Cap 31
Actualidad
Alondra
El cuerpo me pesa, respirar cuesta una mierda y siento los parpados como plomo. Con un esfuerzo apenas logro abrirlos, pero la luz brillante me hace volver a cerrarlos, a mi nariz llega el olor antiséptico por lo que me da una idea de estar en un hospital o un ambiente médico.
Vuelvo a hacer el intento de abrir los ojos y esta vez los puedo mantener abiertos. Paredes blancas, una intravenosa a un lado mío y otras maquinas que me monitorean, al ver hacia mi lado izquierdo llego a divisar varios barrotes, "genial, estoy en una celda médica, ingenioso".
La puerta que esta en frente de los barrotes se abre, dejando ver un rostro conocido y que creí ya no volver a ver —al fin despiertas.
—Ahora eres criminal, Capitana? —mi voz sale ronca y rasposa, de cierta forma me lastima hablar y mi boca esta seca que la simple acción de tragar es difícil. Esta me sonríe con gracia mientras se acerca para abrir mi celda, en sus manos lleva una especie de bandeja metálica que deja en una mesa auxiliar que hay al frente de mi cama. El intento de levantar el pecho es interrumpido por unas correas que me rodean —en serio? Correas? —bufo y dejo de moverme —tengo una puñalada en el costado, sin mencionar que aspire la mierda que lanzaron, lo cual me deja inhabilitada, esto —hago una señal a las correas —es innecesario.
—Contigo nada es innecesario —dice la Capitana, al darse la vuelta veo que tiene una jeringa en sus manos.
—Que me inyectaras? —su expresión me muestra que se divierte con la situación.
—Asustada? —acerca su rostro al mío —ahora quien es la que tiene poder? —sin querer un bufido sale de mí, lo que ocasiona que desaparezca su expresión de satisfacción.
—Realmente eres estúpida si crees que ahora tienes poder —digo —sigues siendo un simple peón —con los ojos, recorro todo su cuerpo —el cual terminará muerto, ya sea por mi mano o por quien ahora ayudas —con furia golpea el costado con la herida sacándome un quejido de dolor, su mano va a mi garganta cortando mi suministro de aire.
—No te conviene joderme ahora Alondra —gruño, pero ella solo presiona mas —si se me da la gana, en estos momentos, te mato.
—Y que es lo que te lo impide? —logro articular con dificultad —vamos —la presiono —hazlo.
—Suéltala Julia —"esa voz", la Capitana me suelta y yo toso moviendo mi cuello de nuevo hacia la entrada. De pie y con una postura relajada y vestido de negro, el señor de la Rosa mira la escena —no dejes que te provoque, aun es necesaria —este se acerca hacia donde esta, para tomarla de la nuca y besarla, "esto debe ser una jodida broma".
—Yo me encargare, ve a ayudar a los demás —esta siente, dándome una última mirada sale.
—Veo que no te quedaste con las ganas de meterte con una militar —este me mira con las manos metidas en los bolsillos. "Cuerpo muy trabajado, con la piel llena de tinta, cabello castaño oscuro y ojos grises que llegan a atraerte" no culpo a la Capitana al caer por el, además de su físico es bueno con las palabras.
—Donde esta? —pregunta.
—Se mas especifico —respondo. Colocando ambas manos a los costados de mi cabeza, se levanta encima de mi queriendo intimidar.
—Donde esta mi hermana?
—Muerta —este frunce su ceño con mi respuesta —ahora si buscas a la sobreviviente de la masacre que creaste —se tensa mas y yo sonrío —lo siento, pero esa información es muy valiosa y dudo mucho que tu puedas costearla —mi rostro se voltea por el golpe que recibo de su palma.
—En —golpe —donde —golpe —esta? — golpe. Mi risa comienza a salir, fuerte y clara, puedo saborear la sangre en mi boca aun así sigo riendo.
—Cuando pienso que no puedes ser mas asqueroso —le escupo manchando su rostro —te superas.
—Sino me dices hare que cada ser importante para ti, termine muerto —esta vez sí que no que me quedo quieta y le doy un cabezazo que estoy segura que me daña mas a mí que a el —hija de puta...—se agarra la nariz sangrante retrocediendo.
—Te reto a tocarlos —digo —adelante, apuesto todo lo que poseo a que jamás lograras hacerle daño —este se endereza con la furia plasmada en su rostro —si pensaste que yo soy la única amenaza te equivocaste —su mano me aplasta las mejillas en su agarre.
—Tu y tus amigas solo me guiaran hasta ella, lo quieran o no —me suelta con furia —no son las únicas que pueden escarbar el pasado y usarlo a su favor, no es asi? Numero 30 —que me llame así me hace hervir la sangre —hay un dicho muy común en la triada —dice —«una vez fichado, siempre les pertenecerás» —su mano recorre mi costado, justo donde esta mi vieja cicatriz, la cual el volvió a reabrir cuando me apuñaló —intentaste ocultarla pero conozco sus heridas —hace presión provocándome dolor —pequeña pero mortal —sus ojos grises son fríos mientras me hace daño —me pregunto, cuantas atrocidades harían contigo si te entrego y saben que tu estabas destinada a ellos?
—Yo no estaba destinada a nadie —este me muestra una sonrisa fría alejándose de mí.
—Veremos cuanto duran tus amigas —toma un pañuelo limpiándose la nariz y la mejilla —antes de que se rindan y me den la información que necesito —se encamina hacia la salida y solo cuando escucho la puerta cerrarse es que suelto el aire que estaba conteniendo para retrasar algo el dolor.
—Eres muy ingenuo Landel, la información que deseas no la podrás encontrar en ellas —al menos solo colocaron correas en mi torso, mis piernas están libres, con lentitud toco mi planta del pie con uno de mis dedos del otro pie, mi satisfacción me inunda "no lo encontraron", como puedo presiono el centro hasta que siento un pinchazo —depende de ustedes ahora encontrarme...fantasmas.
Sasha
La cabeza me palpita, pero mis manos solo siguen tecleando, mientras que mis ojos leen cada señal, información o movimiento que encuentro.
—Ahh, esto es una mierda —se queja Lexy levantándose del sofá con frustración —ese imbécil supo como esconderse —cierro unos segundos mis ojos tratando de calmarme. Hace 2 meses que atacaron a Alondra y al Coronel en su departamento, cuando nos enteramos solo hayamos al Coronel tirado en el suelo en estado crítico. Sus pulmones ya estaban comprometidos al aspirar una sustancia peligrosa que identificamos como un veneno que solo usan los de la sociedad de la Rosa.
Tyler se ha estado moviendo tratando de localizarla, pero su alcance es limitado, con todo lo que se revelo, la institución está en la mira, si el atentado contra el Coronel se hacía público la credibilidad en los militares caería y es lo que menos se necesita, "menos con lo que se tiene planeado".
Un teléfono vibra y Lexy contesta —Morena, que sucede? —su ceño se frunce con cada palabra que le están diciendo —ya veo —me mira y su expresión cambia a una que conozco bastante bien —veremos qué podemos hacer —cuelga —ni adivinas quien ha hecho una aparición.
—Quien? —esta sonríe.
—Konstantine Paravel —me levanto al escuchar el nombre de mi progenitor.
—Esta en la base? —Lexy asiente.
—Según la morena, fue con un gran grupo de hombres para una investigación sobre movimientos delictivos dentro de la institución.
—Movimientos delictivos? —me burlo —según ellos, que movimientos delictivos se han hecho?
—Tratos con criminales, pagos a estos y manipulación de información —enumera —llego un aviso anónimo donde acusaba a la institución de trabajar con criminales y dejar que se integren a las tropas.
—Aviso anónimo —repito —solo alguien quien estuvo dentro desde que llegamos podía tener esa información —Lexy asiente.
—Y solo hay un individuo que fue sacado en este tiempo y aun sigue con vida —dice y sin decirme el nombre se a quien se refiere.
—Cázala, pero no la mates.
—No iremos las dos? —yo niego.
—Tengo que encargarme primero de esa momia que jamás debió moverse —Lexy se ríe.
—Sabia que esto se pondría divertido, al fin algo de acción —se estira extendiendo los brazos hacia arriba. La computadora nos avisa que hay un mensaje nuevo, me siento con Lexy al lado —es de Omer —abro el mensaje y es una foto, con la imagen de un hombre atado y golpeado —forbandet sadist (puto sádico) —dice Lexy, pero su mirada en vez de mostrar horror expresa satisfacción.
—Contáctalo, lleva a la presa donde esta —me levanto para ir hacia mi habitación —enséñale lo que pasa cuando despiertan a los fantasmas —esta solo asiente y toma su teléfono para empezar, "bien, es hora de tener una visita familiar no deseada".
Narrador X
Konstantine Paravel había recibido la noticia que por años espero tener, "si encontraba algo con lo que hacer caer a Tyler Grey, la FEE sería totalmente suya".
Aunque no le hacia mucha gracia que esa oportunidad se haya dado a través de ese hombre, no la iba a desaprovechar. Jamás le pareció que Tyler fuera nombrado jefe de la milicia, el tenia mas experiencia, mas logros y mas años de servicio. Solo porque ayudo a la limpieza de la institución después de que se descubriera de la corrupción del antiguo Ministro no lo hacía merecedor de nada.
Su casa era de dos pisos, blancas, ubicada en uno de los mejores barrios residenciales de Rusia, con colores neutros y una decoración minimalista, toda su casa reflejaba su vida llena de orden y reglas. En sus paredes había solo algunas fotos familiares, junto algunos reconocimientos que recibió a lo largo de su carrera.
Cuando llego las luces estaban apagadas, pero no le pareció raro ya que eran pasadas las 11 de la noche y su mujer sabía que no le gustaba que estuviera despierta hasta tarde. Al llegar a la sala y encender la luz su sorpresa fue grande, su mujer atada a una silla y amordazada, con una bomba atada a su pecho.
—Ты опоздал... папа (llegas tarde...papá) —al girar vio a una mujer de cabellos rubios igual al de el y ojos tan azules que se parecían al zafiro iguales a los de su esposa.
—Qué haces aquí Sasha? —la pregunta salió acida, pero la mujer vestida totalmente de negro solo le sonríe.
—Ya no puedo volver a mi casa, acaso? —esta se levanta y camina hacia donde esta la mujer atada. Las lagrimas corren a mares por sus mejillas, mientras todo su cuerpo tiembla —quería ver como estaba mi mamá —con el dorso de sus dedos le toca su rostro, su vista va hacia el —y como te estaba tratando la vida, después de todos estos años.
—Esta no es tu casa y tu no perteneces a mi familia desde que...
—Desde que me convertí en una criminal? —completa por el —no, mejor dicho desde que salió que deserte, no es así? —este hace sus manos puños —no, tampoco fue ese día —dice —es desde mucho antes —ambos se miran de forma fría —desde que me dejaste en las puertas de ese proyecto, deshaciéndote de la única mancha para ti —la familia Paravel solo concebía niños, así el apellido jamás desaparecería, pero justo a él, le tocó tener una niña, una niña de la cual no podía negarla ni deshacerse porque cuando nació el ya estaba en el ojo publico y era una figura militar importante.
—Si lo sabes, que haces aquí? —ella saca un control de su bolsillo el cual presiona y en el pecho de su mujer aparece un conteo regresivo de 1 minuto. Los ojos de este se abren por su accionar.
—Vengo a ofrecerte opciones, unas que estoy segura no te podrás negar.
—Te atreverías a matar a tu propia madre?
—Por que te haces el sorprendido? —pregunta —tu mismo acabas de decir que esta no es mi casa —coloca un mechón del cabello de su esposa atrás —por consiguiente, ella no es mi madre.
—Habla de una vez —exige cosa que provoca una risa que le eriza los vellos. La mujer que esta en su delante ya no es la misma niña que le lloró para que no la llevara una noche antes, la que le suplicó que haría lo que deseara pero que no la llevara lejos.
—La primera opción es que retires a todos tus hombres de la FEE, olvides cualquier movimiento que hayas querido hacer y te escondas lo mejor que puedas —el conteo estaba en entrando en los 30.
—Y la segunda?
—La segunda es que te quedas a ver como explota el cuerpo de tu mujer, para después en la mañana enfrentarte a como tus hijos son enjuiciados por desfalco y pedofilia.
—ESO ES MENTIRA! —se exalta —mis hijos jamás harían tales cosas, eso te los estas inventando —Sasha arrastra una carpeta que no se había dado cuenta que estaba en la mesa.
—A quien crees que le que encargaron tu pedido de eliminación? —este abre sus ojos ante la declaración —tanto me repudiaste y a esos que protegistes resultaron ser una mierda de primera —Konstantine no se atreve a mirar la carpeta porque sabe lo que encontraría.
Sus dos hijos, no uno sino ambos, metidos en actos...que solo le lleno la sangre de rabia —decide, que el tiempo corre.
—Tú también te veras perjudicada —dice.
—Te olvidas que yo no existo —le aclara —a diferencia de ti, lo que pase con tu apellido no me afecta —se acerca a este hasta que están cara a cara —si mantengo tu apellido es para joderte. Porque mientras esos con lo que comparto sangre te llenaron de decepciones yo te llene de logros y victorias —su mandíbula se endurece de rabia —porque yo, siendo una mujer, logre todo lo que hubieras deseado que tus dos hijos varones hayan alcanzado —sabía que decisión iba a tomar, la muerte de su mujer le pesaría, sí, pero Sasha lo había agarrado por donde mas le duele e importa, «su apellido»
—La primera —susurra mientras que Sasha le muestra una sonrisa de satisfacción, con el control detiene el conteo faltando solo 5 segundos. Sasha se aleja y le da un saludo militar que solo lo hace enfurecer mas.
—Ha sido un placer hacer negocios con usted, Marín —cuando pasa por su lado choca con su hombro —ya me estaba olvidando —este se gira y ve como Sasha apunta y dispara dando justo en la frente de quien le dio la vida.
—NOOOO!!!—Konstantine corre hacia su mujer ya muerta —elegí, YA HABIA ELEGIDO! —grita.
—Lo sé, esta fue mi elección —el la mira horrorizado viendo como aun mantiene el arma en alto ahora apuntando hacia él.
—Nunca hubo elección —dice enfurecido —no tienes palabra —le reprocha.
—En ninguna de las opciones que te di, mencioné que viviría —aclara —ella ya estaba muerta en el momento que aceptaste aliarte con Landel Kingston—su expresión debe ser entre horror y sorpresa ya que no contaba que ella estuviera enterada sobre ese hecho —era ella o tu para darle un mensaje y te escogí —dispara hacia su rodilla haciendo que caiga maldiciendo por el dolor—dile que se prepare, porque los fantasmas están despiertos y desean su sangre— con esto ultimo Sasha sale de la casa dejando a un Konstantine lleno de arrepentimiento. El cual no radicaba en haber repudiado su sangre en esa niña, sino en haberla dejado en ese lugar donde se convirtió en el monstruo que lo llevó a su ruina.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro