Capítulo 3
-No puede ser... -Decía el joven hylian al ver la ciudadela destrozada. Justo como estaba en el futuro que debía evitar. -Está pasando de nuevo... -Dijo en un leve murmuro y observando a su alrededor con una mirada triste.
- ¿Que ''está pasando'' de nuevo? -La albina le pregunto mientras veía a su alrededor con indiferencia.
-El tipo que hizo esto, ¿se llamaba Ganandorf? –El rubio pregunto más calmado e intentando cambiar de tema.
-Ya te dije que solo sé que un tipo quería apoderarse del reino, aunque ahora que lo mencionas creo que ese es su nombre. -Dijo sin dejar de ver a la ciudadela. -No sé porque te afecta tanto ni siquiera eres de aquí. -Esta vez sí miro al hylian.
Link la miro. – Este es tu hogar ¿no? Entonces deberías de tener un poco de preocupación por el.
-No. -Seguía con esa mirada inexpresiva. -No es que esté de acuerdo con este cambio y solo sea conformista pero no tiene que ver conmigo así que mientras no me afecte no pienso preocuparme.
-Ya veo, vaya manera de pensar tienes. -Dijo el rubio caminando un poco buscando a alguna persona que haya quedado atrapada o algo.
-Adivinare, quieres que te cuente los detalles de lo sucedido.
El rubio la miro. -Por favor.
-Ah-. Suspiro la chica. -Me haces hablar mucho. Yo estaba en uno de los callejones observando a mis posibles víctimas y de repente monstruos empezaron a salir de la nada, los aldeanos corrían y yo escalé una casa para saber que estaba pasando y ah, el cielo se llenó de nubes para después un tipo gritar desde el castillo que se auto proclamaba rey de Hyrule y otras estupideces, luego todos huyeron y salí de ahí, después de ese día todos viven con miedo y no salen de sus hogares.
-Y el rumor acerca de que la princesa Zelda está muerta, ¿es cierto? -Preguntaba preocupado.
-No lo sé, nunca la vi huir y ni siquiera la conozco quien sabe que fue de ella ah y ella es ahora la Reina.
-Ya veo. -El rubio miro al suelo con un semblante serio.
- ¿Por qué te preocupas tanto por ella? -La chica pateo una piedra.
-No tengo porque decírtelo. -Le respondió el rubio.
-Como quieras. -La chica de cabello blanco se dió la vuelta para después comenzar a caminar.
- ¿Alguien me escucha? -se escuchó una voz de una mujer en la ciudadela, como si alguien hablara a lo lejos. Link frunció el ceño y miro a todos lados para ver de dónde provenía la voz mientras que la albina detuvo sus pasos y hacía lo mismo, pero no veían a nadie.
- ¿Soy yo o acabo de escuchar a alguien hablar? -Preguntó la chica.
-Yo también lo escuche. Parecía estar llamando desde algún lugar lejos.
La chica pateo otra piedra. -Debe ser por el calor. Estamos alucinando.
-Por favor, alguien.... -La misma voz de antes resonó nuevamente, era tranquila, pero se podía oír un tono de desesperación en ella.
- ¿Quién eres? -Pregunto el hylian con el ceño fruncido.
-Soy la Reina de Hyrule, Zelda. -Se podía oír que el tono de preocupación se había desvanecido, era como si radiara emoción de haber encontrado personas.
-Vaya así que Zelda está viva. Esa no me la esperaba. -Volvía a decir indiferente la albina.
-Pensé que ya no quedaba nadie en la ciudadela ¿Quiénes son ustedes?
-Yo soy Link. Yo... -El rubio se detuvo ¿debería decir que él fue a quien le encomendó la misión de esconder la ocarina? Al fin y al cabo, eso ya no importaba ahora, el rubio decidió dejar eso en el pasado, así que decidió no decir nada después.
La hylian observo a Link para después hablar. -Yo soy un ser vivo. ¿Qué se siente no estar muerta Zelda?
-Hey, ten más respeto. -Le replico el rubio.
-Está bien, no me molesta. Link... Me suena familiar ¿Nos conociamos?
El hylian se mantuvo en silencio por un momento. -Yo, solo soy un viajero, tal vez escucho mi nombre por casualidad.
-Quizá, pero no deja de sonarme familiar...
-Salvaré este reino. -Habló el hylian sin pensar.
- ¿Como dices? - La voz de la reina sonó algo sorprendida.
-Salvaré Hyrule. -Dijo más decidido que antes.
-Pero sería muy peligrosos ir tu solo y debo decirte que nuestro enemigo es alguien muy fuerte ¿Enserio lo harás?
-Si. -Le respondió, pero esta vez algo de duda opaco su respuesta recordando como las cosas se repetían, él pudo sentir una punzada en su pecho, como la primera vez que vio la ciudadela cuando salvo a Hyrule, en ese entonces era un niño en el cuerpo de un adulto, estaba viendo al mundo caer con los ojos de un niño, viendo como algunas personas ya no estaban u otras no lo recordaban, un dolor inundo el pecho del hylian.
-Me sorprende tu valor Link, en ese caso por favor ayúdame a recuperar mi reino, somos la única esperanza que le queda a Hyrule, he estado utilizando mis poderes para encontrar a alguien con un gran valor que pueda ayudarme, me había quedado sin esperanzas hasta que te encontré, de verdad, muchas gracias por ayudarme.
-No se preocupe, la ayudare.
-Gracias... De verdad y la chica que te acompaña ¿cómo se llama?
-No tengo porque decirlo. -Dijo ella mirando al cielo.
-Oh, bueno. Por favor te pido que acompañes a Link.
La chica bufó. -Debes estar muy desesperada como para pedirme ayuda, pero no lo haré que se las arregle el solo.
-Por favor. Hazlo por el reino. Cuando todo esto acabe prometo recompensarte con lo que quieras.
Ella alzó una ceja. -Soy una asesina, lo que quiero es ver a todos muertos. Pero, puede servirme de ayuda... -El ojo azul claro de la albina miro al rubio quien al sentir su mirada volteo hacia ella. - Cierto, te debo una. -Ella suspiro. -Está bien, te acompañaré. Hasta que no te salve la vida no te dejare.
-No tienes que obligarte si no quieres.
-Ya te dije que no me gusta deber nada.
-Gracias, de verdad. Por favor ayúdenme a salvar a Hyrule. -Al decir lo último la voz se escuchó más leve y no se volvió a oír.
Ellos comenzaron a salir de la ciudadela, ninguno de los dos decía nada, de alguna manera, ellos estaban en un silencio incómodo.
-Oye ¿quién es ese tal Garnulfo del que hablaste? -La chica comenzó a hablar.
-Es el rey de las gerudos. Es un hombre que solo busca poder. Y no fui capaz de detenerlo... otra vez. -lo último lo dijo en un murmullo inaudible.
La chica lo miro. - ¿Que dijiste?
- ¿Cuál es tu nombre? -El rubio cambio de conversación.
-No te lo diré.
Link dio un suspiro de cansancio y le habló. - Mira, se ve que tienes serios problemas de confianza, pero por lo menos podrías decirme tu nombre.
La albina se detuvo enfrente del rubio. - ¿Cómo sé que no te harás pasar por mi cuando te lo diga?
El hylian rubio gruño. - ¿Por qué me haría pasar por ti?
La albina se encogió de hombros y el rubio suspiro. -Mira, ahora somos compañeros, no estoy seguro si podremos trabajar de manera coordinada, pero si necesitas mi ayuda, ten por seguro que te salvaré. -Le dijo el rubio mirándola a los ojos.
-Lo dudo. -Dijo sin mostrar interés.
-Cielos, ¿¡Por qué demonios tienes tantos problemas confiando en la gente!? -Él se estaba hartando.
La chica apunto su mirada hacía el suelo. -Porque la última vez que confié en alguien obtuve esta cicatriz. -Ella subió un poco su blusa mostrando su estómago, el rubio se sorprendió al ver que una gran cicatriz profunda se encontraba ahí en su cintura.
- ¿Quién te hizo eso? -Le pregunto sorprendido mientras la albina bajaba su blusa y lo miraba seria. El rubio suspiro. -Mejor olvídalo. Entonces ¿cómo quieres que te llame?
-Dime como quieras. -Le respondió la albina volviendo a caminar.
-No se me ocurre nada. -Link la siguió.
-Pues, si me dices rupia puedo voltear.
El hylian la miro como diciendo ¿Qué rayos? -No te diré rupia.
-Entonces te contradices.
-Por... Mira hablar contigo hace que me duela la cabeza. Solo dime algo decente con lo que pueda llamarte.
La chica paro sus movimientos nuevamente, miro hacia el cielo y alzo su mano derecha hacía este, Link también se detuvo al ver a su compañera hacer esa acción y frunció el ceño. -Waitter. -Sus palabras fueron suaves y susurrantes.
El hylian la miro confundido. - ¿Que?
-Dime... Waitter. -Le dijo un poco más bajo, como si le avergonzara o no quisiera que nadie más lo supiera.
- ¿Es tu nombre?
El viento comenzó a soplar más fuerte por lo que el cabello de ambos se movía de lado a lado, la chica coloco un mechón detrás de su oreja al igual que negó con su cabeza. -Es... Algo más... -Dijo y siguió caminando, Link la observo, su tono de voz fue diferente del de hace un momento al igual que aquellas delicadas acciones, pero simplemente no le dio importancia.
Él la miro un poco y después siguió también caminando, ella parecía ser alguien odiosa y con un serio problema de confianza evidente, el creyó que no podría simpatizar con ella por lo cerrada que es, pero... En cierto modo le recordó a como él fue en sus viajes, así que no la juzgo solo por su actitud.
-Y ¿a dónde vamos señor héroe? -Ella le habló.
-Iremos a Kakariko.
-Pero acabamos de ir ahí.
-Si, pero no fuimos por provisiones ya que me atacaste y además deje a mi yegua cerca de la entrada.
-Oh, cierto, bueno entonces iremos hacia allá.
Los dos tuvieron que caminar un rato ya que Kakariko estaba un poco lejos del castillo, así que en el tiempo en que llegaban el crepúsculo se hizo presente. Cuando llegaron a la entrada el rubio acaricio el hocico de su querida yegua dejándola otro rato más donde estaba ya que había viajado mucho en ella y la dejaría descansar. Ya en Kakariko Link junto con la albina iban hacia una tienda en la que podrían encontrar provisiones, él hylian estaba caminando cuando sintió el filo de una espada en su espalda, no encajada en el claro, pero si podía percibir la punta de esta.
- ¿Quiénes son? -Pregunto la voz de la que parecía ser una mujer, ella los miraba con el ceño fruncido esperando el momento para matarlos. Link no se movía ya que no tenía interés en luchar, él reconoció aquella voz, le pertenecía a Impa, él no podría olvidarla.
-Oye tranquila, yo soy la asesina aquí. -Waitter intentó distraerla, pero la mujer ignoro lo que dijo la albina.
-No venimos a hacer nada malo, solo queremos algunas provisiones. -Le decía el rubio con las manos hacia arriba.
-Eso dicen todos los ladrones que se pasan por aquí ¿porque debería creerles? -Ella le acercó más la espada.
-Porque salvaremos Hyrule, o bueno él lo hará. -Dijo la albina sin -nuevamente- expresión.
Impa lo miro sorprendida ¿cómo iban ellos a salvar al reino? Aunque en una parte de ella eso le alegraba ya que no tenían soldados y necesitaban apoyo. - ¿Y cómo piensan ustedes salvar Hyrule? Son solo unos niños sin siquiera tener el equipamiento adecuado. -Impa quito la espada de la espalda del rubio y lo miro con ojos entrecerrados.
Niño... Otra vez aquella palabra que lo molestaba tanto.
-Para eso veníamos por provisiones. -Contesto Waitter.
- ¿Como sé que puedo creerles?
-La princesa Zelda nos habló. -Dijo Link con voz calmada. -Yo me ofrecí a ayudarla.
Impa volvió a abrir los ojos sorprendida. -Ya veo... En ese caso sígueme. -La sheikah camino rápidamente y Link también la siguió a grandes zancadas mientras que Waitter se quedaba atrás.
- ¿Y yo que soy? ¿un perro? -Ella los siguió también.
-Aquí estaremos seguros... Por ahora. -Hablaba Impa entrando a una casa llena de libros y muy grande, el rubio miro con asombro la casa y la albina se mostraba, como siempre, indiferente, aunque también observaba la casa.
- ¿Por qué no hay nadie? –Pregunto el rubio.
-Todos están asustados. –Hablo un joven sheikah que salía de uno de los cuartos. –Por cierto, soy-.
-Sheik –continuo el rubio con un leve murmuro. Esto era un alivio para él, por lo menos sabía que ella seguía viva.
Sheik lo miro con el ceño fruncido. -... ¿Como... sabes eso...? -Impa entrecerró los ojos.
El hylian cayo en cuenta de que dijo algo que no debía. -Oh este bueno, iba a decir Sheikah, pero se me corto la voz.
-Ya veo... -Dijo con duda el Sheik
- ¿Y quién es tu compañera? –Pregunto Impa al ver a la albina mirando los cuadros de aquella casa.
-Al parecer se llama Waitter, eso es todo lo que me ha dicho de ella, parece que tiene serios problemas de confianza.
De repente la mencionada apareció a lado del héroe sorprendiéndolo un poco por su repentina aparición en su campo de visión.
- ¿Me invocaste?
-Waitter...-Impa empezó a analizar el nombre. –Me es familiar. –La miro a los ojos. –Creo que he visto tu cara en otra parte.
-Tal vez en algún cartel. -Ella habló calmada y sin sorpresa en su rostro.
Impa puso cara de ¿qué demonios? Pero luego cayo en cuenta de que ella era aquella asesina solitaria de los carteles. -Vaya así que cambiaste de bando. -Impa la miró enojada.
La chica soplo uno de sus mechones de cabello. -Jamás dije que lo hice.
Impa la miro con algo de desaprobación. -Pero... lo que me suena es tu nombre, creo que ya lo había escuchado antes. -La sheikah dijo pensativa. -Oh, ¡lo recordé! Era Winter es el nombre de uno de los traidores sheikah.
El hylian frunció el ceño. -Traidores Sheikah... -El héroe recordó haber leído un libro sobre esas personas.
-Impa acaso hablas de... -El sheikah rubio termino de hablar al ver que Impa lo miro.
-Si, nuestro símbolo anteriormente solo era un ojo, pero después del incidente este cambio a tener una lagrima. Ellos buscaban poder, el poder de la trifuerza, hubo una guerra en la que algunos sheikah traicionaron a la familia real, por su pecado todos ellos fueron asesinados. El líder de esos sheikah al ver que perdieron la guerra se reusó a pagar por sus pecados, él todavía seguía con esa ambición, pero huyo de Hyrule, también cambio su nombre para evitar que fuera reconocido y lo atacaran... Nadie más supo de él desde entonces, pero años después lo encontraron en el noreste más allá de Hyrule en una villa y fue asesinado.
Waitter no mostraba inmutación alguna ante lo dicho por la sheikah, no le importaba ya que no tenía que ver con ella o su ''nombre''. Solo eran similares.
- ¿De casualidad tu no serás del clan sheikah? Pregunto Impa mirándola con duda.
Waitter la miro arqueando una ceja. -Los sheikahs tienen los ojos rojos, el mío como puedes ver, es azul.
- ¿Que te paso en el otro ojo? -Impa pregunto al ver que la chica lo tapaba con el fleco de su cabello y además lo tenía cerrado.
La albina toco donde estaba su otro ojo y en una voz baja habló. -Lo perdí en una pelea, no es de importancia.
-Mmm, si, tal vez no seas una sheikah, soy la líder de esta tribu así que sabría de ti. Pero tu nombre es similar al de aquel hombre, eso sigue siendo extraño.
- Podría ser mera coincidencia, si quieres podrías preguntarles a mis padres del porque me bautizaron así, aunque el único problema de eso seria que, están muertos. -Dijo seria nuevamente. -Hablando de muertos, ¿En dónde está Zelda?
La sheikah la miro enojada. -Es su majestad niña ignorante. -Impa suspiro en cansancio. -No se preocupen por ella, esta oculta pero no les diré en dónde.
-Dejando este tema de lado, Zen se unió a Ganondorf, solo nos quedan ellos para defender Hyrule. -Habló el joven sheikah a Impa.
-Y pensar que estaba de nuestro lado. -Impa se mordió la uña de su pulgar.
A el rubio no le sonaba aquel nombre. - ¿Zen? ¿quién es?
-Él es un sheikah que vino a trabajar protegiendo a la familia real, viene de la villa donde hallaron a Winter y, es su descendiente. Él es una persona muy hábil en cualquier cosa, creímos que estaba de nuestro lado... Pero nos equivocamos, nos traiciono y se fue con Ganondorf. -Impa sobo su sien, parecía estar muy estresada.
-Entonces Ganandorf no es el único enemigo. -El rubio miro hacia el suelo. La albina no se inmutaba por nada y solo observo aquella conversación sin opinar.
-Pero... Si mal no recuerdo dijo que tenía una hermana, tal vez ella pueda ayudarnos. -Propuso Sheik.
Impa lo miro. -Nunca la vimos, recuerda el incidente que le paso a su villa, tal vez su hermana haya sido secuestrada y ya está muerta.
-Debe seguir viva, él dijo que había desaparecido, solo hay que encontrarla.
-No sabemos cómo sea ella, quien sabe dónde este ahora. -Impa le seguía alegando.
-Pero tal vez ella pueda convencer a Zen de que deje el lado de Ganandorf, él hablaba mucho de ella, así que tal vez pueda hacer algo.
- ¿Que le paso a la villa de Zen? -Pregunto el rubio confundido y algo avergonzado, no recordaba la última vez que había hablado con más de dos personas, de alguna manera se sentía mareado y agobiado.
-Al parecer alguien asesino a todos, pero no se encontró el cuerpo de su hermana, nadie encontró al asesino no había pistas ni huellas, es como si lo hubiese hecho un fantasma además de que algunas casas estaban destruidas. -Le conto Impa.
- ¿Y su hermana no pudo haber sido? -Pregunto la albina.
-Eso creímos al ser la única desaparecida, pero según Zen no tendría motivos para hacerlo, dice que era alguien adorable y que apenas sabia usar la espada además de ser una niña pequeña, por eso la descartamos, pero también llegamos a la conclusión de que el asesino se la haya llevado.
-Entonces supongo que ya no debe estar aquí, seguramente ya la torturaron hasta morir. -Dijo tomando un jarrón de la mesa. -Eso es lo que yo haría si fuese ese asesino.
-Eso es lo que me preocupa, ella podría ayudarnos, pero no sabemos ni como es. -Dijo Impa.
-Pero tal vez podamos contar con alguien más... -Murmuro el sheikah.
Impa la miro con el ceño fruncido. - ¿Alguien más? -lo miró confundida.
-Si, El chico de hace unos años, el que fue a ver... a la reina. -El rubio se sobresaltó un poco por su mención.
-Pero, la reina le dio una misión, él no ha vuelto desde hace siete años. -Impa volvió a alegar.
El sheikah miro le dio una mirada de ''tienes razón'' para después mirar al rubio. -Impa, creo que debemos explicarles más la situación.
-Tienes razón. -Impa miro al rubio y a la albina. -Como ya se habrán dado cuenta al parecer Ganondorf tiene la trifuerza del poder, la de la sabiduría aún la conserva la reina Zelda y la del coraje creemos que se encuentra en un joven que hace siete años nos dijo que Ganondorf era un traidor.
El rubio no se sorprendió mucho, ya había deducido esto, pero no podía creerlo aún, todo lo que había hecho, todo lo que perdió y sacrifico en el transcurso de su aventura, no sirvió de nada, al final Ganondorf termino victorioso y quien sabe si en el futuro que dejó también.
-La trifuerza son esos triángulos ¿no? He escuchado que estaban en el reino sagrado y eso está protegido en el templo cerca del castillo ¿entonces como obtuvo la trifuerza? -Pregunto la albina.
-Nosotros tampoco lo sabemos, él estaba preso no pudo tocarla estando ahí. -Le contesto Impa.
-Ese tal Garnulfo tiene mucha suerte. - la albina pensó en voz alta.
-Tal vez... Quiza si despertamos a los sabios podrían brindarnos su poder y detenerlo. -Sugirió Sheik.
-Que flojera. -Respondió Waitter dejando el jarrón en la mesa.
-Tal vez tantos viajes en el tiempo son los responsables de todo esto... -Dijo el rubio en una voz inaudible, era la hipotesis más acertada que se le ocurría.
- ¿Dijiste algo? –Pregunto el sheikah.
-Me preguntaba que si tal vez fuéramos al patíbulo encontraríamos respuestas. -Habló Link.
-Pero es muy peligroso, quien sabe si se encuentre él ahí y pueda atacarte. -Le previno el sheikah.
-No te preocupes, no voy solo. –Habló mirando a Waitter.
-Quiero dejar en claro que estoy contigo, mas no estoy de tu lado. -Recalcó ella.
-Lo sé. -Él suspiro. -Nos vamos al patíbulo. -Les dijo a aquellos sheikahs.
-Que las diosas los cuiden, mientras tanto Sheik y yo investigaremos sobre los demás sabios, tomen esto para estar en contacto. -Impa le dio a Link un collar algo extraño. –Con esto podremos comunicarnos, está hecho con piedras cotillas. -Link tomo el collar y se lo puso.
-Y esto es para ti Waitter. –Impa le dio un artefacto sheikah extraño. –Se llama lente de la verdad. Te será de ayuda. -La albina tomo aquella lupa de color morado y empezó a examinarla.
-Muy bien, nos vemos. -Les dijo el rubio.
-Tengan cuidado. -Sheik los miraba mientras los dos salían de la casa.
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Tengo que aprovechar a subir estos capítulos o si no me temo que no tendré tiempo :'v
¿Qué les está pareciendo la historia? :3
*Lobito*
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