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Epílogo

3 años después.

Klaus

Voces, risas, elegancia, poder y mucha falsedad. Ese es el entorno en el que me encuentro mientras que varios me felicitan por haber ascendido a Ministro en un corto tiempo, "si solo supieran".

En todo este tiempo a modo de desentender mi mente sobre Alondra me enfoque en mi trabajo, sin días libres o noches tranquilas. Carteles, vendedores de armas, drogas, secuestros y detección sobre trata de blancas. Así fue como me consideraron para el puesto sin haber pasado a General primero. El ex−ministro Tyler fue mi mayor apoyo, con quien sin problemas conseguí el apoyo mayoritario de las altas esferas de autoridad.

Ahora la mayor central de la FEE esta bajo mi poder, pero aun con todas las conexiones, no puedo encontrarla. Se que a estas alturas debería haber tirado la toalla, pero el rendirme no es algo que haga muy fácilmente y menos con las pequeñas huellas que he podido detectar de la hacker de mierda. Como la divulgación de situaciones comprometedoras de otros candidatos a las redes o el cambio de postura repentino de otros Generales.

No soy imbécil y se que antiguo Ministro se ha dado cuenta, aun así, ella no se ha mostrado en 3 malditos años. No he tenido las ganas de meter a una mujer a mi cama, cuando el recuerdo es demasiado el alcohol es lo único que puede calmarme, eso y las memorias de su piel, gemidos, tacto, olor. Un antiguo General me saca de mi ensoñación brindándome un saludo el cual acepto y sigo mi papel de bueno ante los demás.

—Veo que ella tenía razón que eras el indicado para el puesto —la voz masculina me hace girar para encontrarme con una pareja, con ojos que claramente los delata.

—Si que tiene huevos para presentarte aquí...Baruk —Deniz Baruk me sonríe al igual que su hermana.

—Vinimos a dar nuestras felicitaciones —la mujer con un vestido que resalta sus atributos se acerca y le permito darme un beso en la mejilla —ella manda a decirte que muchas felicidades, muñequito —siento como su mano se desliza en mi bolsillo —y si aun deseas verla, esta es tu oportunidad —se aleja para volver donde su hermano. Ambos hermanos se alejan dejándome con el picor de sacar lo que haya dejado en mi bolsillo.

Cuando las luces se apagan mi vista va hacia el centro del escenario, donde la música oriental comienza a envolver el ambiente, muchos bailarines entran cargando candelabros y en medio de ellos hay una mujer con el rostro tapado, el conjunto que lleva me recuerda a la misión de encubierto que tuvimos en la fiesta de los Baruk. El tintineo de sus adornos que lleva en la cadera llama la atención, pero mis ojos fijan solo una cosa de su parte media.

Un tatuaje de dragón que reconocería donde sea, despacio camino abriéndome paso entre los invitados, hasta que estoy en primera fila viendo el movimiento del cuerpo de la mujer, ondas y dominio excelente del baile, cuando revela su rostro es que me quedo estático. No hay cabello negro ni ojos color ámbar, sino una cabellera ondulante castaña y ojos muy grises que solo resaltan con el delineado negro que lleva. Cuando deja caer por completo el velo es que mi cuerpo entra en contradicción, porque mi parte física quiere ir hacia ella, pero mi mente me detiene.

La mujer no deja de bailar hasta que se encuentra muy delante y envuelte el paño que cubría su rostro alrededor de mi cuello, "no puede ser...", con descaro la mujer sonríe y se desliza por mi lado para seguir el espectáculo logrando que mis ojos la sigan mas mi cuerpo sigue inmóvil. Los bailarines la rodean con sus tambores y candelabros, dando un hermoso espectáculo que deja encantado a todos. Al terminar la mujer me da una ultima mirada antes de retirarse.

Despacio saco el papel que encuentro en mi bolsillo y sin prisas lo desenvuelvo;

Si deseas respuestas ven a tu departamento.

Encontraras lo que tanto buscabas.

N.A

Sin importarme todos a mi alrededor salgo del salón para ir directamente a mi auto y dirigirme hacia la única persona que me jodio la cabeza aun mas de la que ya la tenía.

Entro en mi casa caminando hacia la sala donde encuentro la silueta de una mujer a contra luz, vestida completamente de negro, ella gira mostrándome esa mirada gris que puedo reconocer a pesar del cambio de color.

—Bienvenido de vuelta, muñequito —mis pasos son rápidos hasta llegar a ella y agarrarla por la nuca con fuerza.

—Ahora te disfrazas? —ella sonríe paseando su lengua por sus dientes de arriba.

—En realidad, esta es mi verdadera piel —dice y mis manos solo presionan mas el agarre —esta soy yo, Klaus —miro todo su rostro y es que, a pesar del cambio de colores de cabello y ojos, sigue siendo la misma hacker de mierda que conocí esa vez en España. Quien me pateo varias veces y me demostró que nada es blanco y negro, siempre hay mezcla, de las cuales puede salir cosas buenas o desastres.

Junto mi frente con la de ella, tratando de controlarme, ya que en estos momentos quiero gritarle, sacudirla o, por último, llevarme a la central y ahí interrogarla, pero lo único que me nace hacer es besarla, besarla como he estado deseando estos malditos 3 años. Ella de igual forma me corresponde envolviendo sus brazos en mi cuello.

—Por ahora no deseo tus palabras, ni respuestas —la alzo envolviendo sus piernas en mi cadera —solo deseo llenarte, así se te quita las ganas de desaparecer y aparecer cuando te de la gana —ella muerde mi labio mientras nos conduzco hacia mi cama.

—Pues hazlo, a ver si lo logras.

Y así pasa, no se cuantas veces lo hicimos ni cuantas poses realizamos, solo que todas nuestras ganas fueron derramadas como diluvio sin frenos. Ella gimiendo y pidiendo mas y yo dándoselo con fuerza, placer y pura lujuria. En los pequeños descansos, ella se recostaba en mi pecho en silencio mientras que yo acariciaba despacio su piel, dándome cuenta de una cicatriz en el tatuaje, una que estoy seguro fue abierta de nuevo por la apuñalada que recibió esa vez que Landel la secuestro.

Toda la noche disfrutamos de nuestros cuerpos hasta que solo quedamos envueltos el uno en el otro cayendo en un profundo sueño, uno que esperaba un despertar lleno de respuestas para nada agradables pero que eran importantes.

Despierto solo con la sabana envolviendo mi entrepierna, al enfocar mi alrededor me encuentro solo, me levanto de golpe y veo mi velador donde mi reloj dicta las 9 de la mañana —Alondra —llamo, pero nadie contesta, tomando mis calzoncillos del suelo me dirijo a la cocina donde en la mesa encuentro un sobre café, me acerco donde solo lleva mi nombre. Al abrirlo encuentro varias hojas de papel;

Klaus:

Se que debía hacer esto en persona, esperar a que despertaras y hablarlo, pero conociéndote, hubieras comenzado una pelea que solo iba a terminar contigo desmayado, así que preferí hacerlo así.

Mi verdadero nombre es Nadia Aurora Kingston Olsen, si, soy la chica que estuviste buscando todos esos meses, pero también soy Alondra Vélez, la hacker y militar con la que trabajaste. No tiene sentido poder ser dos personas, pero en mi vida, tuve que hacerlo posible, ya que eso significaba seguir viva.

Cuando la triada atacó a mi familia junto a los militares solo tenia 6 años, una infante que fue tratada y marcada cual ganado y que, por obra del destino, un militar que era esposo de mi entonces nana me encontró. Ocultándome y dándome una nueva identidad para no ser descubierta. Si, el hombre del que te hablo es Ferdel Vélez, que de una vez te aclaro, no era doble agente, era demasiado fiel a la FEE, pero al enamorarse de alguien que partencia a la sociedad, vio que no todos los malos eran como lo mostraban. No voy a salirte con que mis padres eran santos, ya que seria la mayor mentira, pero no eran monstruos. Vendían armas, si, mataban por encargo, si, mas siempre hacían una investigación propia para dictaminar si valía la pena o no.

Trabajaban estrechamente con la mafia, ya que antiguamente hubo un enlace por sangre, así que por consiguiente crecí junto a los Petrova y Baruk, por eso mi relación con ellos. Cuando Ferdel me encontró era muy pronto para que ellos supieran que estaba viva, así que me ocultó cubriendo mi apariencia con el artefacto que ya conoces. Antes de pasar por el infierno de entrenamiento me encontré con Omer y así pude darles a conocer a los demás que estaba viva y obtener su apoyo que más adelante fue de mucha ayuda. Dentro pude abrirme paso a mucha más información que me fue de utilidad para darle sentido a esa noche trágica.

La verdadera razón por la que los militares atacaron a la sociedad de la rosa fue porque mi madre era la prometida de Leónidas Halftom, pero ella se enamoro de mi padre, Beltrán Kingston, un criminal conocido como «la muerte» y líder de los asesinos personales de la mafia. Con esa humillación presente, coloco a la sociedad de la rosa en la mira. Cuando Landel vendió a mis padres, Leónidas y la triada ya eran socios, fue un apoyo importante para cuando se postulo como Ministro. Como Landel era ingenuo y avaricioso, lo usaron a su favor.

Fue un plan de años, espera, sufrimiento, sangre y lágrimas. Ferdel se convirtió con el paso del tiempo en mi padre dentro de mi corazón, a quien ame con lo poco que quedaba de mi alma. Por conexiones sabia el paradero de Landel y lo que estaba viviendo, así que priorice el sacar a Leónidas del poder y colocar a mi padre arriba, así poder ir con toda hacia la triada. Claro que, para ese entonces no sabia del compañerismo entre estos dos, solo con la muerte de mi segundo padre tuve todas las piezas del rompecabezas.

Con Leónidas fuera y Tyler a la cabeza pude enfocarme en atraer a mi lindo hermano hacia Europa, dándole pistas sobre mi existencia, claro que para eso también necesitaba un segundo jugador. Y los elegidos eran ustedes, ya que a mi lista se agrego un objetivo mas; reformar la FEE que tanto amaba mi padre. Cuando nos conocimos en ese bar aún estaba en duda si volvería a mi piel o seguiría como Alondra, pero al verte y ver a los soldados en los que confiabas, supe que ese ya no era mi lugar, no nací para ser la heroína o la buena de la historia. Por mis venas corre sangre Kingston, una que ama el caos y el control, pero, sobre todo, ama estar en las sombras observando todo y salir solo para devorar a su presa.

Debo admitir que Landel me tomo por la guardia baja al secuestrarme, pero solo hizo adelantar mi plan para atraparlo y darle un final casi trágico. Porque por si no te habrás dado cuenta, el cuerpo que deje en la central no es Landel, el aun sigue en el purgatorio, pagando cada herida, lagrima, golpe y caída que pase por su culpa.

No voy a ponerme a darte excusas ni nada, los use a mi conveniencia, esa es la verdad. Mi objetivo siempre fue recuperar todo mi poder que por derecho de nacimiento era mío y limpiar dos organizaciones a las cuales mis padres dieron su vida. No diré cosas como "lo siento" o "perdóname", porque no las siento, hice lo que hice con mucha premeditación y no me arrepiento ya que el resultado salió como esperaba.

Ódiame si lo deseas, te use, manipule y jugué con todos a mi antojo para salirme con la mía, ya que en este juego en el que era una espectadora, lo dirigí para ser la vencedora. Ahora entenderás cuando te dije aquel día que lo nuestro jamás iba poder ser, tú eres el héroe, yo la villana. Ahora cada uno esta en el lado que le corresponde, tu deber es cazarme y el mío, pues hacerte la caza más divertida.

En conjunto te dejo un reporte sobre cierto rescate que hiciste y que necesitas soltar, será mi última lección para ti donde te enseño que muchas veces el blanco está manchado de negro. Te deseo una larga vida muñequito y darte el crédito de saber que hiciste vibrar el corazón de este fantasma, la cual siempre podrás encontrar en las sombras si es que alguna vez necesitas ayuda.

Nadia Aurora Alondra Kingston Vélez
det sidste blod.

Veo el documento que le sigue a la carta y es un registro donde muestra fotos, movimientos de banco, lugares de encuentros, todos de la chica que rescate y que se la ve claramente en las fotos, drogando a las chicas y recibiendo dinero por venderlas. Sin poder evitarlo caigo sentado en una de las sillas sintiéndome un completo imbécil.

—Todos fuimos sus peones y ella la reina del juego —empiezo a reír porque todo lo que paso de alguna forma tiene mayor sentido, "los contactos, el como estaba ese día en la fiesta, como dejo el mensaje...todo obra de ella" — si que los fantasmas son de temer —veo la carta y el vacío que siento a pesar que duele, es llevadero porque ahora ella ya no se disfraza, ni se oculta, ahora ella es libre de liderar y gobernar. De vivir como y donde quiera, de ser lo que desee sin nada que la ate o atormente —si así tiene que ser las cosas, que así sea —me levanto y coloco todo dentro del sobre, voy hacia la estufa y enciendo una hornilla para colocar el sobre y este comienza a arder.

Lo dejo caer en el fregadero viendo como se quema todo el pasado y verdades sobre la mujer que aventaron desde temprano a la oscuridad y que a pesar de eso ella resurgió, mas fuerte, mas poderosa, mas bella. Mujer que arrastro a todos a su juego sin sospecha alguna hasta que ya era demasiado tarde —te daré la mejor cacería, una que este a la altura de la ultima sangre viviente —camino hacia los ventanales y ahí abajo logro verla una ultima vez antes de que se coloque el casco y arranque, desapareciendo otra vez —que comience el juego, Rosa.







Y asi termina esta historia, tan loca un poco candente pero llena de jugadas y secretos. Abajo estara como es la verdadera piel de Nadia/Alondra. Debo admitir que es mi primera novela que no la acabo con los dos protagonistas juntos, pero sentí que si la terminaba de esa forma se perdería por completo la esencia de Alondra y como ella dijo en la carta; el bueno nunca se queda con la mala. Gracias por seguirla y leerla a pesar de mis tardanzas y errores, nos vemos pronto en mis otras historias.

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