Cap 32
Alondra
Vuelven a sacar mi cabeza del agua lo que aprovecho para tomar una bocanada de aire que me quema los pulmones. El costado me palpita, las rodillas me pinchan y la espalda la tengo jodida debido a la posición en la que me han mantenido.
—Vamos Alondra, esto terminaría si empiezas a hablar —sus manos pasan por mi rostro a lo que yo intento apartarlas, mi pecho sube y baja, la ira me late en todo el cuerpo que es lo que evita que me enfoque en mis dolores.
—Recibirás la misma respuesta así me ahogues todo lo que te de la gana —mi voz suena rasposa y casi entrecortada, es cuando vuelve a meter mi cabeza en el maldito balde, el agarre en mi cabello hace empeora todo ya que siento que me lo podría arrancar si se le diera la gana.
Desde que desperté ese día, han empezado a sacarme de mi celda/cuarto, para darme este maldito procedimiento de tortura, el cual culmina hoy ya que el hijo de puta pasará a la siguiente fase, "es una versión de la tortura que se aplica en la central". Cuando siento que ya voy a perder el conocimiento este saca mi cabeza permitiéndome respirar.
—No desearía que en una de esas se me fuera la mano y terminara matándote —yo sonrío sin poder verlo bien.
—Despreocúpate que ese privilegio no te lo llevaras —esta vez no me mete de nuevo en el agua, sino que me empuja hacia atrás. Ahora está vestido de una camisa de cuello alto, totalmente de negro y con la luz blanca que lo ilumina desde arriba de su cabeza, sus ojos resaltan como un demonio. Sus ojos van recorriéndome desde las piernas hasta que llega a mi rostro.
—Tal vez deba emplear otro método contigo —su lengua pasa por sus labios lo que me causa un escalofrió por la espalda —uno no tan agresivo, pero si funcional —al caminar para colocarse encima de mi la puerta se abre y uno de sus guardias nos ve a ambos antes de hablarle.
—Hay una emergencia señor.
—Que sucede?
—Konstantine Paravel ha desaparecido.
—Que dijiste? —sin poder evitarlo mi risa comienza a salir despacio hasta que retumba en la habitación —deja de reírte —me patea el rostro y siento como mi nariz y boca sangran.
—Te dije que yo no era la única amenaza —me acomodo de nuevo para estar encima de mis propias manos —prepárate porque ya empezaron a moverse —este solo frunce el ceño y empieza a salir como toro embravecido. El guardia se me queda viendo unos segundos mas antes de seguir a su jefe. Al estar sola es que puedo tomar una posición relajada o al menos intentarlo —Dine spøgelser vækkede Landel (tus fantasmas despertaron, Landel) —susurro mirando el techo de concreto. Despacio voy sentándome, la bata con la que me mantienen deja demasiado de mi piel al descubierto, "al menos me dejaron con la ropa interior".
En estos momentos mis posibilidades de salir de aquí son casi nulas, la herida de mi costado aun no esta sanada, las energías me fallan y sin mencionar que en estos momentos mis pulmones están de la mierda, "la única opción que tengo es seguir aguantando hasta que me encuentren", plan que no me agrada pero que aferrarme. La puerta vuelve a abrirse, pero no es Landel sino el guardia que se encarga de llevarme de un cuarto a otro. Me forma rápida lo escaneo para ver si hay algo que pueda quitarle.
Con brusquedad me levanta y empieza a arrastrarme hacia lo que es mi cuarto. El pasillo está prácticamente limpio, ni siquiera una maldita piedra. Cuando llegamos a mi celda abre la puerta para después empujarme y así entrar en mis barrotes, aunque antes me agarra el cuello por detrás ahorcándome —dile a ese imbécil que ya no le debo nada con esto —mis muñecas se sienten flojas, yo solo me quedo quieta hasta que la reja y después la puerta son cerradas. Miro hacia atrás manteniendo mis manos en la espalda ya que en cada esquina hay una cámara, "a quien se habrá referido por maldito..." una especie de sonrisa aparece en mi rostro y camino hacia mi cama, para tratar de recuperar algo de energía antes de mi siguiente sesión de tortura.
Klaus
—Coronel no debería estar levantado —Marakov me persigue mientras que voy hacia mi oficina. Al entrar empiezo a buscar entre mis cajones mi arma y la tarjeta de acceso para el almacén de equipos de aquí —Coronel —se interpone lo que me hace estamparlo en mi escritorio y colocarle el cañón del arma en su frente.
—Si sigues estorbándome, te volare la puta cabeza —sus ojos muestran sorpresa mas no se mueve, así que le quito el arma y vuelvo a emprender mi camino. En tanto saco mi teléfono y marco el numero de Sasha, "las malditas imágenes aun me persiguen", el rostro de Alondra y el como la apuñalaban en mi delante sin que yo pudiera hacer algo. No tengo rabia estoy ciego de ira.
Me desperté en un hospital, conectados a un montón de máquinas, en donde me informaron que Alondra estaba desaparecida y que ya había pasado 2 meses del ataque, dos putos meses. Al llegar al almacén, me dirijo hacia las armas y artefactos de gran impacto.
—Coronel.
—Si vienes en el mismo plan de detenerme, Handel, estas perdiendo tu tiempo —esta solo camina hacia mi y agarra armas, guardándolas.
—No es el único que quiere encontrarla —dice mientras elige sus armas, no se como responderle así que decido no decir nada y de igual forma tomo las armas —espere —ve cuales he tomado y va hacia la computadora que hay aquí y comienza a teclear —listo, con esto no habrá problemas a futuro.
—Qué hiciste?
—Registre las armas como defectuosas y que debían ser sacadas del inventario, así si ese imbécil marín de Paravel quiere joder no tendrá pruebas.
—Paravel? Que hacia aquí alguien de la marina?
—Según hubo una denuncia anónima en donde se nos acusaba de trabajar con criminales y hacer tratos con ellos.
—Eso es imposible, todos aquí no habría dicho algo —su mirada vacila un poco.
—Yo también lo pensé, incluso interrogué a los soldados a mi cargo mas ninguno mostro señal de haber traicionado.
—Pero entonces...—me quedo callado cuando un nombre salta en mi mente —no me digas —mi teléfono suena y veo que es el numero de Sasha, sin demora contesto —donde estas?
—Buenas noches para ti, muñequito —su voz suena tranquila.
—Responde Sasha.
—De regreso a mi departamento, tengo que seguir a un con una búsqueda por si no lo recuerdas.
—Estaré allí en 20
—Que quie...—corto antes de que complete lo que quiere decir —vamos al departamento de las amigas de Alondra, estoy seguro que ellas ya saben algo —Handel asiente y salimos.
Marakov nos ve antes de subir en el ascensor y solo nos da un saludo militar a lo que nosotros le respondemos y subimos dentro. Nos toma menos de 20 min debido a que conduzco como un loco hasta llegar al departamento. Sin anunciarme al portero, subo y sin mas entro encontrándome con Sasha en medio de una llamada.
—Я перезвоню тебе (te llamo luego) —dice en ruso y cuelga —llegaste rápido.
—Sabes donde esta? —esta niega —entonces...
—Lexy esta cazando a cierta rata por poner todo en conflicto, mientras que uno de nuestros contactos ya tiene en sus manos a uno de los que ayuda a Landel.
—Quien?
—Un informático de la triada, se lo conoce reconstruir datos ya destruidos de sistemas.
—Datos destruidos? —esta asiente.
—Documentos, programas, códigos o...
—Perfiles —completo a lo que Sasha sonríe.
—Por como veo ya sabes quien es la rata, no es así? —mis músculos se tensan porque el solo decir su nombre me sabe acido.
—Donde esta ese informático?
—En donde Alondra mantuvo a Marcus atado. Mi contacto esta en estos momentos sacándole información así que...
—Iré contigo —esta abre los ojos por sorpresa.
—No —contesta —no te involucres mas de lo que debes, Klaus —me adelanto hasta estar en su frente.
—Tarde, porque ya estoy muy involucrado, Sasha —esta observa mi rostro y después de unos minutos retrocede como si haya encontrado algo que no debería.
—ты любишь ее (la amas) —susurra como si sus palabras solo fueran oídas por ella.
—больше, чем я могла себе представить (más de lo que hubiera imaginado) —Sasha se da la vuelta colocando sus manos en las caderas, veo como su cabeza baja y sé que está asimilando mis palabras.
"Si, me enamore de Alondra", no sé en qué momento paso, porque sabia que al principio solo la deseaba de forma carnal, me atrajo su sometimiento a mi cuando follabamos, pero...el verla todos los días, como trabajo conmigo y los soldados, como enfrento cada maldito problema a pesar de salir lastimada y aun así mantener la frente en alto. "Me enamore de la criminal que jure encerrar", suena estúpido, pero sucedió. Y todo esto se me aclaro cuando la apuñalaron en mi delante y yo no pude hacer nada, "otra vez la volverían a dañar, otra vez soportaría un infierno", jamás podré entender por qué su padre permitió que entrara en ese asqueroso entrenamiento, pero en lo que me resta de vida no permitiré que ella sufra mas.
—Bien, si quieres venir, hazlo, pero —levanta su índice —no tienes voto a donde vamos, eres un simple espectador en esta caza, entendiste? —asiento a pesar de desconocer a lo que me enfrentaré —bien. Tu —apunta hacia Handel —iras hacia donde esta en este momento Lexy y la contendrás.
—Contenerla? —pregunta Handel.
—Lexy puede ser un poco descontrolada cuando caza y tiene rabia encima —explica Sasha —como no puedo ir con ella, evitaras que deje moribunda a la rata —ella sonríe —se que podrás hacerlo, morena —de forma inmediata las mejillas de Handel enrojecen —bien, vámonos, que ya deseo cortarle las bolas a ese hijo de puta —"no eres la única" pienso antes de seguirla.
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