Julia

Golpeo el saco una, dos y tres veces. Los nudillos los tengo entumecidos, pero aun así no me detengo y sigo golpeando con la imagen del incidente en mi cabeza. Los ojos fríos y sin vida de Alondra cuando me colocó el cañón del arma en la boca se me grabo en mi memoria y de como mi cuerpo se paralizo no por que pudiera morir en ese instante, era esa mirada que me helo todo el cuerpo lo que me paralizo, mi golpe resuena en la bolsa que puedo sentir varias miradas en mí, "es solo una criminal, con la cual disfrutaré cuando este encerrada y sea ella ya que tiemble por mí".

—Julia, estas bien? —un soldado me pregunta, pero solo asiento tomando mi botella del suelo y caminando hacia las duchas. Pero mi andar se detiene cuando un nombre es mencionado.

—Teniente Paravel —mi cabeza gira buscando a la rubia quien entra siendo saludada por varios de los soldados en el gimnasio, esta siendo recibida como una heroína cuando es por su culpa que todo esto inicio. Por sus ideas y...

—Bonita mirada de odio —me aparto rápido hacia un lado viendo a la castaña sonreír con picardía.

—Aléjate de mi —le ordeno a lo que ella solo levanta ambas manos en muestra de paz. Vuelvo mi andar hacia las duchas, "si ellas están aquí eso significa". No permito pensar en eso ya que quiero relajarme antes de ir a verlo.

Antes de que toda esta mierda inicie, con Klaus éramos cercanos, no digo que fuéramos pareja, no, pero el confiaba en mí, pedía mi consejo y sabíamos como complacernos, solo nosotros, pero llego la maldita hacker a poner todo de maldita cabeza. Desde el ataque a la central donde tuvimos que hacer un funeral por la muerte de un General y varios de nuestros mejores hombres, ella no estuvo presente, siendo que varios dieron la vida por salvar su culo y el de sus compañeras, aun así, Klaus la sigue tomando en cuenta y preguntando por su presencia.

Yo cometí un solo error y me trata peor que un pedazo de basura, pero a ella la trata con respeto y no se despega, "ella cometió traición contra la entidad no una sino varias veces, pero todos siguen queriéndola y protegiéndola, hasta ya le muestran respeto".

Termino de cambiarme y me encamino hacia la oficina de Klaus, el asiento de su secretario sigue vacío, "con todo lo que hay sobre la mesa no ha tenido tiempo para buscar uno nuevo", al estar cerca escucho el golpeteo de pieles, uno que cualquier adulto activamente sexual conocería.

—Mierda...ah...—Alondra gime gustosa y deseosa, la mano me tiembla, pero abro la puerta despacio para que no me oigan. Veo el cabello negro de Klaus, esta de espalda mientras que Alondra rebota gustosa con los ojos cerrados, una palmada suena fuerte y ella gime aún más. No puedo moverme, mis pies han quedado estancados en el piso, no tiene la parte de arriba y por el movimiento de cabeza de Klaus se que le esta chupando las tetas, "yo fui la que te ayudo siempre, la que te cuido y estuvo en todo contigo y con la que siempre buscabas placer", los ojos de Alondra suben encontrando mi mirada, gimiendo cual actriz porno aumenta la velocidad de sus movimientos hasta que ambos se corren, es cuando ya no aguanto y me alejo corriendo, no se en que momento pero mis mejillas empiezan a sentirse húmedas, no detallo a nadie hasta que llego a mi cuarto desplomándome al cerrar la puerta, dolida y traicionada, porque no importó todo mi aporte y apoyo, todos la prefirieron a ella.

—Juro que te hare pagar Alondra —me limpio las lágrimas levantándome del suelo. Busco en mi cajón al lado de mi litera el numero que ahora agradezco haber guardado. Marcando espero hasta que el tercer tono me atiende —necesito que me organices una reunión con el señor de la Rosa —al otro lado me contestan de forma reticente —dile que tengo información sobre su hermana y una traición de uno de los suyos —"dos pueden quitar cosas, Alondra".

Alondra

Veo como la capitana de antes se va corriendo después de ver como me corría cabalgando a Klaus. Un agarre fuerte me hace despejar los ojos de la puerta viendo los ojos de un Coronel que ni bien pise su oficina me arrincono comiéndome los labios.

—Veo que ser envenenado no te ha quitado potencia —paso mi lengua por su labio inferior haciéndolo emitir un gruñido que me complace.

—Lo mismo digo —dice tomando mi labio con sus dientes —satisfecha de haber dado un buen espectáculo? —entrecierro mis ojos —crees que no me di cuenta que había alguien en la puerta?

—Ahora eres exhibicionista Coleman? —este sonríe de forma juvenil que de cierta forma me gusta, aunque no se lo diré, seria aumentarle el ego y prefiero seguir molestándolo antes de alabarlo.

—Solo marco lo que es mío —ambas manos agarran fuerte mis nalgas subiéndome un poco antes de volver a caer, sintiendo cada centímetro de su polla y como está volviendo a endurecerse.

—No soy de nadie —susurro dejando que me maneje mientras que juego con mis pechos estimulándome.

—Lo eres —se acerca a mis tetas tomando un pezón con la boca, lamiendo y chupando —desde que me corrí dentro tuyo esa noche en mi departamento —una estocada profunda —cuando en la mañana siguiente lo volví hacer —otra más fuerte que mi jadeo sale bastante alto —y ahora que estas de nuevo llena de mi —su lengua recorre todo el camino de mi cuello hasta que muerde mi mandíbula — eres mía Alondra —guía mi rostro para que nuestros ojos choquen sin dejar de embestirme, me sorprende que su silla no se haya quebrado —y el que se atreva a tocarte o si permites que otro te folle —aumenta sus movimientos llegando a un punto sensible dentro de mío que eriza mi piel —dejaré de ser el bueno y me convertiré en el malo, entendiste? —su voz sale algo estrangulada y gruesa, no me importa que sienta esa necesidad de marcarme, es más, me fascina, tenerlo obsesionado conmigo porque de igual forma, detestaría que vuelva a cogerse a esa Capitana.

—Aquí la posesión es mutua Coleman —tomo su nuca moviendo mis caderas al compas de sus embistes. Este de forma abrupta se levanta dejándome echada en su escritorio encima de todos los papeles. Levanta mi pierna colocándola encima de su hombro y ya no me contengo en arquear mi espalda, el maldito sabe como llenarme y tocar mis partes mas sensibles. He tenido demasiada experiencia sexual, deseada o no, y admito que el follar con Coleman se posiciona entre las mejores.

—Yo no he follado con nadie desde que empecé contigo —sonrío cuando sus venas empiezan a brotarse dándome la señal de que esta igual que yo a punto de correrse, su pulgar hace círculos bruscos en mi clítoris mandándome directo a la estratosfera con el inmenso placer que invade mi cuerpo, su semen caliente llena mi canal que sino fuera por cierta modificación hecha en mi cuerpo hace años, estaría ya embarazada.

—Si me vas a follar de esta forma siempre, con gusto te hago exclusivo —su frente esta perlada con su sudor, mientras una sonrisa satisfecha adorna nuestros rostros. Siento uno de sus dedos tocar la venda que adorna mi pierna haciendo que sus ojos se endurezcan —no es nada nuevo recibir una bala.

—Lo se —baja mi pierna y me enderezo, este toma mi rostro con ambas manos besándome con fuerza, deseo y nada delicado, es un reclamo, uno que correspondo con todo gusto —bienvenida de vuelta, Comandante —rio echando mi cabeza hacia atrás.

—Gracias por el recibimiento, Coronel.

Durante el transcurso del día Klaus me pone al corriente de todo lo que ocurrió esta semana que estuve ausente. Semana en la que me perdí fuera de Moscú, recibiendo un tratamiento que cerrara un poco más rápido y evitara las secuelas de la bala con la que me dispararon. Aprovechando a responder también a Landel ya que estuvo de insistente con Skyline y de como había conseguido toda la información. Omer después del tercer día tuvo que volver a Turquía, Deniz lo necesitaba para atender pedidos y no dejar a la maffiya sin líder.

Alexandra nos estuvo comunicando la evolución de Murad, quien despertó horas después de su operación, con la única secuela siendo una cicatriz que de seguro sacará provecho al momento de ligar.

La central tuvo más movimiento debido a las reparaciones que se están haciendo, no he vuelto a ver a la Capitana que me vio rebotando en la polla de Klaus mas poco le tomo interés, "de seguro mas tarde ira a reclamarle a este", mientras que no me joda a mí, no me importa. Lexy sigue instruyendo a los de informática sobre como seguir mejorando y dieron con ciertas pistas que muestran a Landel junto a otros miembros de la Bratva sobornando a los que vienen a recoger la basura para colocar los dispositivos de explosión.

Cuando van a las cámaras de la prisión de abajo, donde tendría que verme, se ve a Deniz entrando para salvar a Murad, mas solo se logra ver cuando entra y después llega el General Halftom el cual irónicamente tiene el mismo nombre que la mano derecha de Landel, "ironías de la vida, supongo", la mandíbula apretada de Klaus demuestra cuanto le enoja, "me pregunto, que sentirá si supiera que a quien marca como suya es la misma que mato al General?", intento ocultar la sonrisa que quiere formarse en mi rostro ante ese escenario.

Lo que si llama mi atención es algo que captan las cámaras de afuera, en el campo de entrenamiento, cuando estoy en plena lucha con Murad puedo ver como la Capitana esa apunta en mi dirección —veo que Julia te defendió —comenta Klaus, ahogo la burla porque no esta mirando detenidamente, "ella no me esta defendiendo" cuando dispara tanto Murad como yo nos movemos, pero no fue porque el tiro fallara sino porque en ese momento fue cuando recibí el disparo, "cojones tiene, se lo reconozco".

Agarro el hombro de Lexy dando un ligero apretón, una clara señal de que saque copia ya que mas tarde lo investigare —hay que reforzar la seguridad y evitar que hasta los camiones de basura lleguen hasta aquí.

—O podrías amonestar a la empresa, hacerle perder el trabajo a quienes fueron fáciles de comprar con dinero y pedir trabajadores exclusivos para que recojan los desechos —propongo girando mi asiento. Todos alrededor me miran con cierta sorpresa —que? Es lo más lógico según yo.

—No hay tiempo para eso.

—No necesitas encargarte tu —digo —tienes un área legal, que ellos hagan el trabajo, no solo están ahí para revisar contratos de soldados —Klaus sopesa mi propuesta hasta que manda a uno de los soldados al área legal a plantearle la solución.

Cuando este va de salida la puerta del área de informática se abre de forma abrupta, me levanto viendo su expresión de horror, mi ceño se frunce y este extiende un sobre manilla sin decir palabra, su cara esta más blanca que el papel y no es más que agarran el sobre que le se inclina en el primer bote de basura a vomitar, Klaus se apresura en abrirlo, me coloco tras el y al sacar el contenido mi alma, si es que todavía tengo una, cae a mis pies.

Cientos de fotos de Tyler colgado cual pedazo de carne, sin camisa, golpeado y con latigazos marcados en su torso, mi memoria me lleva diez años atrás, al mismo día blanco, como la sangre manchaba el escenario y los cuerpos destrozados eran la atracción principal.

—CONVOQUEN UNA REUNION DE EMERGENCIA, AHORA! —todos se mueven —díganle a Janet que llame a toda la junta, que es un código rojo —Klaus le ordena al soldado que trajo el sobre, con prisa el reacciona, la fotografía que tengo la giro topándome con un mensaje.

Cambio de juego. Ahora yo tengo las cuerdas...Skyline

—Lo sabe —susurro. Levanto la vista hacia Lexy —bloquea cualquier salida de imagen, coloca desviadores y fortifica toda red alrededor —esta asiente. Klaus toma la foto leyendo el mensaje. El trago amargo lo vuelvo a experimentar, tomo mi teléfono y marco.

—Que haces? —levanto mi mano hacia Klaus callándolo.

—Te gusto mi regalo Alondra o debería decir Skyline —identifico el toque acido en su tono.

—Tyler no tiene nada que ver conmigo.

—O yo creo que si —dice con ironía —después de todo, el fue el segundo hombre que te crio, el segundo por el estoy seguro te sacrificarías —mi garganta se cierra y mi agarre se intensifica en el teléfono.

—Suéltalo o...

—A mi tu no me amenazas soldado de mierda —insulta cortándome —toma mi acción como una represalia por no devolverme a Marcus en el tiempo que acordaste y por verme la cara todo este tiempo —trago controlando mi enojo —tienes dos días o sino empiezo a enviarte al Ministro en pedazos —corta la llamada dejándome con la furia latiendo bajo mi piel.

Miro hacia Klaus que igual esta furioso —acompáñame —es lo único que me sale decir antes de encaminarme hacia la salida. No visualizo a nadie hasta llegar al estacionamiento, cuando por la periferia noto a quien estuvo desaparecida la mayor parte del día y una corazonada salta dentro mío que por su bien espero estar equivocada. Entro a la primera Hummer que veo y marco el número de Sasha.

—En donde estas? Es verdad lo de Tyler?

—Saliendo de la central y si es verdad. Landel lo tomo prisionero.

—Mierda, a donde vas? Estas sola?

—Con Klaus. Iré donde nuestro invitado.

—Alondra...

—Quiero que saques los últimos movimientos de Julia Maxwell —arranco con todo haciendo que Klaus choque con el asiento, al mencionar a la Capitana este me mira confundido.

—Algún punto de referencia?

—Semanas antes del incidente de la central —digo.

—Bien —cuelgo y acelero entrando a la carretera.

—Por qué quieres investigar a Julia?

—Porque tu amada Capitana fue la causante de mi herida en la pierna —lo miro por segundos antes de volver mi vista a la carretera.

—Que? Alondra, ella te protegió.

—No —lo contradigo —no tenemos tiempo para que te muestre en detalle la grabación, pero créeme cuando te digo que su disparo no fue para protegerme y menos con esa bala.

—Qué quieres decir?

—La bala con la que me hirieron es una que solo acceden pocas personas del bajo mundo por su alto precio. Es una especial porque causa estragos donde entra, matando todo tejido alrededor de la herida —le explico acelerando. Por el silencio que procede a mis palabras esta analizando lo que le digo.

—Crees que ella es la que te delató —dice lo que mi mente me grito cuando la vi antes de salir —eso es imposible, ella es leal a la central.

—La lealtad es voluble Klaus —cambio de marcha mientras lo miro —y creo que te lo he demostrado bastante, no? —su mandíbula esta endurecida y solo sigo conduciendo.

—Hacia dónde vamos?

—Iremos hacerle una visita a un invitado que me atreví a tener.

—A quien te refieres? —no respondo dejando que su mente lo resuelva solo —es ese tal Marcus, no es así? —sonrío de forma irónica con la vista hacia el frente — quién es?

—La mano derecha de Landel —digo —dime Coleman, aun estas dispuesto a convertirte en el malo? —lo miro de reojo viendo como toda su mirada se endurece provocando que mis partes se humedezcan "si, definitivamente me gusta más cuando está enojado".

—Acelera —lo obedezco con una sonrisa de satisfacción por su respuesta.

"Sabrás de primera mano porque hasta los altos mandos me temían, Señor de la Rosa"

Ya entramos en la parte buena de la historia, de aquí para adelante se vienen cosas fuertes 😎