23. Cita en el Zoológico
Minho no iba a mentirse, encontrase con Jisung había sido necesario, así era como lo sentía, que nada era mejor que tener su cercanía y estar con el chico. Pudo haber sido más cuidadoso, Minho no quería que Jisung pensara que aquello era puro placer carnal, porque Minho muy tarde entendió que acostarse con Jisung hace dos años y luego abandonarlo había sido una bajeza. Tal vez Minho no merecía el perdón de Jisung, o tal vez debía demostrarle que las cosas podían ser diferentes, que ambos podían seguir adelante. Minho quería hacer cosas bonitas por Jisung.
Para el pesar de Minho tenía que conformarse con ver a Jisung de lejos mientras estaban en auditorías y por las tardes cuando salían se reunían en cualquiera de las habitaciones para conversar, ver películas, besarse o simplemente quedarse acostados uno al lado del otro disfrutando de la presencia ajena. A Minho le encantaba quedarse hasta altas horas de la noche hablando con Jisung, a veces escuchaban música y cantaban. Aquellos momentos eran el tesoro valioso de Minho, los momentos que guardaría en su cofre para sacarlos sólo cuando extrañara a Jisung demasiado.
Minho y Jisung tendrían que volver a separarse. Pero Minho no estaba dispuesto a darse por vencido.
---¿Quieres ir al Zoológico?
Le había preguntado Minho a Jisung la noche anterior, ambos sabían que solo restaba un día para que todo terminara, y solo era decisión de ellos si se quedaban otro poco o no. Esa noche Minho y Jisung estaban viendo una película en la habitación del chico de cabello castaño, Jisung estaba sentado en el suelo alfombrado con su espalda apoyada en la base de la cama, Minho por su parte estaba acostado en la cama con su cuerpo boca abajo, su rostro en dirección a la cabeza de Jisung que lo miraba desde arriba como si se hubiera vuelto loco.
---No me apetece ver animales cuando te estoy viendo justo ahora.
Minho le dió un pequeño golpe con sus dedos en la frente a Jisung, pero ninguno de los dos dejó de reírse.
---¿Eso es un no?---puchereó Minho.
---Hacer pucheros es trampa---se defendió Jisung sonriendole, aún mirandolo desde abajo, Minho quería llenarlo de besos.
---Vamos Jisung~---lloriqueó Minho desde la cama, estremeciendo con sus manos los hombros de Jisung---Acompañame~.
Jisung suspiró. Minho no podía enumerar todas las cosas que le gustaban de ese chico porque se quedaría corto, quería decirle todas las cosas que no le había dicho dos años atrás.
---¡Está bien!---exclamó y finalmente Minho lo soltó y le llenó la de besos el rostro.
El Zoológico del Central Park no estaba tan transitado como ellos lo esperaban, las auditorías habían terminando y eso les permitió a ambos salir al medio día, Minho llevó a Jisung a comer comida Japonesa a pesar de las quejas del contrario, luego finalmente con el estómago lleno de comida y también de mariposas, Minho lo llevó al Zoológico.
---Quiero ver a Alex el León---pidió Jisung de repente, mientras observaban a los canguros.
---¿El de la película?---Minho avanzó con la necesitada sensación de querer tomarle la mano a Jisung, porque había notado que un grupo de chicas lo miraban como carne a la parrilla.
---Obviamente.
---Está en África--- le informó Minho con indiferencia, rodeando la jaula de las avestruz.
---De hecho ellos dejaron África--- le soltó el dato Jisung acomodando sus anteojos, se quedaron un rato observando el ave de patas largas y cuerpo gordo delante de ellos---¿Quieres darles de comer?
Minho negó con la cabeza, no quería admitir que ese animal le daba miedo.
---¿Dejaron África?
---No viste la otra película, ¿verdad?
Minho volvió a negar con la cabeza, siguieron el recorrido pasando por las varias jaulas antes de llegar con los hipopótamos.
---Podemos ver las películas más tarde--- sugirió Jisung, se había apoyado del barandal para inclinarse y ver mejor. Minho sonrió porque Jisung parecía un niño.
Minho y Jisung tomaron un descanso de los animales para pasearse por las áreas verdes y se sentaron en el pasto, cerca de un árbol para agarrar la sombra, Minho se golpeó mentalmente por no haber llevado una manta. Aunque a Jisung eso no le importó, porque rápidamente se acostó usado el muslo de Minho como almohada.
---Hay una ardilla en esa rama--- Minho alzó la mirada en dirección a al dedo de Jisung. La ardilla estaba comiendo, sus mejillas estaban llenas y Minho sonrió.
---Se parece a ti.
Minho recibió la mirada fulminante de Jisung y para alivianar su enojo le pico la mejilla con sus dedos en forma de gancho. Eso fue una mala idea, porque Jisung alcanzó a morderle su dedo meñique. Minho gritó y Jisung se partió de la risa.
---Eso es canibalismo---protestó Minho aleteando su mano adolorida.
---Eso es porque eres demasiado molesto---le advirtió Jisung---Me defenderé con uñas y dientes si es necesario.
---Oh, mi cuerpo sabe sobre eso.
Minho observó como Jisung soltaba una carcajada y le picaba repetidas veces las costillas. ¿Podía sentirse más feliz? ¿Por qué Jisung lo hacía tan feliz? Si Minho pudiera devolver en tiempo definitivamente lo habría eligiendo una y mil veces, pero Minho ya no podía hacer eso, lo único que le quedaba era elegirlo en ese momento.
---¿Jisung, quieres ir a Busán?
Minho observó la confusión en el rostro de su acompañante, tal vez Jisung se preguntaba qué era Busán y por qué Minho quería que fuera hasta allá, pero aquella pregunta había salido de sus labios tan impulsivamente que ya no podía retractarse. Minho ahora tenía una nueva familia, y la madre de Jeonginnie lo trata incluso mejor que la suya propia, era una mujer agradable, madura y de mente abierta, y Minho quería que ella conociera a Jisung.
---¿Por qué iría a Busán?--- Jisung jugó y enrolló en su dedo el hilo que salía de la camisa de algodón de Minho, mientras esperaba su respuesta.
---Quiero que conozcas a mi hermano --- le respondió Minho de forma obvia.
---Me gustaría primero conocerte bien a ti.
Minho no pudo evitar reírse por eso, porque sí, Jisung y él no se conocían lo suficiente, aún tenían un largo camino por recorrer, pero aunque sonara descabellado incluso en su cabeza, Minho sentían que se conocían de alguna u otra manera.
---Pero si ya tuvimos sexo--- resaltó con incredulidad.
Jisung se encogió de hombros, mirandolo con picardia.
---Puedo tener sexo con un desconocido.
Minho arrugó la nariz asqueado, sabía que Jisung no hablaba en serio, pero que mencionara eso, le causó inseguridad, miedo y desconfianza, aunque sabía que Jisung no podía ser ese tipo de persona, solo habia que mirarlo, haber conocido parte de su compulsividad e inseguridades trajo a Minho de regreso a la realidad.
---Que asco---Minho le pinchó la mejilla con el dedo---Pero no somos unos desconocidos, literalmente metí mi lengua en tu culo apretado.
Jisung echó un jadeó de sorpresa, se tapó la boca y miró a todos lados, alarmado, Minho se carcajeó porque sabía que estaba observando si alguien había escuchado sus palabras obscenas, luego de eso Jisung le dió unos manotazos en el costado de su torso, reprendiendolo de alguna manera, pero verlo tan avergonzado y sonrojado hacían que cuerpo de Minho sintiera una taquicardia.
---Acabas de decir: "que asco" y seguido de eso una frase asquerosa---Jisung estaba negando con la cabeza---¿Realmente eres de este mundo Lee Minho?
---Oh, entonces eso que dije te parece asqueroso, ¿Pero si lo hago no?
Jisung volvió a rodar los ojos, era un gesto inconsciente del chico que Minho amaba, porque sabía que si Jisung rodaba sus ojos era porque ya estaba empezando a obstinarse.
---No es lo quise decir.
---¿Iremos a Busán?
Jisung suspiró, apartó la mirada y pasó la atención de sus hermosos ojos almendrados a la copa del árbol que les proporcionaba la sombra.
---¿A dónde irá esto?--- le dijo Jisung de pronto, seguía evitando mirarlo, a pesar de que Minho no había dejado de hacerlo.
---¿Puedes ser más específico?
---Nosotros.
Minho había esperado todo el día esa conversación, porque había ideado un plan para ambos, faltaban unos tres meses para las vacaciones de verano, y podían verse otra vez para esas fechas próximas, eso en caso de que ninguno de los dos pudiera viajar al país del otro, porque no estábamos hablando de algo fácil, eran dos continentes diferentes, quizás ni siquiera tendrían tiempo de verse tan seguido, pero Minho haría lo posible, haría las cosas bien esa vez.
---Quiero estar contigo.
Jisung se atrevió a mirarlo a los ojos, la duda y la inseguridad se veía en el brillo de los suyos, Minho le acarició la mejilla tal vez buscando que Jisung se tranquilizara, Minho también había tenido sus dudas, porque llevar una relación a larga distancia era bastante difícil, pero él estaba dispuesto a intentarlo.
---Hagamos que esto funcione---agregó Minho luego de no recibir una respuesta---¿Quieres intentarlo?
---Quiero intentarlo--- Jisung sonrió, agarrando la mano que Minho tenía en su mejilla para besarle los dedos.
---Eres muy bonito ¿Lo sabías?---continuó Minho enternecido por el gesto de Jisung.
---Supongo que sí, siempre me lo dices.
Jisung se incorporó, buscando espacio para meterse entre ambas piernas de Minho, quién le abrió los brazos para apapacharlo, la espalda de Jisung quedó apoyada de su pecho, y Minho apoyó la barbilla del hombro de su compañero, juntaron sus manos, jugando con sus dedos, cualquier que los viera podía morir de una sobre dosis de ternura.
---Lo hago porque no quiero que lo olvides jamás ¿Bien?
Jisung asintió y Minho como respuesta le dió un beso sobre la nuca, el contacto provocó que Jisung se encongiera riéndose apenado.
---Amo que seas tan receptivo a mis caricias---le susurró en el oído mordiendo juguetonamente el cartílago--- ¿Y si pasamos de ver películas más tarde?---Minho le dió un beso húmedo detrás de la oreja---Tengo algo mejor en mente.
Jisung se apartó de golpe, gateando por el césped lejos de Minho, se sentó encorvado y llevó sus rodillas hasta el pecho, miró a ambos lados y luego asesinó a Minho con la mirada, y se quedó allí sin moverse y estado de paranoia.
---¿Qué te pasa?---Minho quiso acercarse pero Jisung negó con la cabeza y las manos, entonces Minho se partió de la risa, lo hizo tan fuerte que le dolió el abdomen, se cayó al césped aguantado su abdomen y buscando aire.
---Dios, en serio te odio---se quejó Jisung, que lo miraba con las cejas juntas, sin reírse y sin verle el chiste a la situación.
---¿Una erección? ¿En serio?---pronunció con dificultad, Minho seguía revolcándose en el suelo---¿Cuántos años tienes?
Jisung demasiado enojado y avergonzado con Minho, se quitó su propio zapato y se lo lanzó, aterrizó en la estómago de Minho que lo agarró y aún acostado lo olío y luego con una mueca de asco, lo aventó de regreso a su dueño.
---Ah, mira. La ardilla se está acercando por allá---Minho se sentó de en golpe y señaló detrás de Jisung, el chico de cabello negro se giró para mirar lo que Minho le decía, al tiempo que Minho goteaba para acortar distancias.
---Yo no veo ninguna ardilla---le reclamó Jisung sin dejar de buscar a sus espaldas---¿Dónde está?
---Justo aquí hay una.
Cuando Jisung se volvió a girar sus narices se tocaron, el chico de cabello negro se exaltó por la cercanía y Minho sonrió abiertamente y luego le dejó un beso corto en los labios.
~°🪷•~
El resto del día les rindió para terminar de recorrer el Zoológico que era enorme, caminaron de la mano y se tomaron varias fotos juntos, tenían una dónde posaban en compañía de unas jirafas, también habían tomado fotos de los pingüinos, las zebras y orangutanes, y Minho había capturado también a una ardilla comiendo sin dejar de decirle a Jisung que eran idénticos y comparar la foto con el rostro del contrario, más adelante en una tienda de recuerdos, Jisung arrastró a Minho del brazo y le probó todo tipo de diademas con orejas, pero a Jisung le encantó como se veía Minho con una de jirafa, y a Minho le encantó como Jisung se veía con una gorra blanca que tenía un pequeño peluche de ardilla encima, así que optaron por comprarlo y pasaron el resto del paseo así.
Por la noche como era de esperarse no vieron películas, porque ambos necesitaban llenarse del amor del otro, para sobrevivir tres meses lejos, semanas, días y horas, que ninguno de los dos sabían si podían soportar, porque ya se estaban extrañando y necesitando, una vez más la realidad volvía a chocar contra ellos después de cinco días ensimismados en una burbuja de amor, que explotó en sus caras cuando al día siguiente Minho observaba como Jisung había hecho el equipaje:
---Puedo meterte adentro si quieres---le sugirió Jisung a Minho cuando el chico de cabello castaño le rodeó la cintura con sus brazos, abrazándolo por la espalda.
---Si quiero.
---Nah, me cobrarán por exceso de peso---se retractó Jisung, recibiendo una nalgada por parte de Minho.
---Ya empezamos mal.
---También puedo decir que eres mi mascota---Jisung se giró, rodeó el cuello de Minho con sus brazos sonriendole---¿Irás a verme?---preguntó de pronto cambiando de tema.
---No lo sé, pero espero poder hacerlo---Minho se entristeció por la decepción de Jisung---Tú también puedes ir a verme.
---No si estás ocupado, Min.
Minho tenía un rato largo sin escuchar ese apodo salir de los labios de Jisung y que lo pronunciara justo en ese momento fue un golpe en su yugular.
---Una vez que llegue a Seúl te manderé por correo mi horario de clases--- Minho apretó más el cuerpo de Jisung contra el suyo---Normalmente solo estudio en mi tiempo libre o voy al gimnasio pero tu puedes entretenerme mandándome fotos sexys.
---Así que de eso se trata---Jisung se rió contra los labios de Minho---Eres un pervertido, Lee Minho.
---Oh, que bueno que lo mencionas---Minho agarró de las caderas a Jisung y lo aplastó contra la cama, Jisung pareció leerle los pensamientos porque agarró el borde del hoodie que Minho tenía puesto y se lo sacó por la cabeza, el abdomen marcado del chico de cabello castaño quedó al descubierto, proporcionando deleite para los ojos de Jisung---Porque justo ahora quiero hacerte unas cuantas perversiones.
Tardaron un poco más de lo normal en llegar al aeropuerto, Minho también había tenido que hacer sus equipaje y había perdido algo de tiempo en la habitación de Jisung, así que solo alcanzó a tirar todo de manera desordenada y cerró la maleta haciendo una fuerza monumental, Jisung lo esperó en el corredor y mientras bajaban en el ascensor Minho aprovechó para comerle los labios, sin perder ni un poco del preciado tiempo que les quedaba juntos.
En el aeropuerto, el primero en salir era Jisung, así que Minho se tragó sus emociones para verse fuerte delante del chico, para que no se sintiera más triste de lo que ya se veía, para que no lo embargaran emociones negativas e inseguras, Minho se encargó en todo momento de hacerlo reír y hablar mucho con Jisung, para que el chico olvidara por un momento que aquello era una despedida prolongada, Minho quiso que en todo momento Jisung se sintiera seguro y querido, así que se esforzó, por hacer que esos veinte minutos de espera, se convirtieran en unos veinte años, cuando finalmente anunciaron la salida del número de vuelo de Jisung, el corazón de Minho dejó de funcionar, sólo volvió a latir cuando Jisung lo rodeó con sus brazos, escondiendo su cara en el pecho de Minho, el nudo que se formó en su garganta fue inesperado y demasiado grande para tragarselo.
Minho le devolvió el abrazo a Jisung y dejó un beso en su cabeza, cerrando sus ojos para calmar su pulso acelerado, y los fuertes sollozos que quiso soltar de pronto, Minho casi nunca lloraba, así que sentirse así le pareció de los más extraño.
Jisung se alejó, sus ojos se habían aguado un poco y su pequeña nariz se había puesto un poco roja por las inmensas ganas que tenía de llorar, pero no lo hizo, no lo haría delante de Minho, ya había derramado suficientes lágrimas en nombre de Minho, y no deseaba que eso volviera a suceder, ni siquiera eran novios, eran solo dos personas que intentarían construir un lazo indestructible a larga distancia, si las cosas no fluian, ambos sabían que todo estaba perdido, pero al menos Jisung quería intentarlo porque después de todo aún le encantaba ese estúpido de Lee Minho.
Jisung se acercó para darle un último beso corto en los labios y Minho se aferró a las mangas de su hoodie sin querer dejarlo ir, pero luego Jisung sonrió y en un acto de calidez le acarició la mejilla a Minho.
---Adiós y cuidate mucho, Min.
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