Alexander Campbell

Los chicos a mi costado lucen nerviosos. Stephen golpetea la planta de sus pies contra el sueño perfectamente pulido de la habitación en la que nos encontramos.

—¿Y qué tal si no le gusta? —inquiere Jake con preocupación —O si solo quiere a Alexander.

—A ver, acordamos que dejaríamos mi nombre a un lado —les recuerdo —Colton dice que Daniel nos quiere a los cuatro, como banda —intento que mi voz suene segura, pero lo cierto es que no estaba convencido de que eso fuese así. —Chicos, hemos llegado hasta aquí, no podemos dejar que el miedo nos venza.

—Alex tiene razón —apoya Ethan —Daniel parecía entusiasmado en firmar un contrato con nosotros. No creo que tengamos que preocuparnos por nada.

—¿Lo ven? Agradezco un poco de positivismo aquí —ellos ríen, la habitación vuelve a sumirse en silencio hasta que la puerta se abre.

Los cuatro centramos la mirada en los dos hombres que ingresan a la habitación.

—Muchachos, es un gusto poder encontrarnos en persona —Daniel Walker era un reconocido y solicitado productor de música, tenía una disquera bajo su poder, una gran compañía que podría apoyarnos como grupo.

Retengo el impulso de rodar los ojos cuando Ethan deja un par de palmaditas sobre mi espalda. Parecía que los 3 chicos a mi alrededor estaban de acuerdo en que yo sea la persona encargada de hablar.

Dijeron, y cito sus palabras: "Alexander tiene más experiencia en esto, así que, eres el elegido para hablar delante de cualquier persona que lo requiera"

—El gusto es nuestro —respondo con una sonrisa mientras me incorporo, Daniel extiende una de sus manos en mi dirección y la tomo prácticamente al instante.

—He seguido tu carrera como solista —informa con una sonrisa —es espectacular, me sorprendió que decidieras reclutar una banda.

—En realidad fue idea de todos —aclaro. No me sentía cómodo cuando la atención solamente se centraba en mí, ahora no solo se trataba de mi persona, había tres chicos más que querían esto tanto como yo.

—Bien, he escuchado el par de discos que Colton me ha hecho llegar —confiesa mientras toma asiento en el sillón que está justo frente a nosotros. —Y tengo que admitirlo, chicos, son impresionantes.

Stephen se remueve a mi costado, volteo por una fracción de segundo para ser consciente de la manera en la que parece intentar contener su emoción.

—Son asombrosos, juntos son como...como una explosión de adrenalina. La vibra que trasmiten, la fuerza de sus voces es simplemente impresionante. Así que, quiero que toquen algo para mí.

—¿Ahora? —Inquiere Ethan.

Daniel asiente.

—Ahora —repite. —Tenemos una pequeña sala en donde se hacen los ensayos, supongo que están familiarizados con esas cosas así que, síganme.

Nos hace un ademán para que comencemos a caminar detrás de él. Colton eleva uno de sus pulgares cuando lo miro, está entusiasmado, puedo verlo por la sonrisa en su rostro que no es capaz de apartar.

—Todo suyo —asegura cuando llegamos al lugar que ha mencionado —escucharlos en un disco es algo, pero quiero verlos tocar aquí.

Stephen me mira, Jake también lo hace y estoy seguro de que Ethan igual. Los tres me miran como si yo fuese el encargado de dar una respuesta, joder, se supone que me uní a una banda para no cargar con toda la responsabilidad. ¿Qué creían? ¿Qué yo tenía la función de padre?

Dios, es demasiada presión.

—De acuerdo —respondo tras algunos segundos de haber permanecido en silencio. Caminamos hacia adentrarnos por completo, los chicos toman sus puestos, toman los instrumentos con confianza mientras centran su atención en mí. —Es como en los ensayos —susurro hacia ellos —solo tenemos que hacer lo que siempre hacemos, como solo nosotros podemos.

Ellos sonríen, me dedican un asentimiento antes de terminar de acomodarse, y entonces el primer acorde es emitido por la guitarra de Stephen. Parece que los cuatro sabemos cuál es la canción adecuada para cantar, así que lo hacemos.

Durante los minutos que dura la canción, me olvido que me encuentro en una habitación con un hombre importante evaluándonos, me olvido de que probablemente de esto depende que se decida a hacer el contrato o no, solo toco.

Para cuando terminamos, un silencio recorre la estancia. La expresión que Daniel tiene en el rostro es difícil de descifrar.

—Oh, no —observo a Steph de soslayo —¿Tan mal estuvo?

—¡Fue sensacional! —exclama —¡Chicos son por completo increíbles! —asegura.

El alivio me invade, sonrío mientras volteo hacia los chicos. Ellos igual lo hacen, mantienen unas sonrisas entusiastas en sus rostros y los cuatro nos miramos antes de ser capaces de regresar la atención hacia Daniel.

—Bien, Colton, creo que ahora mismo nos encontramos delante de la nueva banda musical que causará un revuelo mundial —sus palabras son firmes, habla con seguridad mientras se acerca un par de pasos —Chicos, si están dispuestos, será para mí un completo honor representar a The Last Desire.

No puedo describir con exactitud el sentimiento que me envolvió en ese momento, los gritos emocionados de los chicos a mi alrededor llenan el lugar, brincan a mis costados y pronto, los cuatro nos abrazamos.

Esto es real. Es completa, y absolutamente real y se siente bien, tan jodidamente bien.

Grace me espera en casa cuando llego, una botella de champagne se encuentra en la mesa, a los costados, dos copas de vino descansan sobre el mantel.

—¿Cómo sabías que son buenas noticias? —cuestiono con una sonrisa mientras me quito el abrigo.

—Porque era imposible que Daniel Walker no se diera cuenta del potencial que los chicos y tú tienen —asegura con una sonrisa —así que me preparé para tener una celebración.

Me acerco a ella, Grace envuelve los brazos alrededor de mi cuello apenas me coloco frente a ella. Deja un beso sobre mis labios, antes de apartarse y enseñarme la botella.

—De los mejores que pude conseguir —afirma con orgullo. —¿Haces los honores?

—Claro que si —respondo tomando la botella.

La botella hace un sonido satisfactorio al abrirla, Grace acerca las copas y sirvo el contenido en ellas.

Cuando están listas, me entrega la mía y antes de poder darle un sorbo, la extiende con ligereza hacia mí.

—¿Y el brindis por que? —cuestiono con curiosidad.

—No lo sé —se encoge de hombros al mismo tiempo que suelta una risa —Dime tú.

Lo pienso por algunos segundos.

—Por un nuevo comienzo —murmuro.

—Por un nuevo comienzo —repite ella.

El cristal al chocar se escucha, Grace no deja de mirarme mientras le da un sorbo a la copa y luego, luego nos dedicamos a celebrar lo que acabada de ocurrir.

A celebrar el hecho de que al final, todo estaba en si sitio, y una nueva historia estaba a punto de comenzar a ser escrita.

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¡Comenzamos con las actualizaciones! Cada uno de los capítulos estará narrado por un chico en específico, creo que no podíamos comenzar de otra manera que no fuese leyendo el punto de vista de nuestro chico favorito. 

En los siguientes, los demás personajes tendrán su punto de vista, espero actualizar tan seguido como el tiempo y la escuela me lo permitan. 

Sin más que decir, me despido. 

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