☁︎ 5. Deseos importantes ☁︎
Dan se encontraba sentada en su escritorio de la oficina, no estaba centrada en su trabajo, al contrario, escribía rápidamente una historia que deseaba publicar antes de morir.
Tenía tan poco tiempo para terminarla y convencer a su jefe de lanzarla así que no podía desperdiciar ni un solo segundo.
—Dan, iremos a comer, ¿Quieres algo? —Preguntó Minsi.
—No, gracias —respondió automáticamente pero en ese momento reaccionó que no podía seguir así. —De hecho, me gustaría ir con ustedes si no les molesta.
—¿Cómo? —Los dos chicos junto a Minsi se sorprendieron por su repentino cambio. No se esperaban que Dan Ah quisiera ir a comer con ellos.
—Por supuesto que puedes venir, somos un equipo, ¿no es así?
Dan sonrió amplamente, era la primera vez que tendría una comida con sus compañeros del trabajo, creyó que sería incómodo pero fue todo lo contrario. Supo adaptarse a la perfección y llevó una conversación muy tranquila con ellos.
—Por cierto, Dan —Minsi cambió el tema de la conversación mientras daba un sorbo de su té helado. —¿Fuiste a ver al doctor? ¿Qué fue lo que te dijo?
—Dijo que solo era estrés laboral —mintió. No quería que nadie se preocupara por ella ni mucho menos que sintieran lastima por su estado así que no tenía otra opción más que ocultar la verdad.
—Debes tomarte las cosas con calma —pronunció Jaekyung, uno de sus compañeros. —Jamás había visto a alguien esforzarse tanto por un trabajo como tú. Te admiro por tu dedicación pero no vale la pena enfermarte por algo así.
—Concuerdo —siguió Baek. —Cuida mucho tu salud y si llegas a sentirte mal, no dudes en decirnos, el jefe podrá ser un idiota pero entre nosotros nos apoyamos.
—Gracias, lo tendré en cuenta.
Ella jamás se había dado cuenta de que sus compañeros eran personas muy amables y sinceros, a pesar de que no tenían una relación cercana los tres estaban dispuestos a brindarle una mano sin importar qué y lo agradecía desde lo más profundo de su corazón.
Al terminar su comida, todos volvieron a su lugar de trabajo y continuaron con sus actividades a excepción de Dan ya que ella estaba más centrada en continuar su historia para terminarla cuanto antes.
Cuando llegó la hora de salida, se despidió de sus compañeros para irse a casa. Al llegar recibió la llamada de Jin y sin dudar ni esperar un solo momento contestó.
—Hola —saludó mientras abría el refrigerador para sacar un envase de leche.
—¿Estarás libre mañana? —cuestionó Kim.
—Justamente quería hablar de eso, el jefe se irá de vacaciones así que puedo faltar al trabajo toda una semana.
—Perfecto, ¿qué deseos quieres cumplir?
—Me gustaria ir al acuario, o ir a tomar uno de esos helados que se hicieron virales hace un par de años.
—Hagamos ambas cosas mañana, pasamos por ti a las 10:00 a.m.
—¿Jungkook irá con nosotros?
—Por supuesto, ¿o no quieres que vaya?
—Claro que quiero, solo no quiero que sea una molestia para él.
—Para nada, a él le encanta salir a todos lados —Jin rió levemente. —Te veo mañana.
—Hasta mañana.
—Buenas noches, duerme bien.
—Igual tú.
Al colgar la llamada Dan se tomó un vaso de leche, cepilló sus dientes y se puso la pijama para seguido irse a dormir.
Durmió profundamente hasta que la mañana llegó en un abrir y cerrar de ojos, su alarma sonó y sin demorarse se arregló para salir a cumplir más de sus deseos.
Cuando se hicieron las diez, el timbre se escuchó, Dan tomó sus cosas y salió para encontrarse con sus amigos.
Viajaron al acuario y ahí empezaron su recorrido, había todo tipo de seres marítimos, una infinidad de peces de colores, tiburones, mantarrayas, tortugas e incluso en uno de los tanques había una chica vestida de sirena nadando con los peces.
La sirena se acercó al cristal y pudo ver la emoción e ilusión que sentía Dan al estar en ese lugar por lo que la saludó con una de sus manos y sonrió para después irse nadando.
—Que pulmones tan resistentes tiene —dijo Jungkook con asombro.
—Lo sé, no podríamos aguantar ahí ni dos minutos —prosiguió Jin.
Continuaron su recorrido y llegaron al área de espectáculo, tomaron asiento en las gradas y los tres observaron fascinados como los entrenadores jugaban y hacían trucos con los delfines.
Cuando terminó, Dan Ah quiso ir a ver a la morsa así que hicieron una larga fila para poder verla.
—Es tan adorable—dijo ella al verla. —¿Puedo tomar una foto? —le preguntó al entrenador.
—Claro, a Lofi le encantan las fotos.
Sin dudar le dio su teléfono a Jin para que le tomara una fotografía, Dan es puso al lado de Lofi y sin esperarlo la morsa le dio un beso en la mejilla justo cuando se tomó la foto.
—Parece que le agradas, ella nunca hace eso con los visitantes —pronunció el entrenador.
—Es que Dan es una chica muy buena seguro que puede ver eso —añadió Jungkook, cosa que hizo sonrojar a la chica.
Jin los miró a ambos y sin saber como interpretar eso los interrumpió.
—Bueno, bueno, hay que seguir o se hará tarde.
Dan le agradeció al entrenador con una reverencia, Lofi le alzó la aleta para chocar los cinco y al hacerlo se despidió para marcharse.
Terminaron su recorrido por el acuario y volvieron al auto para ir a la heladería donde vendían el helado de rollo que Dan quería probar.
—¿De verdad nunca los habías probado? —preguntó Jungkook asombrado mientras estaban formados para ordenar.
—Los veía en Internet pero nunca pude comprar uno.
—No te pierdes de mucho, desde mi punto de vista es simple helado en forma de un rollo.
—Jungkook, no le mates las ilusiones antes de que los pruebe —lo regañó. —No le hagas caso, Dan. Jungkook es un tonto.
—¿Tonto? Dime quién tenía una beca en la universidad por ser el mejor estudiante.
—Lo tuyo era suerte.
Ambos empezaron una pequeña discusión que le pareció tierna a Dan. Le causó gracia y se preguntaba si en algún momento antes de morir ella podría tener ese nivel de confianza con ellos. Quería llegar a ser una amiga muy cercana pero el tiempo estaba en su contra.
Cuando llegaron al mostrador pidieron tres helados iguales de galleta oreo y se los prepararon rápidamente, Dan Ah estaba ansiosa por probarlos, se emocionaba igual que una niña a pesar de ser una adulta y eso le causaba mucha ternura a Jin.
—¿Y qué tal? —preguntaron los dos chicos frente a ella.
—De verdad es helado normal con forma de rollo —rió. —Pero está delicioso.
—Lo importante es que lo estás disfrutando —Seokjin sonrió y eso dejó muy impresionado a Jungkook.
Su mejor amigo nunca le sonreía a las mujeres, a la única chica que llegó a sonreírle fue a su exnovia pero luego de que lo abandonó por dinero él no volvió a abrirse frente a una mujer y verlo tan cómodo con Dan le daba la esperanza de que se enamorara nuevamente; pero claro, Jungkook no sabía la verdadera razón del porqué ellos dos se habían vuelto amigos.
Al terminar el día, los tres volvieron a casa de Dan Ah, se despidieron y acordaron verse otro día para seguir cumpliendo más deseos.
Al día siguiente Seokjin llegó muy temprano a casa de Dan. Desayunaron juntos un par de sándwiches y al terminar tomaron lugar en la sala de estar.
—Muy bien, necesitamos organizar más nuestra lista de deseos —habló Jin poniéndose cómodo en el suelo y recargando sus codos sobre la mesita de centro. —¿Dónde está el cuaderno?
—Espera, iré por él —Dan desapareció por una puerta por la cual imaginó Jin que sería su habitación y a los pocos minutos volvió para sentarse a su lado y poner la libreta sobre la mesa.
—Muy bien —la abrió pasando directamente a las hojas donde estaban escritos todos los deseos de Dan. —¿cuáles son los de mayor importancia?
—¿Mayor importancia?
—Sí, los que tienes que cumplir sí o sí. Son los que haremos primero.
—No lo sé, hay tantas cosas que quiero hacer pero sé que la mayoría son estúpidas con el poco tiempo que me queda.
—Nada es estúpido, vamos a cumplir todo lo de esta lista sin duda pero debemos dar prioridades.
—Jin... sé que tu intención es buena pero realmente hay cosas que no podré hacer —tomó el cuaderno y señaló. —Mira, deseo ver la nieve por última vez; estamos en plena primavera. Deseo celebrar una vez más mi cumpleaños; yo cumplo años dentro de diez meses. Deseo tener novio y casarme; no puedo conocer a alguien tan rápido y mucho menos casarme.
—Puedes tener novio —respondió Jin sin dudar. —Digo, he visto la química que hay entre Jungkook y tú, es un buen tipo y si le contamos la situación seguro que la entiende y se podría convertir en el mejor novio del mundo para ti.
—Eso no funciona así, quiero ser amada y quiero amar a alguien. Jungkook es muy lindo y me agrada demasiado pero incluso si llegara a haber un sentimiento mutuo entre los dos no podría estar con él.
—¿Por qué no?
—Porque voy a morir y no es justo hacer que alguien me ame para después dejarlo —ambos suspiraron. —No quiero que le cuentes nada de mi estado de salud, estamos comenzando a ser amigos y no quiero que me tenga ni una pizca de lastima.
—Tranquila, no voy a decirle nada si tu no quieres —Seokjin acarició su cabeza provocando así un leve sonrojó de parte de la castaña.
—Si-sigamos organizando los desos. —se puso nerviosa.
Y así fue como Jin y Dan estuvieron toda la tarde organizando la lista de deseos desde el más importante hasta el más fácil de cumplir.
Tenían poco tiempo pero iban a aprovecharlo al máximo para lograr su objetivo.
No se si hacer esta historia larga o corta xd
Ustedes que opinan? 👀
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