Klaus

La información que nos dio la hacker es bastante útil, por desconfianza mande primero a verificar si era verdad, se tratan de 2 casinos y un hotel donde en cada lugar se puede apreciar un derroche de dinero, para que quien entre ahí solo vea una fachada muy luminosa y deslumbrante, ocultando la verdad en colores blancos y dorados.

Durante este mes analice movimientos, rutas, rostros pero todos los que están ahí son peones del segundo escalón, ninguno es del tercero y el líder tampoco aparece, “deja que los pequeños se encarguen de trabajos inútiles”. La hacker ni a mandado señales de vida, su pasado o del como se vincula con la central aún es un misterio, cuando quise averiguar más sobre ese incidente con el equipo de investigación e informática me dijeron que no había registro, que el Ministro pidió borrar cualquier rastro, que sólo quedará los titulares de periódicos, su razón; eliminar la mancha de la central. Se que si pregunto directamente no obtendré respuesta, el Ministro no es alguien fácil de disuadir a la hora de querer hablar con él.

—Permiso para entrar Coronel —piden desde afuera, yo accedo y pasan Handel y Marakov —todo listo para esta noche señor

—Tenemos el grupo que se infiltro entre los empleados del casino y del hotel —dice Handel

—Las cámaras estarán bajo nuestro control a la hora del cambio de personal —continua Marakov —cuando se empiece el fuego, todo el entorno lo controlaremos

—Bien, revisen las armas, que los soldados estén bien preparados para el papel, no quiero fallas —ambos hacen un saludo y se retiran.

Este operativo es el inicio del contraataque para esos criminales, “hay que impedir que vuelvan a tener el mismo poder que años anteriores”, tomo la carpeta donde se detalla el como se organiza esta sociedad; esta formada por 4 escalones, en el primero se encuentra los recién ingresados, hijos de algún miembro o asesinos aprendices, en el segundo están los encargados de liderar a los del primer escalón o son empresarios y dueños de negocios o empresas que trabajan para ellos, en el tercer escalón se encontrarían la mano derecha del líder, su mujer y en caso de que tuviera descendencia se posicionaría aquí y en el último esta el líder, “será toda una fiesta el día que te mande al otro mundo, Landel Kingston”

—Si sigues frunciendo el ceño así te volverás más viejo —escucho que una mujer dice, al verla noto que es Julia, yo bufo y me levanto para recibirla, ella me sonríe entrando y cerrando detrás de ella —que lo tiene tan estresado Coronel? —dice cuando la tengo en mis brazos —algo en lo que pueda ayudar?

—Hay algo en lo que sí puedes ayudarme —respondo tomándola de las piernas enrollándolas en mis caderas —y es a hacerme olvidar todo por unos momentos estando entre tus piernas —ella sonríe y me besa de forma salvaje, Julia es una Capitana de aquí, nos formamos juntos en la academia militar y solo hace unos meses fue transferida de Estados Unidos, por unas copas del destino terminamos follando una noche, algo casual, así empezamos esto que cuando cualquiera de los dos tiene ganas viene y lo hacemos.

La apoyo en el escritorio haciendo a un lado los papeles y le empiezo a subir la blusa junto con su brasier para chuparle las tetas —tanto estrés tienes Coleman? —yo muerdo su pezón para callarla, la veo y tiene una sonrisa traviesa, ella termina de quitarse todo de arriba, subo hasta su cuello frotándome entre sus piernas

—Lo único que quiero escuchar de ti es gimiendo por mi pene abriendo tus paredes —desabrocho mi camuflado y el suyo, le hago sentir mi grosor, el como está duro y ansioso por enterrarme en ella —siempre tan fácil de humedecer —susurro al meter mi mano en medio sintiendo como esta húmeda, meto dos dedos y los muevo dentro, ella reacciona arqueando su espalda y se queja con delicadeza, separó sus piernas hasta donde el camuflado le permita ya que se queda en sus tobillos, bajo para succionar su clítoris comenzando un oral que se que le gusta y a mí igual

—Siempre tan bueno…—gime y siento sus uñas en mi cabeza, no saco mis dedos sino que añado mi lengua para aumentar su placer y humedad, preparándola para mi —Coleman…—súplica y se que quiere, saco de mi pantalón un condón, lo coloco en mi erección y me entierro hasta la empuñadura en su vagina

—No soy en único que lo necesitaba, no? —digo empezando a moverme rápido y profundo

—No puedo negarlo cuando sabes bien como…ah…complacer…—yo sonrío son altanería y la beso, no es romántico ni tierno, es solo sexual, sin comprometer nada, “suficiente tengo con encargarme de cazar criminales como para estar en una relación”, la tomo del hombro y sigo embistiéndola con fuerza haciendo que sus tetas bailen, Julia tiene un buen cuerpo, cualquier hombre la disfrutaría, siento sus paredes cerrarse alrededor de mi pene, agarro con ambas manos sus tetas estrujándolas mientras que pellizco sus pezones, ella me entierra las uñas en mi brazos hasta que veo como llega a su orgasmo, su cuerpo tiembla por la excitación, yo me salgo de su interior, y la guio hasta dejarla de rodillas ante mi

—Abre la boca Julia —ordeno mientras me saco el condón, ella aún aturdida obedece y se la meto hasta llegar a su garganta, tomo el mando de los movimientos, ella juega con la lengua dándome una sensación de placer que no pasa mucho para que me derrame en su boca, al estar profundo ella lo traga y despacio va limpiando todo dejando mi polla sin rastro de semen —satisfecha? —ella sonríe y se pasa el pulgar por su labio inferior

—Y tu? —me arreglo el camuflado sonriéndole en respuesta

—Cámbiate que tienes que prepararte para la noche —camino hasta llegar a mi silla donde aprovecho y boto en la papelera de al lado el condón

—Hablando de esta noche, escuche un rumor muy interesante sobre la misión —yo la miro por lo que dice —se dice que el Ministro está trabajando con el criminal que nos hackeo el sistema, es cierto? —cierro los ojos tratando de no enojarme ni nada, “sabía que esto traería problemas"

—No, no es cierto —respondo —es solo un viejo conocido del Ministro, así que deja de creer en rumores idiotas y adviérteles que si escucho ese rumor de nuevo, los haré entrenar hasta que les duela los pensamientos —Julia se ríe cuando termina de arreglarse

—Si señor Coronel —me dice depositando un casto beso en mis labios —me retiro, nos vemos en el operativo —sale  dejándome de nuevo solo y con mi escritorio desordenado evidencia de nuestro encuentro, “esta noche es la primera contienda entre la sociedad de la Rosa y nosotros”


Narrador X

Los soldados de Coleman están camuflados entre los empleados del casino, habiendo estudiado los movimientos durante 1 mes, esta noche se centrarían en el casino “Gold Palace", habían soldados como árbitros en las distintas mesas de juego, meseros, guardias y hasta gente de limpieza, el Coronel estaba afuera en una camioneta viendo todo desde las cámaras que llevaban cada uno de sus soldados

—Nada de los de la Rosa? —pregunta

—No señor, aún no aparecen —le responde, pasa al menos como 2 horas hasta que uno de los miembros criminal aparece —objetivo entrando por la puerta, prepárense para la señal de comienzo —Klaus ve al dueño de los casinos, junto con sus guardias atrás y un hombre alto cabello castaño y ojos verdes, sabe que ese es su próximo cliente, o mejor dicho su próxima víctima, lo necesitaba ya que tiene acceso a varios puertos con navíos para conseguir armas

—Cuando estén en la oficina, Handel serás tu la que le lleve las bebidas —ordena Klaus, observa bien cada parte, viendo como los guardias mantiene sus distancias y observan a cada uno de los empleados. Ninguno sospecha ya que hace 1 mes ellos le ven las caras, algunos fueron contratados por ellos.

Al llegar a la planta de arriba se dirigen a la oficina, donde sólo entran en dueño y el cliente —bien ya entraron, Handel tu turno —la morena se mueve con la bandeja en mano para dirigirse al lugar y plantar la cámara junto con el audífono, los guardias la revisan aprovechando también de tocar de forma indebida, la Teniente se aguanta las ganas de golpearlos y la dejan pasar, los uniformes del casino constan de una falda tubo negra y una blusa blanca sin mangas y con un gran escote en el frente.

Handel deja la bebida de ambos hombres cuando el dueño pasa su mano por su trasero mientras farsea al cliente que solo en sus casinos podrá ver bellezas así. Handel sale con el interior resolviéndose por toda la situación

—Listo —dice la Teniente

—Bien, Marakov comienza el conteo para iniciar la distracción

—Entendido

Mientras el conteo comienza Klaus escucha como los hombres negocian, el dueño abre una caja fuerte en donde saca documentos que son envíos e información sobre las armas que necesitan traer y hacia donde hay que transportarlas. Una explosión se escucha dentro del casino seguidas de otras, las máquinas de monedas empiezan a destrozarse dejando un rastro de dinero y piezas metálicas por el suelo, las personas se alborotan ya sea por salir como por agarrar el dinero que ven en el suelo

—Que mierda pasa?! —los hombres se ponen alerta, el cliente lo observa con expresión de miedo, el dueño del casino aunque ya es in hombre de edad sabe enfrentar este tipo de situaciones así que saca un arma, uno de los guardias entra explicándole la situación pero no pasa mucho hasta que Klaus ya esté dentro de la oficina, mata al guardia antes de que reaccione, el dueño del casino lo ve con rabia sabiendo de quien se trata por el uniforme

—Que ganas las de ustedes de meterse donde no lo llaman —sisea el dueño

—Y las tuyas de juntarte con criminales —le dice Klaus, Marakov entra posicionándose al su lado —dame esos papeles y te sacaré de aquí tan simple y sin heridas —este sonríe de forma irónica cuando deja caer los papeles a la trituradora —mala elección —cuando se disponían por disparar las ventanas se rompen de forma estrepitosa, 5 personas entran, matando primero al dueño del casino, después al cliente, las otras se encargan de los soldados que se les enfrentan cuerpo a cuerpo, los extraños llevan pasamontañas y gafas como las que se usan para esquiar oscuras, solo una va a la caja fuerte para abrirla

—Quien coño son estos?!—pregunta Klaus

—Se necesita gente aquí! —grita Marakov

—Imposible, todo el casino está invadido por estos extraños —le informa quien está a cargo de las cámaras

El que está en la caja fuerte logra abrirla y saca el dinero que hay, junto con todo los papeles y carpetas de la caja

—Eso si que no, maldito —Klaus logra sacarle de encima al extraño y va contra el de la caja, aunque este lo sorprende esquivándolo sin dejar de sostener la mochila donde se encuentra todo —al parecer tienes buenos reflejos —el extraño saca algo de un costado que cuando lo presiona y estrella en el suelo todo empieza a llenarse de neblina espesa, blanca nublado la vista de todos.

Klaus corre hacia el frente pero no topa nada, solo cuando la neblina se empieza a salir por las ventanas es que se acerca viendo una cuerda clavada en el piso pero abajo solo hay el bullicio de algunas personas que estaban dentro del casino junto con otros transeúntes —mierda! —grita y voltea a ver el cadáver del dueño del casino y nota algo que hay en su pecho, una pequeña rosa en la cual en el tallo hay un papel amarrado, Klaus lo saca y lee lo que dice:

Esta primera pelea la gané yo, Coronel
L.K

Klaus arruga el papel sabiendo que esto es obra del señor de la Rosa, que el maldito está muy cerca y sabe sus pasos, el recuerdo de como la hacker había eliminado a alguien dentro de la reunión le recuerda que sino hubiera sido por ella lo que habrían hablado en esa reunión ya se habría sabido, alguien filtro lo que estaban haciendo, y se iba a encargar de encontrarlo para hacerle saber lo que pasa cuando se meten en sus asuntos.