Cap 18
Narrador X
Nedja había intentado no oír todos los jadeos y golpes de carnes que se produjo afuera, a pesar de que la habitación estaba a cierta distancia pudo escuchar con claridad toda la sesión de sexo. Agradecida que después de un tiempo los sonidos cesaran así poder conciliar algo de sueño y calmar sus nervios.
Ese día había sido el más loco en toda su vida y eso era mucho decir ya que ella y su familia eran artistas deambulantes. Toda su vida en si era una aventura según el lugar al que fueran y quien los contrataran. A ella siempre le gustaba los espectáculos que armaban sus padres, siendo ella la bailarina principal. La música del medio oriente siempre fue una debilidad para ella, al igual que sus ropas; faldas combinadas con accesorios dorados, corpiños que resaltaban sus pechos, con cada movimiento de sus caderas podía hacer producir sonidos al ritmo de la música que la envolvía, ver a hombres como mujeres disfrutar sus bailes era algo que siempre le alegro. Nunca imagino que lo que creyó algo inofensivo la metiera en semejante lio.
Una mano sobre su boca la sobresalta, pero al ver quien esta encima, se queda quieta y más con la señal de silencio que la persona le hace, Nedja logra asentir y su boca es liberada.
—Como? —esta persona sonríe.
—Tengo ojos en todos lados —le dice —me disculpo por todo el ajetreo y problemas que pasaste al hacerme el favor —Nedja niega de forma rápida y se lanza a su cuello.
—Siempre estaremos dispuesto a ayudarte —responde con sinceridad —mis papás están bien?
—Si, están a salvo y esperándote.
—Me iré ahora? —pregunta con incertidumbre a lo que la persona asiente —pero es imposible, afuera hay dos que... —es callada con unos dedos en sus labios.
—Si pude entrar puedo salir Nedja —tenía dudas más la mirada segura que le brindaba hizo que estas disminuyeran —vamos —agarra su mano sacándola de la cama, así encaminada por esta persona la cual es un ser importante para ella y sus padres, sin compartir sangre sabe bien que cualquier cosa que necesite ella lo hará, "nuestra Rosa siempre será cuidada".
Alondra
La luz en mi cara me hace retorcerme, debajo de mí no se siente como mi cama sino como un cumulo de músculos. Al abrir los ojos noto que estoy encima de un pecho masculino, el cual tiene más partes marcadas de piel que grasa corporal. Despacio me enderezo viendo al muñequito totalmente dormido, debo admitir que ver esta cara tan pacifica de él es bonita, no tiene su ceño típicamente fruncido y su cuerpo no está tenso como siempre lo veo.
Con mis dedos, paseo el contorno de su mandíbula, debo admitir que me gusta más verlo con su característica barba, pero sin ella igual se ve bien.
—Admirando las vistas, hacker —sonrío al ver como abre los ojos, con la luz del sol entrando sus ojos se ven mucho más claros de lo que son.
—Me gusta admirar lo que me he comido —este me da una nalgada que me sobresalta más me hace gracia.
—Pues tampoco me quejo de mi comida —sus dedos pasean por mi espalda hasta llegar a la nuca donde se sostiene de forma firme —es más creo que empezare a tomar mi desayuno —al momento de querer seguirle el juego noto que la puerta del cuarto donde estaba la supuesta Nadia Kingston está abierta. Klaus sigue mi mirada y ambos nos levantamos, de forma rápida encuentro su camisa y me la pongo mientras camino hacia el cuarto. Al entrar esta vacío con la cama como única evidencia de que había alguien aquí.
—No esta —digo cuando lo siento a mi espalda, este no espera que empieza a buscarla por otros lados del departamento, escucho sus pisadas fuertes subiendo las escaleras. Puerta tras puerta es abierta, yo me acerco a la cama buscando algo que de una pista de donde fue o algo mas. Las ventanas están intactas, no veo signos de pelea o forcejeo.
—Alondra! —me apresuro a ir hacia Klaus y este está parado como estatua frente a la puerta de su elevador el cual tiene el botón destrozado y junto a este hay una nota con una rosa... "blanca?", me acerco sacando la nota.
hverken du eller dem.
snart vil du kende mig
R.
—Que significa? —pregunta Klaus.
—«Ni tú, ni ellos. Pronto me conocerás» —traduzco —es danés, es el idioma natal de la sociedad de la Rosa.
—R? —me quita la nota —quien firmari...? —detiene su cuestionante al darse cuenta.
—Al parecer hay un nuevo jugador —le digo, el sonido de mi teléfono interrumpe toda la mierda de misterio y voy por el —dime Sasha.
—Alguien entro y robo parte de nuestras cosas —veo a Klaus que se encamina hacia mí.
—Que cosas nos robaron? —apenas lo menciono este agarra su propio teléfono para seguramente avisar a los demás en la central.
—Un chip para paralizar cualquier sistema de seguridad junto con un somnífero para colocar en cualquier ventila —la voz de Sasha suena alterada, "o eso es lo que trata de parecer". Miro hacia el muñequito que está despotricando en la cocina, "debo estar loca si es que lo veo más sexy así de enojado que cuando esta relajado" —cual es lo gracioso? —pregunta Sasha sacándome de mis pensamientos.
—Que nos robaran a nosotras —le digo —encárgate de que Lexy no haga un berrinche y quiera ponerse en modo casería.
—Apenas y logre calmarla, sabes que sus juguetes son como sus hijos, si alguien los toca...
—Lo sé —"el ultimo que lo hizo ahora está durmiendo eternamente" —alguna novedad del otro lado?
—Landel está ahora en la mansión Petrova —se hace un silencio —se estima que dentro de 4 días harán el golpe.
—Quienes van a participar?
—No se sabe aún, fue lo último que ellos pudieron avisarme.
—Ósea que ya están en buenos términos? —pregunto con gracia —ya decía yo que eras la más pervertida de las tres.
—Cállate imbécil —esta vez suelto una risa que la contagia —digamos que tuvimos una conversación.
—Aja —me burlo —y yo soy la madre Teresa de Calcuta. Esos de la única manera que hablen es si su aparato es la atracción principal y lo sabes —ahora es ella quien ríe más.
—Bien, follamos y en medio de eso me aclararon las cosas, no pidas detalles que no los daré.
—Gracias, pero no quiero tener pesadillas más tarde.
—Perra.
—Pero no pervertida como tu —devuelvo, vuelvo a ver al muñequito quien bota su teléfono en el mesón —nos vemos más tarde —cuelgo y camino hacia él. Soy pésima tratando con las personas así que no sé cómo actuar en estos momentos.
—Qué fue lo que te robaron? —pregunta al verme, tiene la mirada fría que de seguro intimida a quien este bajo ella.
—Un chip que paraliza los sistemas de seguridad y un somnífero en gas —su mandíbula esta tensa —así fue como consiguió filtrarse aquí sin que la notáramos.
—Crees que este trabajando con su hermano?
—Lo dudo —tomo la nota que botó al suelo, la estiro volviéndola a leer —dice «ni tú, ni ellos» imagino que con «ellos» se refiere a la gente de su hermano.
—Así que la princesita asesina no quiere ser encontrada básicamente —intento ocultar mi sonrisa por como llamo a Nadia Kingston —puedes encontrarla?
—A quién? A la princesita asesina o a la bailarina que se escapó?
—No entiendo por qué ayudó a esa bailarina?, en los archivos jamás se mencionó que los Kingston tuvieran alguna relación con artistas ambulantes.
—Recuerda que la vida de esa niña es un misterio para todos —le digo mientras voy a su cafetera —puedes saber de la vida de Landel y de varios de sus socios o gente que trabaja para la sociedad —me sirvo un poco de café antes de verlo —pero de la hermana no sabes nada —tomo un sorbo caminando quedando en su frente —ni como sobrevivió, ni que hizo después de eso, es un desconocido que después de años vuelve a aparecer, yo que tu tendría cuidado.
—Cuidado de qué? —sonrío por su pregunta.
—Logró robarme, meterse al departamento de un Coronel —menciono— la princesa asesina tiene sus habilidades y aliados al parecer.
—Que aliado podría tener? Las grandes mafias están con su hermano.
—Si, pero hasta dentro de las mejores familias están las acciones por debajo de la mesa —su teléfono vuelve a sonar.
—Coleman —contesta, sigo tomando el café ya que se lo que me espera el resto del día —estaré en allá —cuelga —el Ministro convoco a una reunión.
—Mmmm...dijo para qué?
—Decidir como ira el interrogatorio de Murad Mónaco.
—Tan temprano y ya esta pensando en derramar sangre —dejo la taza en el mesón —suerte con eso — al alejarme este me toma del brazo.
—No iras? —pregunta.
—Por si lo olvidas tengo un robo del cual encargarme —me acerco dejando un casto beso en sus labios —esto se lo dejo a usted Coronel —su mano se desliza hasta llegar a una de mis nalgas apretándolas.
—No desaparezca tanto tiempo —blanqueo los ojos a lo que este vuelve a golpearme.
—Deja de nalguearme —me quejo.
—Deja de provocarme.
—Pides lo imposible —este sonríe divertido.
—Pues entonces seguiré nalgueándote hasta que aprendas —de forma rápida me cuelgo a él, cosa que mis piernas rodean su cintura.
—Cuanto tiempo tienes? —pregunto cerca de sus labios.
—El suficiente para terminar lo que empecé hace unos momentos atrás —alzada me lleva a su habitación antes de enfrentarnos a la tormenta que se avecinaba.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro