunque eso debe de ser por la envidia de que él fue el Capitán siendo muy joven.
-Daphnes... Sabes que yo...
-Por eso es agradable pensar que alguien más puede soportar mi sueño.
-Daphnes, no puedes simplemente reemplazar a Leon con ese sujeto. ¿Cómo no lo puedes entender?
-No trato de reemplazar a nadie. – Casi sonaba ofendido con esas palabras. – Sino mal recuerdo, tú has hecho algo miliar con Impa...
-Impa jamás serás el reemplazo de Mari. Jamás. – Ahora era su madre la que sonaba ofendida. – Puede que me haya sentido dolida, pero Impa me dio su apoyo cuando nació Zelda. Y aun ahora, la cuida. No dejaré que manches eso con tus ideas tontas.
Zelda no pensó que la charla llegaría a ese punto. Se sentía mal... Muy mal.
-... Solo te pido que seas cuidadoso en como tratas con ese sujeto. Nada más. No le des mucha confianza Daphnes. Es lo único que te pido... Al menos hazlo para que Zelda esté más tranquila.
-No me digas que crees en sus tonterías. – Ese comentario si le dolió. ¿cree que son tonterías? – Ella dice que solo siente que él no es de confianza.
-Nuestra hija es perceptiva. Dicen que, en tu familia, las mujeres tenían una cierta sensibilidad a cosas que los demás.
-Mi abuela era así. ¿Y sabes como la llamaban? Loca. Ella aun cuando nació mi padre, dijo que veía un mal camino al reino si las cosas iban así. Que lo veía en sueños. Mi abuelo ni le creía y mi padre menos. Y míranos, estamos bien. Sin duda ella era...
-¿Insinúas que nuestra hija es igual Daphnes? – Oír el tono de amenaza de la mujer, decía mucho. – Porque te aseguro que mejor piensas en lo que estas por decir.
-Solo quiero que Zelda deje de lado esas cosas. Deje de lado esas tonterías de las leyendas. – Su padre casi parecía asqueado de hablar de ello. - ¿Qué crees? ¿Una Diosa hecha mortal con un Caballero que fue su campeón y amante fueron los que moldearon nuestro reino? Tonterías. Este reino se creó en base al esfuerzo de mis ancestros. No a una leyenda sin sentido.
-Una leyenda que se repite varias veces. ¿O qué? ¿Dices que las dos Zeldas que se casaron con los Héroes de sus respectivas eras son mentira?
-Solo era una manera de promocionar el poder de la Familia Real. Eso es. – Daphnes le quitó importancia. – Es más, tengo pensado en que Zelda deje eso. Limitarle el acceso a la Biblioteca real.
Zelda dio un jadeo... No, eso no. Ese es el lugar que ella más ama de este castillo. No le puede hacer eso.
-No... Sabes lo mucho que Zelda ama leer eso. Es lo que le deja soportar esta vida en el palacio. ¡No puedes!
-Puedo y lo haré. Antes lo veía divertido, pero ella ya no será una niña en unos años. Es más, es momento de que empiece a pensar en su futuro y no soñar despierta.
-Es una niña. ¡No le puedes quitar eso! ¡Estarías actuando como tu padre si lo haces!
-SI bien mi padre no era bueno como uno, ahora veo que... no puedo ser tan permisivo con Zelda y sus aficiones, si es que eso hace que pierda de vista lo que es real y lo que no. – la voz de su padre sonaba fuerte. – en la tarde hablaré con la encargada y le diré que si Zelda desea sacar algo de ahí, será todo menos algo relacionada con las leyendas.
-¡Daphnes, no es lo correcto...! ¡Ella te odiará...!
-¡Si con eso la hago una mujer capaz y que pueda un día dirigir este reino, que así sea! ¡No dejaré que se pierda en fantasías que jamás pasarán! ¡Y es definitivo!
Zelda no quiso oír más. Se alejó rápidamente de la puerta y salió corriendo de ahí. Quería estar sola. Lejos de todos y no ver a nadie.
Corrió a su habitación y cerró la puerta con fuerza. Le puso seguro y se lanzó a su cama para ponerse a llorar.
No solo su padre no le creía, sino que estaba dudando de su capacidad mental. Además, le iba a prohibir lo que ella más amaba. Eso era lo que más le dolía.
Sabía que su padre no ve de la misma manera las leyendas como ella. Para ella, son parte de la cultura y el folklore de Hyrule, él las ve como simples cuentos que sus ancestros crearon para poder tener más influencia en Hyrule y que así, el poder de la Familia Real no se viera puesto en duda.
Pero que le diga que no le cree y para colmo, le quiera prohibir eso... era un dolor que jamás pensó sentir.
Ella adoraba a su padre, de verdad. Pero desde que ese Ganondorf llegó, siente que se han alejado por como ven las cosas. Si, ella sabe que es una niña y que a la vez puede que no tenga la experiencia de vida de sus padres.
Aun así, ella quiere que al menos la consideren y... y...
Abrazó su almohada y cerró los ojos. Se sentía muy triste...
-¿Por qué está triste?
Otra visión. Esta vez, ella veía al mismo hombre al que le entregó el escudo, solo que no lo llevaba. ¿Acaso esto era antes de esa visión?
-Dime Caballero. ¿Cómo se llama esa sensación de angustia cuando pasa algo que no te gusta o que te trae dolor? – Ella hizo la pregunta, solo que esta vez... se le notaba la voz un poco quebrada.
-... Creo que se refiere a eso que los mortales llamamos, tristeza. – respondió él con una sonrisa que mostraba comprensión.
-Tristeza. Ya veo. – Ella se giró para ver el cielo. – Es extraño. Pero desde que opte por tener esta apariencia... la más cercana a la de los mortales, he sentido un sinfín de cosas que no creía posible.
-Bueno... con mucho respeto, usted actúa como una niña que apenas aprende a ver las cosas con sus ojos.
Pudo sentir el puchero que hizo. Y eso solo hizo que el hombre ría con fuerza, hasta el punto que sintió su cara arder de la vergüenza que sentía.
-No te burles de mí.
-No lo hago. Solo puedo decir que verla tan mortal como yo y el resto, me alegra. No cabe duda porque nuestra gente la adora tanto.
Ella sintió algo en su interior calentarse al oír ello. No sabía que, pero que él le dijera eso, solo la hizo desviar la mirada.
-Aun así, no te rías de mi Caballero.
-Como ordene, su Divinidad.
Y ahí va de nuevo con ese modo de ser suyo. Tan formal cuando quiere, pero que no deja de lado ese tono de burla que la hace sentirse extraña.
-De todos modos. A pesar de que hemos logrado calmar las cosas, los sacrificios que se han hecho.
-Sabíamos cual era el precio el día que decidimos unirnos a usted. La muerte, solo es un camino para mostrar la fuerza de nuestro juramento.
Ella sintió miedo al oír esas palabras. Como si él...
-.... ¿Lo harías también...?
-Por usted y nuestra gente, yo daría mi vida.
Zelda sintió su corazón estrujarse al oír ello. ¿Daría su vida de ser posible? La simple idea de que él le diga eso...
-Entonces júrame aquí, que siempre pelearás para volver a mí. – No notó la expresión de sorpresa del hombre, o quizás solo la ignoró. – No me agrada la idea de que mueras solo por un juramento a mí... Así que te pido que hagas este. Que siempre volverás.
-Como usted diga. – él se arrodilló con una la rodilla derecha tocando el suelo y mano derecha en puño, sobre la zona del corazón. – Pelearé para volver siempre.
Ella asintió. Sentía más alivio al oír ello. Eso era lo que deseaba escuchar. Luego solo se le ocurrió...
-¿Por qué no haces esa tonada que tanto me gusta? Me... Me calma cuando estoy triste.
El hombre la miró con sorpresa unos segundos, para luego darle una sonrisa. Y ella misma sintió que sus labios hacían una sonrisa. Él llevó sus dedos a su boca para empezar a silbar una tonada que... le hizo cerrar los ojos y disfrutar del sonido de la música.
Zelda abrió los ojos de nuevo, sintiéndose en más calma al oír esa tonada. Ella...
Miró la Ocarina del Tiempo y la tomó en sus manos. La llevó a su boca para empezar a soltar una tonada que empezó mal unos segundos, pero que luego empezó a ser más clara. Parecida a la que él tocó, pero no era la misma.
Y eso la puso triste, la quería oír de nuevo... Esta vez con sus oídos y no a través de una visión de la que no sabe ni de dónde viene.
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Subir y llegar a la dicha bifurcación no era un problema... el problema era enfrentarse a las criaturas que la habitan y que te atacan.
Link tenía su espada en mano y en frente suyo había como tres Tektites, seres que parecían unos cangrejos saltaban hacia él para atacarlo. El joven aprovechaba esos momentos para atacarlos desde abajo y matarlos....
Al ver que ya habían muerto continuo su camino, pero para su desgracia bolas gigantes hechas de rocas se interponían en su camino, Link esquivaba las dichas rocas con habilidad y también con cuidado...
Al ver el precipicio. supo que la larga caída al suelo era algo que no quería experimentar. Al seguir avanzando vio la bifurcación que el Goron le comentó y agradeció a las Diosas que su destino ya está cerca al fin tras horas de caminata.
Al tomar el camino de la derecha vio que el camino contrario parecía llevar a la cima de la montaña... decidió no pensar en eso y camino por el camino indicado. Al recorrerlo pudo notar que este era calmado y sin peligros. Un buen cambio para variar.
Siguió su camino hasta que vio una especie de cueva, se acercó y pudo escuchar voces desde ahí dentro.
-Al parecer esta debe ser la cueva de los Goron.
-Así parece... - Link asintió con su amiga y antes de entrar tomaron un respiro y entraron....
Al entrar se dieron con la sorpresa que el lugar era enorme....
Tenía tres pisos y escaleras para subir y bajar.... había una especie de jarra gigante con caras en el piso inferior y una plataforma sujetada con cuerdas en frente de ellos. Miraron a los alrededores y no había nada ni nadie....
-Que raro... los Goron no están. - Navi dio un vistazo rápido desde arriba y solo veía rocas algo grandes.
-Agh... ¿ahora qué? - Link se sintió deprimido y se sentó en una de las rocas que tenía cerca. De repente esta se empezó a mover. - Espera ¿¡que demo-!? ¡Woah! - Link saltó de la roca y esta se levantó para mostrar que no era nada de eso... era un Goron.
-¿Quien se sentó en mi espalda? Un goro-niño.... - el Goron miró con sorpresa a Link quien pudo notar que era muy parecido al Goron que vio hace poco. - ¿Que deseas pequeño?
-Uhm... deseo ver al jefe del lugar.
-¿Nuestro goro-jefe? Lo lamento, pero eso será imposible, Darunia está encerrado en la recamará inferior esperando la llegada del goro-mensajero de la familia real.
-Entiendo... uhm... ¿Por qué estaba echado en el suelo? Y todas estas rocas....
-No son rocas, son Goron como yo.
-¿¡Que!? Pero.... todos parecen dormidos. - Navi miro los alrededores y en efecto, solo había rocas que resultaban ser Goron durmiendo.
-Lo que ocurre es que debido al hambre todos están así para soportarla... nuestro goro-jefe está furioso debido a que el goro-rey no ha mandado ayuda para quitar la roca que bloquea la entrada a la cueva Dodongo. Incluso se llevó la piedra roja que había en esa goro-plataforma.... y yo que deseaba darle una probada....
Con que eso pasó. Pero cuando oyeron eso último, sabiendo que los Gorons comen rocas... Solo hizo que Link se ponga azul y que Navi se enfurezca.
-¿¡Deseabas comerte la Piedra Espiritual!?- Navi se acercó al rostro del Goron y su color paso del azul al rojo por la furia que sentía. - ¿¡Cómo se te pudo ocurrir tal estupidez!? ¡Créeme que si en efecto la piedra estuviera en tu estómago, te la habría sacado de ahí por cualquier medio existente! - El pobre Goron temblaba del miedo, Navi daba miedo cuando se molestaba y más aún que se tomaba su trabajo en serio.
... De seguro por eso jamás la habían mandado con un Kokiri antes.
Link miraba con gracia la escena, Navi solo hablaba por hablar... ¿verdad?
Decidiendo salvar al pobre Goron de la ira de su amiga, y haciendo nota mental de nunca sacar su lado malo, tomo al hada con su mano ante el reclamo de ella quien gritaba que aún no le había dicho todas sus verdades y tomo rumbo a las escaleras para ir al piso inferior...
-¡Debiste dejarme que le diga lo que se merece!
-Ya Navi... el pobre estaba tan asustado que ni valor tuvo de replicarte... - Navi volteó la mirada toda molesta, ni que diera tanto miedo.
-No es que yo diera tanto miedo, ¿no? – Link se quedó en silencio. – Link, háblame...
-¡Vamos a ver el Jefe Goron!
-¡No me huyas la pregunta Link! ¡LINK! – Navi voló tras él para que le diga las cosas a la cara.
Tras unos minutos, ambos llegaron al piso inferior y vieron lo grande que era jarra con caras, pero no era el momento, el turismo puede esperar.
Se dirigieron a la única puerta que había y como supusieron.... estaba cerrada.
-¡Genial! Cerrada... ¿ahora qué?
-Hmm... - Link miró la puerta en busca de un modo para entrar, vio el suelo y pudo notar que decía algo. - "Esta puerta solo se abrirá al mensajero de la Familia Real".... Bien eso ya está claro... ahora ¿Cómo puedo hacerle creer que soy el mensajero?
-¡La canción!- el hada grito al tener la solución.- Impa lo dijo, la Nana de Zelda es una muestra de que estas ligado a la Familia Real.
Link captó la idea y se maldijo a si mismo por tu falta de ingenio en momentos como estos...
Saco su ocarina y entono la Nana de Zelda. Bien como dedujo su amiga la canción le hizo creer al Goron que el mensajero había llegado y abrió la enorme puerta.
El joven se adentró en la habitación y pudo ver al Goron jefe, era más grande que los demás Goron, pero se veía algo más agresivo y rudo, su barba daba un sentido de liderazgo.... o algo así.
El enorme Goron se asombro al ver a un niño en vez de al mensajero que esperaba.
-¿¡Un goro-niño!? ¿¡Acaso esto es una goro-broma!?
-Pues....
-¿¡Acaso el gran Darunia, jefe de los Goron ha perdido todo el prestigio para que su hermano de pacto, el rey, se burle de mi de esta manera!?
-La verdad....
-¡Y no solo eso! ¡La entrada a la cueva Dodongo sigue bloqueada! ¡Esto es... !
-¡Ya! ¡Cierre la boca grandulón quejón! - Navi grito de la rabia, estaban ahí para hablar... no para oír a ese sujeto gritarles como si no hubiera un mañana, Darunia miró al hada molesto y luego al niño.
-¡Hmph! No me interesa a lo que han venido.... y no estoy de humor para escuchar a nadie.
-¿¡Como!? ¡Escúcheme Goron de-mmmm!- Link le cubrió la boca a su amiga por la barbaridad que estaba a punto de decir...
Miro al Goron y en efecto... el tipo no estaba de humor para escucharlos, pero debía conseguir la Piedra Espiritual....
Aprovechó que se había dado la vuelta para seguir gruñendo de la rabia y salieron de la recámara.
-Parece que debemos de calmarlo antes de siquiera hacer algo...
-¿Y como haremos eso? ¡No estamos para soportarlo! ¡Necesitamos esa piedra!
Link miró alrededor y pudo notar a los Gorons, estaban débiles. Lo puede notar por como no mueven. ¿Cuánto llevan sin comer?
Decidió caminar por la ciudad Goron para tratar de hacer una idea, hasta que cuando llegó al segundo piso, oyó algo. Una tonada...
-¿Oyes eso....? – Le hizo la pregunta a Navi, quien asintió.
-Es.... Una canción. ¿Una ocarina?
Link corrió en dirección donde estaba el origen de esa canción. Vio que unas rocas le bloquean el camino, pero también lo que eran... ¿Unas flores en forma de esfera?
-Disculpe. – Le habló al Goron que estaba ahí echado sin hacer nada. - ¿Qué son esas cosas...?
-Oh. Son Flores bomba, goro. – El Goron le respondió sin mucho ánimo. – Son el cultivo especial de los Gorons.
Link asintió... con que bombas... Se acercó a una para sacarla, pero no las podía mover.
-Agh... No las puedo mover. Están bien aferradas al suelo.
-Mmm. Quizás las puedas prender estando ahí. Digo, están cerca de las rocas que nos bloquean el camino. La explosión bastará.
La idea de Navi era buena. Así que se acercaron a la antorcha cercana que estaba ahí, sacó una Cara Deku y le prendió fuego a la punta de este para luego ir donde estaban las bombas. Acercó la punta en llamas a la mecha de una de las bombas.
Bien oyó lo que era el sonido de la mecha prendida, se alejó para luego oír lo que sería la explosión y la destrucción de las rocas. Se acercó a ver que el camino estaba libre y oía con más claridad lo que era... la canción.
-... Vamos.
Sabe que no ganará nada tratando de insistir con Darunia, quizás si le da tiempo... O quizás, puede que halle algo que sea útil en ese lugar.
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Tras una ardua caminata por esa cueva, Link finalmente llegó a lo que ¿el bosque? Al verlo no pudo evitar sentir nostalgia, pero se mantuvo firme, no era hora de ponerse así.
-La tonada es cada vez más clara. – Navi le dijo eso, para que él asienta
Sin perder tiempo, siguieron la música a través del bosque, a pesar de que era fácil perderse por la densidad de los árboles, Link siguió la canción que era su guía hacia Saria.
No tardó en llegar a lo que parecía ser una especie de laberinto... Él conocía este lugar....
Era el lugar especial de Saria, aquí venían ellos dos para alejarse de las burlas de los Kokiri hacia su persona....
Link siguió el único camino que había y a pesar de encontrarse con varios Matorrales Deku, estos solo lo miraban. Mientras no los molestaran ellos eran muy pacíficos.
Al llegar a una escalera, la subió de manera lenta mientras la canción era más fuerte, llegó al final de este y la vio, Saria estaba sentada en una roca tocando su ocarina. Link dudo en acercarse... estaba asustado de la reacción de ella al verlo....
Pero decidió hacerlo y Saria detuvo la tonada al sentir esa familiar presencia para ella.
-Te he estado esperando Link. - la chica le sonrió al rubio, quien a pesar de todo también lo hizo. - Sabes, este lugar ha estado por siglos en el bosque... El Templo del Bosque, algo me dice que tendrá un importante papel para ambos en el futuro. - Saria miraba el templo, algo en este lugar le hacía sentir a Link que tenía razón. - Pero estoy segura que no viniste hasta aquí para ello ¿verdad?
-Saria.... necesito saber más sobre las Piedras Espirituales ya que estoy en una misión para encontrarlas.... Si sabes algo.
-Las Piedras Espirituales según me informo el Gran Deku, simbolizan que has superado tres pruebas y que eres el indicado de reclamar algo tras tenerlas todas.... una de ellas esta con los Gorons en la Montaña de la Muerte y la otra con los Zoras en el Lago Hylia.
-Entiendo... justo acabo de venir de la Montaña de la Muerte por un camino que estaba en la Ciudad Goron.
-Ya veo.
-Pero el jefe de los Gorons está de mal humor y no desea hablar. Al parecer las cosas están mal y... Algo malo está pasando en Hyrule. Y Saria... quiero ayudar, pero no sé si eso bastará para que...
-No dudes Link. Creo que puedes lograr lo que te propones con la determinación necesaria. No lo olvides, que no estás solo. Aun cuando estemos separados, yo estoy contigo. - Link asintió con la cabeza y una pequeña sonrisa. - Otra cosa más Link, deseo que aprendas esta canción... de seguro te será útil en tu misión, es capaz de alegrar el corazón de la gente.
-Saria... gracias.
Ella sonrió ante las palabras de su amigo y empezó a tocar la melodía, Link escucho con atención las tonadas y al captarlas y memorizarlas empezó tocarlas con su Ocarina...
A los segundos, ambos instrumentos tocaron al unísono la canción. Link había aprendido la melodía de los bosques.... La Canción de Saria.
-Jejeje ¡muy bien Link! Sé que ya debes irte... espero que cada vez toques esa canción me recuerdes.
-Sabes que nunca te olvidare Saria.... nunca lo hare.... - Ambos se miraron sonrientes, Link se despidió de ella y salió del lugar....
La joven suspiro al verlo irse, esta vez fue más fácil ya que estaba muy segura que se verían de nuevo. Pero no pudo evitar ver que el joven tenía un brillo diferente en los ojos.... como si se hubiera encontrado con algo que le daba un nuevo camino a su vida.
-Al parecer... dejarte ir tuvo más de un sentido... Link no olvides ser feliz. - Saria se limpió la lágrima que se le escapó y retomo la música con su Ocarina.
....
Link tomó el consejo de Saria y tomó el camino por el que vino, listo para regresar a la Ciudad Goron
-Fue bueno ver a Saria de nuevo, ¿no crees?
-Lo fue. Pero es raro verla en ese lugar. Me pregunto si todo estará bien en la aldea Kokiri. Ella solo va a ese lugar cuando quiere estar lejos de todos.
Navi sintió la preocupación en la voz de Link, pero solo....
-Hey, no pienses tanto. Ese cerebro tuyo se va a quemar si lo usas mucho.
-¡Oye! - Link se sintió ofendido, el hada le decía que él no era listo.... no era del todo falso, pero no quería que se lo recordaran....
El hada rió y el joven suspiró y siguieron su camino sin detenerse.
Ya debían de estar cerca del camino por el que llegaron al bosque, pero de repente escucharon algo...
-Jejeje...
-Link.... ¿Oíste eso? - Navi se escondió atrás de su amigo.
-Si.... no estamos solos. - Link miró a todas direcciones, pero nada. Y cuando volteó... - ¿¡Ah!?
El joven dio un brinco al ver que tenía en frente a un ser no más alto que él, con una cara no tan marcada y con ropas y un sombrero hechos de paja. La criatura los miró con curiosidad, Link no sabía que hacer.... esto era muy extraño....
-Jejeje ¡vamos a jugar! - La criatura tomó con un acto veloz la alforja, al ver ellos el joven se quedó pasmado al ver que esa cosa era veloz. - Jejeje ¡no me atrapas!
-¡Mi alforja! ¡Mis cosas! ¡La Esmeralda Kokiri! - Link y Navi empezaron a perseguir a ese ser a velocidad, no podían perderlo de vista.
Esa criatura era veloz, parecía un mono de esos que viven más adentro del bosque. Link esquivaba los árboles mientras corría, mientras que Navi le indicaba la dirección a donde ir para no chocar con los árboles.
Tras ya varios minutos de persecución Link pudo ver que la criatura estaba en el suelo revisando y sacando cosas de su alforja.
-¡Oye! ¡Eso es mío! - El joven se acercó molesto al ser, quien al sacar algo de la alforja se quedó quieto viéndola.
-¡Jejeje! ¡Esta máscara se ve genial! ¡La quiero para mí!
-¡Si la quieres debes pagarla!- Navi le gritó a la criatura con rabia quien al pensar un rato lo dicho, asintió.
-¡Claro! ¡Ten, es todo lo que tengo! - la criatura le entrego a Link 10 rupias y se puso la máscara. - ¡Jejeje! Tú también tocas esa canción ¿verdad? ¡Hay que ser amigos de nuevo! ¡Jejeje! ¡Nos vemos! - dio un salto hacia atrás y desapareció entre los árboles...
-Que rayos...
-Es un Skullkid.... nunca creí ver uno por estos lugares... - Link se sorprendió ante las palabras de su amiga, según lo que escucho los Skullkid son niños que se perdieron en el bosque perdido y murieron.... sus almas en pena toman esa apariencia y les gusta divertirse con los que entran al bosque...
-Me dio 10 rupias por esa máscara que valía 20.... oh bueno, no importa...- Link guardó el dinero y recogió todo lo que el Skullkid tiró al suelo y se alegró al ver que no faltaba nada, guardó todo en su alforja y optó por irse. No sin antes... - ¿Dijo que seamos amigos de nuevo? Pero si jamás lo he visto.
-Se dice que son seres también raros que pueden ver cosas en el bosque que otros no. No le tomes importancia. Vamos, hay que regresar con Darunia y animarlo con esta canción.
Link asintió, era vedad. Pero no podía dejar de lado lo que ese Skull Kid le dijo.
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Tras lograr regresar a la Ciudad Goron, Link y Navi fueron de inmediato done estaba Darunia y cuando este los vio de nuevo.
-¿¡Siguen aquí!? ¡Les dije que...!
Link tomó su ocarina ante la mirada incrédula del Goron y entonó la Canción de Saria. La melodía fresca y animada de la tonada era buena para alegrar a las personas estresadas y tristes...
Tras terminar la canción Link pudo ver el cambio en la expresión del Goron y como.... empezó a bailar....
-¡Wooh! ¡Si! ¡Que buena canción!
El Goron siguió bailando sus peculiares ritmos de baile.... Link retrocedió un poco junto a Navi....era un espectáculo único. Tras parar de bailar, Darunia miro al muchacho.
-Uff... gran canción, no sé qué tiene, pero ¡me ha levantado el ánimo! - Link sonrió con nervios... Sí que fue extraño, en especial lo del baile. - Pero gracias por la goro-ayuda pequeño ¿de qué deseas hablar?
-Verá... - Link le comento al Goron sobre la petición que la Princesa Zelda y la situación en el reino.- ...por ello necesito la Piedra Espiritual.
-Así que la Piedra Espiritual del Fuego o el Rubí Goron como nosotros la llamamos. Esa gema es el tesoro de nuestra gente, no se la puedo dar a cualquiera.
-¿¡Como que no!? ¡La misma princesa nos ha mandado hasta aquí por una razón! - Navi estaba perdiendo la paciencia y Link también....
-Por eso... si nos haces un favor te la daré con gusto.
-¿Qué clase de favor?
-Ya debes de saber que la Cueva Dodongo está bloqueada, pero eso no es lo único... una enorme bestia la habita y la infesto de monstruos, solo con destruirla lograremos comer las rocas de ese lugar.
-Así que.... desea que yo, un niño, me encargue de esa bestia. – Link alzó una ceja al oír ello. -Sabe lo loco que suena eso ¿no? - Link se cruzó de brazos ante la idea del Goron, pero dado como van las cosas.... – Bien, lo hare.... necesito la piedra y prometí ayudar en lo que pudiera, los Gorons necesitan esas rocas.
Darunia pudo ver el deseo del niño de querer ayudarlos, eso lo hizo sonreír y entender que este niño era único. Esos ojos demostraban una fuerte determinación.
-¡Excelente! - Darunia se veía feliz mientras que Link daba un suspiro resignado, su mala costumbre de ayudar a los demás lo había metido en un lío.... de nuevo.- Y toma esto, considéralo un regalo.
-Gracias. - Link tomo el objeto, vio que era una especie de brazalete dorado que al ponérselo sintió un incremento en sus fuerzas.
-Es el Brazalete Goron con este, incluso un goro-niño como tú, puede levantar y usar nuestra cosecha, las Flores Bomba, toma una y destruye esa roca para entrar a la goro-cueva.
-¡Perfecto! ¡Vamos Link!- el hada salió a velocidad dejando al muchacho atrás....
-¡Navi espérame! - Mientras salía de la recamara para ir a la salida no vio que Darunia solo sonreía.
-Parece que aún hay héroes allá fuera.
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Ya afuera, Link preguntó en la entrada si había un lugar con Flores Bomba cerca, el Goron le recomendó ir a la derecha bien salga al exterior y ahí vera a un Goron que cuida la única Flor Bomba en kilómetros fuera de la Ciudad....
Haciendo caso, Link y Navi salieron de la cueva y encontraron a su derecha al Goron con la Flor Bomba.
-Ehm.... disculpe, necesito usar esa flor...
-¿La flor? ¡Jajaja! ¡Qué buena goro-broma! - el Goron se reía de que un niño trate de sacar la flor que solo podía ser sacada con la fuerza de un adulto promedio, a Link no le gusto como el Goron se burló de él y decidió callarle la boca.
Se acercó a la planta y la tomo con ambas manos y sin ningún esfuerzo la saco de ahí y la sostuvo en sus manos, dejando al Goron sin habla....
Link sonrió al ver ello, pero notó que de la nada una pequeña llama salía del objeto....
-¡Link! ¡Las Flores Bomba explotan a los segundos que las sacas del suelo! - Link abrió los ojos por la sorpresa y el horror.... Se horrorizó más al ver que la dicha llama se apagaba y que la bomba se calentaba. - ¡Va a explotar! ¡Lánzala!
Sin pensarlo dos veces el chico lanzo la bomba al vacío sin mirar que ahí abajo estaba la cueva con la roca y el Goron....
-¡Rómpete maldita goro-ro-!- el Goron no termino su oración ya que la bomba explotó destruyendo la enorme roca dando pase libre pero... - ¡Woooooaaahhh! ¡Auxilio! - el Goron por la fuerza de la explosión salió volando y empezó a rodar hacia el pie de la montaña camino a Kakariko....
-Ups....- Link miró con horror como el Goron chocaba con algo.... - ¡Lo siento! - el sonido de algo más lo hizo sentir peor... - ¡En verdad lo siento! - Navi miró la escena con neutralidad....
Ambos notaron que la Flor Bomba volvió a florecer de dónde sacaron la última.... interesante.
Decidieron ir hacia la cueva dejando al Goron del lugar aun en shock. Y tras bajar y llegar nuevamente a la cueva ambos sintieron malas vibras que provienen de ahí...
-¿Listo Link?
-Listo. - ambos se adentraron en la cueva Dodongo.
La misión por el Rubí Goron había comenzado.
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