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☁︎ 11. Fría sorpresa ☁︎

Dan se encontraba profundamente dormida en la comodidad de su cama; la noche anterior se la pasó viendo un maratón de películas junto a Jin y acabó tan cansada que el sueño la estaba matando.

—Es hora de despertar, bella durmiente —Seokjin entró en su habitación, abrió las cortinas de la ventana y la chica rubia dio un respingo por la luz solar que le lastimaba los ojos.

—Déjame dormir —se colocó la almohada sobre la cabeza.

—Lo siento, pero tenemos cosas que hacer, así que levántate y ponte ropa abrigada.

—¿Abrigada? —preguntó quitándose la almohada de la cara y enderezándose. —Hace muchísimo calor como para usar un abrigo.

—Hazme caso, lo vas a necesitar.

Fue todo lo que el más alto dijo para después salir de la habitación. Dan Ah no entendía esa loca petición, ¿ponerse ropa calentita durante la primavera? ¿Acaso Jin se había vuelto loco? Y eso pensaba de verdad; sin embargo, debía confiar en él y hacer caso a lo que le había pedido a pesar de que su cuerpo se estuviera derritiendo.

Desayunaron juntos y terminaron de alistarse; ambos tenían sus abrigos en las manos, listos para usarlos, así que sin más que esperar salieron del departamento de Dan Ah para tomar camino en el coche de Jin.

La rubia iba concentrada en el camino, quería descubrir a qué lugar la estaba llevando pero no lograba descifrar la dirección.
El tiempo pasó rápido y cuando estaban a punto de llegar, Kim se orilló en la carretera, sacó un pañuelo de la guantera y se lo dio a Park.

—Cúbrete los ojos —dijo con una sonrisa—. Esta es la sorpresa que quería darte hace unos días, ya casi llegamos y quiero que realmente estés sorprendida cuando lo veas.

—¿De qué se trata?

—Te lo dije, es una sorpresa.

En ese momento Dan sintió mucha emoción, vendó sus ojos con el pañuelo y sintió cómo el auto avanzó nuevamente.

Iba contando en su mente los minutos que pasaban y justo cuando el vehículo se detuvo otra vez, terminó de contar exactamente trece minutos.

—Espera, te ayudaré a bajar —Seokjin bajó del auto y dio la vuelta para llegar a la puerta del copiloto donde ayudó a Dan Ah a bajar con cuidado.

—¿Dónde estamos? —preguntó.

—¿Qué nunca te han dado una sorpresa? —rió—. ¿Sabes lo que significan?

—Sé lo que significan, pero nunca me han dado una.

—Entonces espero hacerlo bien —Jin se puso su abrigo y seguido tomó el de Dan Ah—. Estira los brazos, voy a ponerte tu abrigo.

Ella hizo caso y con bastante facilidad logró ponérselo. La tomó del brazo y ambos comenzaron a caminar.

Dan no podía ver nada; únicamente se estaba dejando llevar por Jin. Escuchó varias puertas abrirse y a una persona mencionar que su reservación estaba lista.

De pronto, el intenso calor que la chica estaba sintiendo desapareció y, en su lugar, la temperatura bajó drásticamente; su nariz comenzó a helarse y el suelo se sentía demasiado suave.

—Ya está todo listo —Jin le susurró al oído mientras le quitaba la venda de los ojos—. Puedes ver tu sorpresa.

—Ay, por Dios... —no podía creer lo que sus ojos estaban viendo.

Delante de ella tenía un paisaje totalmente blanco, copos de nieve cayendo de algún lugar mientras decoraban los pinos que había alrededor.
Una de las cosas favoritas de Dan Ah era la fría nieve del invierno y, al tener tan poco tiempo de vida, sabía que no podía apreciarla una vez más, o eso pensó hasta ese momento.

—¿Te gusta? —Jin la tomó de los hombros.

—Esto es... precioso —su rostro se iluminó, y miró a Kim con una sonrisa en los labios—. Me encanta.

—Entonces, adelante. Disfrútalo —le hizo una seña para indicarle que podía avanzar, explorar el lugar y jugar en la nieve.

Dan Ah avanzo lentamente sobre la nieve; sabía que era artificial, pero se sentía tan real que estaba impresionada. Era tan fría y blanca que no sabía cómo era posible que fuese tan idéntica a la verdadera.

Tomó un poco con sus manos y la hizo bolita para seguidamente lanzársela a Seokjin en la cara; él, por su parte, siguió su juego y comenzaron una guerra de bolas de nieve.

Pelearon durante un buen rato, corrieron entre risas por todo el lugar hasta que no pudieron más; terminaron tan cansados de tanto correr que se dejaron caer en la nieve.

Recostados en el suelo, abrieron y cerraron las piernas y los brazos para hacer un par de ángeles y rieron por lo bien que se la estaban pasando.

—¿Dan? —preguntó Jin, y ella lo miró—. ¿Te gusta la Navidad?

—Es mi época favorita del año —respondió, regresando su mirada hacia arriba.

Sin decir una sola palabra, Seokjin se levantó y salió del lugar en el que se encontraba, dejando a la rubia confundida. Luego de cinco minutos volvió con un par de cajas enormes en sus brazos.

Llegó hasta donde estaba ella y dejó las cajas en el piso.

—Es hora de cumplir otro deseo —abrió las cajas y dentro había toda clase de adornos navideños para árboles. —Decoremos juntos el árbol.

Con emoción, Dan se acercó a uno de los pinos que había en el lugar, sacó una esfera grande y roja de la caja que sostenía Jin y la colocó sobre una de las ramas.
Toda su vida soñó con decorar un árbol de Navidad así de grande, tal cual como el que tenía delante de sus ojos, pero año tras año el tiempo solo le alcanzaba para poner un pequeño árbolito encima de su escritorio.

Luego de poner los primeros adornos, Seokjin dejó la caja en el suelo y la ayudó a decorarlo. Pusieron todo tipo de decoraciones: esferas, guirnaldas, lazos, campanas, entre otras cosas.

Todo estaba quedando perfecto, y solo faltaba una cosa.

—Aquí está la estrella —dijo Jin, dándosela a Dan.

—Siempre he querido hacer esto —replicó con emoción; se paró de puntitas y estiró sus brazos lo más que pudo para alcanzar la punta del árbol y colocar la estrella.

—Quedó perfecto —respondió el más alto con una sonrisa.

Dan Ah sacó su teléfono y, sin decir nada, le tomó una foto al árbol.

—Hey, no tomes fotos solo del árbol —Jin le quito su celular y puso la cámara frontal —. Tomemos una de nosotros también. —la abrazó y capturó el momento con una fotografía.

—Gracias nuevamente por todo —la rubia sonrió —.Sin ti, seguro que estos últimos días los estaría pasando en el trabajo o encerrada en mi departamento con depresión pero contigo todo es mejor, gracias a ti estoy siendo muy feliz, Jin.

—Dan... —la tomó de la mano —. Estaré a tu lado hasta el último momento, no tienes que preocuparte por nada —alzó la mano de la chica y depositó un suave beso sobre sus nudillos —. Hay algo que quiero decirte.

—¿De qué se trata?

—Me gustas —al escuchar esas palabras Dan Ah borró su sonrisa —. Yo sé que no tenemos mucho tiempo de conocernos pero no podemos perder ni un solo día, así que solo te pido una cosa, ¿podrías aceptar mis sentimientos?

—No... —Dan soltó la mano de Jin y dio un paso hacia atrás —. Tú no puedes sentir nada por mí, nadie puede. No quiero que alguien se enamore y luego sufra porque yo ya no estoy, dejar que algo así suceda sería demasiado cruel.

—Claro que no es cruel —él se acercó a ella para volver a tomar su mano —.Yo más que nadie se perfectamente lo que sucederá y aún así quiero intentarlo, he cumplido muchos de tus deseos, ahora tú cumple mi deseo de ser tu novio.

—Jin... —Dan levantó su mano libre para acariciar la mejilla del chico la cual estaba muy fría.

—Dan Ah, por favor dí que sí.

—¿Realmente quieres hacer esto? —asintió —. ¿No vas a arrepentirte?

—Nunca me arrepentiré.

—Y tampoco vas a deprimirte cuando me vaya? —negó con la cabeza —. Tienes que prometerme qué no vas a sufrir, que vas a seguir siendo feliz cuando yo no esté, ¿está bien?

—Te lo prometo.

—Si rompes tu promesa te juro que te atormentare todas las noches —entrecerró los ojos.

—Qué miedo —se burló de ella, la jaló del brazo y la abrazó —. Me aseguraré de ser el mejor novio de todo mundo.

—Ya eres el mejor para mí —Dan apoyó su cabeza sobre el pecho de Seokjin y escuchó sus latidos.

—Me encantaría quedarme así pero aun hay otra sorpresa y por ende otro deseo.

—¿Hay más?

—Sí, de hecho venir aquí fue solo para distraerte de la sorpresa principal, vamos.

—Sin duda eres un hombre sorprendente, Kim Seokjin —Dan rió.

Recogieron rápidamente las cosas que usaron para decorar el árbol y así dejar todo como lo encontraron. Al terminar, salieron del establecimiento y volvieron al departamento de Dan para el próximo deseo que tenían que cumplir.

Navidad fue hace casi un mes y apenas vengo subiendo esto jsjjsajs

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