19. Respuesta incorrecta
MINHO.
Estaba en el taxi que me llevaría directo a la persona que tanto anhelaba ver. No podía manejar la ansiedad que mi cuerpo estaba sintiendo, por lo que empecé a jugar con el anillo que tenía en mi dedo índice, respirando como una mujer en trabajo de parto.
Las cosas se habían salido de control, yo me había salido de control, me fue imposible manejar mis emociones y conciliar el sueño cuando aún estaba en la Hacienda, eso no me sorprendió, pero si lo hizo la decisión que tomé en ese momento de estrés:
Buscar a Yongbok.
Aunque Chan me había advertido que no era una buena idea yo solo quería deshacerme de aquella presión en el pecho que la ansiedad de no saber nada me generaba.
Era la primera vez que me sentía tan seguro de hacer algo, quería verlo, quería pedirle explicaciones y sobre todo quería saber si él estaba bien, porque si él lo estaba, yo también lo estaría, podría seguir con mi vida sin que las dudas me atormetaran por las noches como demonios, y también asegurarme de que ya no sentía lo mismo por él, de que podía ser feliz con Jisung.
Jisung.
Mierda, pensar en él me dolía. Seguramente estaría enojadisimo conmigo. ¿En que había pensado? ¿Por qué no me paré a pensar en él y lo que podía sentir? Aunque le había dejado una nota que explicaba cómo me sentía, estaba seguro que él me entendía, tanto él como Yongbok eran importantes para mí, mi pasado y me presente.
Solo debía elegir un camino.
Sabía que Jisung estaría muy afectado porque lo dejé sin despedirme. ¿Pero cómo podía? Jisung me quitaba hasta el juicio, no podía pensar con claridad estando con él de lo mucho que me encantaba, no hubiera podido tomar una decisión. Solo podía rogar que me perdonara y que me comprendiera. No lo había dejado por maldad, lo había hecho porque despedirme me hubiera destrozado de tristeza, sobre todo verlo.
La cuestión era que debía de terminar con esto ya, iría a ver a Yongbok,hablaría con él y ya luego podría regresa a casa.
¿Aún tenía una casa? Lo dudaba. Mi madre me armó la bronca del siglo cuando le confesé que era bisexual y que tenía algo con el hijo de su amiga, sí, lo hice sin muchos rodeos. ¿Pará qué? Si me iba por las ramas me iba a llevar a lo mismo.
Desprecio.
A mi madre no le encantó la noticia por supuesto, incluso mencionó estar confundido por culpa de Jisung y que todo era culpa de él, nunca me había enfadado tanto en la vida, discutimos tanto que incluso llegó a correrme de mí propia casa, porque yo no era normal. Ja, pero si era más normal que cualquier otra persona, habiendo tantos individuos enfermos de mente, depravados, psicópatas, asesinos, todos vagando por el mundo. ¿Yo era el anormal sólo por gustar de ambos sexos? Mi madre incluso, era la anormal, por tener la mente tan chiquita y discriminatoria.
El taxi me dejó en frente de la cafetería Legacy, donde se supone que trabaja mi mejor amigo, pagué al chófer y me bajé de la parte trasera solo con un bolso, no había llevado más que eso, un bolso con un solo cambio de ropa, en cuanto terminara con Yongbok, regresaría a Corea, y resolvería algunos problemas que me quedaban allá. Evité pensar en Jisung.
La cafetería no era tan grande, pero si era muy colorida y alegre, cuando empujé la puerta, divisé varias mesas pequeñas y además de pequeños espacios con sillones, decoración con cuadros estéticos y algunas flores y plantas, la música era suave, habían pocas personas y no había rastros de mi mejor amigo, hasta que escuché su risa detrás del mostrador, hablaba animadamente con otro chico, un poco más alto que él.
El cuerpo me tembló, realmente era él, era su risa era su voz profunda, era Yongbok en persona.
Me acerqué al mostrador con pasos inseguros y el corazón desbocado en mi pecho, justo al mismo tiempo que él se giraba y me miraba.
Yongbok procedió a palidecer y dejó caer lo que tenía en sus manos, la sonrisa alegre abandonó su rostro y se convirtió en una fina línea, sus grandes ojos me mostraron un brillo horrorizado e inquietante.
---¿Q-que...---quiso decir algo.
El chico junto a él lo agarró de los hombros, con preocupación en su semblante.
---Lixie, ¿Estás bien?---le preguntó en su Inglés nativo.
¿Lixie? ¿Así se llamaba ahora?
Yongbok asintió sin dejar de verme, como si el fantasma fuera yo y no él. Irónico. Mi mejor amigo reaccionó, y volvió concentrarse en aquel chico.
---P-perdoname Jake, voy limpiar esto enseguida---le dijo de manera nerviosa.
Entonces fue cuando aquel chico llamado Jake reparó en mí y quiso atenderme, así que mientras "Lixie" limpiaba yo pedía un Latte sin despegar la vista de la espalda pequeña de Yongbok.
---Enseguida se lo llevo.
Jake me regaló una sonrisa amable y yo tuve que buscar asiento en una de las mesas desocupadas, una vez ahí me senté en la silla y solté el aire contenido, una lágrima rebelde se me escapó y la limpié, debía mantenerme sereno, debía mantener la calma. Había confirmado que era él, mi mejor amigo, mi Yongbok, no podía describir con palabras lo que estaba sintiendo, cada segundo que esperaba por él era peor que el anterior, necesitaba hablar con él.
Pero no pude hacerlo sino hasta un buen rato después, cuando ya me había tomado el Latte y pagado.
Yongbok salió del mostrador, ya no tenía su delantal y se estaba colocando un jersey. Me puse de pie pensando que se iría. Pero se acercó a la mesa y sin mirarme me dijo secamente:
---Hablemos afuera.
Salió primero que yo, mientras lo seguía, mi cuerpo tuvo la necesidad de tocarlo para sentirlo, para terminar de corroborar que realmente estaba vivo, pero me corté en el acto, siguiéndolo hasta que estuvimos en un pequeño parque, a solo una cuadra de la cafetería. Finalmente Yongbok me encaró, tenía los brazos cruzados y el labio inferior le temblaba, sus ojos levemente cristalizados, mirando fijamente los míos, sus pecas ya no estaban y parecía tener más años encima, ya no era ese chico hermoso y carismático, ahora tenía una expresión más madura, sus rasgos más varoniles y serios. Aún así seguía siendo igual de sensible.
---Bokie---suspiré aliviado y lo abracé.
Había olvidado lo mucho que estaba molesto y dolido con él, había olvido todos esos sentimientos rencorosos hacía su persona. Yo quería perdonar y seguir.
Aunque Yongbok no me abrazó de vuelta, seguía con sus brazos cruzados, apretados ahora entre nuestros cuerpos, cerré los ojos y evité debilitarme ahí mismo, solo unos pocos segundo después sus brazos me rodearon el torso regresandome el abrazo.
---¿Qué haces aquí, Honnie?---gimoteó en mi pecho---¿Cómo... Dios---jadeó---¿Por qué estás aquí?
Él se apartó, se limpió la cara y fingió una expresión dura, pero su labio seguía temblando. Le abracé el rostro con mis manos y lo examiné.
---¿Estás bien?---murmuré apenas audible.
Él asintió muchas veces cerrando los ojos, más lágrimas brotaron de sus ojos grises, sus pequeñas manos me obligaron a dejar el agarre en su rostro. ¿No quería que lo tocara?
---Minho, ¿Qué haces aquí?---me volvió a preguntar, su voz sonó un poco más recriminatoria.
---¿Por qué estás enojado?---mis cejas se juntaron, y sus brazos se volvieron a cruzar.
---No estoy...---Él suspiró y se sentó en el banco de hierro frente a nosotros---Minho, siéntate por favor.
Hice lo que me dijo, dejando el bolso que había llevado a mis pies, Yongbok se miró las manos, estaba nervioso, lo podía notar.
---¿Cómo has estado?---fue lo que me preguntó después de unos segundos, sonaba un poco menos brusco.
---¿Tú que crees?---bufé, casi soltando una risa amarga---Pensé que estabas muerto.
Él asintió comprendiendo mis palabras irónicas, casi apenado, en ningún momento me miró, en cambio yo no podía dejar de verlo. Su cabello ahora castaño oscuro y un poco más largo, su cuerpo delgado y pequeño.
---¿Cómo sabías que estaba aquí?
---La hermana menor de Chan estudia cerca de esta zona, fue ella la que básicamente descubrió tu mentira, lo demás era fácil de deducir---le informé calmadamente.
---¿Cómo está él?---cuestionó, refiriéndose a Chan, sin dejar de mirarse los tenis---¿Y Seungmin?
---Ellos están bien, aunque un poco dolidos con todo esto---mencioné, dolido yo también.
---Supongo que les debo una disculpa---soltó avergonzado---¿A eso viniste?
---No Bokie, estoy preocupado por ti---le expliqué con pesar---Me da lo mismo si te disculpas o no, yo sólo quiero...---suspiré---La verdad.
Él asintió, su cuerpo se tensó un poco pero luego me miró, había dejado de llorar y estaba más sereno.
---Por favor, no me digas Bokie---me rogó---Soy Felix.
Lo miré sin entender una mierda. ¿Acaso su nombre no es Yongbok? ¿Cómo es eso de que se llama Felix?
Mi mejor amigo alzó más la barbilla, se veía más seguro que hace rato, tal vez ya no estaba tan nervioso.
---Está bien, Felix será entonces---dije a regañadientes.
---¿Qué quieres saber?---soltó en una fuerte exhalación.
---Todo---enfaticé, como sino fuera obvio.
Él asintió resignado y se acomodó más en el asiento, incómodo tal vez.
---Ya sabes de mi turbia relación con Changbin...---comenzó, a lo que yo asentí poniéndome más cómodo también---...Sabes, no era la primera vez que él me hacía daño, solía usar palabras hirientes y fuertes conmigo, usó el maltrato psicológico, me criticaba mucho, me hizo desconfiar de mi físico y de mi juicio más de una vez---suspiró---Yo estaba tan cegado que siempre le daba la razón, poco a poco me fui apagando, Changbin era muy voluble, Minho---su mirada se había perdido a la nada---Habían días buenos para nosotros y otros días malisimos donde el único afectado era yo. ¿Nunca te diste cuenta verdad?---Negué con la cabeza---Aunque al principio él no era así, poco a poco fue sacando las garras, cuando yo ya estaba muy enamorado.
---Muchas veces te pedí que lo dejaras---le recordé, molesto.
---No era fácil para mí---prosiguió---Le tenía mucho miedo, y siendo sincero fueron varios los intentos por alejarme, ninguno funcionaba, él me conocía tan bien que sabía cómo envolverme y volvíamos a lo mismo. El día que me golpeó, fue la primera vez que lo hizo---su voz tembló un poco---Porque descubrió que yo hablaba con alguien.
---¿Le pusiste los cuernos?---me tapé la boca con la mano.
---Le puse los cuernos---afirmó, ignorando mi gesto---Sabía que lo nuestro nunca iba a pasar, Minho---el corazón se me arrugó y me mordí el labio---Aunque siempre estabas para mí, no era esa la manera en la que te quería---me recordó y me estremecí---La verdad ponerle los cuernos a Changbin fue algo que sabía que podía pasar, yo ya no me sentía bien con él, estábamos juntos porque yo tenía miedo, un día se me ocurrió descargarme Tinder---soltó una risa apagada---Lo empecé a usar por diversión, nunca hubo química con nadie, pero tiempo después empecé a hablar con un chico---me miró, el brillo regresando a sus ojos grises---Pasábamos horas hablando, yo tenía mis dudas y siempre me recordaba que podía ser un loco pero no lo sentía de esa manera. Fue entonces cuando un tiempo después quise conocerlo en persona.
---¿Lo conozco?---pregunté con una ceja alzada y un sentimiento extraño en el estómago.
Yongbok negó con la cabeza, sonriendome apenas.
---No lo creo---le restó importancia, pero yo quería saber quién era el tipo.
---Pues dime a ver---me encogí de hombros con indiferencia---¿Cómo se llama?
---Hwang Hyunjin.
Junté las cejas confundido, no conocía en Gimpo a nadie con apellido Hwang, pero si la memoria no me fallaba...
---¿Tiene que ver con algún bufete o algo?---cuestioné rascandome la sien.
---Sí---me confirmó---¿Lo conoces?
---Pues mi padre tiene algunos amigos---divagué---Quizás me suena pero no sé de qué.
---Hyunjin estudia derecho, su padre es dueño de un bufete muy famoso en Seúl.
---¿Entonces lo conociste por Tinder?---retomé el interrogatorio.
---Sí y luego salimos, muchas veces, incluso no le importó que yo era menor de edad, él apenas era unos años mayor.
---¿Cuántos años tiene?
---Tiene veintiún años---mi mejor amigo parecía colegiala y eso me hizo rodar los ojos---Bien, entonces...---retomó la historia---Fue solo unas citas después que Changbin se enteró de todo, Hyunjin no sabía que salía con alguien y yo fui muy descuidando, ese día me dió una paliza que me dejó en desmayo, estábamos en mi residencia, cuando recobré la consciencia Changbin se había ido y yo llamé a Hyunjin en un mar de lágrimas, el problema era que Hyunjin vivía en Seúl y no podía hacer mucho por mí. Apenas apareció dos días después, nunca lo había visto enojado, esa fue la primera vez y no era para menos, me dijo que tenía muchas ganas de verlo tras las rejas pero le recordé que Changbin era menor de edad, además de que su padre también tenía muchas influencias...---Lo interrumpi.
---Pensé que su padre era un imbécil con él.
---Lo es---asintió dándome la razón---No terminaba de aceptar la orientación sexual de su hijo. Pero pues, Changbin es su único hijo, aunque siempre era un idiota, lo protege con uñas y dientes. Esa noche le dije a Hyunjin que quería irme de Gimpo, quería simplemente alejarme y no volver, pero Changbin me tenía amenazado, tenía muchos vídeos de nosotros teniendo intimidad...
Me tensé y apreté los puños sobre mi regazo, si realmente hubiera podido matarlo a golpes lo hubiera hecho.
---Ese maldi...
---Minho, por favor---me tranquilizó mi mejor amigo---Ya no podemos hacer nada---Yongbok exhaló---Lo de los vídeos yo lo sabía, fue una estúpida idea de mí parte que luego usó en mi contra, tenía miedo de que los hiciera públicos y arruinara mi reputación, así que me mantuvo chantajeado con eso por un tiempo.
‐--¿Por qué fingiste tu muerte?---cuestioné con dureza---¿Sabes que eso es ilegal?
---No fue cosa mía, Minho---me reprochó---Yo sólo quería irme, incluso me importaba una mierda mi tía, yo quería alejarme de aquel mundo, de Changbin, hasta de ti---lo último lo dijo mirándome directamente a los ojos, aquello fue como recibir dardos en todo el cuerpo---Te quiero Honnie, pero también me hacía mucho daño estar contigo, saber que no podía tenerte de esa forma---él bajó la mirada---Unos dos días después del accidente Hyunjin fue al hospital, yo no había despertado aún, lo hice apenas el día siguiente a ese. Fue cuando me sugirió desaparecer, que empezara de cero con él, me prometió que podía ayudarme y yo lo acepté, me explicó que su plan era falsificar algunos documentos y darme una nueva identidad. Hasta me preguntó en qué país quería vivir---soltó alegre---Me hacía ilusión regresar a Sydney porque era un lugar que ya conocía y el lugar en donde nací, sólo que está vez regresé como Felix.
---¿Sabes que es es un rollo muy grande para un problema tan pequeño?---le reproché incrédulo---Pudiste simplemente irte de Gimpo, quizás a Seúl.
Yongbok enmarcó una ceja molesto, apretó los labios y me miró como si yo no supiera lo que decía.
---¿Crees que Changbin no me buscaría en Seúl?---bufó---Me hubiera buscado hasta debajo de las piedras si eso quería, él está loco y le tengo miedo. Aún estando aquí vivo con el temor de que algún día me encuentre, mira tú---me señaló---Así mismo como lo hiciste tú.
---Esto fue solo casualidad, Bokie---respondí con dureza---Igual creo que tenemos muchas cosas por resolver.
---¿Cómo cuáles?---recriminó.
---Como el hecho de que desapareciste de nuestras vidas sin que te importa nuestro sufrimiento---enfaticé, ya había alzado un poco la voz---¿No crees que fue egoísta de tu parte?
El rostro y las orejas de Yongbok se coloraron, mostrando su enojo, algunas cosas nunca cambiaban.
---¡¿Egoísta?!---exclamó con indignación---¿Crees que ustedes fueron los únicos que sufrieron?---Las lágrimas se aglomeraron en sus ojos---¿He sufrido muy poco entonces?
Me sentí culpable por usar esas palabras, porque me estaba enfocando solo en mí y él también había sufrido bastante. Sabía un poco de su vida, sus padres ambos muertos en un accidente de tránsito, siendo aún menor de edad la custodia completa fue entregada a su tía materna, una vieja cero cariñosa, interesada y homofobica, tuvo que vivir con ella mucho tiempo, luego cuando se hartó se transfirió a Gimpo y empezó a vivir solo con lo que le había quedado de herencia familiar, misma que la tía le quería quitar, Yongbok incluso tenía que dejar que ella tomara de ese dinero y lo administrara porque el seguía siendo menor, pero mientras estuvo solo, vivió tranquilo por mucho tiempo, eso fue antes de Changbin.
---¡¿Y eran las maneras de hacer las cosas?!---le devolví con el mismo peso---¡Habían mil maneras Yongbok, muchas, pudiste apoyarte en nosotros!---en ese punto, yo también había soltado algunas lágrimas amargas---¡¿Tienes idea de lo mal que estaba?! ¡Yo te quería, carajo, te quiero, acepté demasiado tarde que me gustabas!---sus ojos grises destellaron entre el llanto, estupefacto por mi confesión---Te perdí. Y me dolió muchísimo perderte, me culpé día y noche, tenía insomnio y soñaba mucho contigo...---bajé la voz, casi sollozando---Así que todos aquí hemos sufrido.
Yongbok me miró sin parpadear, las lágrimas no dejaban de salir una tras otra.
---¿Dijeste que yo te gustaba?---su labio volvió a temblabar y luego estalló:---¡¿Y por qué me lo dices justo ahora?!
---¡Porque soy un cobarde, porque apenas pude decir en voz alta a mi madre que soy Bisexual!---Yongbok también se sorprendió por eso---Fue por ti...---dije ahora en un tono más bajo y lastimaro---Me gustabas Bokie, en serio, pero yo nunca...---negué con la cabeza---Nunca fui capaz de hacer las cosas bien. Perdóname.
Esta vez fui yo quien rompió en llanto, era como vaciar un estanque, soltarlo todo era como morfina para el dolor, sentía que las cosas podían arreglarse que todo iba a ir bien. Mi mejor amigo me escondió entre sus brazos, y me dejé caer como un muñeco de trapo, sentía y escuchaba sus sollozos también, ambos llorando como dos críos, pero se sentía liberador, se sentía bien estar entre sus brazos y que por fin había obtenido respuestas.
---Honnie...---gimoteó cerca de mi oreja---Perdóname tú a mí---me acarició el cabello---Te quiero, te he extrañado muchísimo---rompió a llorar desconsoladamente.
Fui yo quién se deshizo del abrazo y lo estreché entre mis brazos mientras él se recargaba en mí, sus lágrimas me humedecieron las camisa, y sus espasmos me generaron ansiedad, así que le sobé la espalda pausadamente hasta que se fue calmando.
Cuando se irguió en su lugar saliendo de mis brazos se limpió el rostro enrojecido con los dedos. Las pequeñas pecas que tanto amaba empezaron a aparecer de nuevo.
---¿Por qué tapas tus pecas?---le pregunté, limpiando lo poco que quedaba de maquillaje para que pudieran verse por completo---Tus pequitas son muy lindas.
Yongbok se rió, una risa llorosa y frágil. Ahora con su pecas, era la misma persona que había conocido hace más dos años, delicado y encantador.
---Es parte de Felix---sonrió---Aharo soy un ciudadano Australiano sin pecas---se atrevió a bromear y yo me reí.
---Pero a mi me gusta mi Australiano pecoso con carita de duende---le dije juguetonamente pinchandole una mejilla con los dedos.
---¡Ay, Honnie!---me dió un manotazo molesto---Odio que hagas eso---me reclamó masajeando la zona afectada.
---Ya lo sé---me burlé.
---¿Así que estamos bien ahora?---preguntó desviando la mirado de repente---¿Verdad?
---Estoy bien, si tú estás bien Yongbok---le aclaré---Me has contado todo lo que necesitaba saber. Estoy bien con eso.
Mi mejor amigo me abrazó otra vez, pero de manera diferente, había más alegría, más entusiasmo, entre nosotros las cosas se sentían diferentes, ya no había tensión ni rencores y eso era lo que tanto había querido, para eso lo había buscado.
Yo ya estaba bien. Ahora podía salir adelante.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro