Cap 9
Narrador X
El día esta húmedo, en la noche hubo una fuerte lluvia dando paso a un día gris y neutro. El cementerio en días como ese no son un agradable lugar para visitar, la tierra húmeda y las muchas lápidas que se encuentran ahí son recuerdos de personas que ya no pueden apreciar más lo que ofrece la vida.
Tyler no es un hombre que demuestre sentimientos a la primera, desde niño fue programado para ser un militar calculador, frío, al cual sólo le importan resultados más no métodos. Por eso es que se llegó a llevar bien con Ferdel Vélez, porque era igual que él, un soldado frío, calculador, mentalizado en obtener victorias sin importar el costo.
Pero algo rompió ese esquema de ellos y fue cuando Ferdel adoptó a una niña, de cabellos negros y ojos ambarinos, muy raros pero a la vez atrapantes. La crío como si fuera de su sangre, después de años de ser compañeros vio un lado de él más…humano y menos máquina, cosa que también lo afecto a él, porque esa niña provocaba el querer protegerla pero también enseñarle como hacerle frente a situaciones donde tuviera que defenderse.
Ahora esa niña creció convirtiéndose en toda una mujer fuerte, muy habilidosa pero también peligrosa, si algo entiende bien es que cuando damos paso a los sentimientos, estos pueden sacar lo mejor o lo peor de ti y en este caso, en Alondra están sacando su peor y más peligroso lado.
Tyler esta parado frente a la tumba de quien por muchos años fue su compañero, amigo, camarada y confidente.
—Estarías orgulloso y enojado de como Alondra esta viviendo ahora —habla —sigue demostrando ser la mejor a la hora de ejecutar planes, como le enseñaste —este deja un pequeño ramo de lirios en la grama —no se que planee pero como una vez te prometí, la cuidaré en tu lugar —la pesadez de su pecho no se desvanece desde ese día —te imagino ahora aún enojado y mandándome al diablo —suelta una pequeña sonrisa —pero aún así te mantengas maldiciéndome desde el otro lado, haré con ella lo que no pude hacer contigo —el viento sopla moviendo los pétalos de los lirios, llenando el ambiente de su aroma.
Klaus
Rondan las 4 de la madrugada cuando llego a la central, aún falta como 2 horas para que empiece el movimiento aquí. Estaciono mi Jeep cuando noto una motocicleta estacionada a lo diagonal. Me sorprendo ya que no son muchos los soldados que llegan antes del cambio de turno o que empiece su jornada.
Subo a la primera plata dirigiéndome hacia la sala de entrenamientos cuando de esta escucho música, una movida, despacio camino hacia la sala para ver quién está y veo como alguien está con un Bō, moviéndolo de forma ágil alrededor de su cuerpo, giros, golpes y poses, son los que se repiten en lo que es una rutina de pelea.
Al dar una pirueta lanza hacia el extremo de una pared un cuchillo dando en el centro del pecho de un muñeco de entrenamiento. Veo como el cuerpo de esta persona está sudado, agitado al ver cierto tatuaje es que me doy cuenta quien es ya que estuvo de espalda hacia mi.
—Te caíste de la cama muñequito? —pregunta Alondra al detener la música con su reloj viéndome
—Eso debería decir yo —digo cruzándome de brazos y ella sonríe de forma amplia, su cabello está trenzado completamente, está de calza larga y un top deportivo negro —veo que no serás una completa inútil al momento de combatir
—Creo que eso lo sabes bien ya que te deje una linda prueba de lo que soy capaz de hacer —dice tomando su botella de agua, se que se refiere a la masacre que hizo o más bien la que pedí que hiciera.
—Una cosa es asesinar por la espalda y otra es enfrentar al enemigo cara a cara —ella me mira de costado aún son esa sonrisa irónica
—Quieres probar que también se como tener un enfrentamiento cara a cara Coronel? —pregunta, esta vez soy yo quien sonríe y simplemente me quito la chaqueta quedando en una camiseta sin mangas.
Dejo todo lo que me pueda estorbar a un lado, mientras que ella se coloca en medio de la colchoneta esperándome
—Hagamos esto más interesante —propongo —quien gane una ronda de tres derrumbes, obtiene una respuesta de lo que desea del perdedor —ella muestra una expresión de asombro —aceptas? —me pongo en posición y ella asiente —empecemos entonces .
Sin demora ella se abalanza hacia mi con una serie de puños y patadas, cosa que yo esquivo con facilidad, noto como quiere arrinconarme pero no se lo permito al lanzar una patada alta, que ella retrocede evitando el golpe, aprovecho para querer hacerle una llave pero se mueve rápido impidiendo que lo haga
—Bastante escurridiza para especializarte en computadoras —ella solo sonríe y vuelve a irse hacia mi, intenta encestarme una patada en las costillas pero detengo su pierna, “te tengo", error el pensar eso, ya que aprovecha y toma el palo con el que intenta golpearme y logra hacerlo en los pies desestabilizándome que llego a soltarla.
Me repongo y ya ella viene de nuevo ahora con su arma, que agarro y la mando al suelo colocándome encima de ella —no fue una buena opción este palo como arma —le digo
—Quien dijo que lo quería como arma —frunzo el ceño cuando siento sus piernas en mi cuello, ahorcándome —mala estrategia el colocarte encima mío — “no te la pondré fácil, hacker del demonio", con ella en mi cuello la levanto para después hacerla estrellar contra el suelo su espalda, cosa que hace que ablande las piernas y pueda respirar mejor, sin pensarlo golpeo sus costillas y ella termina de soltarme no sin antes darme un buen golpe en la nariz con su pie.
Ambos nos reponemos, yo con la nariz adolorida y ella con su costado golpeado pero aún así estamos firmes para seguir con la pelea
—Coronel! —grita alguien que volteo y veo a Julia corriendo hacia mi que al estar cerca saca su arma apuntando hacia Alondra —quien eres y que haces en propiedad militar? —Alondra solo levanta las manos sin moverse
—Baje el arma capitana —ordeno, Julia me mira con recelo pero no objeta y obedece mi orden, aun mira con desconfianza a Alondra quien también baja las manos y se da la vuelta para recoger sus cosas
—Se quedará pendiente el enfrentamiento muñequito —dice lanzándome un beso antes de salir con sus cosas en la mano, yo no le respondo y de igual forma voy hacia donde están las mías
—Quien es ella? —pregunta Julia aún mirando hacia la salida —novia tuya?
—No digas idioteces —respondo —es un nuevo miembro de la base
—Nuevo miembro? No oí nada sobre qué irían a traer a alguien de otra base
—Es porque no viene de otra base —le digo colocando mi arma en el cinturón —es una vieja conocida del Ministro, ella viene ayudar con el caso de la sociedad de la Rosa —Julia se sorprende por lo que digo ya que jamás nadie trajo a alguien aquí que no fuera militar
—Tu la conoces? Por eso te llama con esa familiaridad —percibo un toque de celos que prefiero ignorar
—Soy el Coronel aquí, así que si, la conozco —le digo planteándome frente a ella —pero no tengo nada que ver con como ella quiera llamarme, entiendes? —Julia solo asiente con la mandíbula tensa, me encamino a la salida para darle inicio al largo día que se viene encima, percibo cierto olor a vainilla en mi, llevo mi camiseta a mi nariz y no estaba equivocado, “supongo que es de Alondra", bufo ante lo irónico de la situación, “ella teniendo un aroma dulce cuando es todo un dolor de huevos".
Alondra
Volver a estar en estas instalaciones como miembro debo decir que es un sabor agridulce para mi. Durante mi crecimiento vi este lugar como un hogar, un punto de retorno pero más que nada, una residencia de justicia, donde nosotros somos los héroes que eliminan el horror y la tristeza de las personas, “más imbécil no pude ser", en este mundo no existen los héroes, solo son personas con poder que llegan a actuar según les convengan y si salvarlos les da ganancia mejor.
Me coloco el camuflado que me dio Tyler el día de ayer, volver a blandir el color azul hace que mi memoria lo recuerde, quien me dio una vida, un nombre y un propósito.
Escucho como suenan las trompetas anunciando el inicio de la jornada —es momento de renacer de los muertos —susurro tomando la chaqueta y la placa que marca mi nombre, código de soldado y rango.
Las preparaciones físicas siempre son desde temprano, veo como varios soldados corren, escalan, trotan y completan circuitos que para una persona normal sería una tortura para sus músculos. Varios de los soldados me notan y quedan prendidos a mi, no me sorprende pero a veces resulta molesto más si tienen esa mirada de 《deseo cogerte》escrito por toda la cara.
—Todos firmes y en fila para recibir al Ministro! —grita uno y sin demora todos detienen lo que estaban haciendo colocándose en filas para esperar a Tyler, al voltear veo como viene caminando con su típica mirada seria, acompañado del muñequito y de la mujer que me apuntó esta mañana
—Tan ansiosa estabas por unirte de nuevo? —pregunta al estar en mi delante
—Viejo hábito de estar aquí temprano —digo, este vuelve la mirada al frente y camina unos pasos más hasta estar frente a todo el batallón que conforma la FEE
—No voy a quitarles mucho tiempo, como muchos de seguro ya habrán estado babeando, hay un nuevo miembro en esta central —empieza, intento no reírme ya que como siempre, odia que los hombres me miren con morbo —estará ayudando al caso de la sociedad de la Rosa, por lo que será un miembro temporal, no la subestimen por su apariencia ya que ella les lleva años de ventaja —estoy a un lado de ellos, a cierta distancia que muchos intentan no mirar en mi dirección —dejaré que ella se presente para que así la conozcan —me mira concediéndome la palabra
Sin demora camino hasta detenerme en la misma dirección de Tyler dejándolo detrás de mí
—Mi nombre es Alondra Vélez, hija del difunto General Ferdel Vélez, ex-comandante del ya disuelto escuadrón FANTASMA —noto como muchos abren sus ojos —entrenada desde los 7, me gradué con honores de la escuela militar siendo la primera en mi generación. Se el manejo de armas blancas y de fuego, soy experta en la infiltración de sistemas pero más me especializo en el espionaje en cubierto, hablo 5 idiomas, cada uno con excelente fluidez —camino hacia un lado viendo a cada hombre y mujer que hay, unos están sorprendidos pero otros solo escuchan como si nada —tengo experiencia en combates cuerpo a cuerpo al igual que conocimiento en explosivos y tácticas de infiltración. —al girar veo al muñequito con los brazos en la espalda pero se nota que esta tenso —ahora soy conocida como Skyline —ahora sin importar todos me miran —si, la misma hacker que tumbo 3 veces su sistema, a quien su Ministro tuvo que recurrir ya que sus soldados son unos inútiles
—Una criminal no puede venir a insultarnos —sale el mismo hombre del club —no me importa si perteneció a esta central, ya no lo hace, por que deberíamos aceptar a un soldado desertor?
—Quien les dijo que ella era un soldado desertor? —interviene Tyler, el soldado se coloca firme cuando escucha su pregunta —responda soldado
—Fue una suposición señor —dice fuerte y erguido
—Pues esa soldado desertor puede patearte el culo si quisiera —se escucha la voz de Sasha, veo como ella y Lexy llegan para unirse a la pequeña presentación igual portando el camuflado — siento la demora, la cama se sentía muy a gusto como para dejarla —frunzo mis labios conteniendo la sonrisa
—Ya que están aquí preséntense entonces —ordena Tyler, Sasha se coloca frente al soldado que hablo quien tampoco le quita la mirada
—Mi nombre es Sasha Paravel, ex-capitana del antiguo escuadrón FANTASMA, ahora ya mejor conocida como Skyline —todos ponen su atención en la rubia —entrenada desde los 10 para ser la mejor a la hora de manipular, concretar y obtener información al precio que sea —Sasha camina mirando a cada soldado —hablo 3 idiomas y al igual que mi compañera se manejo de sistemas, combate cuerpo a cuerpo, manipulación de distintas armas como también estrategias de infiltración —mira a Lexy quien suelta un suspiro para después rascarse la nuca
—Lexy Flemming, ex-teniente del ya disuelto escuadrón FANTASMA, experta en hackeo y creación de imágenes como también recreación de armas o creación de las mismas —coloca sus manos en los bolsillos — experta en armas de largo alcance, combate cuerpo a cuerpo, hablo 4 idiotas y también soy conocida como Skyline o como ustedes seguro nos consideraron, el grano en el culo que les tumbo su sistema —cada una se acerca quedando al lado de Tyler en fila
—Cada una de ellas fue entrenada aquí como ustedes pero como muchos ya sabrán, el escuadrón FANTASMA, no era uno común ni tenía entrenamientos dóciles —cada uno de ellos se coloca más firme como si el decirles que el entrenamiento que realizan es dócil les doliera —ellas fueron entrenadas para realizar cualquier tarea referente, infiltrarse hasta en el círculo más cerrado para todos, como también —hace una pausa mirándonos —cada una fue entrenada para soportar las peores torturas ya que para el que sea se haya tomado la molestia de leer un poco sobre la central en la que trabajan, el escuadrón al que ellas pertenecían tenía un seudónimo por el cual muchos llegaron a conocerlos
—Los sicarios de la milicia —dice uno que está en la punta de la primera línea de hombres
—Al parecer tienes a un curioso entre tus filas —susurro solo para que oiga Tyler
—Permiso para hablar señor —pide el mismo que habló antes, Tyler le concede el permiso —no comparto la idea de trabajar junto a ellas —dice mirándonos —ya no son soldados, solo son criminales —con las chicas nos miramos para después verlo
—Estas criminales que dices lograron más de lo ustedes pudieron hacer —espeta Tyler
—Ellas tienen fácil acceso porque se mueven dentro de su círculo —se escucha una pequeña voz, baja pero audible, Tyler intenta hablar pero le agarro el brazo para que me deje hablar a mi
—Nosotras como bien ustedes dijeron somos criminales, y realmente deben sentirse humillados que su Ministro recurra a nosotras, que somos desertoras que al cuerpo de soldados que tienen en frente —siento la molestia de cada uno —esta es la FEE, la milicia más preparada de Rusia, donde si no han cambiado tanto las cosas en 10 años, se especializa en camuflaje en todo tipo de escenario no sólo en enfrentamientos cara a cara —giro mi rostro para ver al muñequito —ustedes debieron infiltrarse y empezar a ser parte del mundo criminal si desean acabar con la sociedad de la Rosa, porque de seguir así como están —hago una pausa —no pasará mucho para que los maten a cada uno o los condenen a sus pies tomando control de esta central —el soldado quiere refutar a lo que Sasha se acerca y sin previo aviso lo toma del cuello haciendo que gire impactando en el suelo, para después colocarle una bota en su pecho
—Eres demasiado quejica para ser soldado y hombre —este gruñe pero Sasha a pesar de ser mujer y tener menos altura que el es fuerte —vamos a hacer algo, como en los viejos tiempos —está se aparta a lo que Lexy y yo sonreímos —se realizará tres pruebas, las cuales ustedes elegirán a sus representantes que irán contra nosotras
—Si ganamos, dejarán de poner objeción alguna para trabajar a nuestro lado —dice Lexy —pero si perdemos —me mira
—Dejaremos que nos encierren por haber roto su sistema tres veces —digo —aceptan? —cada uno de ellos se miran mientras que el soldado quejón se levanta sacudiéndose la tierra y se para imponiendo su altura a Sasha
—Yo acepto —dice
—Y yo —salta una mujer de piel morena que reconozco como la misma que estaba en el club, varios igual empiezan a aceptar, giro completamente para ver al muñequito quien aún no ha pronunciado palabra
—Acepta Coronel? —pregunto a lo que este de igual forma camina quedando en mi delante
—Me deberás dos cosas cuando termine todo esto, hacker del demonio —yo sonrío sabiendo que disfrutaré el humillar tanto a sus hombres como a él
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