Base militar de Moscú - Rusia
Horas 0900
Base central de la Fuerza Especial de Espionaje (FEE)

Klaus Coleman - Coronel de la FEE

Estoy revisando los últimos movimientos que tenemos de nuestro próximo objetivo, hay demasiadas carpetas sobre mi escritorio que muchas de ellas son solo una maldita basura porque es información desactualizada, tocan la puerta

—Adelante —respondo sin despegar la vista de la carpeta que tengo en las manos

—Coronel, el Ministro acaba de solicitar su presencia en su oficina —"mal momento para llamarme" pienso pero como aquí se respeta la jerarquía, me levanto y me encaminó hacia la oficina del máximo Jerarca.

Apresuro el paso con  mentón en alto y espalda recta, soldado que me ve soldado que se detiene y me saluda, al llegar a la puerta toco esperando la autorización para entrar, al escuchar el permiso entro y veo al Ministro reclinado en su asiento viéndome

—Coronel Coleman reportándose señor —hago un saludo y el me da permiso de descansar

—Como va la investigación?

—Aún hay soldados dándome información actualizada sobre La Sociedad de la Rosa, los documentos que me entregó ya han sido revisados y hemos sacado lo que hemos visto útil, uniéndolo con la nueva información —este asiente, agarra una carpeta y me la desliza, yo la tomo viendo sus contenido

—Al parecer ya han empezado a moverse en territorio Español, buscando ayudantes —leo el papel sobre una solicitud a cierto hacker que es un criminal informático muy buscado y que aún no pueden dar ni siquiera con su rostro

—Era de esperar que buscarán al mejor en robar información —digo —él maldito le ha brindado información a los mayores criminales aumentando su poder y dándonos más trabajo

—Escoge a 2 soldados de tu confianza y bien capacitados, saldremos mañana a encontrarnos con el hacker —yo me sorprendo por lo que me dice

—Usted sabe quien es?

—También le hice una solicitud y para nuestra suerte acepto el vernos así iniciar las negociaciones —vuelvo a ver el documento leyendo la solicitud hacia el hacker, la cantidad de dinero es descomunal pero el trabajo es lo bastante complicado hasta para un experto investigador

—No creo que acepte estar de nuestro lado —alego —además que también el es un objetivo nuestro

—En estos momentos no tenemos opción y al fin tenemos un puente para poder infiltrarnos en esa maldita sociedad —dice —así que ve de una vez y sigue investigando —yo hago el saludo correspondiente y pido permiso para retirarme.

Me encamino hacia el área de entrenamiento notando a los dos que llevaré conmigo

—Marakov, Handel, a mi oficina ahora! —demandó y estos se apresuran a seguirme. Los dos soldados que tienen las mejores habilidades tanto en armas como en combate cuerpo a cuerpo, "si es necesario lo obligare a trabajar con nosotros al maldito"

Le doy todos los detalles a ambos soldados que leen la solicitud hacia el hacker

—Así que al fin sabremos como es la cara del maldito que nos da dolores de cabeza —dice Marakov, este en un ruso en todo el sentido de la palabra, blanco, ojos azules, el cabello lo tiene en corte muy bajo, es Capitán de una de las tropas de aquí

—Será un placer convencerlo para que empiece a soltar la lengua —dice Handel, una mujer sudafricana, cabello castaño y ojos del mismo color, su piel no es tan oscura y a pesar de tener 24 años es un arma mortal en el campo de batalla, no por nada es Teniente de esta base

—Mañana partimos para España, así que estén listos temprano —ambos llevan la mano a su frente y dicen un <<como ordene Coronel>> al unísono, les doy permiso para retirarse para que sigan con sus actividades, "mañana será un día muy ajetreado pero entretenido" pienso antes de sumergirme nuevamente en las carpetas.

Partimos de la central a las 0800 horas, el Jet que nos lleva es uno que pertenece a la FEE pero que pasa como si fuera uno civil, no toma mucho el llegar hasta suelo español, más precisamente llegamos a Barcelona, se supone que aquí el maldito hacker cito para vernos.

Un auto nos transporta hacia el hotel donde cada uno se registra como simple turista, Handel y Marakov se hacen pasar por una pareja que espera casarse y el Ministro y yo somos el hermano y padre del novio.

Al ya estar cada uno en sus habitaciones, conecto mi laptop para leer el perfil del hacker así saber algo sobre con quien estaremos al frente

Experto en robo de información sin ser detectado, se a infiltrado 3 veces en nuestra base de datos para acceder a información clasificada o usar nuestro satélite.
Se estima que es hombre, alrededor de los 30 o 35 años, sus trabajos varían desde; el robo de información, borrado de expedientes, búsqueda de personas y robo de cuentas bancarias.

El maldito no deja un rastro al hacer sus movimientos, ni siquiera nuestros expertos en tecnología pudieron hallar su paradero, el maldito hace que broten demasiadas señales disparando a un sin fin de opciones.

Tenemos que encontrarnos con el a las 7pm en un bar a unas calles de aquí, nosotros entraremos después del Ministro como otros clientes haciendo vigilancia alrededor por cualquier eventualidad o por si al maldito se le pega la gana de no hacer el trato, "deseo que te niegues así tengo pase libre de golpearte"

Las horas pasan, el Ministro nos llama a su habitación para repasar el plan y el cual serán nuestras posiciones y papeles. Marakov llegará como su guardaespaldas mientras Handel y yo resguardamos desde lejos como simples clientes jóvenes buscando diversión. Llevaremos micrófonos ocultos así poder intervenir rápido.

Hasta que sea la hora del encuentro tenemos pase libre de relajarnos, lo que aprovecho para dormir un poco ya que no he podido hacerlo los últimos días.

Desperté ya habiendo pasado el medio día, pedí algo de comer y llamé a la central para cerciorarme de que todo este en orden y preguntar si hay alguna nueva información sobre La sociedad de la Rosa, desgraciadamente no hay nada útil así que cuelgo.

Llega la hora de empezar y primero baja el Ministro y después nosotros, al llegar al bar que parece más un club nocturno nos adentramos sin más, la música está fuerte, la gente baila muy pegada

Parece un garaje abandonado lleno de grafitis de neón, luces de colores, hay dos plantas, arriba hay mesas donde puedes ir y solo observar a todos aquí abajo bailar y estar como sardinas.

—La reunión es arriba, atentos y pasen desapercibidos —ordena el Ministro, veo como este sube por una escalera que hay en el lado izquierdo del lugar, a mi derecha al fondo noto la barra

—Vamos por un trago —ofrece Handel y me encamino con ella hacia la barra

—Díganme que les ofrezco —nos dice una chica de cabellos negros y ojos color ambarinos, tiene una silueta muy llamativa ya que no es necesariamente delgada, se puede notar que se ejercita, "para empezar la noche la vista es buena" pienso, le pido dos vodka y ella lo sirve de una forma muy ágil, nos los entrega con una sonrisa y se aleja para servir a los demás

—Se le cae la baba Coronel —dice Handel en tono divertido —si todo sale bien puede divertirse después

—Deja de decir estupideces y mantente alerta —la regaño a lo que ella solo se encoge de hombros, "a veces es demasiado confiada", escucho como la conversación fluye y noto que el expediente no estaba equivocado, el hacker es un hombre, pero se escucha como alguien mucho más mayor

—Bien, pero quiero hacer una pregunta sin poner nada en alerta —dice el Ministro —no se supone que para empezar una negociación se tiene que hacer con el dueño del circo? —que hable de esa forma me desconcierta, "acaso esto es una trampa?", con Handel nos ponemos en alerta y escucho que el hacker se ríe

—Piensa que no soy el real? —pregunta este

—No lo pienso, lo sé —camino hasta poder tener una vista de la situación y veo que el Ministro se pone de pie sacando su arma, primero le apunta al hombre para después dar un disparo al techo, la gente se agita comenzando a salir del lugar despavoridos, tengo que empujar para que no me arrastren hasta que en unos minutos el lugar queda vacío a excepción de nosotros, el hacker y la chica de la barra

—Vas a tener que pagar por eso —escucho que dice la pelinegra, Handel y yo vemos como ella sale de la barra de un salto para ir hacia casi nuestra altura y ver hacia arriba —que ganas las tuyas de hacer todo un alboroto, viejo rastrero —sin pensarlo saco mi arma y le apunto a sus cienes

—Controla la lengua sino quieres una bala en la cabeza —siseo con braveza, ella me ve de reojo y noto como su mirada cambia a una felina y peligrosa, ella se pone de frente y apoya su frente al cañón, "pero que mierda"

—Dale dispara —me reta —que para eso es un arma —yo hago más presión para intimidarla pero no pasa, ella no se inmuta más bien sonríe como si esto fuera un juego

—Baje el arma Coronel —ordena el Ministro —no mate a nuestra pieza clave antes de por lo menos tener una conversación —yo abro los ojos de sorpresa con lo que me dice, "me está diciendo que está mujer..."

—Sorpresa muñequito —dice con diversión, a regañadientes bajo el arma y ella vuelve a ver al Ministro —deberías enseñarle modales a tus soldados, mira que tratar así a alguien con quien se supone quieren hacer negocios

—No estás en condiciones de pedirles amabilidad cuando haz estadó jodiendolos todo este tiempo —ella se encoge de hombros

—No es mi culpa que su sistema sea débil —"acaba de llamar débil a un sistema considerado el más difícil del mundo?", las manos me pican por las ganas de poner a esta mujer en su lugar —y dime que es eso tan difícil que llevo al tan preciado Ministro Tyler el pedir ayuda a un criminal informático? Porque para que solicitaras semejantes servicios el pez debe ser muy gordo y pesado

—Y lo es, pero antes de decirte cualquier cosa, quiero saber si aceptaste el trabajo de Landel Kingston —la chica no responde pero tiene una expresión divertida en su rostro

—Responde —demando, ella me mira y su expresión cambia rápidamente —estas ante una autoridad maldita escoria —como si lo que haya dicho fuera un chiste ella se ríe

—Ahora te consideran autoridad, eh, Tyler —dice —vaya que las cosas cambian en 10 años, Ferdel te molestaría si escucharan como te llaman ahora

—Pero el ya no esta aquí —dice el Ministro aún arriba

—Tienes razón el ya no está —la chica se dirige hacia las escaleras comenzando a subirlas escalón por escalón —y así como el ya no está, yo no tengo porque responderte, porque tu eres solo un cliente más que si me da la gana acepto y sino rechazo

—Realmente rechazaras Alondra? —le pregunta el Ministro —tu que te encanta estar en la acción

—Si pero también quiero ver como tu amada organización se ve amenazada por un enemigo que resurge de entre los muertos —"ella sabe nuestra situación real", el problema real no es la sociedad, sino más bien lo que busca —sería divertido ver como te sacas los sesos para evitar una guerra

—Disfrutarías de ese caos? Ver gente inocente muriendo en manos de asesinos —ella no se inmuta y hace una expresión de indiferencia

—La gente muere todo el tiempo Tyler, tu organización mata muchas personas así que no hay diferencia con esa sociedad

—No hay punto de comparación —dice el Ministro con tono amargo —nosotros no matamos por placer

—No, ustedes lo hacen para mantenerse en el poder —responde ella seria —pero al final de cuentas sigue siendo matar, no?

—La Alondra del pasado habría ayudado sin esperar nada

—Pero a esta la tienes que convencer o darle algo para que acepte ayudarte —dice ella, ambos se retan con la mirada hasta que el Ministro respira hondo antes d hablar

—Te daré 100.000.000 de dólares y borraré tu registro criminal del sistema —ella lo mira por un rato antes de soltar una pequeña risa

—Dios si que debes estar desesperado —ella calma su risa respirando despacio, su actitud me enerva, todo el tiempo se hace la burla de nosotros, Marakov saca su arma y suelta un disparo que ella esquiva rápido, sin esperar sale una bala de la pared dándole en la pierna, para después los hombres que están ahí lo agarren del cuello ahorcándolo, así inicia una pelea entre Marakov y esos hombres, Handel quiere disparar —yo que tu no haría eso —dice la tal Alondra, veo que ella se toca el pecho, bajo la mirada y veo que estamos siendo apuntados, no es solo uno, son como 6, todos en puntos vitales —sigo diciendo que deberías enseñarles modales

—Marakov detente! —ordena el Ministro y este retrocede alejándose del conflicto cojeando y con unos cuantos golpes —Handel llévatelo al hotel y cúralo

—Pero...

—Es una orden soldado! —Handel acata haciendo la señal y empieza a subir para sacar a Marakov, la hacker no se mueve ni los ve cuando pasan por su lado —tu también ve Coleman

—Yo me quedo señor, usted no puede quedarse sin escolta

—Recuerda frente a quien estas —sisea viéndome furioso, tragándome la rabia acato su orden y salgo del bar, humillado y con la sangre que me hierve peor que caldera, "si antes ya tenía un odio hacia el maldito hacker ahora más, esta me las cobro Alondra"