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27. La vuelta más esperada.




Me devuelve una mirada de sorpresa.

—Llegué ayer y quise venir a sorprenderte... —murmura. Sus ojos se concentran en Reese—. ¿Qué haces con ese?

De repente entiendo que esta situación puede mal entenderse en niveles... enormes. Suelto la mano del borracho y niego con la cabeza varias veces para Nick entienda que él y yo no estamos por hacer lo que él piensa que estamos por hacer.

De todas formas, ¿qué hace Nicholas en mi habitación a las doce de la noche?

—Hola, soy Reese —se presenta con una sonrisa.

—Sí, ya sé quien mierda eres, Reese. Estabas en el equipo de futbol cuando yo iba a Everdeen —responde él con el ceño fruncido y los brazos cruzados—. ¿Qué haces con Quinn?

—Vamos a dormir —le contesta Reese antes que yo, porque al parecer, no puedo salir de mi estado de sorpresa. Esquiva a Nick y se tira a mi cama de espaldas.

—No es lo que parece —empiezo—. Reese es mi amigo y es novio de Key.

Nick alza sus cejas asombrado y asiente.

—¡Ahg! No hablen de Key que me hacen extrañarlo —balbucea Reese con sus ojos cerrados y un costado de su rostro pegado en la almohada.

Me río.

—¿Quién te dejó entrar? ¿Lily? —le pregunto ahora poniendo toda mi atención a Nick.

Tiene sentido. Me dijo la última vez que hablamos por telefono que estaría volviendo pronto y las vacaciones de verano estan empezando, lo más lógico es que vuelva a Miami.

—Sí. Llegué hace media hora y estuve matando tiempo en tu habitación. Casi me duermo —explica—. ¿De donde vienen?

—De ver un partido de los Dolphins. Reese... Bebió un poco de más.

—¿Tú dices? —inquiere dandole una mirada de reojo a mi amigo, que ya está dormido. Me acerco a la cama para por lo menos, quitarle las zapatillas. Me toma un tiempo desatar sus Converse y sacarselas.

—Espero que no sea una costumbre traer gente borracha a tu casa —murmura haciendo referencia a esa vez que tuvimos que arrastrar a Mackenzie de una fiesta de fraternidad.

—Nop, no es costumbre —respondo en un resoplido—. ¿Quieres ir abajo? Tengo hambre.

Nick asiente. Tengo muchas preguntas por hacerle, y a juzgar el hecho de que apareció en mi casa a medianoche, él debe tener las suyas también. La casa está silenciosa. Supongo que Zack salió, ya que es viernes a la noche. Mamá y Matthew deben estar durmiendo, pero su habitación está al otro lado de la casa, dudo que nos escuchen.

Enciendo las luces de la cocina. Lily debió haberle abierto la puerta a Nick y haberse ido a dormir.

Dirigiendome directamente al estante donde están las frituras y varios snacks, saco un paquete de Doritos, y de Ruffles porque sé que son los favoritos de Nick. Del refrigerador, busco una botella de agua para mi y un refresco.

Nick ya está sentado sobre uno de los taburetes de la isla. Le paso los Ruffles y me sonríe.

—Estoy amando tu visita, pero sabes que hay celulares ¿verdad? —le pregunto al sentarme a su frente.

—Estoy al tanto de eso. Quería sorprenderte.

—Objetivo logrado, casi me matas del susto. La próxima, no me esperes sentado en mi cama con las luces apagadas.

Nick suelta una carcajada.

—Lo siento. Quería venir a verte y no esperar hasta mañana. Tenemos mucho que hablar.

—Mhm —murmuro y bebo un trago de agua.

—¿Cómo estás llevando la ruptura?

Me muerdo la lengua y pienso en mi respuesta. Es Nick. Puedo hablar de esto con él. Resoplo.

—Mal. Terrible. Siento que me falta una parte esencial y no sé como hacer para rellenarla. Quiero mentirme y pretender que estoy bien pero lo extraño. Extraño tenerlo cerca. Sin embago, la realidad es que no voy a volver a buscarlo. Ya no más.

Asiente mientras hablo y se queda en silencio.

—Él también te extraña, Quinnie —responde.

Lo mismo que me dijo la última vez que hablamos por teléfono.

—No tiene derecho, realmente. Él terminó la relación.

—Ya lo sé. Por eso no lo dice,lo noto. Llegué ayer y con tan solo pasar unas horas con él, me di cuenta lo mucho que te extraña.

Mi corazón se encoje cuando dice esas palabras. Nick me está volviendo muy dificil el trabajo que venía haciendo. Estaba espectacular evitando echarme a correr a su casa y pedirle que volvamos. Incluso eliminé su numero y silencie su Instagram para que mi corazón traicionero no vaya a rogarle de nuevo.

Respiro profundo y me obligo a mantenerme serena.

—¿Cómo está? ¿Cómo está Olive?

—Liam... Está bien. Sobreviviendo. Olive está respondiendo a los tratamientos, en un largo camino de recuperación. Por lo menos pudimos saber que Emma estaba intentando manipularlos. El tío de Tyler nunca fue parte de esto y lo comprobaron.

Un pequeño suspiro de alivio se escapa de mis labios. Debe ser un alivio para Tyler saberlo.

—¿Tyler también está en Miami? —le pregunto.

—No, llega mañana. Hasta ahora solo estamos Aggie y yo.

Intento no sonar sorprendida ante la mención de Aggie. Sé que Nick y ella estaban tratando volver a... llevarse bien y si mejoraba, tal vez hasta una relación pero siendo honesta, no pensé que pasaría.

—¿Han vuelto? —inquiero.

—Algo así.

Veo que no tomó mi consejo de darse un tiempo para él mismo. Aunque ahora que lo pienso bien, no soy quién para dar esos consejos. Ni siquiera puedo cumplirlos yo misma.

—¿Se quedarán todo el verano en Miami?

—Ese es el plan. Liam es testarudo y no quiere admitir que nos necesita. Ese chico es capaz de hundirse solo con tal de no querer dejar que otros lo ayuden.

Touché.

—¿Puedes estar en una misma habitación con Tyler sin que reine el caos?

Nick resopla frustrado.

—No tanto. Siempre que nos soportamos es por Liam. Es como el pegamento que nos sigue uniendo a los tres. Tyler y yo no volveremos a ser amigos en un futuro cercano, lo cual es una mierda porque quería a Tyler como un hermano. Solo que... No puedo mirarlo como antes y olvidar todo lo que pasó.

Qué hipócrita. Quiero morderme la lengua para no decirlo y armar una pelea. Respiro. No puedo. Nick es mi amigo y se merece la realidad en la cara.

—¿Cómo puedes perdonar a Aggie y no a Tyler?

—¿Qué has dicho?

—Me oíste bien.

Los ojos celestes de Nick podrían echar ácido si quisieran.

—Liam me dijo lo mismo —dice y apoya sus codos sobre la mesa. Me quedo en silencio y espero su explicación—. Es... Complicado. No puedo olvidar lo que me hicieron. La diferencia es que por Aggie soy débil. Amo a esa chica más de lo que debería estar permitido. Y Tyler... Tal vez algún día pueda superar lo que me hizo. Ese día no es ahora.

Solo me queda asentir.

—Ya no quiero hablar más de eso, Quinn. Suficientes energías me consume todos los días —bufa y sacude su cabeza—. Cuentame sobre ti, ¿qué has estado haciendo este tiempo?

¿Besarme con Jason como si no hubiera mañana?

—Disfrutando el verano —decido que es la mejor respuesta. No puedo contarle sobre la situación con Jason, porque hay muchas chances de que Liam se termine enterando y no quiero que sepa. Todavía no hemos tenido la charla con Nick sobre su posición de doble agente, pero sé que sus lealtades siempre estarán del lado de Hamilton por más amigos que seamos.

—Así que... Miami U en otoño, ¿qué tal? ¿Estás emocionada?

—Sorprendentemente, sí.

Nuestra conversación continua sobre mis detalles universitarios, como por ejemplo, aún voy a seguir viviendo en casa aunque las distancias sean grandes. No estoy lista para dejar a Fury viviendo solo.

Le hablo sobre Emily y el espectaculo que se mandó en mi cumpleaños. No puede evitar rodar sus ojos y resoplar pesado. Siempre intentó mantener a esa chica lejos de sus mejores amigos porque sabía que solo significaba problemas. Recuerdo una vez, antes de que se vaya a la universidad, Nick me dijo que no era buena idea ser cercana a Emily. Liam también me lo dijo en su momento... Muchas veces. Debí haberlos escuchado.

Lo pongo al tanto sobre Key y Reese, y es cuando parece que en vez de ponernos al tanto, somos dos viejas chismosas.

—¿Cómo demonios sucedió eso? —me pregunta confundido.

Me río apenas por lo bajo al recordar ese día que Key me contó cómo cruzó caminos con su novio.

—En una clase, los pusieron a hacer un trabajo juntos. Key obviamente no estaba emocionado con la idea porque detesta trabajar en equipo. Pensó que Reese era un cabeza hueca que le diría que haga la tarea solo y luego ponga el nombre de los dos, pero para su sorpresa, al final de la clase se acercó para preguntarle dónde se juntarían.

—Mhm, ya sé hacia donde irá esto —murmura Nick alzando sus cejas. Vuelve a llenar su boca de frituras.

—Aparentemente, en algún momento del trabajo, salió el tema de distintas sexualidades. Reese le preguntó a Key si le gustaban los chicos, porque había oído ese rumor sobre él. Mi mejor amigo le dijo que sí.

—¿Y luego se besaron sobre la mesa? —inquiere riendo.

Niego con la cabeza divertida. Sí, supongo que eso hubiese vuelto las cosas mucho más fáciles. Estoy por contestarle lo que pasó, cuando la voz de Reese entra a la cocina.

—Sí, en los sueños de Michaels —carcajea.

Ambos volteamos a verlo.

—¿Qué haces? Pensé que estabas casi muerto.

—Mhm, tengo un metabolismo rápido —contesta alzandose de hombros. Su cabello está desalborotado por haber dormido... Dos horas, algo así—. Además, no puedo irme a dormir sin comer antes.

Se sienta en el taburete a mi par y me roba mi bolsa de Doritos.

—¿Estaban chismoseando sobre mi vida?

—Sí, quiero saber cómo demonios Key y tú terminaron juntos.

—Bueno, sigo un poco borracho, puedo contarles mi lado de la historia —aclara su garganta. No me opongo en lo absoluto, nunca oí su versión—. Después de esa conversación sobre sexualidades... Voy a confesarles que yo ya sabía que a Key le gustaban los chicos porque lo vi con uno en una fiesta —se ríe—. Él me preguntó a mi si me gustaban las chicas o qué. Entonces me quedé en blanco. Le dije que no lo sabía. E hice lo más sensato que encontré en ese momento. Levantar e irme de su casa como si el piso estuviese en llamas.

Nicholas se ríe. Parece demasiado entretenido con la historia. Sonrío un poco.

—Obviamente, Key me buscó al idea siguiente para preguntarme si terminaría el trabajo con él. Y después me acusó de ser homofóbico —cuenta en un tono divertido—. Le dije que iría a su casa luego del gimnasio. La verdad es que estaba asustado como la mierda. Ese mismo verano, me besé con un chico en una fiesta por un reto y me gustó. Solo que tenía miedo de admitirmelo.

—No sabía eso —digo sorprendida.

—Bueno, Quinnie, ahora lo sabes. ¿Qué seguía...? Ah. Estaba confundido porque me gustaba Key. Aunque era obvio que él no quería verme ni en una fotografía. Ese día en su casa, hice lo que tendría que haber hecho antes. Lo besé.

—Lo besaste la segunda vez que lo viste —recalca Nick con sus cejas arqueadas—. Eso... Sin dudas no te pinta como un psicópata.

—Pff, le encantó ese beso.

—Sip. Le encantó —agrego conociendo la versión de Key.

—Para hacer la historia corta, les ahorro dos semanas de drama... Y empezamos a vernos, en secreto porque todavía no estaba listo para decirselo a todo el mundo. Estaba aterrado de lo que todos iban a pensar. Los chicos del equipo, mis padres, mis hermanos...Era demasiada presión.

—Mark y el resto de los chicos se enteraron de la peor manera. Estaban preocupados porque según ellos, no salía tanto ni me juntaba con el grupo como antes... Lo cual era cierto, Key se había vuelto en mi pasatiempo favorito.

Una pequeña sonrisa se me escapa al oírlo decir eso. Dios. Estos dos no pueden separarse. No pueden, no deberían, no voy a dejar que se separen.

—No se les ocurrió mejor idea que seguirme mientras iba a casa de Key. Cuando él salió a recibirme, nos besamos. No sabía que los chicos estaban viendo todo ese show. Al día siguiente me preguntaron que estaba pasando entre nosotros... Lo entendieron bastante bien. Excepto uno, ya no soy amigo de ese. Siempre supe que era un imbécil. Mis amigos quieren a Key, a pesar de que no se deje querer —se ríen a lo que asiento. Intentaron invitarlo un montón de veces para que se junte con ellos pero Key no quiere, por más que lo haya empujado a que lo haga.

Si es novio de Señorito Popularidad, tiene que entender todo lo que ello conlleva.

—Y así es como el soltero más codiciado de Everdeen pasó a tener novio —concluyo. Termino mi botella de agua en un trago. Comería más Doritos, pero Reese las terminó.

—¿Y cómo reaccionaron tus padres? —le pregunta Nick.

—Uhm... Bien, supongo. Mejor de lo que esperaba. Les sigue costando la idea de que esté saliendo con un chico. Para ellos es raro vernos juntos en casa y ese tipo de cosas, pero me quieren y quieren lo mejor para mi... Y saben que Key es lo mejor. Con el tiempo se amoldará. Lo mismo pasa con mis hermanos.

No conozoco mucho a sus hermanos. Sé que el más chico está en segundo año en Everdeen y que tiene uno más grande al que nunca vi. Key me contó lo sabe.

—Me alegro mucho por ustedes, Reese —le dice Nick—. Max debe estar feliz de que al fin Key encontró a alguien.

Asiento. A veces me olvido de que Max, el hermano mayor de Key, es amigo de Nick y el resto.

—Yep. Sabía que la prueba de fuego era Max y la pasé con un sobresaliente.

Nick y yo nos reímos.

Durante la siguiente hora, los continuamos charlando. En un cierto punto de la conversación, el tema de Jason casi sale a la superficie pero rápido y sútilmente callo a Reese y cambio el tema, haciendole saber que Nick no puede saber. Todavía. Ni siquiera sé bien qué es lo que debería conocer en caso que decida contarle. No tiene mucha importancia.

Ya son las tres de la mañana cuando Nick decide que es mejor irse. Le pregunta a Reese si quiere un aventón y él le responde que va a dormir acá para poder llevarse su auto mañana. Me despido de Nick con un abrazo, me promete que ahora que está en la ciudad, nos veríamos seguido. Y que Aggie también quiere verme. Acepto sin problemas. La verdad es que extraño a Aggie.

Cuando Nick se va, Reese estira sus brazos y ambos subimos a mi habitación.

—Es el novio de Aggie Monroe, ¿verdad? —interroga—. Pensé que habían terminado.

—Volvieron —le aseguro.

—Recuerdo que tú y ella eran inseparables. ¿Ya no son amigas?

Reese vuelve a tirarse sobre mi cama. Camino hacia mi tocador y me quito los brazaletes que me puse hoy. No suelo dormir con accesorios encima. Lo único que nunca me saco es la cadenita con un corazón que me rodea el cuello.

—Mhm... Ahora no somos cercanas, pero Aggie siempre será mi amiga.

—Ustedes eran el duo de rubias que ninguna chica quería cruzar. En esos tiempos, yo salía con una de las animadoras... Les tenía miedo —me cuenta y se ríe.

Niego con la cabeza divertida. No puedo decir que no fueron epocas divertidas.

El equipo de fútbol y las animadoras eramos cercanos. Más que nada, por la cantidad de tiempo que pasabamos juntos. Conocía a Reese de vista porque sé que compartíamos algunas clases pero nunca realmente intercambiamos palabras hasta que Key entró en la ecuación.

Me meto en el vestidor para ponerme un pijama y dar por terminada la noche.


***

La semana pasa tranquila. Marine volvió a la ciudad, por lo que ahora pasa mayor parte del tiempo en mi casa. A veces esta conmigo, luego Zack se suma y lentamente entro en el papel de sujeta velas. Estoy cansada de ser la tercera rueda. Aunque también entiendo que apenas están empezando a salir y necesitan su tiempo, así que encuentro alguna excusa para irme.

Después de ese último mensaje, Jason no volvió a mandarme nada más. Seguramente captó una mala indirecta sobre esto. ¿Quién no lo haría? Literalmente lo dejé en visto. Reese tiene razón, tengo que llevar esto lento y hablarle todos los días por mensaje no sería para nada lento.

Me pasé esta semana con Reese, y en los momentos en que Señorito Popularidad tenía que ir a juntarse con sus otros amigos, visitaba a Rick. Necesito mantenerme distraída. Rick está yendo a entrevistas de trabajo, porque aparentemente ya es un niño grande que se graduó y tiene que conseguir un trabajo. Sigo sin comprender en qué momento sucedió todo esto.

No pude hablar mucho con Nate porque tiene una vida bastante ocupada. Tampoco que traté con Hannah. Desde el viaje a Los Ángeles que no le caigo tan bien. Por suerte (supongo), en dos semanas viajaremos a San Francisco para pasar un tiempo con papá. El año pasado pasé todo el verano allí porque necesitaba desesperadamente huir de Miami. Ahora, no tanto.

En otras noticias, Tyler Aiken ya está en la ciudad. Instagram me lo dijo. Después del mensaje que recibí en Los Ángeles, por lo menos sé que a pesar de toda la salsa del pasado, estamos en buenos términos. Seguramente nos cruzaremos mientras esté en la ciudad. Siendo muy honesta, quiero verlo. Hace tiempo que no hablamos.

Salgo de mi habitación en un bikini y shorts. Marine está por venir a casa y vamos a pasar la tarde en la piscina. En el pasillo, me cruzo a Zack. Al igual que yo, está en traje de baño. Aquí va una nueva tarde de ser la tercera rueda.

—Ah, Quinn. Acabo de enterarme. Jason también vendrá.

Me congelo en mi lugar. Rápidamente recuerdo que Zack no puede enterarse de esto todavía. Enderezo mi espalda y continuo caminando a su lado.

—¿Cuando llegó de Portland?

—Ayer —responde—. Le dije que venga. Ustedes dos se llevan bien desde el viaje, ¿verdad?

No encuentro el doble sentido en sus palabras.

—Sí, estamos bien —le contesto.

Una vez abajo, le avisamos a Lily que vendrán Marine y Jason. Vamos directamente a la piscina. Fury ya nos espera en el patio.

—Así que... ¿Marine y tú van en serio? —le pregunto.

—Mhm... —titubea y se lanza a la piscina. Unas gotas me salpican las piernas. Me siento en una de las tumbonas para esperar que Zack termine de nadar y me responda.

—¿Van en serio o no? —cuestiono—. Porque esa chica ha pasado por suficiente por parte de su ex como para que te sumes a la lista.

—Sí. Quiero salir con ella —responde. Apoya sus brazos en el borde—. Entonces, va a en serio. Solo que... no sé si me quiere de esa manera.

Por poco me río. Marine lo quiere exactamente de esa manera. Podría ponerselo en una bandeja de plata y darle esta información... Pero no. ¿Qué clase de romance sería?

Diez minutos después, Marine está entrando al patio. Trae donas. En defintiva, la adoro. Veinte minutos después, es Jason el que aparece. Mis nervios se disparan y el nudo que tengo en la garganta desde que Zack me dijo que vendría, solo se aprieta más.

Sus ojos rápidamente se encuentran con los míos. Luce... ¿Molesto? Seguro está molesto conmigo. Sabía que llegaba a la ciudad ayer. Tal vez pensó que iba a enviarle un mensaje.

Primero saluda a Zack y a Marine.

—Tanto tiempo, Queens —dice Jason cuando se sienta en la tumbona vecina.

—Hola —logro murmurar.

Nos miramos por unos segundos. Por suerte, Fury se acerca y rompe la tensión. Jason lo saluda. Ahora que empezará la temporada con los Dolphins, tiene que dejar el voluntariado en el refugio de animales en donde trabaja. Tal vez yo podría voluntariarme este verano. Tengo tiempo de sobra.

—¡Quinnie! —exclama Marine ahora desde la piscina. Zack esta con ella, riendose mientras le hace cosquillas—. ¿Puedes ir a buscarme algo para beber? Tengo que tomar una pastilla.

Frunzo el ceño. Pero luego entiendo la mirada que me está dando. No le conté mucho a Marine sobre Jason y yo. A pesar de que estabamos en la misma casa, ella pasaba la mayoría del tiempo con Zack. Supongo que en un punto, sospechó. Sin embargo, nunca me dijo nada.

—Eh, claro.

Me levanto de mi lugar y me apresuro a volver a la casa. Antes de que pueda llegar a la cocina, siento los pasos de Jason a mis espaldas. Me detengo, asegurandome de que estemos en un lugar donde no se nos pueda ver desde afuera.

Volteo y espero a que se acerque. Ahora me doy más tiempo de verlo. Tiene la piel más bronceada, lo cual resalta mucho más sus ojos verdes. Se ve demasiado bien en esa camiseta blanca y shorts de baño.

—¿Estás bien? —me pregunta y luego replantea—. ¿Estámos bien?

—Sí. Estámos bien —respondo. Bajo la mirada al suelo.

—¿Entonces por qué me ignoraste toda la semana?

—No te estuve ignorando —aclaro mi garganta y me atrevo a mirarlo a los ojos—. Simplemente... Pensé que sería mejor vernos en persona.

—Podrías haberme dicho eso. No dejarme en visto.

Puedo darme cuenta de que no está acostumbrado a que lo ignoren y le dejen de hablar así de repente. Esto le está doliendo justo en el ego.

—Perdón por eso, no fue el movimiento más inteligente.

—No, no fue. Me tuviste pensando toda la semana si hice algo mal o que te arrepentiste.

—Por supuesto que no hiciste nada malo, Jason. Y no me arrepiento de nada.

Al contrario.

—Qué bien, porque desde hace una semana que quiero hacer esto.

No me deja ni formular un solo pensamiento. Sus labios están sobre los míos. Mi corazón comienza a acelerarse, y mis labios le responden el beso con las mismas ganas. Recarga mi espalda contra la pared del pasillo en el que estamos. Profundiza el beso aún más. Dios. ¿De verdad lo ignore durante una semana?

Se separa de mi con una sonrisa.

—Planeo darte estos besos y más. Así que mi recomendación es que no me ignores.

Me río y asiento.

Lento. Pero mientras tanto, planeo reclamar todos los besos que sean posibles.

—Es mejor que vuelvas y que yo vaya a buscar agua para Marine —digo palmeando suavemente su pecho.

Jason atrapa mi mano y entrelaza nuestros dedos.

—¿Quieres que hagamos algo esta noche? Estaba pensando en ir al cine y luego ir a comer algo a mi departamento.

Leo entre líneas sus palabras. Lo único que comeríamos en su departamento sería entre nosotros. Por poco me río.

—Me parece un buen plan —contesto.

Mi celular comienza a sonar, interrumpiendo el momento. Lo saco de mi bolsillo, pensando que será Marine diciendome que ya nos estamos demorando mucho y es sospechoso. Frunzo el ceño cuando veo el nombre de Nick en la pantalla.

—¿Nick? —inquiero al responder.

Jason alza sus cejas curioso. Pone sus manos en mis caderas.

—Dios, qué bien que contestaste a la primera —dice. Suena agitado y oigo voces inentendibles de fondo, formando un murmullo—. Necesito que vengas al hospital. Ahora, en lo posible.

Siento como si mi corazón dejara de latir por un segundo.

—¿Al hospital? ¿Cuál hospital? ¿Por qué? —hablo tan rápido que me sorprende no trabarme.

—Jackson Memorial. Es... largo de explicar. Necesito que vengas, por favor.

—Estoy en camino.


***


Nota:

Les juro que no se esta haciendo costumbre. o si?

llegue justo a tiempo con la cuenta regresiva de instagram. casi.

ya sabeen, voten y dejenme en los comentarios que les parece esta situación en general.

espero que les haya gustado conocer más la historia de key y reese. se la merecían.


DUUUUde we are getting the band back together.


jajaja perdon no me resisti.

love,

cande.



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