19. Conversaciones pendientes.
¿Me extrañaron? Yo a ustedes. Voten por la buena onda:) nos vemos en la nota del final
McQueen. Lo primero que se me viene a la cabeza es el Rayo McQueen de la película Cars. Pero lo primero que se le viene a la cabeza a Liam es activar su vena protectora. No es que yo no lo haría, es solo que él tiene mayores reflejos para este tipo de situaciones. Sabe manejarlas. ¿Yo? No.
—Tyler, ¿sabes donde está tu mesa? —le pregunta Liam.
—Allí —apunta hacia adentro, ninguna mesa en específico. Bueno, allí están todas las mesas.
—Si te llevo allí, ¿puedes decirme si ves a tu mami? —pregunta. Le habla claro y con calma, para que Tyler no se pierda ningún detalle. Asiente con la cabeza—. ¿Me dejas que te cargue?
Para mi asombro, vuelve a asentir. Este niño es demasiado relajado. Si yo me hubiese perdido a los tres años, de seguramente hubiese hecho el escándalo del año.
Liam alza a Tyler. Me da una rápida mirada para que lo siga, y eso hago. Volvemos a entrar al salón. Echo una mirada a la pista para ver a Nate o Rick. No hay señal de ellos.
—Allá —señala Tyler con su dedo. Hago un esfuerzo para seguir la dirección. Está señalando una mesa en el medio. Hay una mujer con un vestido rojo que luce estar al borde del colapso—. Ella es mami.
Antes de darnos tiempo de llegar, ella voltea y suspira del alivio. Su expresión cambia completamente al vernos.
—¡Tyler! —exclama en un grito ahogado.
Le quita al niño de los brazos de Liam. Tyler la rodea con sus brazos. La mujer cierra los ojos estando increíblemente aliviada de haber encontrado a su hijo. Si tuviese uno, estaría así e incluso peor que ella.
—Muchas gracias —dice al vernos parados en frente de ella—. No sé en qué momento lo perdí de vista. Por cierto, soy Alex. Mucho gusto.
Liam asiente, y nosotros nos presentamos. Esta vez, no incluyo el "ex novio" luego de su nombre. Simplemente somos Quinn y Liam.
—¿Dónde está papi? —inquiere Tyler.
La mujer voltea a sus espaldas y entrecierra los ojos intentando encontrarlo.
—Debe estar buscándote —responde resignada—. Lo llamaré para que se quede tranquilo.
Como toda una profesional, pasa a Tyler a otro brazo, cargandolo solo con uno, y con el otro saca su teléfono del sobre color crema que tiene. Marca rápidamente.
—Luke, ya lo encontré. Bueno, no lo encontré. Unos chicos lo hicieron... Es la primera vez que lo perdemos, relájate. Está aquí. No le ha pasado nada malo, solo quiere verte... ¿No estás con Logan? ¿Cómo se te ocurre perder a Logan también? —Alex bufa, estando claramente enfadada al teléfono—. Solo ven, ya aparecerá.
Intercambio miradas con Liam. ¿Han perdido otro hijo? ¿Cómo es eso posible?
—¿Necesitan más ayuda? —inquiero.
Alex sube la mirada, entrecierra sus ojos por unos momentos hasta que se da cuenta sobre lo que estoy hablando.
—No, no —niega repetidas veces con la cabeza—. Logan no es mi hijo. Es mi mejor amigo, tiene veintiseis. No tienen por qué preocuparse. Gracias a los dos por esto.
Liam se ríe a mi lado y asiente. Más que nada, puedo notar que se ríe de mi y mi cara de indignación.
—Mejor nos vamos —carraspea Liam—. Suerte con todo.
—Ustedes también. Hacen una muy linda pareja —nos guiña un ojo y sonríe.
No sé que responderle a eso. Liam tampoco sabe. Simplemente me toma de la mano y volteamos para volver a lo nuestro.
—¿Sigues queriendo irte? —me detiene a mitad del camino hacia afuera.
Echo una mirada a mi alrededor. La fiesta sigue andando sin pedirle permiso a nadie, cada vez poniéndose más divertida e interesante. A pesar de que es la boda de Seth, no me apetece estar acá. Tal vez si lo hubiese hecho con mucha más emoción cuando Seth y yo éramos muy cercanos. Ya no.
Asiento. Una sonrisa cómplice aparece en los labios de Liam. Al instante entiendo a que se refiere con irnos. Por poco había olvidado en qué nos habíamos quedado antes de que Tyler aparezca.
—Pero... —empiezo, sintiéndome nerviosa de repente. Se da cuenta de ello, porque entrelaza mis manos con las suyas y se acerca—. ¿Podríamos... Hablar? Necesito...—siento mi estómago cosquillear—. Necesito hacer las cosas bien esta vez. La historia siempre se repite con nosotros, y estoy cansada.
Liam duda por unos momentos. Es entendible. No es tonto, ha vivido esto tanto como yo lo he hecho. Me toma de la mano y con un gesto, me hace seguirlo. Esquivamos a varios invitados hasta llegar afuera. Nos alejamos de las voces y los festejos. Veo que nos estamos distanciando del salón principal. Mientras mas lejos estemos mejor. La música apenas se oye cuando nos detenemos. Estamos cerca de una fuente de cemento que luce rota y vieja porque no está en funcionamiento. A diferencia del jardín cerca del salón, en este sector hay árboles.
Observó la tranquilidad que nos rodea. Tal vez sea para mejor.
Una vez que estamos enfrentados, Liam esconde sus manos en los bolsillos de su pantalón. Espera a que yo hable primero. Tiene sentido, fui yo la que sugerí hablar.
—¿Qué... qué significó ese beso? —le pregunto. Trato de no estar tan nerviosa, pero es difícil. Respiro hondo.
—Significó que tenía ganas de besarte. Ambos teníamos las mismas ganas —responde alzandose de hombros.
—¿Solo eso? —inquiero.
—No voy a mentirte. Te extraño mucho. Este tiempo me di cuenta la falta que me haces, cuanto extraño tenerte cerca incluso si solo es para mirarnos. Me acostumbré demasiado a ti, y estaba bien con ello. Demasiado bien. Era mi sueño hecho realidad. Antes de que el asunto de Olive me explotara en la cara. El resto ya lo sabes.
Asiento. Lo sé. No significa que lo entienda o acepte.
—El día que terminaste conmigo, el día de mi cumpleaños —carraspeo. Noto el dolor en Liam—. No pude hablarte bien. De hecho, ni siquiera pude pensar bien. No voy a rogarte que vuelvas, solo voy a decirte que me parece que estás haciendo algo estupido. Me alejas mientras pasas por una situación difícil cuando podría ayudarte. Siempre quise ayudarte, y siempre encuentras la manera de echarme hacia atrás. Cuando decidí estar contigo, es para las buenas y malas, Liam. Crees que solo me merezco estar contigo cuando estas bien. ¿Quieres oír algo sorprendente? No siempre pasan cosas buenas. ¿Vas a dejarme cada vez que las cosas se pongan feas? ¿Y luego buscarme como si nada hubiese pasado? —resoplo. Siento un peso menos sobre mis hombros. Como si respirar fuese mas fácil—. ¿Qué si... cuando vuelvas a buscarme ya no esté para recibirte?
Liam mira sus zapatos por unos momentos antes de enfrentarme. Esta vez, no puedo sacar nada de sus gestos. Se muestra sin expresiones, sin dolor, sin enojo, sin arrepentimiento. Quizás no puedo percibirlo a estas alturas, puede ser que esta vez, los muros que levantó ante mi son mas fuertes que de costumbre.
—Me haces quedar como el malo de la historia —dice finalmente volviendo toda su atención a mi—. No es algo que pueda controlar a mi gusto. Ojalá lo fuera, todo sería tan sencillo para mi. Es... Es como un acto reflejo, mi mecanismo de defensa para poder lidiar con esto. Hacerlo solo. Tú, Quinn, si bien es cierto que no quiero arrastrarte en esto para hacerte sentir peor... No te quiero envuelta en esto porque se me da mejor solo. Quiero tenerte a mi lado, es mi sueño ser ese tipo que puede abrirse sobre sus sentimientos con facilidad. Ojalá fuese así.
Hay miles de maneras para decirme exactamente lo mismo sin dañarme tanto. Aprieto mis labios. No quiero que me vea llorar y sepa cuanto me esta afectando esto.
Me recuerda a cuando empezaba a conocer a Liam un poco mejor, estando en mi primer año en Miami, dejé una fiesta para buscarlo y encontrarlo en un bar de mala muerte, en una calle oscura y desértica. Estaba junto a Tyler, apenas pregunté qué sucedía, me respondio que no era de mi incumbencia. Y que me vaya, porque no tenía por qué darme explicaciones. De cierto modo, me siento como si todo el supuesto avance que tendríamos que haber tenido en estos dos años, se hubiese ido al demonio. En cambio, tengo al mismo Liam de sentimientos cerrados del principio.
—¿Ni siquiera vas a intentarlo? ¿No vas a darte una chance de probar que se siente tener alguien que te quiera contigo; alguien que pueda ayudarte? Eres increíble.
—En serio lo siento, Quinn. Lo que está pasando ahora con Olive y ahora agregando a Malcolm comportandose como un irresponsable... Una relación es lo último que podría hacer bien. Sigo insistiendo, no quiero que termines dañada. Ni que pases por cosas que no deberías. Es tu último verano antes de entrar a la Universidad, deberías tomarte tiempo para ti misma, para descifrar qué es lo que quieres estudiar, para conocer gente y hacer amigos. No cargar conmigo. Si tan solo supieras cuanto deseo que el secuestro de Olive nunca haya ocurrido, todo sería tan diferente para mi, y para ti. Para nosotros, realmente.
—Basta, Liam. No puedo seguir escuchandote. No di tanto de mi tiempo por ti para que me vengas con esto. Deja de tomar decisiones por mi —bufo y me cruzo de brazos—. Está bien. Si "se te da mejor solo", esta bien. Lo voy a respetar. Pero luego no vuelvas a buscarme, porque no estaré.
Eso parece hacer que le caiga todo encima.
—Quinn... No, escúchame...—
Lo interrumpo cuando volteo y empiezo a caminar de nuevo a la fiesta. Ya tuve suficiente.
—No quiero escuchar más excusas. Ve a hacer las cosas solo, como dices que te va mejor.
—¿Puedes ponerte en mi lugar por un segundo? ¿Crees que me es fácil decirle que no a la persona que más amo en el mundo? Quinn, por favor.
El familiar cosquilleo aparece en mi nariz, mis mejillas se cubren de lágrimas en menos tiempo del que me esperaba. Agradezco que Liam no me este viendo, sino siguiendome con una buena distancia.
—Por favor, Gatita.
Cuando dice eso, siento mi corazón destrozarse y arder. No pensé que dolería tanto volver a escucharlo decir ese estupido sobrenombre. Lo hace. Porque es algo nuestro, algo único que nos sigue desde siempre. Desde uno de los primeros días que hablamos.
A pesar de que me duele como la mierda, no soy capaz de hacerle caso. No quiero volver a oir las mismas excusas, el mismo cuento. Tal vez estoy siendo egoísta, tal vez me arrepienta de haber sido tan insensible una vez que esté sola con mis propios pensamientos.
Finalmente me detengo antes de volver a unirme a la fiesta. Enfrento a Liam. Palicede cuando me ve llorar.
—Es mejor que te vayas —murmuro.
Parece querer discutirme. Sin embargo, respira hondo y asiente.
—¿Podemos vernos más tarde? Para hablar sobre esto mejor.
Niego con la cabeza. He tenido suficiente de Liam hoy.
—Es mejor que te vayas a Miami —completo esta vez. No me atrevo a mirarlo a los ojos. Noto que está tan dolido como yo.
—Está bien. Si eso es lo que quieres, lo haré. Me alejaré.
Asiento. Sí, eso es lo que necesito que haga.
—Solo... No lo hagas más dificil. Adiós.
Liam entiende lo que quiero decir con eso. Ningún abrazo de despedida, ni siquiera un beso en la mejilla. No soy tan fuerte como para soportar eso.
Por un segundo pienso que no me hará caso. Ese pensamiento es eliminado rápidamente cuando voltea y empieza a caminar en dirección al estacionamiento. Dejo escapar un sollozo y no dejo de mirarlo hasta que desaparece de mi vista.
Este fue el verdadero cierre que necesitabamos.
***
Días después, estoy frente a la puerta del departamento que Jess y Seth comparten en Los Ángeles. Mañana se van directo a Hawaii para su luna de miel, así hoy es mi última oportunidad de hacer las cosas bien.
No sé en qué estaba pensando, realmente.
En la boda, estaba tan determinada a contarle la verdad a Jess pero ahora... Pienso que no es lo correcto. No debería. No ahora, que ambos parecen tan felices. Sin embargo, la verdad siempre es agridulce. En este caso, la parte dulce es el saber que estoy haciendo las cosas bien. Si fuese Jess, me gustaría saberlo para no creer que vivo en una fantasia irreal.
Ahora, si cuento esto, lo más probable es que salga de este departamento con un ojo morado. Y con la conciencia pesada, porque destruiré una pareja que se quiere demasiado.
También, hoy es mi último día en esta ciudad. Al fin volveré a casa. No puedo soportar estar aquí. Al principio, el viaje era prometedor y agradable. Hasta que las cosas con Hannah se volvieron tensas y Liam y yo finalmente lo dejamos, esta vez, mucho más oficial que antes. Concluyendo, esta es mi última oportunidad para decirselo. Porque dudo que vea a Jess y Seth mucho en los proximos años. Yo estaré bajo mi propia agenda en la universidad y ellos dos haciendo su vida a kilometros de distancia.
Reuno aire y me animo a tocar la puerta.
Fui meticulosa para este encuentro. Me aseguré de que Seth no estuviese en casa. Rick y él salieron a almozar como despedida, así que tengo mi tiempo garantizado con Jess. Nadie sabe que estoy aquí. Como Nate y Hannah tambien salieron, todos piensan que sigo en el hotel pidiendo servicio a la habitación.
—¡Voy! —la voz de Jess suena atareada.
Abre la puerta sin preguntar siquiera quién es. Su amigable sonrisa desaparece una vez que me ve. Jess era tan buena conmigo, que aún me resulta increíble que me trate así.
—Hola —carraspea.
Lleva su cabello atado en un moño, shorts deportivos y una camiseta de Seth.
—Hola —me apresuro a decir—. Perdón por venir sin avisarte. Me ibas a decir que no, y de verdad necesito hablar contigo.
Mis manos tiemblan. Las pongo detrás de mi cuerpo para que no pueda notar cuan nerviosa estoy. Aunque mi rostro delata demasiado.
—¿Qué quieres decirme? —inquiere apoyandose contra la puerta—. Que sea rápido, Quinn. Estoy preparando mis cosas para el viaje.
—Eh... Te prometo que no voy a robarte mucho tiempo. ¿Puedo pasar?
He tirado muchas bombas en mi vida, pero nunca como esta. Nunca sintiendo que estoy haciendo las cosas bien, nunca de una manera calmada.
Jess se muestra reacia a dejarme entrar. Aun así, asiente y se hace a un lado para dejarme a entrar.
El departamento está hecho un lío. En lo que solía ser el comedor, ahora hay un monton de cajas apliadas. La mesa ya no es visible. Son todos los regalos de la boda.
Sigo a Jess hacia la sala de estar. Me indica que me siente, y eso hago en el primer sofá que veo. Ella se sienta a mi frente y me mira atenta, esperando a que hable. Mi estómago cosquillea de los nervios. Ni siquiera sé como empezar a decir esto. Estuve intentando practicar en mi mente, imaginarme la situación mientras estaba de camino en el Uber. Veo que tuvo poco éxito.
—¿Entonces? —presiona.
—Primero quiero que sepas que te digo esto, no como acto de maldad, sino todo lo contrario. Quiero hacer las cosas bien y decirte la verdad, porque a mi me gustaría saberla —empiezo. Jess no se inmuta. Respiro hondo. Tengo que decirlo de una buena vez y rápido para que duela menos—. La noche de despedida de soltero de Seth... Seguro sabes que fui. Bueno... los dos bebimos mucho y... —me quedo en silencio. Espero que Jess una velozmente los puntos y no tenga que decirlo. No lo hace. Se mantiene quieta—. Seth y yo nos besamos. Lo siento. Fue tonto, rápido y sin importancia para mi. Pensé que deberías saberlo.
Su silencio me aterra.
—¿Jess? —inquiero buscando una reacción. Sin dudas esperaba muchos más gritos y más histeria.
Aclara su garganta.
—Ya lo sabía —responde. Lo dice en una voz tan baja que apenas alcanzo a atraparlo.
—¿Ya... ya lo sabías?
Jess asiente.
—Seth me lo dijo apenas volvió esa noche.
Parpadeo confundida. Todo este tiempo pensé y asumí que Seth nunca le dijo una palabra sobre nuestro beso a Jess, y que si lo hubiese hecho, probablemente no haya ido a una boda el sábado.
—¿Y... lo perdonaste?
Jess me sonríe como si no entendiera nada. Suelta un resoplido.
—Sí, lo perdoné. No es tan grave como piensas... —me dice alzandose de hombros—. Desde que entraste a la vida de Seth hace unos años supe que él tenía algo contigo. Al principio no sabía bien qué era, porque nos conocimos, él y yo estabamos distanciados. Luego me di cuenta, por la forma que te trataba que te habías vuelto una pieza importante en su vida. Eras como una hermanita para él —suspira y niega con la cabeza—. Lo conozco más que él se conoce a si mismo. Me di cuenta que empezó a pensar sobre ti de manera diferente cuando oficializaste la relación con tu novio hace poco. Tenía algo contigo, de seguro. Tuvimos muchas peleas por eso. Cuando supe que te invitó a la boda, también supe que algo iba a suceder entre ustedes. Y lo hizo. Me contó sobre el beso.
—¿Y... tú estás bien con eso?
Jess asiente.
—Eras un capricho para él. Sus sentimientos nunca fueron enserio, nunca te hubiese puesto a ti antes que a mi. No voy a mentir, arriesgué mucho en esa despedida de soltero. Cuando volvió y me lo contó, supe que eras un simple capricho. Una curiosidad. No te buscó después, ¿o me equivoco?
Carraspeo. ¿Qué clase de relación retorcida es esta?
—No, no te equivocas —contesto. Ahora que me doy cuenta, Seth no volvió a hablarme desde el beso. Ni siquiera me envío un mensaje.
¿Está muy mal que quiera irme ahora mismo de aquí?
—Quinn, la historia que Seth y yo tenemos es larga. Larga e intensa. Lo que Seth te contó hace tiempo es apenas un pedazo. Es dificíl cambiar los sentimientos de alguien tan rápido. No cuando hemos pasado por tanto y amado tan intensamente. ¿Crees que si tuviera dudas sobre Seth me hubiese casado? Dios, no. Estoy demasiado segura de esto.
—Eh... —balbuceo sin saber qué decir. A estas alturas, muy poco me sorprende. Esto lo hace, y mucho.
—Gracias por decirmelo, de todas maneras. Significa mucho. Siempre supe que eres una buena chica a pesar de todo lo que dicen sobre ti.
Ahora tengo que irme. Toso y me levanto del sofá.
—Mejor me voy. Gracias por tu tiempo... Disfruta tu luna de miel —suelto las palabras como si fuese una carrera. Le dedico una última mirada antes de irme rápidamente hacia la puerta. Una vez que estoy afuera y lejos de Jess, suelto todo el aire que contenía desde que me dijo "ya lo sabía".
Sin dudas me voy de Los Ángeles con mucho aprendido... Y mucho que procesar.
Nota de la autora:
No hace falta que digamos nada, no sé quien está mas sorprendido. ustedes o yo.
hay mucho que procesar en este capitulo, así que pongan el albúm WALLS DE LOUIS TOMLINSON MIENTRAS PROCESAN TODO ESto.
una cosa que quiero saber: ¿qué opinan sobre lo que Liam le dijo a Quinn? quiero saber a quien le echan la culpa je
espero que esten teniendo un buen día. mientras escribo son las cinco de la mañana. lindo horario.
aber si me siguen en instagram para los adelantos y en twitter
(si quieren hablarme, preguntarme algo o simplemente fangirlear conmigo, oueden mandarme mensaje en mis redes sociales. contesto cien años luz más rápido que en wattpad)
nos vemos pronto
love,
cande.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro