Prólogo
Una silueta se encontraba caminando en medio de una tormenta de arena, se cubría con una larga túnica que cubría toda su vestimenta, mientras que la capucha la sostenía con su mano derecha para que no le entrara nada de la incómoda arena que se encontraba en constante movimiento.
Dicha persona se encontraba al suroeste de Hyrule, más específico, en el Desierto de las Gerudo.
- (No creí que hubiera tormentas así después de calmar a Naboris...) - fueron los pensamientos de esa persona.
En unos pocos instantes, la tormenta de arena se fue, cosa que alivió al joven viajero. Con un suspiro se retiró la capucha de su cabeza.
Lo primero que se notó fueron sus largos mechones de color rubio cobrizo, unas orejas puntiagudas, comunes en los Hylianos, ojos de un color azul océano y facciones delineadas y atractivas. Debajo de su túnica negra vestía una camisa blanca de manga larga, con cubre brazos color piel con bordados rojos y verdes, por encima usaba una camisa azul con bordados blancos en su cuello, formando un mango de espada. Llevaba pantalones café claros y botas de viajero marrones.
Se trataba nada más y nada menos que del Héroe Link, Campeón de los Hylianos, Guardián de la hermosa Princesa Zelda y asesino del Cataclismo Ganon.
No se notaba a simple vista, pero debajo de la túnica, llevaba en su espalda sus armas. La espada que doblega la oscuridad, la Espada Maestra, el Escudo Hyliano y el Arco de la Gran Águila, antiguo arco de Revali, Campeón de los Orni.
El por qué no portaba el Arco de Luz que le concedió Zelda en su batalla contra Ganon? Pues simple, no se consideraba digno de portar dicho arco, además de ser demasiado pomposo para su gusto, por lo que ahora era la propia Zelda quien lo usa en la actualidad, como un método de defensa mientras termina de recuperar su poder de la Trifuerza de la Sabiduría.
Por su parte, Link se convirtió en un guerrero aún más mortífero, obteniendo un dominio de armas perfecto, además de ya haber obtenido el poder de la Trifuerza del Valor, cosa que lo hizo aún más poderoso. Y con esos, muchos cambios más.
Al irse la tormenta de arena, el joven logró visualizar la Ciudadela Gerudo, a punto de ver a la líder de ésta tribu de Mujeres Guerreras, la Matriarca, Riju.
- Bien, parece que ya llegué...- dijo.
Ah si, y ya habla más.
Sin más dilatación siguió encaminándose hacia dicha ciudadela.
Cabe resaltar que se encuentra ésta vez solo, y no acompañando a la Princesa Zelda, ya que, extrañamente, Riju le había mandado un mensaje para que sólo él fuera al poblado Gerudo. A Link y a Zelda les pareció bastante rara ésta petición, pero la Princesa Hyliana le terminó concediendo ese deseo, dejando que su Guardián fuera solo.
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Link, a diferencia de otras ocasiones en las que tuvo que ir disfrazado con atuendos femeninos de las Gerudo para pasar desapercibido, fue dejado entrar sin ningún problema.
Claro, en la actualidad quién no conocería al Héroe que derrotó a Ganon y portador de la Espada Maestra?
Además, las guardianas Gerudo ya habían recibido las órdenes de su matriarca, por lo que dejaron pasar al joven Hyliano sin ningún problema al ser invitado de su líder. Claro, su misma fama hizo que todas las Gerudo a su alrededor se le quedaran mirando, cada una a su propia manera.
A Link sinceramente le incomodaban tantas miradas sobre su persona, nunca fue de esas personas que siempre quisieran llamar la atención como en el caso de Revali. El lado malo de haber salvado Hyrule.
Subió por los escalones del Palacio Gerudo, llegando directamente a la sala del trono, dejando ver, sentada en su trono, a la que lo mandó llamar.
Siempre acompañada de su guardaespaldas, la Gerudo Buliara, la Matriarca de la Tribu Gerudo, Riju, quien después de los dos años de la derrota de Ganon, creció, entrando en su adolescencia, denotando su desarrollo en una mujer aún más bella de lo que ya era.
- Hola Link, gracias por venir tan rápido. - dijo la joven Matriarca.
- Qué sucede Riju? - preguntó el rubio Hyliano.
- Ah~ siempre tan directo, "Hola Riju, ha pasado tiempo, cómo has estado?", muy bien gracias por preguntar Link. - empezó a quejarse la chica de manera cómica.
- ...Lo siento, aún se me dificulta mucho hablar así de natural. - respondió el joven con expresión nerviosa, mientras se rascaba la nuca.
- Jajaja! Bromeaba tontuelo! Sé muy bien eso. - reía divertida la líder de las Gerudo ante las expresiones del Héroe. - Por cierto, supe que la semana pasada cumpliste 19 años, felicidades.
- Gracias. - agradeció el chico. - (Aunque técnicamente son 119.....)
- Se podría decir que la razón por la que te mandé llamar es para darte...una especie de regalo. - mencionó la adolescente. - Buliara.
- Si. - la guardaespaldas de Riju entendió y fue a la mesa al lado del trono.
Link por su parte le pareció extraño de que Riju quisiera darle un regalo, él no estaba acostumbrado a recibir regalos por su doctrina de Caballero, además de que la anterior semana ni siquiera celebró su cumpleaños, pero eso se debió a sus arduos deberes de reconstruir el Reino tras 100 años.
Buliara entonces, regresó con Riju con un objeto envuelto en telas blancas en sus manos, entregándosela a su Matriarca. El rubio por su parte, solo se limitaba a mirar.
Riju entonces, desenvolvió el objeto de su envoltura, dejando ver el objeto.
- Éste artefacto fue encontrado por exploradoras Gerudo en las antiguas ruinas de los Sheikah oriundas a nuestros territorios. - relató la joven. - Investigamos mucho, y supimos el nombre de éste artefacto y su uso.
- Y ese sería?...- preguntó el Hyliano.
- La Ocarina del Tiempo. - respondió Riju con una sonrisa. - Con las notas correctas y los tempos correctos podemos enviar a un individuo a viajar en el tiempo.
- Y eso en qué me serviría? - preguntó Link sin captar lo que Riju quería decir.
- No lo ves Link? Si usamos ésto podrías regresar hace 100 años! Evitar el Cataclismo desde antes y salvar a los Campeones! - decía de manera alegre la Gerudo líder.
Link en ese momento que escuchó las palabras de Riju quedó mudo y en shock, cómo no lo había pensado? Tendría la oportunidad de arreglar las cosas, de que las cosas no terminaran en desastre, que Hyrule no sea destruido, y podría ver a sus antiguos amigos.
Pero...significaría ya no ver a sus actuales amigos?
Sidon, Yunobo, Teba, Kass...incluso la propia Riju.
Además de que volvería a ver a...
De manera repentina, sus piernas temblaron y cayó de rodillas al suelo con la cabeza gacha.
- Link! - exclamó Riju preocupada.
Comenzó a sudar y a respirar fuertemente al pensar en el pasado, el cómo miles de personas murieron, sus amigos, el reino, y casi él. Aún eran recuerdos muy turbios.
- P-Podría decidirlo para mañana?...- pidió el joven aún un poco agitado.
- Supongo que fue mucho para procesar...de acuerdo, descansa. - reflexionó Riju. - Buliara, llévalo a una recámara para que repose.
- Si, mi señora. - obedeciendo a su líder, la Gerudo fue con Link, y lo ayudó a levantarse, cosa que éste agradeció con la mirada.
Habiéndose ya incorporado, Buliara llevó a Link a un cuarto del palacio para que descansara por esa noche.
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Link ya se encontraba en su habitación designada. No era nada fuera de lo común, una cama individual, una pequeña estantería y un tapete de pared con bordados tradicionales de las Gerudo, nada ostentoso, justo lo que le agradaba.
Antes de dormir, quiso sentarse un rato al borde de la cama a meditar muy bien cuál sería la decisión que tomaría mañana.
Volver al pasado, o quedarse en el presente.
Sentado, vio hacia la esquina de la habitación, en donde había colocado todo su armamento.
La famosa y temida Espada Maestra.
El Arco de la Gran Águila, sin mencionar su carcaj de flechas.
Y por supuesto, el Escudo Hyliano.
Era difícil tener que escoger entre esas dos opciones, ya que en las dos habían ventajas y desventajas.
En eso, su mente divagó en algo que pasó la semana pasada, justo el día de su cumpleaños...
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(Flashback)
Se podía ver a un Link durante la tarde practicando con su espada, como siempre lo hacía. Incluso si hoy era su cumpleaños, no debía de descuidar su entrenamiento como todo buen Caballero.
La reconstrucción de Hyrule iba lenta, pero asegurada. En poco tiempo, ya habrá poblaciones asentadas en el antiguo Reino de Hyrule para volver a ver dicho lugar renacido, cosa que motivaba al Hyliano bastante.
En eso, una voz le habla.
- Link! - el joven detiene su entrenamiento y voltea.
Era una joven Hyliana, igual que él. Su cabello era rubio, pero de una tonalidad más brillante y viva que el de Link, su cabello era corto hasta el cuello con unas trenzas a la mitad del cabello, orejas puntiagudas de Hyliano, ojos de color jade brillante y un rostro digno de la realeza. Iba vestida con una camisa cerrada interior blanca, con un recubrimiento de tela azul en su pecho, hombros y brazos, usaba un pantalón negro ajustado y unas botas de viajera marrones con placas metálicas en la punta, llevaba un cinturón con camas azules, en donde llevaba una Tableta Sheikah, y encima llevaba una túnica similar a la de Link, solo que no tan grande y más corta, asemejándose más a una capa.
Dicha mujer era la propia Princesa Zelda, futura soberana del Reino de Hyrule.
- Dígame Princesa. - dijo Link con tono respetuoso.
- Hay que ir al poblado de los Goron, hay problemas con la Montaña de la Muerte. - dijo la chica a su Guardián.
- A la orden. - dijo rápidamente el guerrero empezando a alistar sus cosas.
- Pero....- dijo la chica deteniendo las acciones de nuestro héroe. - Hay algo...que me gustaría decirte antes...
- Por supuesto. - respondió éste.
- Hoy...es tu cumpleaños cierto? - preguntó volteándose, dándole la espalda a Link. - Y...me gustaría confesarte algo...
Link podía notar que la Princesa se encontraba nerviosa, ya que sus manos se encontraban temblando, y podía visualizar sus puntiagudas orejas levemente rojas, por lo que podía esperar cualquier cosa que saliera de la boca de la Hyliana.
- Seguramente recuerdas que te trataba muy mal antes...y me disculpo de nuevo por ello. - hablaba Zelda. - Pero...mientras más te conocía, más unida me sentía a ti, una relación más allá a la de ama-sirviente...hasta que te convertiste en la persona más especial para mi...
Link en ese momento ya podía ver a dónde iban las cosas y no podía estar más nervioso, más no dijo nada por respeto a las palabras de la Princesa.
- Lo que quiero decir es...que te amo Link. - dijo Zelda ya volteando a ver a Link.
Zelda miraba al Héroe con una mirada enternecida. Una suave y tierna sonrisa, mejillas con intenso rubor y ojos brillantes. La expresión pura de una mujer enamorada.
Claro que, dicha declaración de amor descolocó a Link, y claro que se ruborizó de igual manera. Cada cuándo la Princesa de la que estás a cargo de proteger te dice directamente que tiene sentimientos amorosos por ti?
No podía mentirse a sí mismo. Link sabía que también tenía sentimientos a la Princesa, si no, no la hubiera protegido a pesar de lo ruda y ofensiva que era con él, ni la hubiera salvado del ataque del Clan Yiga ni de los monstruos que les siguieron.
Y cabe resaltar, que cuando se cortó el cabello sentía que su corazón iba a salir disparado de su pecho en cualquier momento.
Pero...
- Princesa yo...- intentó hablar, pero fue interrumpido.
- Zelda...ya no quiero que me llames Princesa. - dijo la joven. - Llámame por mi nombre.
- Z-Zelda...me hace muy, muy feliz que me digas eso, de verdad...- hablaba el chico. - Pero...
- Lo sé...- dijo la chica, cambiando a una mirada triste. - Mipha, cierto?
Un nudo apareció en la garganta del joven héroe al escuchar el nombre de la Princesa de los Zora, con quien había compartido tantos momentos felices de niños, que había demostrado sentimientos hacia él y que murió antes de que su amor se consumara.
Link solo pudo girar la cabeza hacia abajo.
- No te preocupes, sé lo mucho que significaba para ti. - dijo Zelda con una comprensiva sonrisa. - Esperaré lo necesario...al fin y al cabo, ya esperé por ti 100 años.
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(Fin Flashback)
Mipha.
Aún recordaba su suave olor a agua dulce, su aguda y dulce voz que sonaba como un canto de cuna para sus oídos, y su mirada tan apasionada y llena de vida y ternura.
Su mente no pudo evitar divagar hasta recordar aquel último momento en donde pudo verla.
Justo en el momento de haberla liberado a ella y a la Bestia Divina Vah Ruta del control de la Ira del Agua de Ganon...
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(Flashback x2)
Link aterrizó sobre sus pies. Se encontraba cansado, pero la tarea ya casi estaba hecha.
Se encontraba en el interior de la bestia Vah Ruta, viendo cómo la Ira del Agua de Ganon se retorcía en el suelo, ya moribunda.
Extrañamente, solo había un hilo de pensamientos que zurcaban la mente de Link.
Esa cosa mató a Mipha.
Solo eso fue capaz de provocarle tanta ira que no cabía en su cuerpo dichas emociones negativas.
Solo se encontraba un poco magullado, pero se encontraba con las fuerzas necesarias para terminar con esa anomalía que le arrebató a una persona tan preciada para él como lo era Mipha. Es un poco contradictorio, ya que hasta hace poco, Link no recordaba a Mipha, pero cuando vio su estatua, pudo recordarla bien.
Todos los momentos que compartieron juntos, todos los sentimientos a flote regresaron a él.
- AHHHH!!!! - y con un movimiento lleno de furia, encajó su Espada de Fuego en el monstruo, quien explotó en una onda expansiva de energía maligna.
Sin decir una sola palabra, Link se encaminó hacia la terminal Sheikah, y cuando colocó la tableta encima...pudo escucharla...
https://youtu.be/fg-pxnNI9FI
- Link...gracias a ti, mi espíritu por fin se ha liberado. - era lo que decía la voz de la Zora. - Y hemos recuperado a Ruta.
Link entonces voltea a su derecha, y ahí la ve, fantasmagórica, pero la ve...
- Pero lo que más me alegra...es saber que sobreviviste...- dijo con su tierna voz. - Y verte otra vez...
Una Zora tan bella que parecía una Diosa encarnada. Portaba joyas color plata y zafiros por su cabeza, pecho y cuello, además de su manta azul de Campeona. Unos ojos penetrantes color dorados, una boca pequeña pero exquisita, y un cuerpo delicado.
Era ella, Mipha, fallecida Princesa de los Zora.
- Mi-Mipha...- murmuró el joven mientras sus ojos se humedecían.
La chica espíritu dio unos pasos al frente, y le siguió hablando a su amado. Sin embargo, el joven, con piernas temblorosas, también se estaba encaminando a ella, y sin notarlo, lágrimas empezaban a correr por las mejillas del joven espadachín.
- Como espíritu, quedarme con mi poder curativo sería un desperdicio, no lo necesito. - decía la chica. - Por eso...quiero encomendártelo.
Link se detuvo un momento al escuchar eso, quiso decirle algo, quiso gritar que no lo quería, que solo la necesitaba a ella a su lado, pero su garganta estaba hecho todo un nudo en ese instante.
- Te otorgo la Plegaria de Mipha. - con un suave movimiento de sus manos, creó una esfera de energía azulada, que disparó al pecho de Link
Link sintió en ese momento una calidez inmensa, como el suave toque curativo de Mipha que siempre usaba para sanar sus heridas cuando pequeños.
- Hasta ayer mismo, me ahogaba en mi pesadumbre. - decía la chica, llamando la atención del héroe. - Estaba resignada a aquí atrapada para siempre...un alma en pena, sin esperanza, pero...ahora estas tu, por fin soy libre y vuelvo a tener esperanza.
- L-Lo hice por ti...y lo haría mil veces más. - fue lo único que pudo salir de la boca de Link.
- Sé que mi poder te protegerá siempre, hasta en los momentos más oscuros, con eso mi alma descansará en paz. - seguía hablando la chica. - Ya es hora...
Link comenzó a ver cómo Mipha comenzaba a elevarse y a desaparecer en pequeñas llamaradas de fuego de color azul espectral, cosa que lo aterró.
- N-No, no...No te vayas! - Link corrió hacia donde estaba ella e intentó tomar su mano, sus ligeras lágrimas se convirtieron inmediatamente en ríos al ver dicha escena. - No me dejes...!
- Ruta y yo hemos de cumplir con nuestro deber. - decía Mipha. - Será un honor apoyarte en la batalla contra Ganon, ésta vez lo venceremos...ve con ella, la Princesa te necesita.
- No! Por favor! Mipha! - sin duda, era lo máximo que Link había hablado hasta ese momento, quebrándose totalmente.
- Siempre estaré contigo...te amo...- y con eso, la chica terminó por desaparecer.
El chico entonces cayó de bruces al suelo, soltando gemidos ahogados de la frustración, rabia y tristeza que estaba sintiendo. Teniéndola tan cerca y tan lejos al mismo tiempo, terminó por desvanecerse él también estando fuera de Vah Ruta.
Esa sería la última vez que vería a Mipha...
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(Fin Flashback x2)
Una lágrima traicionera cayó por su ojo y lamió su mejilla suavemente al recordar aquella ocasión.
Para pensar con detenimiento, estiró su brazo, alcanzando su costal de viaje, en donde guardaba varias cosas, de ahí, sacó dos fotografías tomadas por la Tableta Sheikah.
Miró la de la izquierda primero. Una foto tomada poco después de la derrota de Ganon, mostrando a los nuevos Campeones y un invitado. Zelda, Yunobo, Sidon, Riju, Teba, Kass y él. En aquellos tiempos ya empezaba a ser más expresivo, la sonrisa que daba en la foto era prueba de ello, pero aún era callado.
Luego, miró la foto en su mano derecha. Los antiguos Campeones, Zelda justo en el medio, junto con Urbosa, Revali, Daruk, Mipha y él. Río por lo bajo ante las expresiones espontáneas de todos ante el repentino abrazo de Daruk justo al tomar la fotografía.
Pero no era el momento de pensar en ello, si no en cuál de las dos opciones habría más beneficiados. Aunque claro, era obvio.
La mejor opción era volver al pasado y evitar a toda costa el Cataclismo inicial, para que así, no haya personas inocentes que mueran de manera atroz. Aunque había una parte de su ser que quería ser egoísta y quedarse en el presente.
Si fallaba no quería volver a presenciar dichos acontecimientos.
Pero claro, él no era una persona egoísta. Valía la pena intentarlo.
Con esos pensamientos, se fue a dormir, con una decisión tomada.
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Al día siguiente...
Link ya había desayunado, y se encontraba frente a frente a Riju en su sala del trono una vez más.
Ésta vez, para sorpresa de Riju, el joven Héroe poseía una expresión llena de determinación y seriedad, casi como fuera otra persona distinta. Dejó de lado sus pensamientos y decidió preguntar.
- Tomaste tu decisión? - preguntó expectante.
- Antes quisiera preguntar algo. - respondió Link, recibiendo un asentimiento de la chica. - Por qué solo me pediste eso a mi y no también a la Princesa Zelda?
- Descubrimos que la Ocarina solamente puede trasladar a una persona. - respondió la Gerudo. - Además, con todo respeto, tu eres mucho más apto para ésta misión que la princesa.
Link no objetó eso último, ya que a Zelda se le dificultaba mantener la cabeza fría en situaciones críticas a comparación de él. Claro, nunca lo diría en voz alta.
- Bien, lo haré. - fue la respuesta que dio al final.
Riju sonrió, sabía que le podía confiar éste deber a Link.
- Muy bien, Buliara. - llamó la Matriarca a su guardaespaldas.
La nombrada inmediatamente le entregó en las manos la Ocarina del Tiempo, la cual Riju tomó, levantándose de su trono y caminando unos pasos hacia el Héroe Hyliano.
- Conservarás todos tus poderes cuando vayas, pero no tus objetos, quiero que te quede claro. - advirtió Riju.
Obviamente Link lo asoció rápidamente con el Arco de Revali y el Escudo Hyliano, los cuales no portaba hace 100 años, pero no importaba realmente. El Escudo podía encontrarlo de cualquier forma en aquella época, y sinceramente no le importaba usar otro arco que no fuera o el de la Luz o el de la Gran Águila.
- Mucha suerte Link, no sé si vuelva a verte, pero me alegra haberte conocido. - le dijo Riju, despidiéndose de su amigo.
- A mi igual, y estoy seguro que nos volveremos a encontrar. - le respondió el Hyliano con una ligera sonrisa.
- ...Hasta entonces. - diciendo eso, la Matriarca Gerudo llevó la Ocarina a su boca para empezar a tocar.
Había aprendido la melodía precisa para enviar a Link al pasado después de practicar con una Ocarina normal durante varias horas, solo esperaba no equivocarse.
Con delicadeza, tocó la melodía suavemente de la Ocarina, justo como lo había practicado.
(No me aparecía ningún vídeo en YouTube de la Canción del Tiempo normal desafortunadamente, pero creo que todos ustedes ya sabrán cuál melodía es)
Una intensa luz azul rodeó el cuerpo de Link, tomándolo por sorpresa. Poco a poco, el cuerpo del Héroe de Hyrule fue desapareciendo en partículas de energía azules, hasta que éstas desaparecieron en el viento, dejando la sala del trono del Palacio Gerudo en silencio.
- Que la gracia de Nabooru te proteja...- murmuró Riju cerrando sus ojos.
Y así, el Héroe de Hyrule, Link, viajó al pasado a hacer lo correcto...
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Una leve luz lo despertó...
Se sentía similar a cuando despertó en el Templo de la Vida después de 100 años, pero de alguna forma se sentía muy distinto.
Abrió los ojos y se encontró con un techo hecho de tablones de madera, paredes de ladrillo de piedra, una pequeña ventana y un armario común, además de un estandarte del Reino de Hyrule como decoración.
Analizó por un momento su entorno, antes de que sus ojos se abrieran de forma abrupta y se sentara en la cama donde se encontraba.
Se encontraba solo vestido con su ropa interior, miró bien a su alrededor y reconoció en dónde se encontraba. Era su antigua habitación cuando era Caballero de Hyrule.
La puerta fue tocada, sacándolo de sus pensamientos repentinamente. La puerta se abrió, dejando ver a un joven azabache Hyliano, vestido con armadura de soldado raso, portando ojos igual de negros que su cabello.
- Hey Link! - saludó el joven.
- T-Thom?...- lo recordaba...Thom Yorkel, era su compañero en la Academia de Caballeros y un gran amigo durante aquella época.
- Ya es tarde, es muy raro que no te hayas levantado, sucede algo? - preguntó el ya reconocido Thom.
- N-No es nada...solo...me quedé hasta tarde practicando con mi espada. - fue la primera excusa que se le ocurrió a Link para encubrirse, estando aún impactado de ver de nuevo a su viejo amigo.
- No te fuerces demasiado, el que seas el portador de la Espada que doblega la oscuridad no te hace invencible. - le aconsejó el azabache. - No tardes, recuerda que hoy te nombrarán escolta de la Princesa.
Diciendo eso, el joven pelinegro se fue, dejando a Link pasmado con lo que acababa de decir. Era ese día? Cuando apenas le era asignada la tarea de proteger a Zelda? Eso quería decir que...
- Funcionó?...- se preguntó.
Rápidamente se levantó, e puso unos pantalones, una camisa y unos zapatos y salió corriendo de su habitación. Reconocía cada rincón del Cuartel de Caballeros, por lo que rápidamente fue a una torre a subir sus escaleras.
https://youtu.be/LiTsXcrxZfg
Muchos de sus compañeros lo veían raro por haber pasado corriendo al lado de ellos, pero Link no prestó atención y siguió subiendo la torre.
Llegó a la cima de la torre y pudo verlo. El Reino de Hyrule de hace 100 años en todo su esplendor.
Una suave brisa de aire limpio golpeó su rostro al ver dichas vistas. Podía ver justo en el centro del valle el Castillo en donde vivían Zelda y su padre en un excelente estado, todos los poblados aledaños al castillo estaban intactos.
Link se conmovió al ver a personas comunes y corrientes en los poblados riendo y viviendo su vida cotidiana, cosa que el Cataclismo les quitó.
Ver todo ésto le dio la respuesta a Link...
- He vuelto...- murmuró...
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Holu shabots!
Deben creerme que éste va a ser uno de los proyectos que más voy a disfrutar escribir para ustedes.
Soy fan de The Legend Of Zelda, si, aunque adapté un poco el uso de la Ocarina del Tiempo para que tenga sentido en éste fic.
También quise hacer ésto porque ya estamos a un mes del lanzamiento de Hyrule Warriors: Age Of Calamity, precuela de Breath Of The Wild en donde nos narrarán las batallas del Cataclismo en contra de Ganon.
Estoy seguro de que en ese juego voy a llorar mucho cuando maten a los Campeones (Mipha), pero estoy emocionado de igual manera.
También quise incluir en ésta historia a un Link más expresivo. Igual de frío, calculador, temple y sereno a la hora del combate, pero capaz de sonreír y a veces soltarlo todo.
En ésta historia solo tendremos dos pretendientes para Link, y esas son Mipha y Zelda.
Mipha porque se convirtió en mi waifu después de descubrir su triste historia en BOTW, además de que tiene muchos aspectos atractivos que me encantan (sin mencionar que tiene la voz de Hinata en el doblaje latino).
Y Zelda...bueno porque es la maldita y sensual Zelda! En mi opinión la mejor Zelda de todas las entregas por su gran desarrollo de personaje y su PRECIOSA apariencia.
Espero de corazón que los que sean fan de TLOZ apoyen y disfruten mucho ésta historia.
Sin más que decir, se despide UchihaBardo99! Sayonara! Arigato!
P.D. Mipha es la besto waifu.
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