Narrador X

Habían pasado 3 meses desde que Alondra y sus amigas habían intervenido en la central, 3 meses en los cuales los hombres de la central rusa aprendieron a afinar sus habilidades, entrenando en el entorno frio que los rodea, sufrieron golpes, quemaduras y desvelos, todo con la meta de que el golpe dado sea lo suficientemente duro para tambalear a la Sociedad de la Rosa.

Si bien a muchos no les pareció los métodos, con el paso de los días lo entendieron. Ya que si bien era importante el que afinaran sus habilidades de combate también lo era sus habilidades de camuflaje y engaño. Baile, contacto, atención, gestos, posturas y modos de caminar, todos esos detalles en los que antes no se habían enfocado pero que ahora eran necesarios para entrar en un entorno de asesinos y mafiosos.

—Están aprendiendo rápido —comenta Sasha con una taza de café viendo a los soldados combatiendo entre ellos —mañana darán un buen espectáculo —Alondra ve hacia una esquina de la pared donde se encuentra la pequeña cámara de vigilancia, sabiendo que no solo el Coronel es su espectador — bir şey için endişeleniyor musun? (preocupada por algo?).

—No —responde al mirarla —que Lexy tenga todo listo para mañana —Sasha asiente mientras Alondra sigue mirando afuera, pero con la mente en otro lado.

Lo que se avecinaba era un movimiento que si salía bien podía poner en ventaja a la central, cosa que haría a los asesinos a dejar la defensiva y empezar a mover a los peces gordos.

—Vamos a ver como responden —susurra Alondra con una sonrisa en sus labios, deseando ya que empezara el día de mañana.

Klaus

Cada hombre empezó a empacar todo lo que se necesitaba en los autos, mientras que otros empezaban a colocarse el disfraz para camuflarse en el ambiente, tomando el papel correspondiente.

—Te ves bien de traje —ignoro el comentario de Julia y sigo enderezando los gemelos, veo mi reflejo, notando como ocultaron bien todos mis rasgos físicos que podrían delatarme, una peluca rubia junto con unas lentillas de color azul camufla totalmente quien soy —seguirás ignorándome?

—Sera mejor que se termine de preparar Capitana Maxwell —volteo a verla —no quiero fallas ni distracciones —su mandíbula se endurece dándose vuelta aun con su camuflado. Ella estará con los del grupo de apoyo, "un castigo por andar de metida en mis asuntos", veo alrededor a cada soldado con su disfraz, mujeres y hombres listos para interpretar su papel, yo trato de quitarme esta incomodidad, pero me es difícil, "hace mucho no hago este tipo de misiones, no desde ese día".

—Si sigues con esa cara te descubrirán apenas entres —Alondra me mira de arriba abajo con lentitud —debo decir que no te queda nada mal el rubio —camina hasta estar en mi delante —pero te prefiero de negro —ajusta mi corbata, es mas baja que yo cosa que desde esta posición puedo ver lo bien poblada que son sus pestañas, nariz recta y labios...levanta la vista mostrando sus ojos ambarinos, tan amarillos e hipnotizantes —deja de pensar en lo que paso y enfócate en lo que tienes delante —alisa mi saco antes de dar dos pasos hacia atrás —hazme ver que no perdí mi tiempo —bufo por lo que dice lo que hace que ella sonría ampliamente.

—Por que no estas cambiada? —pregunto al verla con ropa de civil.

—Yo no participare Klaus —frunzo el ceño, a lo que quiero refutar ella levanta su mano —yo solo estoy aquí como apoyo recuérdalo, no estoy aquí como otro miembro en las filas.

—Cuanto pides por participar?

—Aunque me pagues no lo hare, tengo que atender otro pedido.

—Esto es mas importante que cualquier trabajo que tengas Alondra, implica vidas inocentes.

—Por eso iras tu y tus hombres —dice —recuerda, yo no soy la heroína aquí sino la espectadora —se da la vuelta saliendo del cuarto de cambios. Estos meses ella a actuado como una soldado más, corrigiendo, guiando, enseñando y planeando todo con sumo detalles, no se inmutó con los del consejo y todos quedaron callados cuando ella y las demás explicaron cada ángulo del plan, demostrando que aun seguían siendo las mejores.

Pero al parecer me acostumbre demasiado al papel que esta interpretando, ya que ella esta como un comodín aquí, uno que ambos bandos están utilizando y el cual ella no apoya a ninguno, solo ve por ella y sus intereses, una vez que esto termine ella...

—Todos listos Coronel —me avisa uno de los soldados volviéndome a la realidad, "despierta Klaus".

—Que empiecen a subir todos, nos vamos en 30min —el soldado se despide saliendo, me coloco el audífono pequeño, oculto mis armas, viéndome una ultima vez en el espejo verifico que todo este en orden, unos recuerdos vienen a mi mente, pero los aparto mandándolos al fondo de mi mente, "no es momento para recordar", mas calmado me encamino a la salida iniciando el segundo golpe hacia Landel Kingston.

El crucero donde se desarrolla toda la reunión o mas bien fiesta está inundado de guardias, unos que son notorios y otros entre los invitados, también noto a mi equipo camuflado, cada quien, sumergido en su papel, ya sea de mesero o invitado. Los de entretenimientos ya deben estar dentro alistándose o ya bien dando un show —todos en posición, una vez el Coronel este dentro inicia la misión —la voz del Ministro nos llega y cada uno responde de forma disimulada. El objetivo aquí es atrapar a uno de los hijos de las mas grandes mafias; turca o rusa; con uno de ellos crearemos fricción entre ellos, cosa que hará que se movilicen aunque hay que tener cuidado, ninguno de los hijos son presa fáciles, cada uno de ellos han sido entrenados desde la cuna cosa que son capaces de luchar contra los nuestros, con la tensión entre ellos la búsqueda de Nadia Kingston por parte de Landel se retrasaría cosa que le daría el tiempo necesario a Alondra para encontrarla dándonos su ubicación y así estar un paso más adelante que ellos.

Muestro la invitación, cosa que el guardia revisa y escanea, Handel esta como mi esposa, cambiaron su cabello a rojo y color de piel a uno mas claro, el vestido blanco con dorado combina bastante bien con todo el entorno de la fiesta. El guardia da el visto bueno y ambos entramos de forma tranquila.

—Si que son buenas —susurra Handel cuando agarra una copa de champan al igual que yo.

—Tenían que —respondo y ella solo sonríe, las invitaciones las había falsificado Sasha, ella fue la encargada de que todo el equipo entrara en la fiesta.

El ambiente es totalmente dorado, luces amarillas, grandes cantidades de comida y alcohol, invitados de varias partes del mundo; muchos empresarios de varios rubros como también algunos políticos, veo como hay dos pequeños círculos formados, donde las personas buscan la atención de unas en específico.

—A tu derecha tienes a los Kaiser, familia secundaria tanto para los Baruk como para los Petrova —me informa Handel —mientras que a tu derecha tienes a los Mónaco, lideres de la mafia italiana, socios de los anfitriones, sus relaciones son bastantes fuertes para ambos ya que se podría decir que desde hace años tienen unión consanguínea.

—A que te refieres?

—Que su unión se debió a que hijos de ambos bandos se unieron —escucho decir al Ministro —eso sucedió hace ya bastantes años lo que para nosotros solo significo un dolor en el culo porque se volvieron impenetrables y difíciles de hacer caer —la mención de los Baruk me revuelve el estómago, de solo recordarlos...

—Damas y caballeros demos la bienvenida a los anfitriones de este evento —anuncia el maestro de ceremonia cuando las puertas se abren dando paso a un grupo de hombres y mujeres, cada uno enlazado de los brazos y sin identificarse se puede saber a que familia pertenece cada uno.

Quien lo encabeza es un hombre de color negro, ojos tan violetas que pareces sacados de un cuento de fantasía, quien lo acompaña es una mujer menuda, cabello igual de negro, pero esta tiene los ojos verdes parecido a dos esmeraldas. Detrás de ellos vienen dos jóvenes, cabello castaño idénticos de ojos azules, en medio de ellos hay una pelirroja con ojos cafés.

—Adivino —dice Handel —los de ojos violeta y verdes Baruk —mira hacia los de atrás —y ellos Petrova, pero la pelirroja?

—Es la nueva Zarina, la mujer tomada por esos hermanos —acota el Ministro.

—Los Baruk no eran también 2 hermanos? —pregunto.

—Uno de ellos esta en el extranjero, mas exacto en Nueva York —me fijo en que ambas mujeres lucen altivas, cuello estirado y postura de reina —empiecen el movimiento —con Handel caminamos con tranquilidad hasta que estamos cerca del circulo principal llamando la atención de los anfitriones.

—Buenas tardes, señor Baruk —saludo —señores Petrova —extiendo mi mano saludando a los mencionados, los cuales me escanean con detenimiento —me presento, soy Collin Peters, su nuevo inversor al que deseaban conocer —poso mi mano en la espalda baja de Handel —ella es mi esposa, Lorena.

—Un placer —extiende su mano.

—El placer es nuestro —dice Deniz Baruk —ella es mi hermana, Alexandra —presenta a la mujer de ojos verdes —y ella es mi cuñada, Yelena —la pelirroja nos saluda con cierta timidez, pero la de ojos verdes lo hace con mucha seguridad —me agrada saber que pudo asistir al fin a una de nuestras reuniones.

—Los negocios muchas veces exigen bastante de uno que dejan poco tiempo para fiestas o relajación —digo. Según los informes Collin Peters es un inversor tras bambalinas, el cual jamás dio a conocer su rostro mas por seguridad ya que sabia el negocio por debajo que manejaban los Petrova y Baruk. No fue difícil tomar su identidad para entrar aquí, el viejo esta en Los Ángeles, nuestros agentes de allá lo vigilan para que no haya ninguna intervención de este que nos pueda delatar.

—Espero que la fiesta sea de su agrado y pueda obtener una buena experiencia —dice uno de los Petrova, sino me equivoco se llama Nikolái y el otro Alan, ambos tan despiadados, pero con una inteligencia que es de temer y admirar.

Las luces bajan dejando solo la luz de las lámparas de fuego alrededor —espero que todos estén listos para disfrutar de nuestro espectáculo, escogido para los reyes de toda Europa —el centro del salón empieza a dar espacio para los distintos bailarines, mujeres y hombres empiezan a entrar, todos vestidos con ropa del medio oriente, la música nos envuelve de una forma mágica, una de las bailarinas pasea el velo de su traje por mi cuello, solo puedo ver algo de sus ojos por la oscuridad pero sienta familiaridad con ellos, al alejarse la sigo con la mirada —solo para ustedes, nuestra mejor bailarina, Nedja —las luces se encienden, al estar algo cerca del centro puedo ver con claridad el espectáculo, la bailarina empieza su danza, la falda que lleva empieza a sonar con sus movimientos de caderas, blanco y brillante, junto a su forma de bailar te deja hipnotizado, cuando se saca el velo del rostro es que me tenso, su cabello castaño cae en una lluvia de hondas pero lo que llama la atención es el gris de sus ojos.

—Carajo, dime que no es quien pienso —sisea Handel, pero al ver como los miembros Baruk y Petrova quedan pasmados se que la sospecha es confirmada, mas aun cuando vislumbro un movimiento a mi izquierda y veo a Landel con cara de asombro, uno de los guardias evita que se acerque cosa que lo molesta.

Sin mostrar que lo percibí, sigo mirando el espectáculo, Nedja o mejor dicho Nadia Kingston se mueve de una manera experimentada que impresiona a los invitados, "como es que ella escapo de nuestro radar? Como no se dieron cuenta los soldados que estaban infiltrados en el grupo de bailarines?"

—Cambio de objetivo —anuncia Tyler —su deber es traer a la llave de la Sociedad así tengan que convertir ese salón en un baño de sangre —"bien si ya estaba complicado agarrar a un miembro de la mafia ahora estamos peor".

Busco con la mirada a uno de los meseros y con un ligero movimiento le ordeno vigilar a Landel junto a su acompañante, el cual es el recluso que escapo de nuestras celdas.

El espectáculo sigue, el baile lo adorna hombres lanzando fuego, mujeres siguiendo la coreografía pero sin opacar a la estrella principal, por la reacción de Landel sé que Alondra también desconocía este hecho, cosa que de cierta forma me deja tranquilo —es una gran bailarina —remarco atrayendo la atención —sin duda un buen espectáculo para ver —los miembros de la mafia solo asienten de forma cordial, la única que no veo de forma incomoda es a la pelirroja quien mira deslumbrada el baile, al seguir viendo el espectáculo los ojos de Nadia se conectan con los míos, cosa que hace que empiece a acercarse, todos le abren paso hasta que empieza a bailar en mi delante, todo su cuerpo se mueve en ondas, al ver sus ojos delineados de negro hacen resaltar tanto el gris que me deja prendido a ella, para después irse de forma rápida hacia otro grupo siguiendo el show.

—Nos disculpan —dice Deniz para retirarse junto a los Petrova dejando solo a las mujeres.

—Veo que le llamo la atención la bailarina señor Peters —menciona Alexandra —cuidado que puede molestar a su esposa.

—No soy celosa —responde Handel.

—Tiene mi envidia entonces, porque yo no soportaría que otra mujer se le acerque así a mi hombre.

—Tiene pareja señorita Alexandra? —pregunto buscando información.

—Aun no, ni estoy en busca de uno —dice mientras bebe un poco de su copa —con mi hermano estamos enfocados en el negocio.

—De que parte se encarga usted? —pregunta Handel.

—Con Yelena somos bioquímicas, ahí fue donde conoció a mis primos y se volvió mi cuñada.

—Todo un negocio familiar —digo.

—Si, es un legado que cuidamos bastante —"así que es verdad que esta unión entre ellos es de hace años", lo admirable es que hayan podido mantenerla por bastantes generaciones.

—Buenas tardes —nos saluda un joven alto, atlético con cierta particularidad en la mirada —Murad Mónaco —se presenta —usted es?

—Collin Peters y mi esposa Lorena —saludo, este mira de abajo hacia arriba a Handel con coquetería lo que me hace saber que es bastante fácil a la hora de escoger mujeres. Handel de igual forma con discreción le devuelve el coqueteo dándole señales que pasen desapercibidas para su "supuesto esposo".

—Equipo de infiltración empezando a moverse —anuncian desde el auricular, sigo con la conversación cordial hasta que en un momento Handel se aleja para ir al baño cosa que minutos después lo acompaña Murad. Converso con Alexandra y Yelena quienes me da un detalle sobre los próximos lanzamientos de medicamentos y cuáles serán sus próximas investigaciones, mismas creaciones que hacen sirven como medicamentos pero que las cuales también pueden ser mortales en dosis aumentadas o en otras presentaciones, "mismas que llevaron a la muerte a esa muchacha que salvaste" suelta mi conciencia cosa que me molesta, pero lo disimulo.

Al haberse acabado el baile las mujeres se apartan, cosa que igual aprovecho para buscar a Handel. Voy caminando entre la gente, escuchando una conversación por aquí y por allá, todos buscando lo mismo, «inversión», que los Baruk o Petrova inviertan en tu negocio los potencia en el mercado dándole una enorme plusvalía. Al dirigirme a los baños de hombres es que escucho algo de ajetreo, la puerta esta resguardada por dos guardias, al intentar entrar estos lo evitan.

—Esta fuera de servicio.

—Me importa una mierda si están cogiendo, no es algo de otro mundo —intento de nuevo, pero lo impiden, como no quiero causar alboroto me aparto —Handel responde —pero no recibo respuesta —Handel responde —vuelvo a intentar contactarla, pero no recibo respuesta, "bien a la mierda"

—Estoy bien —su voz me llega antes de que reaccione —estoy en una oficina al parecer.

—Oficina? No estabas en el baño.

—El pequeño pajero deseaba mas privacidad —"entonces quien...?" las luces se apagan al igual que las lámparas, es cuando oigo los quejidos de hombres, al volver en dirección al baño con la luz de mi teléfono alumbro justo cuando los mismos hombres que interrumpieron la anterior misión llevan del brazo a Nadia Kingston quien solo se retuerce.

—¡Ayuda por favor! —su voz me lleva al mismo día de ese rescate, mi cuerpo se mueve de forma inmediata peleando con los hombres, al ser 3 me es complicado llegar hasta quien tiene a la chica.

—Unidad de apoyo irrumpiendo el lugar —escucho, pero no tomo atención, hasta que neutralizo a los tres hombres, corro hacia donde fue el último, lo que me lleva a la cocina, logro ver como Nadia se zafa de su captor corriendo en mi dirección, al verme duda por unos segundos, pero se decide viniendo hacia mí, utilizándome como escudo.

Su atacante saca una picana que por lo visto si me toca me va a dejar al instante inconsciente —escúchame, cuando lo ataque tu corres hacia la salida, busca a los que llevan un camuflado azul, ellos te protegerán.

—Pero...

—Hazlo si quieres salir con vida —la veo y noto su angustia y miedo, pero asiente —ahora —me lanzo a atacar y ella corre rápidamente —tan macho con una mujer, pero sacas una picana para enfrentarte a mi —no habla, solo evita mis golpes y yo los suyos, una de esas logra encestarme una patada en la costilla lo suficientemente fuerte para doblarme de dolor. "el hijo de puta sabe golpear", me encesta un rodillazo en la cara cosa que me deja mareado, pero de igual forma me voy hacia él, su forma de pelear es desigual y descoordinada lo que me dice que no es ningún profesional, desde atrás recibe un disparo cosa que me llega a manchar el rostro con su sangre, al ver de quien provino el disparo mi sorpresa es grande.

—Muévete —ordena Alondra seria dirigiéndose por donde se fue Nadia —Handel y Lexy se están llevando a Murad Mónaco como preso —me avisa —hay que encontrar a Nadia para salir de aquí antes de que se den cuenta —la tomo de su brazo haciendo que me vea.

—Por que estas aquí? —pregunto.

—En serio Coleman? No es momento —intenta zafarse, pero vuelvo a jalarla hacia mi esta vez haciendo que choque contra mi pecho.

—Por que Alondra? —ella lame su labio cosa que mis ojos siguen.

—Porque apareció un imprevisto con lo que no contaba —explica —imprevisto que por desgracia es el premio gordo, el cual provocará un derramamiento de sangre.

—Landel Kingston está detrás de Nadia —al escuchar eso ambos nos ponemos en marcha —se dirigen hacia la trompa del crucero, hacia el sector de la piscina.

—Eviten como sea que la agarre —ordeno. El salón es todo un alboroto de personas, gritos y desesperación, el lado de la piscina es el contrario hacia donde todos están corriendo.

—Señor Peters —se termina acercando Yelena —venga con nosotros —ella mira hacia Alondra mirándola con desconfianza.

—Es de mi personal de seguridad —ella asiente —necesito encontrar a mi esposa.

—Uno de nuestros guardias puede hacerlo —niego ante su sugerencia.

—Ella desconfía de todo aquel nuevo que se le acerca, ya ha tenido malas experiencias.

—Señor Peters hay que movernos rápido —argumenta Alondra cosa que la sigo dejando a Yelena en el camino —quien era esa?

—La nueva Zarina al parecer —Alondra me mira ceñuda —así la presentaron —ella no dice nada y seguimos de camino hacia la piscina.

—Compañía en frente —dice Lexy por el auricular, Alondra saca dos pequeñas bolas de su espalda presiona un botón y las desliza por el suelo apenas los guardias salen esta se abre saliendo disparados cientos de agujas que se clavan en los cuerpos de los 3 guardias, dejándolos inmóviles y tirados en el suelo —que sádica.

—Eres peor Lexy —suelta irónica Alondra.

—Tienes razón, Sasha está en el área del reencuentro, deseas intervención?

—No, que solo retrase que se la lleven —me mira —a correr muñequito —me quito la peluca y las lentillas, en medio del camino voy sacándome el saco y la corbata, dejándome solo la camisa, Alondra me pasa un arma cosa que agradezco ya que las que tengo son pequeñas y de corto alcance.

Esta me detiene al estar a unos pasos de la entrada de la piscina, despacio ambos sacamos la cabeza y escuchamos.

—¡YO NO SE QUIEN ERES, MI NOMBRE ES NEDJA! —el grito de la que suponemos es Nadia Kingston se escucha claro.

—Vamos Nadia, tranquilízate, ahora solo estas alterada y confundida —Alondra despacio camina en forma silenciosa, sin dejar que su sombra sea detectada ya que estamos a contra luz —se que esto es raro, pero ven y te explicare todo —Alondra me apunta con la cabeza hacia arriba y asiento.

—Tan desesperado por reunirte con tu hermana Kingston? —su pregunta desvía la atención de esta cosa que aprovecha Sasha y agarra del cuello a Nadia.

—Que significa esto Alondra? —pregunta con molestia.

—Una pequeña interferencia —dice con gracia —ahora, por que no hacemos un negocio? Que estarías dispuesto a dar por tu querida hermana?

—Que es lo que quieres? —veo como Alondra sonríe ladeando su cabeza.

—La mitad de lo que tengas —este abre sus ojos —bienes, contactos e influencia, dame la mitad y te entrego a tu hermana —el hombre que antes detuvo a Landel llega y le apunta —decide, la mitad de todo o pierdes a tu mano derecha y a tu hermana.

—Ese no era el trato.

—Los tratos cambian —recalca, Nadia solloza cosa que hace enfurecer a Landel.

—Baja el arma Marcus.

—Pero Landel.

—Hazlo —este a regañadientes lo hace, pero es cuando un disparo llega a darle en el hombro a Sasha desde un lado, Marcus se va contra Alondra, pero esta saca su cuchillo cortándole la mejilla, alejándose, Nadia se aleja cosa que aprovecha Landel a agarrarla.

—Aun con problemas Kingston? Creí decirte que no quería disturbios en mi fiesta —Deniz Baruk aparece, "mierda mal momento para aparecer", este ve ha Alondra y después a Sasha —quiénes son?

—Solo estorbos —dice —pero que pueden cambiar su posición —la situación es desventajosa, así que apunto hacia Deniz haciéndolo retroceder, un dron deja caer un objeto en medio de todos que al topar en suelo suelta un humo, Alondra actúa rápido y va hacia Landel logrando que suelte a la chica, yo salgo de donde estoy y disparo hacia Deniz cosa que su atención se vuelve hacia mí.

—¡SALTA AHORA! —me ordena Alondra, noto como los que están empiezan a toser, evito respirar y me dirijo hacia la barandilla, tomando un fuerte impulso me lanzo al mar seguido por Sasha y Alondra.

Al salir a la superficie veo como Nadia esta inconsciente, me acerco para ayudar a Alondra cuando oímos un bote que se acerca, si es del enemigo estamos en problemas, pero al ver el emblema me relajo, Julia ayuda a subir a Nadia, Sasha, Alondra y yo subimos después justo a tiempo de que Landel Kingston logre ir hacia la barandilla comenzando a disparar, con una sonrisa en el rostro me alejo sabiendo que este golpe lo ganamos nosotros.