Landel

Lo que veo desde donde estoy me llama la atención por no decir que también mi entrepierna se estremeció al ver la escena, esa mujer de cabello negro viendo a Marcus siendo detenido por las otras dos mujeres, imponiéndose como toda una líder, haciéndole sentir inferior a ella.

Veo que le dice algo pero no puedo saber bien que, me da una última mirada antes de salir del salón de peleas, “quiero saber sobre ella". Hago una seña a uno de mis hombres para que se acerque

—Llama a Naomi aquí —este asiente y va en busca de la dueña de, Marcus con dolor vuelve hacia donde estoy, tiene la muñeca rota así que no falta mucho para que una especie de médico lo revise

—Maldita perra…

—Te dominaron muy bien Marcus —digo antes de tomar un sorbo de mi bebida

—No me dominaron, pero sería idiota de mi parte el querer una bala en mi cabeza —una media sonrisa se forma en mi rostro, Marcus es un buen peleador, podría haberse defendido de ellas de forma rápida y mortal, pero como el dijo, no es idiota, no habría si quiera dado un golpe antes de que la bala ya haya sido disparada

Naomi llega hasta mi —que desea el Señor de la Rosa? Ya decidió por un luchador?

—Quienes eran esas mujeres? —pregunto sin llegar a mirarla

—Clientes regulares —responde —vienen por tecnología de camuflaje cada cierto tiempo —aspira un poco de su cigarro antes de seguir —los Zares le envían a ellas sus nuevas creaciones para que las prueben

—Los Zares? —pregunto con interés, “como ella tiene conexión con los líderes de la Bratva?”, Naomi asiente

—Si —dice —ellos solo dejan el pedido y ellas vienen y lo recogen aquí —saber eso solo me dio más curiosidad por esa mujer

—Cuál es su nombre?

—Sabes que eso no puedo decirlo —yo la miro cuando uno de mis hombres coloca un arma detrás de su cabeza —mejor dile que la aleje antes que se la clave en el culo y la vacíe ahí —ambos nos miramos sin tener la más mínima intención de flaquear

Después de unos minutos hago un movimiento con mi cabeza y mi hombre aleja el arma

—Siempre tan reservada y recta —digo volviendo la vista a las peleas tomando más de mi trago

—Sino fuera así hace mucho estaría bajo tierra como tu padre —el que lo mencione me causa cierta molestia —necesitas algo más?

—No —digo

—Bien avísame cuando encuentres a algún luchador que te llame la atención —ella se aleja tan tranquila como se acerco

Naomi también trabaja para la Bratva, hace años este lugar se convirtió en su propiedad, volviendo a los familiares de ella como sus vigilantes, son sus oídos y ojos para ellos con los criminales de bajo rango o pandillas menores

—Odio su lealtad hacia esos niños mimados —dice Marcus tocándose el vendaje de su muñeca

—Ten cuidado como hablas de ellos —digo viéndolo —esos niños mimados tienen bajo su mando a muchos que pueden dejarte en pedazos por toda la plaza roja —Marcus me ve con asombro y un poco de incredulidad —no sólo son hábiles a la hora de imponer su poder sino también a la hora de torturar, eliminar o crear armas para acabar con todo aquel que se le revele

—Lo dices por experiencia? —yo lo miro y se que no es una forma muy agradable que el alza las manos a modo de que me tranquilice —mal comentario —cierro los ojos calmándome, ya que tengo que controlarme, se a que se refiere con ese comentario pero... “el hablar de mi padre no es algo que me agrade demasiado” —Landel —me llama haciendo que lo mire —estas seguro de poder encontrar a Nadia?

—Si —respondo sin vacilación —ella está viva, la encontraré y cumpliré lo que le prometí —él asiente y deja de hablar poniendo atención a las peleas

“Cuando encuentre a Nadia es que comenzará mi verdadero mandato, así que aparece rápido pequeña hermana"

Alondra

Al volver al departamento Lexy me muestra que aún están afuera algunos soldados de Tyler, “si que puede ser un dolor en el culo". Al ya estar dentro vemos los nuevos dispositivos que nos mandaron los Zares, Lexy silba al verlos

—Esta vez si que se lucieron —dice agarrando uno, detallándolo como si fuera una joya preciosa —son mejor que el usamos hace unos momentos, con esto hasta la huella dactilar se puede cambiar y ya no sólo la apariencia

—Será de bastante ayuda —dice Sasha pasándome una cerveza —podrás hacer una replica sin poner en riego el departamento?

—Exagerada —responde Lexy lanzándole un cojín —puedo hacerlo, necesitare algunas piezas y ver que programa usa para así recrearlo

—Bien, hazlo y avísanos cuando esté listo —digo

—A la orden mi General —yo blanqueo los ojos a lo que ellas sonríen —oye Alondra, crees que ese de la Rosa nos contacte? —apenas lo dice la computadora da señal de un nuevo mensaje, yo miro a Lexy con diversión —eso fue bastante rápido

Sasha va para revisarlo, noto como una sonrisa se forma en su rostro, ella voltea la pantalla mostrándonos lo que hay —que quieres que le enviemos, tus gustos o cuán desordenada eres —no contengo la risa por sus palabras y le muestro el dedo del medio —bien le añadiré que eres alguien con pocos modales —se va con la computadora hasta su cuarto, mientras que Lexy sigue admirando el nuevo juguete yo me acerco hacia la ventana mirando la calle y los otros edificios alrededor, “de a poco todo está encajando"

—Alondra —me llama Lexy —que hiciste con quien libero a ese preso? —yo sonrío y llevo mi dedo índice hacia mis labios haciendo una señal de silencio, ella solo vuelve a su juguete sabiendo que significa, “las fichas ya empezaron a moverse, ahora es tu turno Landel"

Klaus

Decir que la semana fue una mierda es quedarme corto, prensa, preguntas, quematorios, explicaciones y reclamos, en todo eso se resume la semana, para cuando llego a mi oficina son como las 11 de la noche, me tumbo en mi asiento aflojándome la corbata del traje, “maldita semana de mierda", pero eso no es solo lo que me tiene mal sino que en estos días no he podido sacarme el cuerpo de la maldita hacker de mi cabeza, músculos definidos, glúteos y pechos firmes y del tamaño perfecto, piel pálida que hizo resaltar ese tatuaje de dragones enlazados que tiene en el costado, “me cago en todo, como mierda ella se muestra así ante alguien?”, el mismo Ministro tuvo que decir mi nombre alto para salir del trance en el que estaba.

Alguien toca la puerta llamando mi atención, al abrirse veo a Julia entrar, por lo que veo esta de guardia ya que tiene una camiseta deportiva y el camuflado abajo

—Que tal las reuniones? —pregunta mientras se sienta al frente

—Del asco —digo con cansancio mientras apoyo mi cabeza en mis dedos, escucho a Julia moverse hasta estar a un lado mío, ella hace girar mi silla y se pone de rodillas ante mi —Julia, si empiezas podré lastimarte —le advierto ya que no estoy para tener algo de sutileza, ella no se detiene y sigue con su labor de sacarme el pene de los pantalones, esta un poco flácido así que ella comienza a estimularlo, pasando su mano desde la base hasta la punta, su lengua trabaja la cabeza comenzando a excitarme, sus ojos cafes se conecta con los míos, el verla como me la lame y chupa hace que recuerde a la hacker, su cuerpo, piel y esos ojos de gata hace que me ponga duro, tomo la cabeza de Julia enterrándome hasta el fondo, siento un gemido por parte de ella pero no me importa, le advertí que no sería delicado, salgo solo un poco para volver hasta el fondo, ella se apoya en mis muslos mientras que yo sigo follandole la boca a mi gusto pero no es Julia a quien veo sino a la hacker, mi mente hace el escenario de ella así arrodillada ante mi, clamando más y más por mi pene mientras que yo la domino y controlo, dándome gusto con ella.

No pasa mucho para que me derrame fuerte y a gusto, Julia se aparta y tose por toda mi descarga, estoy agitado, pero aún no tan satisfecho como quisiera

—Si que fuiste bruto —dice pero no como reclamo sino de una forma divertida, ella nota aún mi dureza y se levanta, despacio se saca la parte de arriba mostrándome sus tetas —aún desea seguir Coronel? —dice mientras acaricia ambos pechos mirándome con coquetería y morbo, no contesto y solo la atraigo hacia mi, saciando mi hambre pero con la persona equivocada ya que en mi mente solo se repite el cuerpo y rostro de una mujer, una que odio pero de la cual aún estoy interesado en descubrir todo de ella

Narrador X

En un club de la ciudad de Moscú, dos hombres se reúnen, ninguno necesita saludos o presentaciones, ya que se conocen.

El hombre mayor le entrega un sobre al más joven, este lo agarra y lo abre viendo todo un historial de vida con la foto de una mujer en camuflado, el más joven sonríe viendo de nuevo esos ojos ambarinos que llamaron su atención

—Alondra —el nombre en sus labios suena muy bien, como lo imagino ella es toda una líder pero no solo eso, ella también es de alto temer, sus habilidades y muertos que carga son algo que a cualquiera sorprendería, entre lo que lee rápido una palabra le llama la atención y sabe que a encontrado la persona ideal para reemplazar a los hombres que perdió —fuiste bastante rápido con la información — dice Landel volviendo a colocar todo en el sobre

—Es alguien a quien en su momento llegue a solicitar para unos trabajos —habla el otro hombre sirviéndose un trago

—Que tipo de trabajos puede solicitar un hacker de una ex-soldado como ella?

—Eliminación —responde el hombre sentado al frente de Landel —hay veces que mis clientes...—hace una pausa —se ponen nerviosos por mi y deciden querer cortarme la cabeza

—No será porque los llegaste a vender también? —el hombre se encoge de hombros y toma un poco de vodka

—Sino pagan se atienden a que otro si lo haga, volcando la situación y mi ayuda —Landel suelta una risa

—Si que eres toda una escoria Skyline —dice, Landel , este se apoya en sus rodillas y lo mira de forma sombría —es por eso que decido trabajar contigo, ya que eres bastante transparente y fácil de tener al lado pero…—es cuando el hombre en su delante empieza a toser despacio, su tos cada vez aumenta más y más, el hombre ya mayor empieza a agitarse y hace caer su vaso por la desesperación de no poder respirar —no vayas a creer que yo soy como tus otros clientes —el hombre ya esta rojo, su tos es fuerte que ya está salivando demás —puedo eliminarte en el momento que vea que quieras darme una apuñalada por la espalda y ni con un ejército vas a evitar que te mate —el hombre cae al suelo cuando uno de los hombres de Landel le inyecta algo en el cuello y este puede volver a tener aire en su cuerpo, Landel se levanta dejándo al hacker solo para que asimile lo que puede ocurrirle si intenta ir contra el

En su auto vuelve a ver los papeles, la foto que tiene es de una Alondra más joven, con el uniforme de los militares que lo persiguen y quieren su cabeza, a pesar de que este vestida de militar, su mirada es la misma que vio en las peleas, una altiva, firme pero más que todo, una que ya vio la misma muerte delante y no le huyó sino que la tiene bajo la piel, “te tendré conmigo…Alondra"

La capitana Julia Maxwell y Landel Kingston están en la imagen de arriba ⬆️