Cap 26
Alondra
—Que haces aquí? —pregunto mientras retrocedo sin quitarle la vista a un Klaus que por el olor que me llego, esta bebido. Lexy lo ve confundida sin entender nada de su comportamiento.
Este entra mirando a todos lados como si buscara algo —paso algo en la central? —pregunta esta, pero este solo sigue buscando no se qué con la mirada.
—Déjanos solos, Flemming —le ordena a Lexy quien le echa una mirada de indignación, pero le hago una señal de que no lo contradiga, con una ultima mirada hacia este se va a su cuarto.
Deteniéndose en la cocina voltea a mirarme, yo cruzo mis brazos mirándolo de igual forma —que quieres, Coleman?
—Lo preguntare una sola vez —dice lento y pausado —con quien estuviste? —frunzo mi ceño sin entenderlo.
—Tienes que ser más específico —suelta un respiro antes de acercarse y agarrarme la mandíbula con fuerza.
—Responde hacker de mierda o pongo tu departamento de cabeza —manoteo su mano, pero este toma mis piernas dejándome en su hombro.
—Que mierda te pasa Coleman?! —hago el intento de zafarme, pero sujeta con demasiada fuerza mis piernas haciéndolo doloroso. Entra en mi habitación cerrando la puerta de una patada, me tira en mi cama con brusquedad cuando quiero levantarme se coloca encima de mi tomando mis muñecas por encima de mi cabeza —te estas ganando a pulso que te ponga las bolas azules —gruño.
—Créeme, ya las tengo azules y no por los motivos que desearía.
—Que carajos te pasa? —subo mi pierna intentado alejarlo, pero este aun así se mantiene sobre mí.
—Pasa que me jodiste la cabeza, que me haces sentir culpable queriendo ir corriendo a pedirte perdón pero a la vez me dan ganas de solo tratarte como un coño mas —mi cuerpo se detiene al escuchar sus palabras — que toda la semana me arrepentí de haberte comparado con Julia pero también recordándome que una vez todo esto acabe tengo que encerrarte —nuestros pechos chocan por nuestras respiraciones —que aun bebiendo para sacarte de mi cabeza lo único que logro es enterrarte mas y lo peor —su agarre se intensifica que me hace sisear —es que te llamo y lo primero que escucho es la voz de un hombre —mis ojos se abren comprendiendo a que se refiere, "fue a el a quien Nikolái respondió" —tan rápido encontraste quien me reemplace? Tan rápido le abriste las piernas a alguien más?
—Te lo dije, hombres no me faltan —este gruñe y con rabia rompe mi top dejando mis tetas al aire.
—No seré el único que pierda la cabeza aquí —su boca empieza a lamer y succionar mis pezones. No es delicado, suave, es duro, lo hace con rabia y sé que más tarde estarán intocables, pero aun así me excita, mi sexo está mojándose por esta posesión de el sobre mí.
Mis gemidos salen y arqueo el pecho hacia su toque, su lengua hace un recorrido hasta mi cuello donde succiona y muerde, cosa que solo provoca contracciones en mi vagina — podrán no faltarte hombres, pero ninguno te tendrá de esta forma Alondra —suelta mis muñecas mas no se quita de encima, sin dejar de mirarme se quita la playera de encima, mostrándome todo su pecho lleno de músculos, mis manos lo recorren suave hasta que se detienen en la cinturilla del pantalón, con una vista hacia él, desabrocho su cinturón y el pantalón, este saca su gruesa polla la cual ya esta erecta y venosa, "con razón me llena así de bien", nunca me puse a verla detenidamente; tiene el ancho y largura perfecta para complacer con una cabeza que toca mi interior de forma deliciosa, mis manos buscan tocarle pero este me manotea. En cambio, es una de sus manos las que se posicionan en mi nuca agarrando con fuerza mi cabello —lo harás con tu boca —sin preparación me la entierra hasta el fondo de la garganta.
Como no estaba lista me atraganto un poco provocando que salive demás, pero esto no impide que Klaus se detenga, es mas, lo motiva y solo sale un poco antes de volver a enterrármela de nuevo, mi lengua toma presencia, provocándolo, a este le gusta y sin molestia de admitir a mi igual, en estos momentos yo podría invertir los roles, pero me gusta que me use, verlo sucumbir únicamente por mí. Mis manos buscan sus bolas apretándolas cosa que le hace sacar un siseo de placer, ahora ambas manos están en mi cabeza y los empollones son mas rápidos que mi nariz choca con su piel.
Su liberación sale por borbotones en mi garganta que la gran parte la puedo tragar, pero otra se escurre por un lado chorreando por mi cuello, mi cabeza es lanzada hacia atrás, chocando con la suavidad de mi colchón. No da tregua que toma mis pantalones sacándomelos de un solo jalón —sin bragas? —su pregunta tiene ese tono de enojo.
—Es mejor estar lista para quien desee complacerme —lo provoco. Su ceño fruncido me dice que esta imaginándome con otros hombres, me separa las piernas y de una sola estocada me mete toda su polla. El escozor y ardor se combinan con el placer de sentirme llena. Profundo, duro, empieza sus embestidas y mi garganta emite gemidos entre ahogados y ruidosos sin mencionar que nuestras pieles también suenan por el choque.
—Te dije que este coño es mío —no deja de embestir cuando su pulgar juega en mi clítoris, "mierda, el maldito sabe tocarme" —dame el nombre de a quien tengo que matar por tocarte.
—Tu...fuiste el que...mierda —detengo mis palabras al sentir el pellizco en mi punto G —fuiste el que dio pase libre —me coloco sobre mis hombros antes de dirigir mis manos a sus bolas y apretarlas, pero no para darle placer sino dolor, este se inclina hacia mí, dándome la mirada de pocos amigos que me gusta ver en el —comparándome con la imbécil de tu Capitana —presiono más, logrando que su expresión se endurezca, pero no detiene sus estocadas —no te quejes de las consecuencias de tus decisiones.
—Eso no fue un pase libre de nada —toma mis caderas volteándome, logrando que mi mano lo suelte, su polla aun se mantiene dentro mío pero la saca y la dirige a un lugar que hace tensar.
—Ni lo pienses —este me calla colocando su mano en mi boca, me levanta dejando su pecho en mi espalda.
—Tengo que reafirmar mi reclamo sobre ti, ya que por lo visto no entiendes que todo de ti, solo lo puedo disfrutar yo —su punta se introduce un poco e intento alejarme, pero sus brazos me encarcelan —si te tensas será peor...déjame entrar —gira mi cabeza haciéndome ver sus ojos, a pesar de que aun esta celoso por su estupidez, noto también su arrepentimiento y deseo profundo, mirando sus labios soy yo quien busca besarlo.
Este me responde, no es duro, ni fuerte, si es posesivo, pero es sensual, lento, como una comida deliciosa la cual deseas tener siempre disponible, su lengua y la mía se buscan, puedo saborear el alcohol en el pero no le quita nada, mas bien es un plus para mí. Su polla aprovecha para meterse aun mas —ve despacio —susurro, miro sus ojos y digo una verdad que jamás pensé que alguien más sabría —nunca paso nada por ahí —veo como este traga y una de sus manos va hacia mi clítoris estimulándome, mimándome, pero sobre todo cuidándome. No se como asimilar todo esto, pero no quiero sobre pensarlo, solo disfruto todo lo que esta pasando, esta vez soy yo la que me inclino buscándolo.
De un solo movimiento esta por completo dentro mío —estas estrangulándome Alondra.
—Tu querías reafirmar tu reclamo sobre mi —sonrío colocando mi mano sobre la suya que esta entre mis piernas —espero que no te eches para atrás ahora.
—Jamás —responde antes de volver a besarme y empezar a moverse mientras que mete tres dedos en mí.
—Carajo —suelto por toda la excitación que estoy sintiendo —enójate mas si así va a terminar —este sonríe y me inclina apoyando mi cabeza sobre el colchón. siento sus manos grandes agarrando mis caderas empezando los empollones fuertes pero placenteros.
No creí que el sexo anal se sintiera así, el escozor aún no ha desaparecido, pero eso solo provoca que mi sexo se humedezca mas y mas —nunca olvidaras que fui yo quien te desvirgo el culo, hacker de mierda —sonriendo lo miro sobre el hombro. Sudoroso, con ciertas venas notándose en su piel, pero mirándome como el mayor placer de su vida, muevo mis caderas al mismo ritmo que él, aceptándolo y permitiendo que tenga ese derecho sobre mí, porque yo me estoy llevando el placer de poner celoso al calculador Coronel Klaus Coleman.
"Y eso es un arma aun mayor para mí", pienso cuando ambos explotamos en placer, el llenándome y yo tocando el máximo placer por su polla. Este cae en mi espalda, ambos cansado, pero realmente satisfechos es que le doy su respuesta —no hubo nadie después de ti —puedo ver su desconcierto —quien te contesto fue uno de los hombres de Sasha.
—Uno de sus hombres? —pregunta con desconcierto y yo asiento como puedo.
—Lleva una relación poliamorosa —aclaro —son tres en una relación —su cara de asombro es para reírse, pero no lo hago y en ves de eso tomo su barbilla lamiendo su labio inferior —así que fue en vano tus celos.
—No fueron celos —dice levantándose y saliendo de mi despacio, me quejo un poco pero cuando sale siento como parte de su corrida sale de mí. Me enderezo viendo como tengo los pezones rojos y tengo varios dedos marcados en mi piel, "me marco en mas de una forma posible". Al estar de rodillas veo sobre mi hombro viendo como la vista de Klaus esta en mi culo y su corrida escurriendo, al bajar la vista su polla está empezando a endurarse.
—Al parecer no fui la única sin sexo esta semana —saliendo de la cama me coloco en su delante, desnuda y sin timidez —ahora, volverás a ser idiota y compararme con otra de tus folladas o —este rodea mi cintura con un brazo apegándome a su pecho.
—O qué? —pregunta rozando su nariz sobre la mía.
—O te comportaras como el hombre que me reclamo para sí, dejando de pensar en cosas que aun no sabemos si pasaran —este detalla todo mi rostro antes de besarme de la forma que me gusta y es posesiva y animal.
No estaba en mis planes envolverme con el muñequito. Si, es un buen prospecto de hombre, excelente cuerpo y belleza masculina que llamaría la atención de toda mujer, pero ni piense que esto resultaría a sí; el perdiendo la cabeza si alguien quisiera tocarme y yo aceptando su posesión dura y salvaje.
Pero a diferencia de él, no olvido ni vacilo en mis planes, yo disfruto de los placeres que se me dan y este lo voy a disfrutar hasta que llegue ese punto de la guerra donde no dudare en escogerme, porque si algo tengo arraigado a mi es colocarme por sobre encima de cualquiera, "así sea del primer hombre con el cual conecto de esta forma en el sexo".
Landel
Shanghái es una ciudad bastante animada y llena de luces, tecnología y diversión. Si eres inteligente te quedaras en la parte más bonita y controlada, pero si eres curioso puedes correr con la suerte de encontrarte con la parte oscura y descontrolada de la ciudad, una parte que tiene sus propias reglas y formas de vida.
Estuve aquí muchas veces, pero nunca disfruté de la parte bonita de la ciudad, sino que estuve sobreviviendo en la parte oscura, donde a pesar de haber sido un niño era tratado peor que animal. Mandado cual bolso, cambiando de dueño y jefe, ganándome un espacio entre los peces gordos hasta que fui un hombre de poder, uno que cobro cada dolor que me causaron y ahora vuelve a cobrar un favor.
—No fue sencillo, pero hasta el momento esto es lo que conseguí —me dice el hombre que esta sentado el frente mío. Abro el sobre donde la redacción de una vida bastante mierda se muestra —increíble que esos se hagan llamar «héroes» cuando pueden tener estomago para hacer esas cosas.
—Aquí hacen lo mismo, si no que peor —respondo rápido siguiendo leyendo —o te olvidas que te encargas de vender a niños a pederastas? —interrumpo mi lectura viendo al hombre que de a poco me muestra una sonrisa parecida al gato de Cheshire, pero más siniestra y fría.
—Tienes razón, pero yo no le pongo un titulo de honor como esos militares —"ahí tiene un punto", pero poco me importa lo que se crean los militares sino lo que esto ocasionará en su imagen y en especial a cierta pelinegra que me debe varias y con esto toda su cara será conocida, "veremos que tal tratas la opinión pública...Alondra".
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