22. Reencuentro en New York
El día a Jisung se le hizo más largo de lo que esperaba, siendo el primer encuentro de auditorías, los estudiantes estaban eufóricos y habladores. No iba a mentir con respecto al nudo que se tensaba en su estómago cada vez que pensaba en la idea de encontrarse con Minho otra vez, porque ¡sorpresa! Jisung había olvidado preguntarle a qué hora se podían ver. Quiso culpar a su encandilamiento por el hermoso castaño, el hecho de haber estado tan despistado el día anterior por la noche, cuando Minho y él se despidieron en el largo pasillo del hotel y Jisung apenas pudo dormir por la emoción. ¿Qué era esa sensación? ¿Era acaso deseo o algo más?
Sin reparar mucho en el desespero que sentía, buscó con la mirada al dueño de sus pensamientos entre el disturbio de estudiantes que se levantaban de sus asientos u ordenaban carpetas, hojas y libretas para regresar a las habitaciones. Jisung no encontró a Minho por ningún lado, porque Minho lo encontró a él.
---¿Buscas a alguien?---ronronearon muy cerca de su oreja.
Jisung dejó caer el lápiz de tinta al tiempo que saltaba de su silla por el temblor que esa voz le generaba a su cuerpo. ¿Minho acaso no era tema pasado? ¿Por qué estaba tan alterado?
Su mano temblorosa recibió el lápiz que Minho había recogido del suelo por él, sus miradas se encontraron, Minho tenía esa típica sonrisa ladina y gatuna que Jisung conocía a la perfección.
---Me asustaste---se apresuró en formular una oración---Te estaba buscando.
Jisung ordenó sus papeles y bajó la tapa de su laptop mientras esperaba la respuesta de Minho quién lo escaneaba sin ningún tipo de disimulo.
---También te busqué en el receso del almuerzo---Minho apoyó su cuerpo del borde de la mesa y se cruzó de brazos. Jisung quién lo miraba de reojo tuvo que mordeser el interior de la mejilla para no sonreír como un estúpido---Pero no te encontré.
Jisung guardó calmadamente sus cosas dentro de la mochila, mientras Minho jugaba con el anillo en su dedo anular y lo miraba de soslayo esperando una respuesta.
---Me fui con un grupo grande a almorzar---le contó Jisung a Minho como si no se hubiera visto apenas la noche anterior después de mucho tiempo---La mitad de ellos hablaban español así que fue extraño, y más porque una chica no dejaba de hacerme preguntas incómodas sobre Coreanos a pesar de que le aclaré mi nacionalidad.
---Oh, las latinas son tan calientes---divagó Minho y Jisung rodó los ojos---¿Pero entonces era mentira lo de la cita?---le preguntó retomando el tema anterior.
---¿Cuál cita?
Jisung finalmente se levantó de su asiento mientras recibía la expresión ofendida y exagerada de Minho. Sonrió con gracia por el dramatismo y antes de colgarse el bolso en la espalda, Minho se lo arrebató de las manos y se lo colgó en su hombro libre, tomando la iniciativa de caminar para salir del auditorio del hotel.
---Nunca me habian rechazado así de feo en la vida---Minho se limpió lágrimas falsas.
---No eres tan atractivo como piensas---le siguió el juego Jisung, mientras se escabullian entre los estudiantes para salir por las puertas.
---Tu mirada no me dice lo mismo, dulzura---fanfarroneó Minho haciendo que Jisung enrojeciera tres tonos.
---No vuelvas a decirme así---Jisung le dió un golpe leve en el brazo, y se acomodó los anteojos para disimular su nerviosismo---Podemos salir en un rato, ya casi es de noche.
---No después de que me rechazaste--- negó Minho con la cabeza, ambos atravesaron el vestíbulo del hotel para llegar a las puertas del ascensor.
---Lo siento, no eres mi tipo---Jisung se encogió de hombros con indiferencia en la expresión.
---¿Hace dos años si lo era?---se burló Minho con picardia.
Jisung se quitó los anteojos y se estrujó los ojos con su mano libre, la sonrisa tonta no quiso abandonar sus comisuras.
---Hace dos años no pensaba con claridad---se defendió, mientras entraban en el ascensor.
El cubículo estaba abarrotado, Minho y Jisung no eran los únicos queriendo regresar a sus habitaciones, por errores de cálculo Jisung se quedó aplastado encima de Minho, su espalda y el pecho ancho de Minho se tocaban.
---Jisung, tuve un deja vú--- el aliento cálido de Minho le hizo cosquillas en la parte trasera de la oreja.
Jisung asintió, podía ver la estúpida sonrisa de Minho aunque no tenía ojos en la nuca, y podía sentir el calor que el cuerpo a su espalda emanaba, junto con el olor de su perfume.
---También yo.
Jisung sintió un ligero hormigueo en su cuerpo, deseando llegar al piso de sus habitantes cuanto antes, porque tener la respiración pesada y tibia de Minho en su nuca era intoxicante de una manera que no podía describir muy bien.
Finalmente se abrieron las puertas del ascensor y ambos chicos avanzando para salir del cubículo, Jisung caminando un poco más rápido de lo normal y Minho pisando sus talones. Ninguno de los dos se dió cuenta que estaban yendo hacía la habitación de Jisung.
---Entonces...---empezó Minho con voz jocosa---¿A qué hora es la cita?
---¡Que no es una cita!---Jisung tuvo que soltar aire---¿Estás libre en una hora?
---Estoy libre para ti en cualquier momento---bromeó su acompañante.
---Si te escuchara tu novia...---masculló Jisung.
---No tengo novia---le informó Minho con suma tranquilidad---Y si la tuviera ya la habría botado por ti.
---Oh, eres asqueroso---Jisung lo empujó riéndose por el comentario.
---No, solo soy honesto---Ambos se detuvieron en frente de la puerta que correspondía a la habitación de Jisung.
Minho le regresó su mochila y le regaló una mirada que lo hizo levitar, juraría que sintió algo extraño en ese momento, con los ojos oscuro de Minho fijos en los suyos que se abrieron por el abrupto cambio en el ambiente.
---Jisung, ¿Crees que te dejaré ir?
La pregunta quedó en el aire, incluso el pasillo solitario se sintió sofocante, Jisung bajó la mirada porque no se sentía capaz de sostener la contraria, o seamos honestos, no se sentía si quiera capaz de sostenerse con sus piernas.
Pero a pesar de la expresión seria y sincera que tenía Minho, Jisung no pudo responderle.
Jisung abrió la puerta con su tarjeta, apresando su labio inferior con los dientes, siendo monitoreado por un Minho expectante en todo momento.
---¿Nos vemos en una hora?---fue lo que murmuró a su vez.
Minho tomó aire y Jisung notó como forzaba una sonrisa mientras asentia, pero sus ojos no mentía, Minho se había decepcionado.
---Sí, en una hora.
---¿Paso por ti?
---Nah, yo vendré por ti.
Jisung dió una última afirmación con la cabeza y le sonrió en forma de despedida. Cuando la puerta se cerró a su espalda dejó caer la mochila y se miró las manos temblorosas.
Le estaba pasando otra vez.
Jisung no quería seder ante los encantos de Lee Minho, pero había una diferencia entre la actualidad y el pasado que compartían, Jisung no permitiría que Minho lo vuelva a lastimar.
Pero, ¿que harían con esa tensión que había vuelto a alzarse entre ambos?
Jisung era realista, en cuatro días volverían a sus rutinas, Minho volvería a Corea, Jisung volvería a Inglaterra. ¿Sería así siempre? ¿Por cuántos encuentros efímeros tenían que pasar para finalmente coincidir?
Probablemente nunca pasaría, pero Jisung no se dejó amedrentar ante aquellos pensamientos, mantendrían una línea entre ambos, cuatro días se pasaban rápido pero el sentimiento de vacío que se quedaría en su pecho cuando Minho regresara a su país permanecería ahí por un largo tiempo, Jisung no quería eso. ¿Por qué lo había invitado a salir en primer lugar? ¿Por qué se vistió con lo mejor que llevó y se puso mucho perfume? ¿Por qué pasó siglos peinando su cabello y comprobando su aspecto? Jisung se estaba arrepintiendo, sabía que las cosas iban a terminar mal, pero ya era demasiado tarde para cancelarle a Minho, porque él ya estaba llamando a su puerta.
---Eres muy puntual---lo saludó Jisung desde la puerta abierta.
---Puntualidad es mis segundo nombre---se jactó.
---Pensé que era fanfarrón---comentó Jisung para alivianar la tensión que seguía presente entre ambos.
---Ese es mi apellido---bromeó Minho haciéndose a un lado para dejar pasar a Jisung quién cerró la puerta.
---¿No era Lee?---siguió jugando con él.
---Ese es mi seudónimo---Minho presionó el botón que llamaba el ascensor---¿Jisung?
---¿Qué?
---Estás bonito.
Jisung alzó la mirada y se arrepintió al instante. ¿Cómo podía huir de Lee Minho si él lo seguía observando de es manera? Sonrió apenado y se acomodó sus anteojos, pensando que desde que los tenía en uso lo hacían ver menos atractivo, pero a Jisung le gustaba más que usar molestos lentes de contacto.
---Eh, gracias...
---Me va a costar una eternidad sacar esa imagen de mi cabeza---murmuró Minho mientras entraban en el cubículo vacío.
---¿Qué dijiste?---Jisung presionó el botón de planta baja.
---¿Qué tienes planeado para esta noche?
Jisung no pensó en planear nada para esa noche, se mantuvo más ocupado entrando en pánico.
---¿Qué quieres comer?---divagó mientras veía al frente.
---¿A ti?
Jisung casi se ahoga con su propia saliva, pero mantuvo la compostura y se sacudió los nervios.
---No estoy en el menú.
Minho rió, y Jisung también, las risas hicieron eco en el cubículo mientras la campilla sonaba avisando que habían llegado al vestíbulo.
---¿Quieres comida Japonesa?---sugirió Minho mientras atravesaban el vestíbulo.
---Estamos en el puto Nueva York, no vamos a comer comida japonesa Lee.
---Pues entonces elige tú---se quejó ofendido.
Jisung y Minho terminaron en Bar Restaurante, cerca del hotel donde se hospedaban, ninguno de los dos sugirió la idea pero ambos se sintieron atraídos por la calidez del lugar. Tomaron asiento en la mesa más alejada que había en el local de comida.
---¿Te gusta la cerveza?---preguntó Jisung mientras revisaba el menú.
---Me va más el soju---respondió Minho sin mirarlo directamente.
---No hay soju aquí inteligencia, pidamos cervezas.
---Ya sé que no hay soju aquí, pero no quiero cerveza---se quejó Minho dejando de lado el menú.
---¿Entonces que quieres?---Jisung también dejó caer el menú en la mesa.
---A ti.
Jisung rodó los ojos pero se le escapó una sonrisa, Minho también sonrió de medio lado.
---Eres insoportable---murmuró Jisung avergonzado---¿Qué vas a pedir? Y por favor no digas que a mí.
---Pediré lo mismo que tu pidas, no tengo mucho apetito---Minho cerró el menú y entrelazó sus propias manos por encima de la mesa.
Jisung hizo los pedidos sintiéndose incómodo con la mirada gatuna de Minho sobre él en todo momento.
---¿No somos muy hombres para tomar cóctel?---se burló Minho cuando la mesera se retiró, había dejado dos copas con decoración sencilla y líquidos de colores.
---Minho, no somos muy hombres que digamos.
---Habla por ti, dulzura---dijo Minho tomando de su copa.
---Te tragaste mi pene---sonrió Jisung, tomando su propia bebida al tiempo que Minho escupia la suya.
Minho toció y se dió golpes en el pecho, sus orejas y cuello se pintaron de rojo, mientras Jisung disfrutaba de la escena. Minho se limpió las comisuras con la servilleta y volvió a dirigir su mirada a Jisung.
---Me las vas a pagar.
---Soporta.
Minho se enderezó con una dura expresión en su rostro perfilado, y finalmente dió un trago. Jisung no sabía si aguantaría la noche completa, tanto tiempo cerca de la belleza de Minho lo descolocaba.
---¿Cómo está tu abuela?---se atrevió a preguntar Jisung para cambiar de tema.
---Está bien, aunque internaron a mi abuelo---la voz de Minho bajó---Ella está lidiando con eso.
---Minho, lo siento muchísimo---Jisung lo miró con tristeza.
---Bueno, todos los esperábamos pero igual es duro---se lamentó---¿Y tu familia?
---Están bien, renovaron votos el año pasado---informó con una mínima sonrisa.
---Mi mamá botó a mi papá de la casa---se rió Minho, Jisung se sorprendió, el castaño no parecía afectado en lo absoluto---Tengo un hermano.
---¿Qué?
Minho asintió encantado, tomó nuevamente de su copa y sonrió más amplio.
---Se llama Jeongin---Minho sacó su celular del bolsillo de abrigo y buscó algo en el aparato---Vive en Busán.
Jisung miró con detenimiento la foto del chico con cabello negro azabache, que sonreía mostrando sus dientes, sus ojos casi no se distinguían porque dos medias lunas tomaron forma en ellos, Minho aparecía junto a él, con cara de pocos amigos y fastidio.
---Supongo que tu madre enloqueció---Jisung sonrió con ternura por la foto.
---Supones bien, hasta quiso prohibirme que lo conociera---Minho guardó su celular nuevamente---Echó a mi padre de la casa y yo visité a la otra familia solo unos meses después---continuó Minho con la historia, pasando si dedo por el borde la copa---Innie aún está en la secundaria, no se lo tomó muy bien, pero yo sí quería conocerlo sabes...---Minho apenas sonrió---Me costó mucho acercarme él.
---Bueno, así que ahora tienes un hermoso hermano menor---Jisung estaba impresionado---Me alegro.
---¿Cómo que hermoso?---la mirada dura de Minho lo hizo suspirar con fastidio.
---Eres increíble---soltó con sarcasmo.
---Lo sé.
---¿Cómo están Chan y Seungmin?
Minho asintió como si quisiera aprobar esas preguntas, como si esperaba esas en especial.
---Chan está casado, asistí a su boda hace como cuatro meses---Jisung sonrió afirmando con la cabeza---Seungmin se quedó en la pastelería, su madre enfermó de cáncer.
Jisung se tapó la boca con una mano, y Minho bajó la mirada jugando con los cubiertos, la comida había tardado demasiado.
---Aunque está recibiendo tratamiento---habló Minho para romper el silencio que se creó---¿Cuánto más va a tardar la comida?
---Pensé que no tenías mucho apetito.
Minho le lanzó una mirada fulminante que hizo reír a Jisung. La comida llegó unos minutos después y para la sorpresa de ambos comieron sin muchas palabras de por medio, cuando terminaron Jisung pidió otros tragos, para terminar de pasar el rato. En ese momento iban por la cuarta ronda.
---¿Y qué fué de tu mejor amigo?
Minho dejó la copa en la mesa y miró a Jisung, quizás eran cosas de él pero sintió que el castaño estuvo esperando por esa pregunta toda la noche, y quizás Jisung estuvo toda la noche esperando para formularla.
---Yongbok está bien, vive en Australia con su pareja---Minho no parecía incómodo ni triste---A veces hablamos pero ya no es lo mismo---sonrió con descaro---¿Y tú tienes a alguien?
---¿Llevas toda la noche filtreandome y apenas me lo preguntas?
La sonrisa de Minho desapareció, y fue remplazada por una línea delgada y un rostro inexpresivo.
---¿Jisung, tienes novio?
Jisung evitó reírse del dramatismo de Minho, estaba empezado a sentirse mareado porque no estaba acostumbrado a beber alcohol y los cócteles eran su debilidad, tomarlos como jugo era una mala costumbre.
---No tengo a nadie---puchereó, y vió como Minho rápidamente se relajaba---Estoy solo, solin, solito. ¿Y tú, Minho?
---También estoy solo, solin, solito---le sonrió con complicidad---¿Hacemos algo al respecto?
---No me parece buena idea---Jisung tomó otro trago sin apartar la mirada de Minho.
---Yo creo que sí---la estúpida sonrisa ladina nunca abandonó sus labios.
Jisung quería saber más cosas, y se negaba a caer en los encantos del castaño atractivo frente a él, no podía. Pero Jisung no negaba las sesiones que su cuerpo experimentaba en ese momento, estaba feliz de haberse encontrado con él, y fue impulsivo invitarlo a tomar café, algo que al final nunca pasó.
---¿Minho, cómo fue que supiste de tu atracción por los hombres?
Jisung supo que eso lo había tomado con la guardia baja, porque Minho lo miró asombrado pero no parecía estar incómodo con la pregunta, solo algo consternado.
---Bueno, siempre me enrollé con chicas, nunca le di mucha importancia que algunos chicos me parecieran atractivos, no lo sé---se encogió de hombros---Pero luego Yongbok se transfirió y yo...---Minho desvío la mirada recordando---Poco a poco fui sintiéndome extraño con él, no era tonto, yo sabía que ese sentimiento era de carácter romántico y nunca lo asumí---Minho volvió a mirarlo---Luego tuvimos ese accidente y me prometí no volver a cometer el mismo error con otra persona.
Jisung lo escuchaba en silencio, le sostuvo la mira en todo momento, las vibras entre ellos eran pesadas y melancólicas.
---Acepté mis sentimientos por ti y me atreví a decírselo a mis padres---prosiguió con pesar---Creo que te lo debo.
---Minho, no me debes nada---se apresuró a decir Jisung, su mano tomó la del castaño por encima de la mesa y sonrió para darle confort.
---Jinsug, hablo en serio, creo que tuve el valor gracias a lo que me hacías sentir.
---¿Qué te hacía sentir?---se atrevió a preguntar con vacilación.
---Felicidad.
Y con esa palabra Jisung apartó su mano de la Minho y se enderezó en su asiento con incomodidad.
---Te debo una disculpa también---retomó Minho, pegando otro trago a su copa que quedó vacía, Jisung pidió otra ronda porque la bebida de él ya se había terminado---Porque me fui cobardemente y no pensé en ti.
---Minho, eso pasó hace tiempo ni siquiera me acordaba---mintió Jisung para sacarle importancia.
---Quiero que aceptes mis disculpas---insistió Minho. La mesera se acercó con dos copas más y Jisung tomó la suya casi por completo.
---Estás perdonado desde hace mucho---admitió Jisung bajo el efecto sabroso del alcohol, su mareo se intensificó y se sintió más animado.
---¿Eso significa que tengo un oportunidad?---Minho también parecía trastocado por el alcohol, pero no tanto como Jisung.
---Por supuesto que no.
---Lo intenté---se encogió de hombros.
Jisung pagó la cuenta luego de pelearse con Minho y atraer algunas miradas curiosas de otros comensales, el castaño insistió en pagar la cuenta pero Jisung ganó esa vez.
Fuera del local estaba fresco, Jisung se metió la manos en los bolsillos de su jersey, y Minho se limitó a mirarlo atontado.
---¿No eres muy hombre para embriagarte con cócteles?---se burló Jisung caminando por la transitada calle, Minho lo siguió.
---No estoy ebrio---se defendió Minho con risas---¿Tú?
Jisung se encogió de hombros, para no admitirlo en voz alta, Minho sonrió encantado. Entraron en una pequeña área verde que parecía ser un parque para niños, había zonas de juegos, toboganes y columpios, y una enorme fuente de agua se asomó en el paseo que estaban dando.
---¿Jisung?
---¿Qué?
---¿Me puedes tomar una foto en esa fuente?---señaló Minho con un dedo.
Jisung afirmó con la cabeza y Minho le acercó su celular desbloqueado, el fondo de pantalla era una foto de Minho con su hermano menor Jeongin. Jisung sonrió enternecido.
Ambos se acercaron más a la fuente de agua y Minho se sentó en la orilla de las cerámicas.
---Posa.
---¿Cómo lo hago?
---No sé, ya eres guapo por naturaleza.
---Es la primera vez que me dices algo bonito.
---Estoy ebrio.
---Por supuesto.
Minho hizo pose estúpidas mientras Jisung le tomaba fotos a lo loco, se fueron moviendo de lugar, hasta que llegaron a un par de columpios que por la horas en la que visitaron el parque estaban completamente solos.
---Jisung, ven aquí.
Minho corrió para colocarse detrás de unos de los columpios, le indicó con la mano a Jisung que se sentara.
---No soy un niño.
---Yo creo que sí---lo cortó Minho soriendo como un infante.
Jisung rodó los ojos y se sentó en la base del columpio mientras era empujado suavemente por Minho.
---Jisung, creo que tuve un Deja Vú.
---También yo.
---¿Lo pasaste bien?---preguntó Minho de repente con voz queda.
---¿Qué?
---Tu cumpleaños en la Hacienda.
---Fue mejor de lo que pensé---soltó con sinceridad alcoholizada.
El silencioso se volvió a alzar entre ellos, Jisung sintiéndose más mareado de lo normal mientras Minho lo empujaba de la espalda.
---¿Minho?
---¿Ah?
---Debes parar.
Minho se detuvo y Jisung plantó los pies en el la tierra para evitar caerse, todo le daba vueltas incluso el estómago, respiró ondo y apretó sus rodillas con sus manos.
---¿Vas a vomitar?---se alarmó Minho desde su espalda.
---No, nunca vomito.
---Eso es aún peor.
Minho extendió su mano hasta Jisung para ayudarlo a caminar en dirección a la primara banca que encontraron.
---¿Quieres algo?
---No, estoy bien---lo calmó Jisung de manera rápida---Fue por el columpio.
---Sí, fue una mala idea.
De pronto Jisung se recargó del hombro de Minho, suspirando porque el mareo se iba disipando, pero su estado embriagado no lo dejaba procesar lo cercano que se sentía ese simple gesto para ambos.
---¿Estás mejor?
Minho usó con el una voz dulce, casi empalagosa, que invitó a Jisung a pegarse más a ese cuerpo que lo atraía como la luz a las polillas del faro junto a ellos. Sintió la mano de acompañante rodear su cintura y la otra tocar su mejilla con delicadeza.
---Oh, no hagas eso---murmuró, un ligero temblor lo atacó por el contacto.
---¿No te gusta?---Minho bajó la mano en un golpe seco.
---Al contrario.
Jisung se sentó correctamente, Minho no había soltado el agarre en su cintura, sus cuerpos estaban demasiado cerca y sus pensamientos atrofiados por la injerta de alcohol. Pero aún así, en ese estado, Jisung podía ver como los ojos de Minho brillaban más que los faroles del parque, emocionados y ansiosos. Minho barrió todo su rostro con la mirada ensombrecida, Jisung alzó una de sus manos para acariciarle la mejilla.
---Minho...
---¿Si?
---Te irás.
---¿Me dejarás ir?
Jisung pensó su repuesta mientras paseaba su mirada por todo el rostro perfilado y casi irreal de Lee Minho, aquel chico que le había roto el corazón dos años atrás lo estaba volviendo loco, se debatió unos segundos preguntandose si debia o no hacerlo, ¿Lo dejaría ir? Pero ninguno de los dos podía controlar lo que pasara de ahora en adelante, porque sus mentes habían abandonado el control de sus cuerpos, abriéndole paso a las emociones y dejándole el mando completo a ellas.
Jisung abrió la boca casi mecánicamente, aliviado por volver a sentir los labios de Minho succionando los suyos, se pegó un poco más al castaño y rodeó su cuello con sus brazos, Minho pasó su mano libre a la nuca de Jisung para dejar deliciosas caricias mientras se besaban con una lentitud fogosa. La lengua de Minho se sentía cálida cada vez que Jisung la rozaba con la suya, y soltó aire cuando Minho mordió el costado de su labio inferior.
---No te dejaré ir---soltó sobre los labios de Minho, quién no tardó en sonreírle---Pero tú...
---Yo soy el más interesado en quedarme.
~°🪷•~
---O-oh, Dios, ¿Dónde aprendiste hacer eso?---jadeó Jisung con dificultad, su boca se abrió por la exquisita sensación.
---Tú me enseñaste---murmuró Minho con su voz más pesada.
---¿Yo?---Jisung gimió y su espalda se arqueó un poco, cerró los ojos de manera inconsciente---Pero eso fue-ahg, santa mierda...---Jisung suspiró gustoso y aferró más sus dedos a la maraña de cabello de Minho, empujandose más---...fue hace mucho t-tiempo, tú s-seguro estuv-dios, haz eso otra vez...---Jisung no aguantaría mucho más---¿No estuviste con nadie más?
---No.
---¿E-en serio?---exhaló Jisung, abrió los ojos y se acomodó sobre sus codos, apoyándolos en la cama para poder ver a Minho.
---¿Tendremos esa conversación justo ahora?---Minho presionó su lengua en la entrada caliente y necesitada de Jisung, el chico de cabello negro gimió cayendo tendido en la cama nuevamente con su visión nublada, sus dedos amenazaron con sacar las sábanas de las esquinas de la cama, mientras Minho bombeaba su miembro con la mano---Eso pensé.
Jisung no sabía cómo habían terminando así, en un momento estaban el parque para niños besándome como si no hubiera un mañana, y de un instante a otro Minho ya lo estaba acorralado contra las paredes del ascensor, Jisung quería culpar al alcohol pero la dura realidad era que aún sentía cosas por Lee Minho, por eso terminaron en la habitación de Jisung, con varias prendas de ropa esparcidas por el suelo alfombrado, Jisung tendido casi el borde de la cama con su larga y ancha camisa de algodón enrollada hasta la mitad de su torso, su abdomen plano y blanquecino subía y baja con rapidez, Minho de rodillas en el suelo aprovechando la posición para estimularlo hasta hacerlo morir, Jisung sentía que iba a morir con cada succión, el sudor le perló la frente y Jisung quería despojarse de todas las ropas restantes de su cuerpo, Minho apenas había alcanzado bajarle los pantalones y la ropa interior hasta tirarlos al suelo, Jisung apenas alcanzó sacarse su propio jersey y quitarle el largo abrigo y desabotonarle la camisa a Minho. apenas alcanzaron a hacer eso porque ambos deseaban aquello con desespero. ¿Seria siempre asi? ¿Minho llegaria lo tomaria y luego se iría? Seamos honestos, a Jisung no le importó mucho eso, aunque en el parque se habían dicho cosas estúpidamente cursis, y la cosa pintaba bastante bien entre ambos, tal vez hasta podían intentarlo, pero Jisung no podia pensar con claridad en ese momento, porque la vista de Lee Minho entre sus piernas haciéndole maravillas con su boca, con la camisa de botones enseñando parte de su pecho y abdomen, fue una perdición de cordura para Jisung.
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