Capítulo 9
Los hylians habían llegado hacia la entrada del templo, ya por fin se enfrentarían al jefe de aquella mazmorra después de varios días de estar dando vueltas en círculos. El rubio guió a la albina hacia el lugar donde se encontraba la cerradura y después de pasar por las ''trampa'' llegaron a la puerta.
Waitter empezó a escanear la cerradura buscando una manera de romperla. Link sentía ciertas punzadas en su tibial lastimada -gracias a Waitter- así que decidió sentarse para descansar su extremidad a la vez que apretaba más la venda que tenía.
Él observaba como la chica volteaba de un lado a otro el candado, analizándolo. - ¿Necesitas ayuda? -Le preguntó ya que parecía que la necesitaba.
Ella no respondió instantáneamente. -No soy inútil, puedo hacerlo sola. -Contestó sin mirarlo a la vez que sacaba alguna cosa de su mojado abrigo.
El hylian la siguió mirando serio. -No quise ofenderte, solo pensé que querías que te echara una mano.
Waitter repentinamente detuvo lo que estaba haciendo, ella giro su cabeza para mirarlo. Sin embargo, no lo miró directamente a él, sino que miró hacía donde las ''trampa'' se encontraban. -Eres raro. -Eso fue lo único que salió de su boca.
Los ojos de Link se abrieron un poco más de lo que ya los tenía. Un leve sentimiento de Deja vú recorrió su cuerpo.
Raro...
Aquella palabra sí que lo hacía sentir incómodo.
Le hacía recordar algunos amargos recuerdos.
Y odiaba que estos regresaran a él.
Era como si una presa se desbordara a cada momento sin importar que el material sea tan duro como una roca, el agua siempre se terminaba filtrando en el agujero más pequeño que pudiese tener.
Y eso le molestaba...
Le molestaba no poder lidiar con su pasado...
La chica noto la repentina tensión que se formó en ambos cuando dijo aquellas palabras, eso no era lo que ella quería decir exactamente, y no sabía ni por qué lo había hecho. Simplemente esas palabras habían salido de su boca.
- ¡¿Qué están haciendo ustedes aquí?! ¡Este es un lugar sagrado para los zoras! ¡No un lugar para bandalear! –Una dominante voz hizo que aquel silencio incomodo entre ambos desapareciese, ambos observaron a la persona a quien le pertenecía la voz.
Se trataba de la casi soberana de los zoras, la princesa Ruto, ella parecía encontrarse furiosa pues, su labio inferior temblaba a la vez que lagrimas eran visibles en sus ojos violeta.
El chico la miro en sorpresa mientras que la albina la ignoro siguiendo con su trabajo.
- ¿Estas bien? -Le preguntó el hylian levantándose.
- ¿Por qué debería decírtelo? -Una lagrima salió de su ojo izquierdo, un sollozo se escapó de sus labios a la vez que otra lagrima lo hacía, y así otra y otra más, ella se dejó caer de rodillas al piso cubriendo su rostro con sus manos. -Papá, perdón por haberte dejado, todos... Debo ayudarlos. -Decía entre sollozos.
Link se hinco delante de Ruto. -Los dominios zora han sido congelados junto con tu gente ¿no es así?
La princesa de los zora alzo la mirada sorprendida, sus ojos violeta vidriosos mirando a los azules agua del hylian. - ¿Cómo lo supiste? -Habló con la voz rota.
-No te preocupes por eso, los salvaremos, te lo prometo. -Le dio una sonrisa triste.
Ruto empezó a llorar aún más al escuchar esas palabras. -Si lo que dices es verdad... entonces... Por favor... ayúdenme a recuperar a mi reino... Y a mí estúpido padre.
- ¿Podrías dejar de llorar? No me dejas concentrar. -La chica de cabellos blancos fue la que ahora habló. -En vez de lamentarte por no poder hacer nada deberías de hacer algo si tanto quieres salvarlos. -Waitter como siempre motivando a la gente.
El rubio dio un suspiro. -Lo que ella quiso decir fue que no deberías rendirte, si quieres salvarlos debes luchar.
La albina solo arqueo una ceja a la vez que seguía con lo suyo. -Tu nombre es Ruto ¿verdad? -El hylian siguió hablando.
La zora lo miro aún más sorprendida. -Pero ¿Cómo sabes mi nombre o lo que le paso a mi gente? ¿Quién eres? -Su voz se fundía con sus sollozos.
-He visto lo que Ganondorf es capaz de hacer... ese canalla nos ha arrebatado algo a todos solo por su ambición, hemos estado cruzando por varios templos para detener la maldición que él ha puesto en ellos, es por eso que estamos aquí. -Link saltó su pregunta dándole aquella respuesta.
La zora sorbió sus mocos. -Ya veo... -Ella dio una pequeña pausa. -Mi padre... Me había conseguido un pretendiente al ser la futura reina de los zora, yo no quería casarme con él... Odio que papá tomé decisiones por mí, así que hui de ahí... Y, para cuando regrese todos estaban repletos de hielo, intente... -sollozó-. -intente liberarlos, pero no pude, los abandone cuando me necesitaban, no sabía qué hacer, estaba sola, por eso vine aquí para ver si podía hacer algo.
-Ya verás que salvaremos tu hogar.
-Terminé. -Waitter interrumpió abriendo la puerta con una patada, una muy brusca.
El rubio se levantó al igual que la zora. -Sabes, me hubiese gustado que tu fueras mi pretendiente. -Le dijo la zora nuevamente sorbiendo sus mocos.
El rubio tuvo un amargo recuerdo de cuando ella se autoproclamo su esposa, sin que Ruto viera Link hizo una sonrisa incomoda. -Entremos...
Poco a poco fueron adentrándose al lugar, parecía ser como una gran piscina con algunas plataformas sobre el agua. Aquella era la sala de Morpha, el jefe del templo. Los hylian y la zora dieron algunos pasos hacia delante, lo que provocó que la puerta que la peliblanca había logrado desbloquear se cerrara a sus espaldas. Eso fue una señal para ponerse alerta.
Una sensación de estar siendo observados los invadía, era como si en cualquier momento ellos serían atacados.
Una gota de sudor bajo sobre la mandíbula del hylian, esta se mantuvo un tiempo en su quijada hasta que se soltó e impactó con el suelo de la habitación.
Y ese cualquier momento se había convertido en el ahora.
Parte del agua que había en aquella sala tomaba repentinamente la forma de un tentáculo con una esfera roja que lo controlaba.
El tentáculo que aquella ameba había formado, apunto hacía donde la princesa de los zoras se encontraba, ella miró a aquel ser con algo de repulsión y algo de miedo, lo que ocasiono que ella fuera el primer flanco para que la ameba atacara. Sin vacilación iba directo hacia Ruto quien por fortuna logro moverse a tiempo. -Tengan cuidado, ¡Esta cosa es peligrosa!
Link dio algunos saltos hacía atrás esquivando igual a la anemona. Esta era más rápida de lo que recordaba y le costaría algo de trabajo concentrarse en atacar a la vez que esquivaba. Si Waitter llamaba su atención mientras él se concentraba en atacar posiblemente funcionaría.
El chico se encontraba de pie sobre una de las plataformas en el agua de lo que estaba hecho Morpha esquivando sus ataques. Link tenía que averiguarse una forma para decirle a la chica de su plan sin que la anemona no lo golpera en el proceso.
Por otro lado, la peliblanca se encontraba en una de las esquinas de la sala, ella ya hace un tiempo que se había cansado de esquivar así que opto por atacar de una vez a aquel monstruo, ella saco uno de sus afilados cuchillos de su gran abrigo y lo apunto hacía aquella esfera roja.
Sin embargo, detuvo su movimiento.
Link cortó uno de los tentáculos de Morpha con su espada, él estaba a punto de saltar a la siguiente plataforma, pero se percató de que Waitter se había detenido, el agarre de la daga que tenía en su mano parecía aflojarse.
- ¡Waitter!
La chica escucho en su mente como si el hylian de cabello rubio le estuviera gritando preocupadamente.
Ella repentinamente se sintió mareada.
Y, otro recuerdo llego a ella, uno en el que era aplastada por una piedra gigante en lo que parecía ser el templo del fuego.
- ¿Qu...? -Ella balbuceo tocando su cabeza y soltando su cuchillo. Su rostro reflejaba una evidente confusión, además de que parecía como si su entorno estuviese callado.
- ¡¡¡WAITTER MUEVETE DE AHÍ!!! -Gritó con todas sus fuerzas el hylian a la vez que saltaba hacía la otra plataforma para acercarse a la chica.
La peliblanca rápidamente volvió en sí.
- ¡Sal de ahí! -Le grito Ruto ahora, ella se encontraba lejos de donde la chica estaba.
Ella los observó confundida, hasta que sintió como si alguien la hubiese empujado con gran potencia para luego sentir una leve sensación de cosquilleo en su abdomen.
La hylian de repente tosió un poco en sus manos, ella había aventado sangre por su boca. Su ojo viajo hacía donde estaba su abdomen y pudo percatarse de que uno de los grandes colmillos que adornaban la habitación le había perforado casi toda su área abdominal.
Aquella anemona la había empujado con una gran fuerza.
Link abrió su boca tanto como pudo observado en shock a su compañera, el hylian no podía dejar de ver la expresión de Waitter, todo eso parecía tan surrealista.
Sus brazos se aflojaron rápidamente.
Ella ya no se movió más después de eso...
Ni siquiera dio algunas últimas palabras...
Las piernas de Link temblaban, la princesa de los zoras gritaba.
El hylian cayó de rodillas al suelo, esto no podía estar pasando, no otra vez, él la había salvado de morir anteriormente, ¿Cómo era posible que eso nuevamente pasara?
Link aún recordaba aquel rostro que hizo la chica antes de terminar así, era como si algo le extrañase, era una expresión que jamás la había visto hacer y, eso le extrañaba.
Él apretó sus molares con fuerza y con dificultad trago un nudo en su garganta, él se estaba tranquilizando.
Link con sus manos temblorosas tomó de su alforja aquel instrumento color azul, tenía que volverlo a utilizar por segunda vez, el hylian lo colocó en su boca a la vez que tocaba en este, todavía seguía algo tembloroso, así que algunos de los sonidos de la ocarina salían algo desafinados.
Y, todo comenzó a retroceder como si de un video se tratara.
Todo, sería olvidado una vez más.
Pero el shock del momento...
El sentimiento que tuvo en ese momento...
Todo eso se quedaría dentro de él...
Y nuevamente, le tocaría cargar solo con eso.
Entonces el tiempo se detuvo...
El tentáculo que aquella anemona había formado iba directo a la princesa de los zoras, afortunadamente logró esquivar el ataque. -Tengan cuidado, ¡Esta cosa es peligrosa!
Link sintió un leve mareo a la vez que observaba a la chica de cabellos blancos quien observaba a la ameba con cuchillo en mano, pero su expresión, ahora que el hylian la veía de mejor manera pudo deducir de que se trataba.
Confusión...
Aquello era algo que lo intrigaba.
La zora observo que Waitter no movía ni un musculo. - ¡Hey! ¡Muévete de ahí! -Gritó fuertemente haciendo que Waitter reaccionara, ella miró a todos lados de manera desorientada, como si hubiese olvidado en donde estaba.
Link apretó sus molares y comenzó a correr hacía ella. Ahora se encontraba en el mismo lugar en el que había tocado la canción, así que solo le bastaría correr para llegar hacía ella.
El tentáculo de Morpha aún no llegaba a ella, por lo que la albina tenía el tiempo suficiente como para esquivarlo.
Pero, ella no lo hizo...
El hylian al ver esto no se detuvo, Waitter solo observó a Morpha como si esperara que la matase, como si simplemente ella se hubiese rendido así sin más.
Link no entendía el porqué de aquella expresión, él nunca sabría qué era lo que pasaba por la mente de la chica en ese momento, pero sabía que, si no hacía algo, ella volvería a morir...
Y no quería eso.
La ameba estuvo a punto de golpear a Waitter, no obstante Link se atravesó entre la anemona y ella, el tentáculo del jefe los había tomado a ambos y los lanzo con gran potencia hacía delante, lo que ocasiono que la pared se rompiera y ellos cayesen a otra sala.
Ruto tapo su boca con sus manos al ver como los dos eran lanzados fuertemente contra la pared.
- ¡NOOO! -Gritó la zora temblando y rezando porque ambos hylians no hubiesen muerto con aquel golpe.
...
Waitter se levantó lentamente, por alguna extraña razón no tenía heridas o no tantas como esperaba por la potencia de aquel golpe, ella al sentarse completamente pudo notar como algo blandito detrás de ella había hecho que la fuerza del golpe no fuese tanta, pero después pudo ver sangre en su mano, más no era de ella.
- ¿En que estabas pensando? Agh. -Una voz leve, acompañada de un quejido vinieron de detrás de ella, la albina lentamente miro en dirección a la voz, una vez lo hizo su ojo se abrió un poco más de lo que ya lo tenía. Ella observo al héroe mirándola severamente como siempre lo hacía, no obstante, él tenía una gran herida en su cintura y sangre salía de su boca.
Él había evitado que la albina se lastimara.
La chica abrió levemente su boca al ver al rubio en ese estado. - ¿Por qué...? Pudiste haber muerto... -Dijo en una voz calmada.
El rubio volvió a soltar un quejido. -Eso debería decírtelo yo ¿Por qué demonios no te moviste? -Él tosió un poco de sangre.
La chica solamente observó el suelo. -Yo-.
Link la interrumpió. -No digas que no alcanzaste a esquivarlo, se perfectamente que pudiste hacerlo, ¿Qué demonios te paso? Tu no comentes estos fallos.
Ella solamente tomó los cabellos de su cráneo y los jaló un poco su mirada al suelo. -No lo sé... De verdad, no sé porque, de repente era como si no estuviese ahí en la pelea, como si... -El recuerdo de ella siendo aplastada volvió a su mente, haciendo que cortara lo que estaba a punto de decir. La hylian dio un leve suspiro. -Olvídalo, seguro que me vi lamentable ¿no?
Link cubría su herida con su mano. -En ningún momento pensé algo como eso, solo me preocupé por ti. - Él respiró con dificultad. - Ahora vamos, tenemos que terminar con esto.
La chica seguía mirando el suelo y apretó sus puños. -Era verdad lo que dijiste... -Dijo en un leve susurro.
El hylian la miro confundido. - ¿Qué dije?
La hylian miro sus manos. -Cuando nos conocimos, tú me dijiste que si necesitaba ayuda me salvarías, no creí que fuese enserio.
El chico sintió un ''click'' en su cabeza, recordando cuando le dijo aquellas palabras, aunque fue hace poco parecía como si se las hubiese dicho hace años.
.
- Mira, se ve que tienes serios problemas de confianza, pero por lo menos podrías decirme tu nombre.
- ¿Cómo sé que no te harás pasar por mi cuando te lo diga?
El hylian rubio gruño. - ¿Por qué me haría pasar por ti?
La albina se encogió de hombros y el rubio suspiró. -Ahora somos compañeros, no estoy seguro si podremos trabajar de manera coordinada, pero si necesitas mi ayuda, ten por seguro que te salvaré.
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-Nunca mentí cuando te lo dije, espero que ahora comprendas lo que quise decirte. -Él se levantó despacio y con dificultad debido a la herida. -Vamos, tenemos que derrotar a esa cosa.
Ella mordió su labio inferior con fuerza. -No deberías confiar en un extraño fácilmente.
-No eres una extraña para mí.
Waitter se levantó del suelo, su mirada parecía oscurecida. -Si morimos aquí quiero que sepas que nunca te quise, pero me serviste mientras viví. -La chica habló con su usual tono de voz frio, parecía que había vuelto a la normalidad.
Link dio un gran suspiro. -Tu nunca cambias. -Intentó caminar sin embargo el dolor se lo impedía.
La albina al ver esto toco en donde se encontraba su herida al mismo tiempo que susurraba algunas palabras en un tono de voz bajo. Link solo se limitó a observarla y se percató de que su herida dejó de sangrar, al mismo tiempo que sentía una gran mejoría con el dolor de su pierna. El hylian abrió su boca sorprendido.
-Parece como si un hada me hubiese curado, no me siento débil ni herido.
-Se llama faquir, es una anestesia psicológica, tus heridas siguen abiertas solo que con esto ya no dolerán ni sangraran y además sanaran solas de manera rápida, es muy útil, ahora en marcha.
- ¡Ah! -Grito Ruto desde dentro de la sala con Morpha, su voz se notaba sin fuerzas.
Los hylians se apresuraron a entrar nuevamente a la sala y se percataron de que uno de los tentáculos de la anemona estaba extrangulando a la princesa de los zora.
Link aprovechando que Mirpha se encontraba distraido rápidamente saco el lanzagarfios de su alforja y apunto hacia el corazón de Morpha, él lo jalo hacia donde se encontraban mientras que Waitter la encajo su daga fuertemente lo que ocasiono que la anemona explotara y toda el agua que este uso se dreno completamente.
Ella arqueo una ceja. - ¿Es enserio? ¿Casi morimos todos por este inútil y débil circulo? Pero que humillación.
-Tienes razón, me siento algo decepcionado. -Link con una de sus manos sobó su sien.
Por otra parte, Ruto había quedado libre, al verlos les dio una mirada de alegría ya que los dos estaban vivos. -Chi-. Ella se auto interrumpió ya que notó que su cuerpo comenzaba a deslumbrar. A tal punto de hacerse transparente. - ¿Q-que? ¿Qué demonios me está pasando? -Habló ella asustada.
-Al parecer tu eres la sabia. -Le contesto la albina.
-Y-y ¿Qué me va a pasar? -Volvió a hablar temerosa.
-No lo sé, posiblemente mueras. -Waitter le habló de manera natural mientras que Ruto abrió sus ojos en shock. Como siempre sus palabras eran reconfortantes.
El rubio dio un suspiro. -Lo que ella quiso decir es que te reunirás con los demás sabios y con tu poder nos ayudaras a derrotar a Ganondorf.
Ruto empezaba a calmarse, aunque no del todo y miro rápidamente al rubio. -Oye, ¿Cuál es tu nombre? No quiero irme sin saberlo.
El hylian tardo un momento en responder. -Link, me llamo Link.
- ¿Link? -Fue entonces cuando un recuerdo llego a la mente de Ruto la cual lo miro sorprendida diciendo algo, pero ya había desaparecido, así que no se pudo entender lo que dijo.
Fue entonces cuando ambos también comenzaron a brillar al mismo tiempo que a desaparecer, llegando así hacía el pedestal con el símbolo del medallón del agua.
La chica dio un largo suspiro. -Al fin, creí que pasaríamos toda nuestra existencia ahí. -Ella exprimió su cabello.
-No fue para tanto. -Le respondió el rubio estirándose.
-Recuérdame golpearte de la manera más dolorosa posible, te lo mereces.
-Tu siempre tan tierna. -Link toco el lugar en donde estaba su herida, que ya había sanado completamente para luego ver como la chica exprimía su flequillo, nuevamente su otro ojo fue dejado a la vista, en el párpado de este parecía haber algo. - Tienes algo en el párpado de tu ojo derecho. –Él acercó su mano a la piel de la albina, pero esta le abofeteo la mano rápidamente.
-No toques mi rostro. -Habló tocándose el parpado. El rubio la miro confundido, pero no dijo nada, lo dejo pasar.
Un crujido de las ramas del árbol seco frente a ellos se dejó escuchar, Link dirigió su mirada a este, pero no tardo en bajarla hacía el frente al ver que una persona había saltado de este. Se trataba de Sheik.
La chica arqueo una de sus cejas. -Llego el ninja. -Habló en un tono bajo de voz.
- ¿Qué haces aquí Sheik? -Pregunto el rubio.
El sheikah coloco sus manos en su cintura. -He estado buscándolos en todas partes, hace dos días que descubrí algo en el patíbulo e iba a informarles, pero no podía contáctalos con el collar, así que me preocupe y los he estado buscando por todo el reino, hasta que por suerte mientras pasaba por aquí los encontré, ¿en dónde demonios se habían metido? -Sheik parecía algo molesto.
-Estuvimos en el mismísimo infierno. -Contestó la albina.
Link suspiro. -Estábamos en el templo del agua.
-Es casi lo mismo. -La hylian se encogió de hombros.
Sheik solo los miraba con el ceño fruncido. -Estuvieron en un templo ¿por tres días?
-Entra e intenta explorar el templo por tu propia cuenta para que tus dudas se disipen. -Waitter se cruzó de hombros.
-El lado bueno es que despertamos a la sabia. -Link se encogió de hombros.
El sheika suspiró. -Lo importante es que ahora ambos están aquí, les iba a contar que lo del alfabeto no era nada más que escritos antiguos, no tenían nada que ver con Ganondorf, no obstante, antes de irme del patíbulo me encontré a una chica inconsciente ahí, o bueno, creí que era una chica ya que tenía cabello largo y facciones finas, pero me di cuenta después de que era un hombre, me pareció algo extraño que estuviese ahí, y hasta ahora no ha despertado.
El rubio frunció el ceño. -Él debió ser llevado ahí recientemente, cuando nosotros nos encontrábamos allá no vimos nada sospechoso.
-No tengo idea, pero lo que se me hizo más extraño fue que cuando lo intente hacer reaccionar él abrió sus ojos repentinamente y me miro con terror, como sí le fuese hacer daño y balbuceo algunas palabras, pero luego de eso volvió a perder el conocimiento.
La chica pensó un poco. -Eso es demasiado sospechoso...
-Tienes razón. -Una voz se escuchaba arriba de donde los hylians y el sheikah se encontraban.
Cabello gris, y ojos rubí.
-Así que encontraste algo interesante. –Dijo el hombre saltando de donde se encontraba y cayendo con gracia al suelo. Link se puso en guardia al verlo acercarse al igual que el sheikah mientras que la albina lo observaba seria.
-Como te atreves a aparecerte, así como así después de todo el daño que causaste... -Sheik habló con rabia.
-Oh, Últimamente Todos me dicen lo mismo. Que te odio por aquí, que muerte por allá, no hay diferencia. -Se encogió de hombros.
- ¿Qué es lo que quieres? –Link lo apuntaba con su espada.
-Nada en particular, paseaba por aquí y los encontré. -Él se encogió de hombros.
-Deja de perder el tiempo y ataca de una vez. -Sheik seguía mirándolo con rabia.
Zen alzó sus manos. -No vine a atacarlos, solamente monitoreo el área y le digo a Ganondorf lo que pasa ¿pueden creer que me utilice como su niño de los mandados? Ya ni cuando servía al reino me trataban así. -Habló indignado.
Sheik apretó sus molares con fuerza. - ¡Eres un maldito traidor! Impa, todos te acogimos, confiamos en ti y cuando más te necesitábamos... Nos apuñalaste por la espalda.
La expresión del peligris se tensó al escuchar esas palabras, una mirada frívola salió del sheikah. -No te pregunte, además... ustedes siempre se hicieron pasar por los buenos. -Esa última oración la dijo en un tono de voz bajo. -Nos arrebataron lo más preciado que teníamos. -Zen observó a la albina.
Waitter solo lo miró con rabia.
Pero ni Link ni Sheik se percataron de esto.
Zen por su parte cambió de tema. -Me sorprende el poder que posees. –Apuntó a Link. –Tienes exageradamente más fuerza de la que aparentas y no la usas, es un desperdicio... -Lo miró con los ojos entrecerrados, - ¿Cómo demonios conseguiste tanto poder?
Waitter miro al rubio con el ceño fruncido. -Eso no es de tu incumbencia. -Respondió el rubio de manera fría.
Zen nuevamente hizo una sonrisa torcida. -Me resulta extraña tu determinación por salvar Hyrule, solo eres un viajero ¿no es así? -Link apretó los dientes e ignoro aquel comentario, el peligris en respuesta dio un suspiro. -Bueno, en fin, nos encontraremos después. -Zen se teletransporto de ahí dejando nuevamente al sheikah y a los dos hylians solos en aquel lugar.
Link guardo su espada y el sheikah lo miraba de con el ceño fruncido. -Oye Link, en cierto punto él tiene razón, si tú eres un viajero ¿entonces porque intentas salvar esta tierra? Aprecio que nos ayudes, pero, cuando este incidente sucedió ningún viajero quiso ayudarnos excepto tú además parece que tienes un gran poder, me resulta algo extraño.
El hylian lo miro de manera seria, Waitter esta vez no lo ayudaría ya que ella se cruzó de brazos como esperando también su respuesta.
Ahora podría contarle la verdad.
Podría contarle que en realidad es el niño que hace siete años atrás le contó sobre los planes del gerudo.
No tenía por qué mentir ya, ¿verdad?
-Fue... solo por un capricho mío, estaba aburrido de viajar siempre así que quise hacer algo nuevo. -Nuevamente, él había mentido.
Si no era necesario ocultar nada, entonces ¿Por qué lo hacía? ¿Por qué tener que esconder tanto misterio?
O más bien...
Él aún no se sentía preparado para contar su pasado.
-Ya veo... -Contesto el sheikah.
Por otra parte, la albina notó aquella tan obvia mentira.
Sin embargo, no dijo nada, tampoco lo obligaría a decirle a verdad.
<< Él sabe cosas que los demás no, esto se vuelve cada vez más confuso.>> -Pensó la chica.
Sheik dio algunos pasos hacia atrás. -Iré a ver cómo está el chico del que les hable, nos vemos después. -Cuando finalizó de hablar tomó una nuez deku y cuando la estrello contra el piso el desapareció.
La peliblanca por su parte tomó el hombro del rubio y lo teletransportó a su casa en ruinas, ellos descansarían un poco después de todo el desgaste que tuvieron en el templo del agua.
Link se mareo un poco por el repentino cambio de ubicación, pero pronto se dio cuenta de donde estaban. -Date un baño. -Escuchó decir a la albina. -Mientras, yo prepararé algo de comer.
El rubio la miro con los ojos entrecerrados. - ¿Sabes cocinar?
-Por lo menos me sale comida decente, ¿quieres que te haga algo en específico? -Su cabello húmedo se le pegaba en la frente y con una mano se lo acomodo volviéndole a tapar su ojo derecho.
Link frunció el ceño. - ¿Estas siendo amable?
La albina le lanzo una olla que estaba cerca de ahí pero el rubio la esquivo fácilmente. -Lo intente y lo arruinaste, ahora haré lo que me da la regalada gana. -Ella empezó a tomar varios ingredientes de un cajón. -El baño se encuentra hasta el fondo y a pesar de que parece inservible se puede usar, ve rápido antes de que termine. -Ella estornudo después de decir eso.
El chico la miro serio. - ¿No deberías bañarte tu primero? Te resfriaras.
Ella sorbio sus mocos. -Ya te dije que fueras, oh y déjame tu ropa afuera del baño, las secaré.
Link suspiro en respuesta y se encamino hacia el baño. Mientras más se acercaba a este la casa parecía más destruida, pero de algún modo parecía bonita.
Cuando por fin llego él dejo sus ropas en un pedazo de madera que estaba afuera del baño junto con sus armas contando las máscaras de transformación que se le había olvidado que tenía, entonces de su pantalón se escuchó que algo caía y pudo apreciar que se trataba de la piedra que Vesper le había dado cuando salió del pueblo, había olvidado que tenía aquel raro lapislázuli, Link lo tomo guardándolo nuevamente en su pantalón y cerró la puerta del baño para después abrir la llave de aquella bañera que -como dijo la albina- parecía inservible pero no lo era.
***
El rubio ya había terminado de bañarse y cuando abrió la puerta del baño observo a su ropa la cual ya estaba seca y se la volvió a poner. Cuando volvió a la cocina se encontró con Waitter quien le acerco un plato, dentro de este estaban huevos de cucco con un poco de carne de res, algunos vegetales y pan con mantequilla, también le acerco un vaso con agua.
-Ahora me bañaré yo, no me esperes. -Ella se dirigió hacia el baño cuando termino de advertirle. Ni siquiera le dio tiempo a Link para agradecerle por la comida.
Sin más por hacer él empezó por comerse la carne para después sorprenderse, estaba deliciosa, no creía que Waitter había hecho tal comida. Rápidamente termino de comer aquel plato quedando satisfecho.
Unos minutos más tarde la albina entro a la cocina, su cabello estando mojado parecía ser de un color plateado. -Gracias por la comida.
Ella no dijo nada, tomo un pan de la mesa y lo unto con mantequilla para después ingerirlo.
Link frunció el ceño. - ¿Tu no comerás lo mismo que yo?
-Siento repulsión y odio hacia la carne, suficiente martirio tuve con cocinártela. -Ella habló con la boca llena.
El hylian la miraba mientras comía y repentinamente recordó la expresión que ella había hecho en el templo del agua, jamás creería que aquella expresión la había hecho su compañera ¿Qué le había pasado en ese momento?
Nunca lo sabría.
Algunos minutos más tarde Link se dejó caer al suelo de la casa al igual que Waitter, ellos se acostaron en direcciones contrarias.
-Hacer esto es tan pesado...
El rubio cerro los ojos. -Lo sé.
-Oye, ¿de qué son esas mascaras que dejaste junto con tu equipamiento?
-Larga historia. -respondió medio adormilado.
-Siempre dices eso, escondes muchos misterios.
-Todos tenemos secretos... Y, no siempre podemos contarlos...
-Concuerdo con ese punto.
Link dio un gran bostezo. -Aunque hace poco que empezamos a salvar Hyrule, siento que fueron años desde que descansé.
-Eres un flojo, ¿cómo el destino de Hyrule puede depender de un tipo así?
El hylian hizo un sonido de risa, le dio algo de nostalgia esa frase, fue cuando por fin había conocido a su hada, ese momento en el que por fin había tenido una...
-No lo dije para que te rieras.
-No me reí... Solo me hiciste recordar a alguien.
La albina dudo un poco pero después hablo. -Te... Refieres a ¿Navi?
El chico asintió con su cabeza.
La chica abrió su boca para preguntar algo, no obstante, la cerró rápidamente y cambió lo que iba a decir. -He estado formulando algunas teorías sobre ti ¿sabes?
- ¿Tan interesante te parezco? -Su voz se escuchó adormilada.
-Eres la primera persona en la que me intereso por su vida.
-Vaya, es genial, supongo.
La chica estuvo un momento en silencio. - Y, por cierto, ¿no tienes miedo?
Link se acomodó de lado. - ¿De qué lo tendría?
La albina dudo un poco pero finalmente lo dijo. –De mí.
- ¿Por qué debería temerte?
-Soy una asesina, has visto de lo que soy capaz y aun así sigues viajando conmigo. Y no sé si seas idiota o no valoras tu vida como para estar con una persona que puede traicionarte en cualquier momento.
Link estuvo un momento en silencio. -Bueno... Es una buena pregunta, a pesar de todas las veces en las que vas en mi contra, me caes bien, y confió en ti, cada quien tiene sus razones para hacer lo que hacen.
-No llevas ni una semana de conocerme, no puedes decir eso tan fácilmente. Dime porque no te doy miedo.
-... No lo sé. -Fue lo único que contestó.
Ella solamente quedo en silencio.
- ¿Insatisfecha?
-Un poco.
El rubio volvió a bostezar. -Oye, Waitter.
-Que. -Dijo con su tono frívolo.
- ¿En qué pelea perdiste tú ojo?
La hylian toco el parpado de su ojo derecho. -Eso no es algo que debas saber.
-Ya veo...
-No puedo creer que esté pasando todo esto solo para pagarte un favor. -Ella igualmente bostezó.
- ¿Qué favor? -Preguntó confundido Link.
-Cuando nos conocimos en Kakariko y un redead me ataco y tú lo mataste. Te dije que te devolvería el favor.
Link frotó uno de sus ojos. –Cierto, sabes, lo había olvidado ya...
- ¿Lo del Redead?
-Además, Me refiero a tener una aventura real... -Dijo acurrucándose en aquel suelo de madera.
La chica observo como se acomodaba. - ¿Tuviste alguna otra antes?
-Algo así... Este lugar es muy relajante. -Después de decir eso Link cerro sus ojos y se quedó profundamente dormido.
Ella miró la ocarina que estaba en su alforja sobre una mesa que estaba cerca de donde estaban.
Ese instrumento tiene el símbolo de la trifuerza. La albina había oído hablar de los poderes que conllevaba tener tales triángulos, sin embargo, nunca le llamo la atención ese poder ya que a ella le gustaba conseguirlo por su cuenta, fue entonces cuando la palma de la mano izquierda de Link comenzó a brillar lo que llamo su atención, al acercarse un poco más se dio cuenta de que la mencionada trifuerza se encontraba en el dorso de la mano del héroe, parecía tener el fragmento del coraje.
Fue entonces cuando un recuerdo llego a su mente, pero no podía recordarlo con claridad, y, ahora que observaba al rubio le parecía familiar... Como si lo hubiese visto antes en algún lado.
- ¿Quién demonios eres?
_________________________________
*Time*
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