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The last dying breaht

Mérida era asediada por el enemigo que se multiplicaba cada vez mas no importa cuantos de ellos reventaran sus cabezas, naves nuevas de la invasión covenant seguían apareciendo en el cielo. No podían seguir resistiendo mas en la capital de ese estado de lo que fue la republica de México. Convoyes en tierra y aire salían de la ciudad cargados de civiles así de heridos y militares rumbo al otro punto de evacuación cercano en toda la península, Cancún.

Tan solo en tierra los camiones de la armada así como de uso civil que ocupaban para evacuar eran bombardeados por las hordas de wraiths covenant que intentaban pisarles los talones, pero un muro formado con artillerías pesadas en la zona así como unidades blindadas resistían los ataques enemigos. En el aire, Pelicans y falcons, e igualmente que unidades de uso civil huían de las navíos covenant que envían sus naves cazas diezmando el éxodo masivo de la zona.

-¡No se detengan avancen! -en las ruinas de Mérida aun quedaban civiles y marines subiendo a los distintos grupos de evacuación. En medio de todo eso, los spartans reunidos montaban guardia junto a otros cientos de marines en el ultimo punto de evacuación de la ciudad milenaria.

-Mira mamá un spartan -dijo un niño abrazando un peluche mientras él y su madre iban en la fila para subir a las grupos de evacuación.

Estaban lejos de aquel niño, pero sus mejoras les permitían oír mejor que otros. Issei a pesar de tener una actitud seria reflejada bajo su cara escondida por el casco de su armadura, no podía evitar sentirse mal. Dos de sus hermanos de armas habían caído ya, y su deber como súper soldados de proteger a la especie humana era un fracaso, pero aun no habían fracasado.

-Deberíamos estar sacándote con ellos -protesto Arthur mirando que el covenant no acercara sus narices en medio de toda la intensa batalla, Issei se mantenía con el paquete detrás suyo sin descuidarlo -o por lo menos estar allí y no aquí haciendo labores de evacuación civil.

-Fueron ordenes directas del comandante Josef -dijo Vali, molestándose en ocasiones por la actitud cuestionante en cada momento.

-Es la verdad -exclamo.

-Si no se han dado cuenta estamos perdiendo -levanto la voz, cansada de Arthur.

-Creen que nos damos cuenta de que estamos perdiendo -respondió al tono de su líder de equipo -quiero saber que aun no hemos perdido.

-¡Contrólense spartans! -Cao y el resto de su equipo estaban listos para intervenir si veían que todo se iba de las manos.

-Si me preguntan -hablo Issei, quitándose el casco para sentarse sobre en medio de los escombros -todo esto es una mierda y me siento como un inútil -era desalentador sus palabras, que no solo sus amigos spartans oían, también los soldados regulares y de elite -todos aquí, juramos que protegeríamos a la humanidad... ahora mírennos. Somos un fracaso.

-Saldremos adelante, ya verán -decía Heracles -aun no es el fin, mientras uno de nosotros tenga la voluntad de vivir, toda la humanidad vivirá...

Pudo haber dado un gran discurso y alentar a todos cuando de pronto una explosión de un cañón de plasma de una unidad del covenant cayó demasiado cerca del limite que ellos hicieron con el enemigo.

-¡Enemigo a las doce! -grito Saji con un rifle francotirador en sus manos y en alto -esto no es bueno...

Cuando Issei y sus compañeros miraron a lo que a distancia no se visualizaba fácilmente por sus ojos. Presenciaron como un shangueli de pie sobre montones de escombros miraba a dónde los humanos evacuaban.

-¡Un inquisidor! -gritó Saji cuando reconoció el atuendo del elite.

-No cualquier inquisidor, es Thel' Vadam -aclaro Cao cao.

-Él... -cuando pronuncio su nombre, Jeanne a su lado no pudo evitar sentir rabia contra el elite -fue él y sus tropas las que destruyeron su mundo natal, y él mismo quien decapito a sus padres frente a sus ojos.

-¡Todos preparados! ¡A sus posiciones!

Gritaron los capitanes y demás oficiales entre los marines, los spartans tomaron posiciones defensivas mientras que los grupos de evacuación apresuraron el paso para sacar pronto a la gente. Sin embargo a la distancia, Thel' Vadam aunque quería una lucha justa con los spartans, las vidas civiles y de los demás soldados humanos, no le concebían.

-"¿Atacamos?" -pregunto su segundo al mando del elite de rango inquisidor.

-"Aplástenlos, pero los demons son míos" -revelo su espada de energía, miro por detrás de él a las fuerzas que reunio para lanzar un ataque masivo en este punto -"¡Adelante!"

-¡AAAAAAAARRRRRRRRRRGGGGGGHHHHHHHH!

Soldados, blindados y demás unidades de tierra del covenant emergieron en cantidades que nadie podía imaginar. Al ver la enorme cantidad, los marines y ODST sintieron terror.

-No tenemos suficientes municiones señor -dijo un marine atemorizado por el numero enemigo.

-Sera el fin de Wakanda... -un sargento de los marines dijo esto y todos lo miraron preguntandose que a qué venía esa frase -perdón, pero siempre quise decir eso.

-Tenemos que sacarte de aquí -Vali tomo a Issei en cuanto se volvió a poner el casco.

-No pienso abandonarlos -sabia que alguno de ellos moriría en ese momento -se han perdido suficientes vidas en esta guerra.

-Y se perderán todas si no sales de este planeta, recuerda que no llevas un simple paquete contigo -exclamo la líder del equipo Ghost.

-No pensé que ser el mesías significaría dejar morir a mis hermanos -declaro Issei mirando atrás.

Se detuvo y miro que algunos de sus compañeros se quedarían a enfrentar a esta horda hasta la muerte, sabían que habría tiempo para evacuar, solo algunos vendrían con él. Todos se reunieron con él antes de subirlo al último transporte.

-Las decisiones difíciles requieren voluntades fuertes -dijo su líder del castaño.

-Una decisión que yo no tome -exclamó.

-Los verdaderos héroes nunca toman la decisión de serlo -dijo Cao cao -Jeanne y Heracles se quedaran conmigo y retendremos al enemigo. Vali y los demás irán contigo, no todo el camino esta despejado hacia las naves de evacuación. Georg, Leonard, acompañenlos, los necesitaran.

Tres spartans se quedarían atrás.

-Fue un honor luchar a su lado -dijo Leonard.

-Los veremos del otro lado -se despidió Georg.

-Vivir con honor... -dijo Issei extendiendo la mano al líder del equipo de los héroes.

-...Morir con gloria -termino la frase y le estrecho la mano a B312.

Haberse separado tras ser derribados fue difícil, pero está vez sería más complicado, sus compañeros que se quedaban atrás está vez, no los volverían a ver.

Issei y su escolta subieron al último pelican disponible para abandonar el sitio con un marine como piloto.

A medida que la nave aumentaba la velocidad y se iba lejos de todo. El castaño se quedó mirando, observando como se desvanecían de su vista, la culpa de abandonarlos crecía en su subconsciente así como con los que venían con él. Tanta era la molestia, que decidió tomar lugar entre los asientos del pelican.

-No es fácil abandonar a otros -una voz femenina sonó en su cabeza.

-¿Fuiste tú Vali? -pregunto Issei.

-No he hablado -exclamó la líder de Ghost.

-¿Le Fay? -pregunto.

-No he hablado Issei -exclamó la hermana de Arthur.

-Yo lo hice -de nuevo esa voz femenina resonó en su cabeza, pero está vez tenía idea de quién sería, esa IA que Halsey le entrego le estaba hablando -hola, Hyoudou Issei...

-¿Que pasa amigo? -pregunto Saji cuando vio que su amigo tomaba la celda de energía en su espalda cuál mochila que había olvidado algo en su interior.

-...Como...

-No puedo explicar más, solo quería darte consuelo -no tenía idea de cómo, pero aquella IA le hablaba únicamente a él, nadie más de sus hermanos spartans parecía estar oyendo la voz que Issei escuchaba -después de todo, te elegí por tu destino. Dejaré que tú mente los acompañe hasta su último aliento de quienes has dejado atrás.

De pronto su visión se torno borrosa, todo se volvió blanco y no veía nada mas por allí, nada se distinguía. en cuando diviso una figura humana, pero que no distinguía bien lo que era.

-¿Que eres? -dijo Issei intrigado por su identidad.

Mas no le respondió, pero él podía jurar que lo que vio fue una sonrisa proveniente de esa misteriosa sonrisa en ese ser oscuro.

Inexplicablemente Issei, su alma o... su subconsciente se traslado de vuelta a donde tres de sus compañeros decidieron quedarse atrás. Aunque veía lo que estaba ocurriendo allí, realmente Issei no se encontraba, inclusive el mismo lo sabia, su cuerpo no se sentía real a pesar de estarlo en el lugar. Veía como los marines, ODST y sus compañeros spartans abrían fuego a diestra y siniestra a cada paso veloz que las hordas de soldados covenant venían, no importaba cuantos de sus enemigos hicieran caer, salían mas por todos lados.

-Mierda -decía Heracles cubriéndose para recargar su arma, a medida que los cuatro cañones de artillería que ya habían sido descontinuados seguían disparando en contra fuego de los wraith enemigos que los intentaban quebrar, después de todo varios soldados ya habían muerto dado el fuego cruzado -a este paso no duraremos.

-¿Arthur?... -Issei había caminado en medio de esa confrontación, siendo atravesado por los disparos de plasma, literalmente esos disparos atravesaban su cuerpo y seguían en el aire hasta desvanecerse sin recibir él daño alguno, así comprendió mas fácilmente que no estaba él allí.

-Solo hay que dejar que avancen un poco mas -exclamo Cao cubriéndose junto al miembro de Ghost y Jeanne a su derecha, disparando sin respirar contra las fuerzas enemigas.

-¿Crees realmente que funcione? -pregunto Heracles incrédulo.

-Funcionara, espero... -dijo, matando las esperanzas del miembro de Heroes que decidió quedarse.

Entre tanto fuego cruzado, los soldados terminaron atrincherándose entre los escombros, las balas de todos comenzaban a acabarse, no había de donde sacar mas o de donde recibirlos, incluso las balas de las artillerías se agotaban. Caerían pronto.

-Vivir con honor...

-...Morir con Gloria -termino Cao la frase de Arthur -todos, ejecutaremos el plan -los soldados que aun permanecían escucharon la voz del spartan.

Cao cao saco un detonador de sus compartimentos de su armadura, un detonador inalámbrico. Issei no sabia a que conectaba o en que momento crearon una trampa que iba a estallar, porque el enemigo venia a toda prisa cuando los humanos dieron cese al fuego.

-Ignición en tres, dos... uno ¡fuego en la trinchera! -presiono el detonador.

Una línea de fuego estallo a los pies de las hordas covenant, arrasando todo en un radio de dos kilómetros de ancho por diez de largo en la línea frontal. Todo tipo de soldados covenant terminaron en llamas, calcinados o carbonizados por la fuerza explosiva. Un ataque que dejo maravillado a Thel' Vadam desde su posición. Para cuando las llamas se controlaron, el mismo decidió ir contra sus hermanos de armas de Issei, junto al resto de sus oficiales y tropas shangueilis. Atravesando esa tierra de nadie donde los cadáveres de sus tropas se revelaban entre el humo y las cenizas.

-"¿Donde están los humanos?" -pregunto Thel' Vadam cuando llegaron a su trinchera de escombros y ellos se habían ido, inclusive Issei cuya conciencia seguía ahí tenia idea para donde se retiraron.

Algo anda mal, lo presintió el inquisidor, para que todas esas tropas humanas hubiesen desaparecido tan rápido en un lugar donde edificios humanos aunque dañados por la guerra aun se mantenían de pie. Así como los rusos lucharon con uñas, cuchillos y dientes contra los alemanes cuando pisaron la patria rusa hasta la muerte, ellos también los enfrentarían de esa forma.

-"Esto no me agrada" -comentaban los shanguelis, mayoría, armados con solo espadas de energía y pocos con rifles o carabinas de plasma.

Todos los élites se detuvieron y con preocupación examinaron sus alrededores. Pero un joven shangueli miro de nuevo por las aberturas de los edificios donde un pequeño destello hizo alertarse justo cuando tenía a su líder de facción cerca.

-"¡Inquisidor!" -gritó el joven guerrero corriendo hacia su líder, para recibir una bala de francotirador que acabo con su vida y no con la de Thel' Vadam.

-¡Ahora! ¡Ataquen! -gritó Cao, saliendo armado con una Magnum.

-¡¡¡Aaaahhh!!!

De todos lados emergieron marines y ODST con su enemigo acorralado aún sabiendo que habían más por allí, no temieron a su número, tampoco temieron por sus vidas cuando cargaron contra los élites, mayoría armados con cuchillos, pistolas, bayonetas en DMR descargadas y chalecos explosivos con los que buscaban inmolarar con el enemigo.

Marines y soldados de elite humana chocaron contra los shangueli, impresionantemente muchos de estos marines lograron derriban a los élites apuñalandolos con sus armas, sino con la fuerza combinada con otros compañeros derribaban a los soldados covenant para acabarlos en el suelo. Era como ver a los guerreros humanos de antaño, luchando como poetas guerreros, sabían que iban morir aquí, así que decidieron traer consigo a cuántos podían.

Heracles y Jeanne estaban con Cao, el más grande tenía una torreta cubriendo acabando con quién podía de sus enemigos. La spartan, lanzándose contra un elite que le robó la espada, comenzó a abrirse paso entre los shanguelis para hallar al inquisidor.

Desde los edificios, cuando los demás fuerzas Covenant vieron que su líder y compañeros fueron emboscados iban a toda prisa para socorrerlos, pero tiradores y granaderos humanos impedían su avance. Cómo arqueros defendiendo desde los muros de un castillo que su enemigo había hecho una perforación para entrar.

Estallidos dentro y fuera del sitio. Hacían que Thel'Vadam quedará romantizado con lo que veía. Para él, esto era una verdadera lucha para sus ojos. De la nada un marine que logro acabar con un elite únicamente con un cuchillo contra uno de sus hermanos de raza, pronto cargo su arma contra Thel'Vadam, al ver al simple humano poseído por el espíritu de lucha donde el temor por la muerte no existía, intento cortar al inquisidor en mas de tres ocasiones, pero él solo lo atravesó con su espada entre tanto movimiento brusco del marine. Lo tomo de su cabeza y aprecio.

-"Valiente" -dijo antes de dejar en paz su cuerpo. Pero cuando lo hizo, a un par de pasos una spartan que robo una espada de energía a uno de los elites hacia cara al inquisidor, Jeanne. Se quito el casco y activo esa espada -"Una... demon."

-"Me recuerdas inquisidor" -la rubia spartan del equipo de los héroes desafío a Thel'Vadam en medio de esa batalla, ellos dos pronto tendrían un duelo.

-Que esta haciendo Jeanne -pregunto Issei sin que le oyeran, al igual que él quienes se infiltraron en sus recuerdos se preguntaban lo mismo.

-¡Jeanne! -entre tantos oponentes, Cao vio como su compañero estaba a punto de senteciarse.

-"Me recuerdas" -pregunto Jeanne rodeando a su oponente.

-"Eres la hija de ese humano" -dijo Thel'Vadam rodeando a la spartan.

-"La general Jeanne D'Arc de la ONI, defensora de Orleans" -decía -"tu la mataste frente a mi junto a mi padre."

-"Fue una buena oponente, la deje cumplir su ultima petición y te deje vivir, mírate te has vuelto una Demon, para vengar a tu madre" -exclamo Thel'Vadam.

-"Mi madre, mi padre, mis hermanos... a todo mi mundo" -dijo y sin mas, se lanzo contra Thel'Vadam con esa espada de energía.

-¡Jeanne no! -tanto Heracles como Cao temieron por su compañera pero ante tantos enemigos, seria casi imposible abrirse paso.

Tanto ella como él chocaban espadas una y otra vez, la furia del deseo de venganza de Jeanne la volvían una berserker en ese momento, una oponente impresionante para Thel'Vadam. Ningún otro shangueli se acercaba, esta lucha era entre ambos a pesar de ver a su líder estar... siendo derrotado. Mas la lucha no duraría mucho, así como esos marines, de cientos ahora solo quedaban de pie algunos en medio de todo el combate, inclusive sus tiradores yacían muertos. Mas no murieron por los tiradores enemigos, sino por los wraith que destruyeron sus posiciones. Algunos incluso cuando sus armas se agotaron se arrojaron desde sus lugares con explosivos en sus trajes, para inmolarse contra sus oponentes.

No obstante Jeanne solo tenia un objetivo en mente, acabar con Thel'Vadam, y cuando creía que por fin iba a matarlo luego de hacerlo caer de rodillas por el corte de su espada luego de atacarlo en la pierna y conseguir que soltara sus armas, quiso dar el golpe de gracia pero hacerlo caer de rodillas la hizo caer en la trampa del inquisidor, un veloz movimiento de una tercera espadas escondida con él, se levanto con su otra pierna y clavo su espada contra la humana, atravesando su corazón.

-¡Jeanne! -Cao cao grito, no podía creer lo que veía.

-No... -susurro Jeanne, de su boca comenzó a sangrar esa perdida masiva de sangre, su cuerpo lentamente dejo de responder -madre... padre...

-"Dicen que los humanos creen que hay una vida después de la que tienen. Podrás reunirte con ellos" -dijo Thel'Vadam -"fuiste una oponente admirable, pero no lo suficientemente fuerte para derrotarme."

Apago su espada y empujo el cuerpo de Jeanne cuando cayó de rodillas, para que su rostro cayera mirando al cielo.

-"Mantén a los demás" -grito el inquisidor celebrando que uno de los spartans había caído.

Solo cinco marines mas quedaban, entre varios de sus soldados, ellos fueron apuñalados o decapitados, fusilados antes de poder hacerse estallar como planearon. Todos murieron rápido y sin dolor. Solo Cao y Heracles aun quedaban con vida, mas no iban a retroceder o huir, en especial Cao, para él Jeanne era especial.

-Jeanne... -susurro, se sentía impotente al ver su cuerpo sin vida.

-¡Cao cuidado! -grito Heracles al ver como un par de elites venían contra su líder, él uso su torreta y abrió fuego en su contra. Pero pronto comenzaron a rodearlos. Entre todos, una lanza covenant salió por encima de los soldados enemigos y cayó en Heracles.

-¡Heracles! -grito Cao, viendo como su amigo quedo empalado por el arma, e igual cayo de rodillas, siendo sostenido por la lanza que lo atravesó.

El líder del equipo de los héroes enfrento su destino, tomo una lanza del suelo perteneciente a un shanguelio muerto. Y comenzó a enfrentar a sus oponentes. Uno a uno los elites vinieron en su contra, como todo un maestro de la lanza comenzó a matar uno seguido de otro. Ellos se multiplicaban, y la espera por matarlo los ansiaba.

-¡Arrgg! -Un elite con carabina disparo contra Cao y lo hirió en el brazo derecho. Aun así, pudo mover su brazo y su lanza para degollarlo.

-Eeegg... -hizo su boca cuando un shangueli lo apuñalo en el torso, pero esa lanza logro cortarle los ojos al reptil.

Dos elites mas, lo atacaron por detrás, atravesando sus pulmones, pero su rabia le dio un empujón de fuerza, con la lanza logro atravesar a ambos y matarlos. Pero perdió su lanza, los elites no dudaron en disparar tres veces contra Cao, haciendo que cayera contra el suelo.

-"¡Los demons han muerto!" -gritaron regocijados los elites.

Thel'Vadam no estaba feliz, pero tampoco disgustado, fueron oponentes dignos después de todo. Pronto algo llamo, su atención. Heracles aun respiraba, lo mismo para Issei.

-"Inquisidor este demon sigue vivo" -varios shanguelis rodearon a Heracles -"¿lo tomamos prisionero?"

-Yo no... -Heracles movió su mano y quito los seguros de cuatro granadas que traía consigo.

Diez elites murieron junto con él. La explosión la tuvo cerca el inquisidor, tanto que lo dejo aturdido por un momento y una cortina de polvo se levanto por un momento. Cuando esa cortina se bajo, vio como Cao cao aun con vida iba arrastrándose con sus ultimas fuerzas hacia el cuerpo de Jeanne, se puso a su lado. Y tomo la mano de su compañera.

-Hay cosas que quise decirte Jeanne... -dijo débil Cao, la sombra de Thel'Vadam lo cubrió, no dudo cao en pensar que vino para matarlo también.

-Tienen mis respetos demon, espero que jamás los olviden -pronuncio en lenguaje humano, entonces murió Cao, tomando la mano de su amada Jeanne. Desgraciadamente, se iba con lamentos.

Issei vio suficiente, al menos su conciencia, o su alma; acompaño a sus compañeros hasta su últimos alientos. Cuando volvió a el mismo. Yacía de pie en el borde del pelican mirando a donde sus hermanos de armas ahora descansaban.

-¿Que pasa? -pregunto Vali.

-Han muerto, ellos han muerto... -Issei apretó los puños, tres mas que conoció cayeron, sus hermanos, su nueva familia... Tendrían que llorarlos mas tarde, tenían que salir de la tierra ¿Qué rumbo tomaría la humanidad después?


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