El cielo se comenzaba a tornar de un bello color amarillo con toques naranjas, lo que significaba la llegada del amanecer. Ambos hylians se habían levantado ya hace unos minutos atrás, dormir sí que los había revitalizado, al igual que haber comido algo. Ahora ellos estaban preparados para ir por el siguiente templo.

La chica entrecerró su ojo para evitar que los rayos de sol le dieran directamente en su orbe. -Bueno, Ojos azules, ¿hacia dónde ahora?

El rubio frunció el ceño ante el apodo que le dio la peliblanca. - ¿Ojos azules?

-Sip, tus ojos captan perfectamente el color, solo que les falta brillo. -Ella contesto. -Pero no vamos a hablar sobre ojos, más importante ¿ahora a donde toca?

Una suave brisa hizo que el cabello del hylian se moviera un poco, a la vez que observaba la maleza del bosque frente a la casa. -El siguiente templo no será tan frustrante como el anterior.

-Espero que digas la verdad, no quiero volver a saber nada del templo del agua por el resto de mi existencia.

-No fue tan malo.

Waitter lo miro con los ojos entrecerrados. –Estuvimos tres días metidos en ese lugar y en la noche del primer día nos quedamos encerrados en una habitación, sin mencionar que la mayoría de la comida se nos cayó al agua por culpa de un monstruo.

-Admito que fue tedioso, pero logramos salir de ahí. -Link se encogió de hombros.

-Pero que optimista. –Ella cerro su ojo.

Link por su parte acomodaba bien su alforja en sus ropas, no obstante, al hacer esta acción una piedra de color azul con algunos trazos dorados cayó de esta, se trataba de aquel lapislázuli que aquel chico misterioso le había obsequiado. La albina frunció el ceño al ver tal piedra, un recuerdo vivido llego a su memoria. - ¿De dónde sacaste esa joya?

-Me lo dieron en un pueblo lejos de Hyrule. -Contesto a la vez que la recogía, no notando la expresión de Waitter. Una vez la recogió saco la ocarina del tiempo de su alforja. -Dudo mucho que conozcas la ubicación del templo. -Él alzó la ocarina. -Así que ahora yo nos llevaré.

La chica simplemente arqueo una ceja. - ¿Me estás diciendo que con una flauta nos llevará hacia la mazmorra? -Link abrió su boca para hablar, pero la chica lo interrumpió. - ¿Sabes qué? No te llevaré la contraria, con eso de que estas lleno de sorpresas más vale no opinar. -Suspiró mientras tocaba el hombro del hylian. -Vamos, muéstrame cómo funciona esto.

-Ya lo veras. -Le respondió mientras ponía aquel instrumento en sus labios y con una leve presión de aire comenzaba a tocarlo. La melodía que salía de la ocarina se trataba del Minuet del bosque, una suave y dulce melodía que representaba a los frondosos y verdes bosques.

Una vez finalizó la melodía ambos desaparecieron de la casa abandonada y aparecieron en el pedestal con el símbolo del medallón del bosque, ubicado en el prado del bosque sagrado.

Waitter parpadeo un par de veces para acostumbrar bien su ojo a la luz y observar mejor el lugar en donde estaban, en aquella parte del bosque se sentía una inmensa paz y armonía. -Sigo sin encontrarle una explicación lógica a lo que haces, cada vez eres más impredecible. -Habló a la vez que tocaba el verde pasto con la palma de su mano.

Link no le respondió a la chica, él estaba contemplando las escaleras rotas que se encontraban delante de ellos. Nunca supo cómo fue que quedaron rotas, pero por lo menos sabía cómo subir.

Su mirada cambio de dirección hacia donde se encontraba el tronco cortado de un árbol, la madera estaba más opaca y algo rota. El chico sintió como si algo se le apretara en el pecho.

Era obvio que ella no lo esperaría tanto tiempo.

Ya hasta debió considerar odiarlo por nunca volver.

Otra vez se encontraba en el mismo lugar.

En las mismas circunstancias.

Buscando a la misma persona...

- ¿La mansión de arriba es él templo? -La voz de la albina sacó al hylian de sus pensamientos.

-Si. –Respondió Link sacando su gancho y acercándoselo a la albina. - ¿Quieres subir tu primero?

-No.-Lo dijo con sequedad.

-Está bien. –Link uso su gancho y llego hacia la entrada del templo rápidamente. Waitter por otro lado había usado un hechizo de viento para impulsarse ya que había saltado, lo que hizo que llegara rápidamente también. Después los dos se adentraron al templo del bosque.

Con pasos lentos y sin bajar la guardia ellos caminaban, no había ningún enemigo que los atacase, ni siquiera en la entrada se encontraban los wolfos, por lo que tal vez les prepararían una emboscada.

Luego de cruzar otra puerta ambos habían llegado a la sala principal, la que contaba con cuatro antorchas encendidas con llamas de colores y un elevador elegante en medio de esta.

Link dio algunos pasos hacia delante. -Ese elevador lleva directamente con el jefe.

La albina observo el ascensor. - ¿Lo dices enserio?

-Si. -Link se había percatado de que las poes aún no se llevaban el fuego de las antorchas, por lo tanto, tenía tiempo para formular un plan.

- Te creeré, entonces solo debemos montarnos y ya esta.

-Lo sé. Pero... -El chico dio una larga pausa, pensando.

-Pero, siempre tiene que haber un pero, ¿no solo podemos irnos en paz rápidamente de aquí?

El chico se cruzó de brazos. -Yo también lo quisiera, lo que pasa es que hay cuatro fantasmas que se llevaran esos fuegos de la antorcha si nos acercamos.

La chica arqueo una ceja. - ¿Fantasmas? ¿Y de casualidad no hay también hombres lobo?

-No es una broma. -Link habló serio.

-Y mi pregunta no fue sarcasmo. -La chica cruzó sus brazos. -Ya se, nos teletransportaré ahí, así los fantasmas no podrán llevarse las llamas a tiempo.

El rubio frunció el ceño un momento, pero luego lo ablandó. -Tal vez funcione, hay que intentarlo.

Waitter estuvo a punto de tocar el hombro del hylian sin embargo antes de siquiera rozarlo las fantasmas poe aparecieron en su respectivo fuego.

-Hay no puede ser. -La chica frunció el ceño al ver como las fantasmas se dirigían al interior del templo. Por instinto lanzó uno de sus cuchillos a la poe más cercana a ella, la de color rojo, no obstante, no logró darle, la poe solo rió en respuesta.

Waitter chasqueo la lengua en señal de molestia.

-Parece que necesitan ayuda. -Una voz algo grave y profunda se dejó escuchar haciendo eco en la sala, reconociéndola al instante Link dio la vuelta sorprendido mientras que la chica le importo un comino. El emisor de la voz era Dark Link.

- ¿Qué haces aquí? -El hylian lo miraba confundido.

El azabache hizo una breve pausa antes de contestar. -Estaba paseando por aquí y los vi entrar. Vi todo lo que paso, si quieren terminar rápido me necesitaran.

-Concuerdo con tu gemelo, será más rápido si nos dividimos. –Waitter ordenó sin más y corrió en la dirección en la que se había ido la poe color rojo, sin esperar al hylian ni al azabache.

- ¡Espera, Wai-! -Le grito el rubio pero la albina ya había cruzado la puerta, así que solo se limitó a suspirar.

-Parece que quedamos solos. -Dark estiró su cuerpo a la vez que daba un gran bostezo.

Link hizo su cabello un poco para atrás con ayuda de su mano izquierda. -Es terca cuando se propone algo y no está satisfecha hasta cumplir su objetivo... -Hablaba más para él mismo que para Dark.

Dark frotó uno de sus parpados. –Así somos los dos también.

Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro del hylian. -Sabes, antes de conocerte creí que eras una bestia sin razón que solo mata personas.

El azabache puso una mano en su pecho con una expresión dolida. –Como te atreviste a pensar eso de mí. -Lo dijo en un tono bromista. -Aunque no te culpo, si yo estuviese en tu lugar probablemente también hubiese pensado eso de mí.

Link recordó cuando por primera vez peleo contra Dark, antes él no tenía sentimientos, ni razonamiento, solo era un ente con un solo objetivo: matarlo. Pero ahora parecía totalmente diferente, con personalidad propia, era como ver a una persona y no a un ser de la oscuridad.

– ¿Como es que no estas de lado de Ganondorf?

Dark pasaba una de sus manos por el pasamanos del las escaleras mientras que con la otra recargaba su cabeza. -Ya te lo había dicho, no sé quién es ese tipo, pero, ahora que soy libre ya me di una vaga idea de lo que ha ocasionado. -Paró un momento de hablar como callando algo, pero luego siguió. -Simplemente lo que quiero hacer ahora es tener mi propia voluntad, jamás imagine que ahora puedo hacer lo que quiera. -De su boca salió un sonido parecido a una risa. -Ahora por fin pude saber que había más allá de aquella sala, pude experimentar como en realidad se sentía... ser libre.

De alguna manera aquello hizo que Link se identificase con él, eso le hizo plantearse que tal vez, ellos no eran tan diferentes como creía.

-Bueno, creo que después de esta charla ya es momento de ir a terminar esto de una vez. -Dark se había vuelto a estirar. -Yo pido la azul. –Al decir eso el azabache desapareció con una especie de neblina negra dejando a Link solo en la sala.

El hylian desenvaino su espada a la vez que acomodaba su carcaj de flechas. -Será mejor que yo también termine esto rápido. -Con eso dicho se adentró para buscar a la poe color verde.

...

A medida que el hylian caminaba, podía sentir una leve presión en el pecho, él había dejado este templo para lo último apropósito, ya que, aún no sabía con qué cara podría ver a la sabia de aquel templo. Su amiga de la infancia, Saria. El jamás volvió al bosque, jamás la volvió a ver, ella fue la única que fue su amiga cuando era el chico sin hada quien era molestado por los demás kokiri, ella fue la única que se acercó a él... ¿estaría enojada porque nunca regresó? Probablemente sí, todos se cansan de esperar algo que sabes que no va a venir, no importa cuanta fe tengas...

Él simplemente le había fallado, así como ha todos en Hyrule, nunca estaba a tiempo para poder protegerlos...

Aunque ¿qué sentido tendría volver al bosque? Él sabía ya la verdad y el por qué no tenía hada, él no era un kokiri por lo tanto no encajaría, el crecería mientras que sus amigos se quedaban en sus pequeñas casitas jugando por siempre.

Además, él tenía una misión permanente que cumplir: Ocultar la ocarina del tiempo. Pero, ¿de qué sirvió haberlo hecho? Aun así, Ganondorf obtuvo la trifuerza e hizo estragos y ni siquiera pudo detenerlo en el momento...

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El destino te puede dar jugadas muy dolorosas. Pero hay que aprender a conllevarlas y seguir adelante, no importa que, no te debes de rendir ante ninguna circunstancia.

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...

Waitter.

Supongo que... Hacer esto fue mala idea.

Me encontraba dando vueltas por todo el templo en busca de la poe que evitó mi ataque, la cual no he encontrado aún. Ni siquiera tengo un mapa para ubicarme ni siquiera una brújula, en conclusión y aunque odie admitirlo, estaba perdida.

A pesar de que creo que he recorrido todo el templo no me he encontrado con Ojos azules ni con Dark, eso era extraño. ¿Qué acaso este lugar es un laberinto?

Volví a llegar a una parte en la que podía ver un verde jardín con un pozo desde un balcón, pero ni rastro de la fantasma.

-Ah –Suspiré. -A este paso nos volveremos a quedar atrapados como hace unos días. -Dije susurrante para mi misma a la vez que observaba por debajo del balcón.

Cuando contemplaba el pequeño jardín pude escuchar un sonido parecido a una risa algo familiar... Por reflejo miré detrás de mí y a mis alrededores, fue un sonido algo leve, pero pude escucharlo.

Claramente se trataba de la risa de aquella fantasma, su risa me a estado taladrando los oídos desde que la estoy buscando, como si se burlara de mi...

Tal vez este jugando conmigo, viendo como la rabia y la desesperación me consumen poco a poco, a tal grado de perderme en la locura y olvidarme de quien soy o que vine a buscar, dejándome solamente perdida mientras que ella este observando todo como una espectadora más.

¡Como si la fuese a dejar verme en decadencia!

Me dirigí a la siguiente puerta. -La cual ya había pasado antes, pero tenía que volver a pasar-. Nuevamente volví a ver aquellos cuadros de la poe roja, me irrita tener que pasar por su retrato. Así que para hacer algo diferente decidí lanzar uno de mis cuchillos en el cuadro.

Cuando mi arma impacto con este repentinamente se quemó. Me acerque algo confundida a la ahora pared vacía y coloque mis manos sobre esta.

Luego me percaté de que quedaban dos cuadros más con el mismo retrato de la poe. -Como no se me ocurrió antes... -Hablé observando mis cuchillos.

Volví a repetir aquel procedimiento, y, cuando el ultimo cuadro fue destruido la poe al fin se había materializado.

-Al fin descubriste el acertijo. -Su voz era chillona y con leves toques de eco. Ella se acercó con rapidez a mi con motivo de atacarme, pero fui más rápida y logré esquivarla.

- ¡Por aquí! -Su voz sonó detrás de mí.

Antes de poder darme cuenta me había atacado por la espalda, podía sentir como el fuego de su antorcha me quemaba cerca de la espina dorsal, no era fuego común por fortuna, si no seguramente tuviese quemaduras de gravedad, pero aún así ese calor que irradiaba aquel fuego era intenso, podía sentir mi carne arder.

La fantasma seguido de eso volvió a reír y a girar alrededor de mi esperando volver a atacarme. Cosa que ya no le permitiría hacer.

-Me divertiré mucho contigo... -Habló a la vez que volvía a dar otra carcajada.

Fue en ese momento que sentí como si mi conciencia se apagara y algo más estuviera dentro de mi...

No otra vez...

-Yo soy el que se empezara a divertir. -Una voz grave y profunda salió de mi interior. Algo que temí que saliera.

Lo último que recuerdo ver fue a la fantasma retroceder lentamente y gritar de dolor...

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O mai ga :v khe sta pasando aki doktor Garcíaaaa

XD fiuf, al fin logre terminar de editar este capitulo. ¡Espero y les haya gustado!

Y, ¿ustedes que creen que pasará?

¿La poe vencerá?

¿Waitter ganará?

¿Podré comprarme unas galletas y un refresco con solo cinco pesitos?

Pero... La verdaderá pregunta es...

¿Podrá tiro al blanco cruzar el cañon a tiempo?

Descubranlo en el siguiente episodio de Mi pequeño burro, la magia de la amistad.

Hasta aquí mi reporte Joaquín.

*Time*