Cap 8
Alondra
No todo en mi vida es peligro, negocios o muerte, en ocasiones hay labores de una persona normal como la de ahora, que me encuentro en la lavandería con toda la montaña de ropa mía, de Sasha y Lexy, “malditas vagas, ellas podían venir pero me dejaron el trabajito a mi".
Sin ningún ánimo empiezo a meter la ropa por tandas. Al ya estar todo me siento a esperar, ignorando mi alrededor, los audífonos ayudan bastante aunque no lo suficiente ya que siento cuando alguien se sienta atrás mío, su perfume y presencia son algo que no puede pasar desapercibido, "ni cuando lavo ropa puedo hacerlo tranquila"
—Debería sentirme halagada de que un hombre de tu estilo esté detrás mi? —pregunto sin darme la vuelta
—Eres alguien que llama bastante la atención…Alondra Vélez o debería decir, Comandante Vélez —el que me llame así hace que se me crispen los nervios
—Que quieres? —pregunto tranquila
—Que trabajes para mi —sin quererlo se me sale una pequeña risa
—Y por qué aceptaría?
—Te conviene hacerlo —dice —ambos queremos un poco de venganza
—Que te hace creer que deseo venganza? —escucho como mueve unos papeles
—Alondra Vélez, ex -Comandante de las fuerzas especiales denominada “Fantasmas", con 20 años llegaste a ser la cabeza de tu escuadrón pero un incidente hace 10 años hizo que dejaras a los militares —una foto es puesta en mi delante a lo que rápidamente la tomo dándome la vuelta, este se ríe por mi acción —todos se mostraron más atentos a la muerte de los 3 traidores pero no de la muerte de tu padre, no, pequeña Alondra
—Quien te lo dio?
—Eso es algo que no puedo decirte, mis fuentes son…algo ariscas —la forma en que destila confianza y simpleza puede hacer que bajes la guardia ya que a simple vista sólo parece un chico de no más de 28 años, hay tatuajes por la mayor parte de su cuerpo pero ninguno se conecta con otro, están esparcidos, cabello caoba y ojos grises como la tormenta, pero a mi no se me escapa que esa confianza que expresa es solo una maldita fachada, ya que este hombre es peligroso aún sin el título de Señor de la Rosa
—Por qué yo? —este se levanta y se acerca hasta donde estoy, sus ojos me escudriñan detenidamente
—Porque siento que eres igual que yo —sisea bajo —alguien a quien le quitaron algo, convirtiéndonos en monstruos que ahora temen —su mano toma mi barbilla suave y su mirada baja a mis labios —acaso me dirás que no deseas la sangre de todos esos que no movieron un dedo por salvar a tu padre cuando el siempre se sacrifico por ellos? —no me agrada que el este mencionando mi pasado y mucho menos a mi padre, pero es verdad que ese deseo aún se mantiene latente, tanto que de solo imaginarlo me causa una sensación de placer y felicidad —lo ves, tus ojos no mienten —su rostro se acerca a mi oído —te ofreceré sus cabezas en bandeja de plata, solo tienes que estar de mi lado —despacio tomo su muñeca mirándolo y empiezo a alejarla de mi
—Si quisiera sus cabezas yo misma me las hubiera regalado —le digo, doy dos pasos atrás para mirar su pequeño asombro por mi respuesta —tendrás que mejorar tus tácticas de negociación, porque conmigo no están funcionando —este se ríe meneando su cabeza
—Me imagine que sería así —dice —por suerte y tengo otra oferta que darte
—Te escucho
—Vuélvete un fantasma, mi fantasma, y dejaré la FEE a tu mando —yo abro los ojos de la impresión
—Y si no acepto?
—Pues verás el porqué estoy como Señor de la Rosa —su voz está vez es más baja mientras que sus ojos se oscurecen dejándome ver un poco de su verdadero ser.
Solo me toma unos minutos para alzar la mano en su dirección
—Te sacaré de encima a los militares, a cambio yo tendré en mi poder a toda la milicia de Rusia —el toma mi mano pero en vez de ser un apretón este me jala haciendo que choque con su pecho y me besa, “pero que…”, me alejo y le vuelco la cara de un puñetazo que termina cayendo de bruces en los asientos, este se ríe y toca su labio partido y con sangre después de mi golpe
—Te conviene no volver a hacer eso —digo mientras que este se endereza aún sonriendo —la próxima…
—La próxima vez serás tu la que me beses, tenlo por seguro —me corta, con una última mirada se aleja dejándome sola en la lavandería, al ver afuera veo que el hombre de la anterior vez está con él, estos se alejan en una vagoneta negra. Al ya no estar en mi periferia es que me relajo
“todo un personaje resultaste ser Landel" pienso, toco mis labios aún doloridos por el beso brusco pero que …no estuvo mal, “este juego se vuelve cada vez más divertido" pienso, veo de nuevo la foto de mi padre, esta con su uniforme formal de Coronel, siempre lo odio, nunca fue un hombre de trajes por eso escogió la milicia como trabajo de vida, le gustaba lo complicado, los retos y el estar en movimiento todo el tiempo.
Mi teléfono suena sin mirar quien contesto
—Ahora te revuelcas con tus clientes Alondra? —dice Tyler con molestia, al ver hacia la salida veo que la calle está vacía —olvidas quien te enseño la base de hackeo? —al voltear la vista hacia el techo veo una cámara, por el modelo se que es solo de imagen y no de audio
—Ahora me vigilas hasta cuando lavo ropa? —le devuelvo la pregunta
—Tienes media hora para traer tu culo aquí y decirme todo lo que hablaste con ese imbécil —cuelga sin dejarme responder, ofuscada por su comportamiento saco la ropa de la máquina y me salgo para ir hacia el viejo de Tyler, “sino fuera algo necesario no iría”, pero Tyler como toda la FEE son piezas esenciales en este juego.
Klaus
Tengo la tensión por la nubes, ver esas imágenes no fue algo que tendría que importarme ni afectarme pero si lo hacen, “el maldito la beso", se supone que solo vigilamos a la hacker y sus amigas para ver que no hagan algo que afecte más al orden pero no pensé que el mismo Landel Kingston iría tras una de ellas, las cámaras no grababan audio, toda la escena se veía como una simple conversación que en un punto se puso complicada para después acabar con un Landel golpeado y una Alondra atónica por la acción, “ese beso no fue algo que hiciera porque si, el maldito sabía que lo estábamos viendo”, al momento que lo hizo su mirada por segundos se dirigió a la cámara.
Estoy en la entrada y veo nuestro vehículo llegando, cuando estaciona tres puertas se abren dejando ver a las protagonista de la masacre que se vivió aquí. Las 3 se dan cuenta de mi presencia y se acercan
—Parece que Tyler siempre quiere que nos escoltes —dice la rubia, yo no le respondo solo me doy la vuelta para ir al ascensor, los 4 estamos dentro y por el reflejo veo a la hacker distraída, “tanto te sorprendió su beso que te distraes?”
Cierro las manos en puños tratando de calmarme, al llegar a la parte más alta salgo y camino rápido hasta llegar a la puerta del Ministro, toco y me dan el permiso para entrar.
El Ministro está con las manos apoyadas en su escritorio mirándolas con seriedad, a una especialmente, Alondra se planta en frente dándole la cara, yo me coloco al lado del Ministro para detallarlas. Por lo que pude saber la rubia se llama Sasha y la castaña Lexy, ellas tres son el criminal que nos hackeo el sistema, no una sino las tres, y fueron ellas quienes dejaron todo ese desastre de cuerpos aquí.
—Se directa y concisa Alondra —habla el Ministro —que hablaste con Landel Kingston? Sin omitir nada —ella no habla al instante solo se le queda viendo
—Quiere que sea su fantasma —dice y las manos del Ministro se tensan —y también me ofreció darme el mando de esta central —ahora soy un quien se tensa
—Aceptaste? —pregunta el Ministro, a lo que Alondra medio sonríe y se apoya en el escritorio acercando la cara al Ministro
—Deja de preguntar lo que ya sabes —dice bajo —tu lo viste al igual que el muñequito que tienes al lado —voltea a mirarme de forma irónica —parte del trabajo que me pediste fue ser un fantasma en sus filas —vuelve la vista al Ministro —así que tu pedido se hizo, por que la molestia?
—Sabes que eso no es lo que me refería —dice él sin ocultar su molestia
—Landel Kingston no es un oponente regular ni simple, el sabe que ustedes lo vigilan, no por nada durante el encuentro miro hacia la cámara —dice la castaña, esta me mira con una expresión divertida —no fueron los únicos que vieron el espectáculo
—Con esto ya podemos movernos de forma libre aquí y en su territorio —dice la rubia —así que aleja a tus hombre de nuestro departamento antes de que lo maten por alguien de la Rosa —apenas lo dice la puerta se abre de golpe dejando ver a mi secretario con cara de susto —creo que advertí tarde —dice a lo que yo salgo arrastrando a mi secretario afuera
—Habla que pasó? —ordeno soltándolo con brusquedad
—Los soldados que estaban vigilando dejaron de responder, los demás creyeron que eran porque ellas estaban aqui pero al revisar el rastreador del vehículo este no se movía seguía ahí, unos soldados de movilizaron para revisar pero…—se calla dándome a entender lo peor y ya se que significa —encontraron esto —alza un sobre con un sello de una rosa en el, al abrirlo veo que es una nota
《Un pequeño adelanto de lo que sucederá》
L.k
Arrugó el papel con la ira palpitante y entro de nuevo abalanzándome sobre la hacker
—Lo sabías —siseo bajo haciendo puño en su ropa —tu sabías que ellos iban a morir —su mirada ambarina no muestra nada
—Yo no los mande —dice —y si yo lo sabía la persona que tengo atrás también —la suelto y veo al Ministro que de igual forma no está sorprendido, “no las estaban vigilando para impedir su movimiento sino para cuando él se les acercara”
—Usted lo sabía…
—Sabía que Skyline tenía un trato con el Señor de la Rosa —dice inclinándose hacia atrás en su asiento —pero no que el haría un trato directo con Alondra
—Es lo mismo…—digo a lo que este niega
—La idea era que ellas se infiltraran como Skyline en las filas de Landel, pero por lo visto cambiaron los planes —ellas sonríen
—Tenemos una reputación e imagen que cuidar —dice la castaña —que tu vieras la verdadera cara de Skyline no quiere decir que todos lo hacen
—Además ahora tienes a dos infiltrados viejo —dice Alondra —un hacker
—Y una asesina —completa la rubia cruzando sus brazos —claro que el hacker lo tendrás de ese lado mientras que a la asesina de este —algo se me enciende sabiendo que significa
—Debes estar bromeando —digo a lo que Alondra me ve, esta se acerca hacia mi levantando el rostro
—Será un placer estar en tus filas…muñequito —lo dice a modo de burla, ahora si que la tensión la tengo elevada hasta la estratosfera, aparto la vista de ella para plantarme al Ministro
—Eran sus hombres —le digo sin importarme si le hablo de forma informal —si sabía que iba a pasar, por que los mandó?! —golpeo la mesa enfurecido
—En este ejército y en esta guerra se hacen sacrificios —dice mientras se levanta hasta su máxima altura encuadrando los hombros —así como a ti no te importó matar a todos esos dentro de la central
—Ellos eran culpables, traidores
—Pues los que murieron eran soldados —dice —y aquí siempre está el riesgo de que te usen y mueras
—A ellas también las usarás como sacrificio si se diera la ocasión? —mi pregunta sale sin pensar pero noto como su mandíbula se contrae
—No veo porque la molestia —dice una de las mujeres yo volteo para verlas —la FEE siempre fue así, jamás existió eso de “compañerismo" como lo venden al público —la tomo del cuello cortando su aire a la rubia
—No hables que no sabes nada maldita criminal
—Se mucho más que tú, muñequito estúpido —habla despacio, no espero mucho cuando siento un filo en mi cuello
—Suéltala Klaus —dice Alondra de forma amenazante, sigo apretando más hasta que la suelto dejándole las marcas de mis dedos, volteo a verla y me acerco pero ella no aleja el cuchillo de mi piel
—Aunque estés aquí ni yo ni nadie moverá un dedo para ayudarte —ella sonríe bajando lento el cuchillo
—Lo mismo digo —sin más salgo de esa oficina, mi secretario me sigue el paso, “si a él no le importa los soldados a mi si"
—Llama a los de sistema a la sala de reuniones, en 15min habrá una reunión con ellos —demando antes de entrar en mi propia oficina “sabré todo acerca de ti y que relación tienes con el Ministro Alondra”, de aquí no sales sin que sepa hasta el último detalle y el porqué te protegen tanto.
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