-La tierra y la humanidad no tardó mucho en caer, el enemigo fue implacable, impredecible y eficiente. Pero no lo suficiente para detenernos -contaba la IA del nuevo equipo Spartan Dott, ¿La recuerdas de ella? Ha vuelto mi amigo -la antorcha que Issei había pasado nos llevó al destino de nuestra supervivencia, un planeta perdido en los albores del espacio: Reach. Tras dos largos años vagando en el mar infinito de las estrellas, encontramos un mundo refugiarnos. Desde entonces allí vivimos en las sombras, con la esperanza de evitar ser encontrados por Covenant o el didacta mientras luchamos en su contra.

-Sabe, hubiera sido más cortes preguntarnos en vez de lo que le hicieron -exclamo el líder noble enojado con la Sekiryuutei.

Rias había salido del juego de inmersión en los recuerdos de Issei así como los que la acompañaron. ¿Porque habían salido ya de los recuerdos de Issei? Hacerle revivir lo que había cometido contra Vali fue un golpe duro para el Spartan. En medio del pelican cuando dormía con sus compañeros, Issei comenzó a sufrir ataques de estrés postraumático. Su equipo logró darse cuenta de quién era el responsable de este sufrimiento al ver una estela de vapor que siguieron hasta la mansión de los Gremory. Allí obligaron a la carmesí a detener su experimento.

En la residencia Gremory, en el cuarto médico, a Issei lo tenían sometido por noble tres, cinco, dos y cuatro de sus extremidades mientras la bruja que permitió el juego de inmersión, Medea junto a Asia, intentaban suprimir los recuerdos traumantes que volvieron al spartan. Asia estaba allí curando a Medea pues al principio el spartan debido a toda su fuerza sobre humana había golpeado y lastimado a la hechicera varias veces cuando comenzó a curarlo.

Rias se culpaba del estado inestable al que había caído el soldado por su curiosidad. Paso algo de rato para que Issei pudiera volver a recuperar la cordura.

-Ya está -exclamó aliviada Medea, sus brazos podían descansar y podría ponerse a recuperar su mana perdido.

-¿Eh?... -Issei recuperaba la conciencia -¿que paso? Vi todos mis recuerdos -pasaba su mano por toda la cara para quitar la sensación de sueño -diganme que estoy muerto.

-No, aún no amigo -dijo Noble 3, Tatsuya.

-Hubiera sido mejor saber que estoy muerto -dijo sin notar que estaba de nuevo en la casa de los Gremory.

Con su fuerza controlada por su conciente otra vez, se levantó de la cama médica y vio a ambas mujeres que mantenían la distancia de él con temor.

-Esperen ¿que hacemos aquí? -reconoció que no estaban en el pelican dónde durmieron.

-Resumido tuviste un ataque de estrés postraumático -decía Korra, noble 2 -ellas ayudaron a controlarte.

Confundido se encontró Issei, no había tenido problemas psicológicos después de sufrir por lo de Vali.

-Bien supongo -se bajo de la cama -gracias por su ayuda -a pesar de las gracias ambas mujeres temieron a los gestos del spartan -¿que pasa?

-Tal vez... Las golpeaste unas cuántas veces al principio que te trataban -declaro Kenichi, noble cuatro.

-¿Algo más que quiera preguntar? Señorita Rias -cuestiono Dott cuando el líder noble, Takashi; observando a su sexto miembro estable otra vez, dejaría que la carmesí preguntara y le permitieran obtener las respuestas a esa pregunta.

-No por ahora -exclamo llena de remordimientos por lo que causó a B312.

Todos los demonios, familia y aliados de la Sekiryuutei se veían tensos con la presencia de los super humanos mientras ellos se notaban indiferentes con las miradas que les daban.

-Supongo que podemos volver a lo nuestro, por favor no se metan en nuestros asuntos -dijo Takashi tomando su casco y a Dott devuelta a su puerto -regresemos equipo Noble.

Controlado y puesto a salvo, los seis miembros del equipo noble se fueron, saliendo de la mansión justo a momento de que el hijo mayor de la casa regresaba con el pequeño grupo que llevo al yacimiento antiguo y desconocido que descansaba debajo de su mundo. Pudo haberlos detenido, cuestionarles el motivo porque habían venido a su casa sin ser avisado, o poder preguntarles a cerca de que sabían ellos acerca de esta vieja estructura que solo él conocía. Las únicas preguntas que quería hacer eran a su hermana, esto pudo saberlo Rias cuando vio los ojos enojados de su hermano desde la ventana del segundo piso.

-¡¿Que hiciste que?! -su hermano estaba eufórico luego de escuchar según sus padres.

-Solo quería conocer su guerra, el porque llegaron aquí -se defendía de la furia de su hermano.

-Tengo que repetirte que sus asuntos no nos incumben -Sirzechs estaba sentando en su escritorio personal -porque insistes en entrometerte con ellos.

-Lo que vi en sus recuerdos, la destrucción... el nivel de amenaza del covenant, tal como dijeron -dijo mas su hermano seguía inmutado.

-Es verdad lo que Rias dice Mahou Lucifer -dentro de la habitación, estaba el prometido de esta chica carmesí -no son nada que se halla visto, su numero es mas grande que cualquier otro ejercito. Su eficiencia es incluso mejor que el ejercito de los ángeles.

-No creí haberte dado permiso para interrumpirnos -será el prometido de su hermana sin embargo no se convencía de que Raiser Phenex fuese el hombre adecuado para Rias. Era el rey demonio Lucifer, sin embargo el compromiso de su hermana fue convenido por los ancianos del consejo, no por él. Y trataba de quitárselo -no quiero que te involucres mas con esos humanos.

-Hermano, solo viendo tu mismo lo que Issei vivió entenderás que el covenant es también una amenaza para nuestro mundo -dijo Rias.

-¿Issei? Ahora lo llamas por su nombre -parecía que su hermana tenia interés por el humano, sino aprobaba al phenex que le haría pensar que el humano spartan le era un mejor partido -dejemos esto por ahora, y si vuelves a entrometerte con esos humanos, no creas que ser la Sekiryuutei te salvara de ser castigada.

Parecía que el fin de sus travesuras de la Sekiryuutei se había marcado.

-Gracias por el apoyo -exclamo Rias caminando por su casa siendo seguido por Raiser -por favor no digas que lo haces porque soy tu prometida.

Dijo esto pues el rubio demonio había abierto la boca para ser callado por la Sekiryuutei.

-Lo hice porque se que odias que tu hermano no siempre te apoye con tus decisiones -comento con respeto.

-Se que trata de protegerme, pero puedo defenderme sola -se detuvo y encaro a Raiser -puedo defenderme sola.

Entonces se intimido por la mirada enojada de Rias, entendía claramente que ahora quería estar sola y lejos de él. Pero cuando se quedo en el pasillo de casa, el rey de los héroes estaba detrás del Phenex recargado de la pared del corredor.

-Es toda una joya -se burlaba de Raiser.

-Tu ni siquiera estuviste apoyándola -desafiaba al dorado guerrero dado la competitividad que tenían.

-No necesito apoyarla, a diferencia de ti yo comprendo que ella aun siendo la Sekiryuutei no es visto mas que una flor delicada -decía Gilgamesh -crees que busca ser protegida, no. Quiere ser reconocida. Eso ni siquiera tu lo puedes hacer bien, porque crees que te desprecia pajarraco.

-Y eso, no haces mas que adularla -estos fueron sacados de la casa por el personal, apenas iban aumentando el tono de su voz. Fueron echados junto a los miembros de khaos brigade.

En cuanto a Rias ella miraba desde su habitación al bosque donde los spartans habían puesto su campamento, sin notar que su reina estaba en la habitación con ella.

-No hará caso a la orden de Lucifer-sama ¿verdad? -pregunto Akeno con esa sonrisa característica de la pelinegra reflejada en la ventana.

-Ese tal didacta, el ser que destruyo los mundos humanos -decía Rias y su reina no entendía bien el contexto de sus palabras -solo fue un momento que le enfrento, pero el nivel al que estaba, era como cuando Trihexa había despertado y sus poderes no habían despertado del todo. Él tenia su poder reprimido cuando los enfrento.

-¿Didacta?

-Quien lidera al enemigo de los humanos -miro a Akeno -el ser que gobierna a muchos mas ejércitos como el que nos ataco antes.

-Significa que vas a volver a ir con ellos -comento la ángel caída y demonio.

-Quiero saber si también es una amenaza para nosotros -declaro Rias.

Más tardo en decir que en ir y encontrarlos, los halló en su campamento cada uno haciendo algo distinto. Tatsuya contaba las balas de sus cargadores y rellenando los vacíos, Kenichi jugando su cuchillo Kikru sacando fila con su armadura. Los cuatro restantes dentro del pelican en el que tenían el radar de comunicaciones a la esperaba de ser contactados por alguien más importante entre los spartans.

-Comandante -exclamó Dott detectando la presencia de Rias y su séquito afuera de los pelicans.

-Creí haberles dicho que no se metieran en nuestros asuntos -exclamó Takashi firmemente.

-Lo siento -dijo y Rias dio algunos pasos hacia ellos -pero no puedo evitar pensar, em... -entonces vio a Issei sentado en los asientos de la nave, parecía aun sufrir jaqueca por la invasión a sus recuerdos, masajeaba su cabeza tratando de aliviar el dolor -también lamento lo de Ise.

Cuando escucho que lo llamo por su nombre sin ninguna vez haberle dado su consentimiento. La miro con molestia, tomo su casco y se lo puso, para así moverse al asiento del conductor, le contaron que ella y sus amigos entraron, le hicieron revivir sus lamentos de guerra como soldado, los errores que cometió y lo demás. Además, solo hubo alguien que podía llamarlo Ise.

-¿Que es lo que buscas? Niña -exclamo Takashi luego de ver la reacción de seis.

-El didacta, ¿es una amenaza para mi mundo? -pregunto sin tomar por sorpresa a los spartans.

-En serio lo preguntas -dijo Korra crédula de la cuestión -claro que lo es, lo es para toda el universo. Hasta ahora no ha habido forma de derrotarlo ni al covenant o sus caballeros guerreros prometeos.

-¿Prometeos? -eran esos últimos soldados que enfrentaron los viejos amigos de Issei, se cuestionaba la sekiryuutei.

-Robots, maquinas hechas con esencias de vida humana -contaba Akatsuki, noble cinco -si nuestra gente no murió cuando el covenant lanzo su contraataque masivo, capturaron y los convirtieron en maquinas para servir a ese malnacido -el soldado intentaba comer del caldo de verduras que saco una bolsa de comida en polvo militar de la nave.

-Esa es sola una de las amenazas, por como lo vimos, solo una flota de exploración podría destruir este mundo y asegurarse que nunca hubiese vida de nuevo -decía Kenichi guardando su cuchillo mientras reía culposamente por lo vivido.

-Buscas ayudarnos acaso -pregunto Takashi luego de oír a sus miembros.

-Si, ustedes quieren acabar con ellos y yo busco proteger a mi mundo -fue interrumpida.

-Entonces solo lo condenaras -respondió el líder noble -que te unas a la guerra solo lo empeorara.

-En este momento la posibilidad de que el covenant vuelva es de 18 porciento -hablaba Dott -cuando nos vayamos dejaremos un rastro para que nos sigan lejos de este sistema, el covenant no pondrá interés en esta galaxia porque fuimos y no sabrán que hay vida.

-Eso no es solución... -seguía insistiendo.

-Esta guerra es de nosotros señorita Gremory, no suya. Venir aquí fue un error para nosotros, y nos iremos con nuestra guerra, valoramos su ayuda pero eso no cambiara nada -decía Takashi.

Palabras fuertes pero reales, hacían que Rias se sintiera mal e inútil, no podía sentir que quería ayudarlos a brindarles su ayuda.

-Rias, creo que tienen razón -exclamo Akeno, tomándola de su hombro para que pudiera escuchar la voz de estos guerreros.

-Comandante -dijo y la reacción de los spartans fue como si se tratara de una presencia que el sequito de demonios o su líder no podían sentir.

Todos los spartans y los demonios fueron hacia la astro nave, donde tenían el monitor del radar y su radio con la frecuencia para su rastreo. Issei ya se hallaba procesando lo que el radar había detectado. Una seria amenaza.

-Esto no es bueno -dijo Issei cuando sus compañeros entraron.

-¿Que pasa? -preguntaron.

-El covenant, llegaron -agrandaba la imagen que captaba el radar en la atmosfera -tres cruceros pesados y un súper carguero a la cabeza entrando en la atmosfera, Pride's warrior shadow... -reconocía la nave.

En la atmosfera dentro de esta nave líder su maestro de nave tenia una pequeña discusión con su primero oficial dentro de puente.

-"Deberíamos esperar al resto de la armada de nuestro inquisidor" -dijo el sagheili de armadura blanca al dorado.

-"Es probable que los demons ya hayan descubierto nuestra presencia, si esperamos ellos escaparan" -dijo el maestro de nave.

-"Las ordenes de nuestro señor fueron claras, esperar" -le recordó a su señor.

-"El didacta a esperado suficiente por verdaderos logros, pronto se regocijara en la gloria que le llevaremos" -no pensaba compartir la gloria con otros mas que con los de las naves que iban en su flota.

La flota covenant entro mas pronto de lo que se pensó, dentro de las ciudades del clan Gremory. Todas familias de nobles, plebeyos y demonios de toda clase pronto vieron como el cielo brillante y rojizo de su mundo se oscurecía como si se tratara de la noche, mas lo que entre las nubes oscurecía el cielo, las sombras de los grandes astro navíos covenant hacían temblar a todas las familias y seres de este clan y mas allá, la presencia de esta flota era vista por otros pilares del infierno. Desde la mansión Gremory, Sirzechs y su familia veían de nuevo como naves covenant aparecían sobre su ciudades, pero ahora eran mas naves que la primera vez. Incluso los aun presentes miembros de khaos brigada se sorprendieron por el mayor tamaño de estas naves.

-¡Hermano! -entro Rias gritando a la oficina de Sirzechs,

-Dime que no has sido tu -exclamo su hermano sin dejar de mirar por la ventana hacia la monstruosidad de nave.

Una invasión covenant estaba ocurriendo. Seria como la ultima, o mas brutal. Podrían detenerlos o caerían.