Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

14. Buscar respuestas

JISUNG.

No sabía con exactitud quién era la persona que lo había llamado por teléfono, pero sabía que lo que había dicho era demasiado grave, tanto como para que Minho estuviera pasando por un ataque de pánico. No sabía que hacer primero, el celular de Minho aún en el suelo dejaba oír la voz exasperada de la persona al otro lado de la línea y el mismo Minho con sus ojos desorbitados, negaba con la cabeza. ¿Qué hacía?

Con desespero busqué el celular que Minho había dejado caer al suelo, sin dejar de mirarlo con preocupación y hablé:

-¿Hola?-mi voz tembló un poco.

-¿Minho?-al otro lado de la línea la persona titubeó-¿Quién habla?

Me acerqué al cuerpo tembloroso de Minho pero él se encogió más en su lugar, negándo mi cercanía, me mordí el labio con angustia y bajé la mano que había intentado tocarlo.

-¿Hablas... hablas inglés?-murmuré pasando mi mano por mi cabello, mis ojos fijos en Minho.

-Hola, sí, hablo inglés-respondió apresuradamente-¿Quién eres? ¿Dónde está Minho? ¿Él está bien?

-Soy... soy su amigo-añadí dudando, porque no sabía quién era él y no sabía qué era yo de Minho-Creo que él está teniendo un ataque de pánico, no deja que me acerqué-mi voz tembló-No sé quién eres o qué le dijiste pero...

-También soy su amigo, escucha, acabo de darle una noticia demasiado impresionante-me empezó a explicar, yo seguía sin despegar la mirada de Minho que parecía muy ausente, pero tampoco quería que yo me acercara.

-¿Qué noticia?-exigí con desespero pero sin alzar la voz para no empeorar la situación de Minho-¿De qué estás hablando?

-Yo...-el chico vaciló, y yo ya estaba perdiendo los estribos por ver a Minho así por su culpa-¿Él te dijo algo de su mejor amigo Yongbok?...

-¿Yongbok?-pregunté, pero entendí que ese era el nombre del rubio de la foto y me apresuré a decir:-Sí, me contó que murió, sólo eso-inquirí con una ceja enarcada, sin entender nada.

Un suspiro pesado se dejó oír del otro lado de la línea y mi cuerpo se tensó.

-Pues no lo está, sigue con vida-la piel se me erizó, con una corriente fría pasando por mi columna vertebral-Es complicado... ¿Cómo está Minho?-pero yo no respondí, me quedé de piedra-¿Hola, sigues ahí?

-Ah, sí...-miré a Minho con preocupación -Creo que él está como en shock.

-Mierda-se quejó el amigo de Minho-¡Carajo Kim, te dije que era mala idea contarle...!-exclamó lejos de la vocina pero se calló de golpe-Perdón, amigo-se disculpó conmigo y yo asentí aunque no era necesario-Trata de ayudarlo, volveré a llamar en un rato-y entonces colgó.

Me quedé mirando el celular como un completo imbécil y luego cuando volví en sí, lo entendí todo. El mejor amigo de Minho ese tal Yongbok no estaba muerto, y a juzgar por la reacción que estaba teniendo al recibir la noticia podía darme una idea de lo importante que era para él su mejor amigo ahora vivo. Yo hubiera reaccionando igual o hasta peor. Como no quería mi cercanía intenté hablarle, me arrodillé de frente a Minho, pero con una distancia de por medio.

-¿Minho?-lo llamé, tratando de sonar lo más tranquilo que pude-Min, estoy aquí.

Minho no movió ni un solo músculo de su cuerpo, pero su mirada antes desorbitada se movió a mí, sonreí con tristeza sin querer.

-No estás solo-murmuré-Todo estará bien-continúe con cautela-Estoy aquí para ti.

Minho pestañeó, dos lágrimas brotaron de sus ojos y luego finalmente un sonoro sollozo lo ahogó. Al verlo tan vulnerable no hice más que acercarme con cuidado, mis manos acogieron su rostro húmedo de lágrimas calientes al tacto, las limpié con mis pulgares a pesar de que salían como cascadas, Minho cerró los ojos y entonces lo abracé, pasando mis brazos alrededor de su cuello mientras él hundía su rostro en mi pecho. Le di unas caricias lentas y suaves en la espalda, para alejar los espasmos del llanto contenido.

-Está bien, Min-susurré con mis labios pegados a su cabello castaño-Dejalo salir...

No supe exactamente cuando tiempo estuvimos así, pero fue suficiente como para que Minho dejara de llorar y tomara una actitud completamente diferente. Se apartó de aunque sin ser brusco, me miró a los ojos, los suyos estaban rojos e hinchados, luego su mirada bajó a mis labios y aunque esperé que me besara no lo hizo.

-Jisung, voy...-nuevamente se quedó pensando como explicarme-¿Bañarme?

Me reí, pero fue una risa desganada y floja, asentí con la cabeza y me puse de pie, no sabía en qué momento había quedado encima de su regazo.

-Vas a bañarte-corregí-Supongo que yo también.

-Yo...-se veía apenado, y era la primera vez que lo veía actuar así, aunque su expresión seguía demasiado seria y dura-Mi amigo...

Evité que hablara, lo corté negando con las manos, quizás él no quería hablar de eso y se sentía en la obligación de darme explicaciones.

Pero ambos fuimos interrumpidos por el celular de Minho, yo lo había dejado encima del sofá así que él lo agarró velozmente y descolgó la llamada. Mientras tanto yo me estrujé los dedos, analizándo sus gestos, su mirada estaba perdida escuchando atentamente.

-Estoy bien, pero tenemos que hablar-murmuró débilmente, casi como si evitara volver a romperse.

Minho me dió la espalda enfrascado en su conversación telefónica y caminó en dirección a las escaleras y yo lo seguí, porque tenia miedo de que volviera a tener otro episodio como el anterior, ambos subimos las escaleras pero él parecía más apurado.

-Aún puedo llegar. ¿Dónde estás?

No entendía nada de lo que estaba hablando, solo algunas palabras sueltas y que su tono de voz ya era el mismo.

-¡No me pidas que me calme!-gritó de pronto, haciendo que yo diera un salto en medio del pasillo-¡No estamos hablando de cualquier persona!...

Minho abrió la puerta de su habitación y sin reparar que yo seguía detrás de él, la cerró de un portazo en mi cara.

Por un momento me quedé ahí, en medio del pasillo, sin saber que hacer, cómo sentirme o cómo actuar. ¿Qué debía hacer? ¿Cómo podía ayudarlo? No podía. No podía ayudarlo porque no sabía cómo, ni en mis sueños más descabellados me hubiera imaginando algo así, no supe como sobre llevar la información que me había dado el amigo de Minho y eso que no era cercano a la persona como tal, pero al ser cercano a Minho quién es un afectado directo, podía hacerme una idea de cómo se debía estar sintiéndo.

Entré a mi habitación, me despojé de mis ropas sucias de tierra y pasto, y me di una ducha larga y pensativa. Todos mis pensamientos llevaron a una sola pregunta. ¿Quién es Yongbok?...

Cuando salí del baño y después me vestí-con jeans anchos y un hoodie-me senté en la orilla de la cama a morderme la uña del dedo pulgar.
Me sentí un poco tonto. ¿Qué estaba esperando? Tal vez que Minho tocara a mi puerta y dijera que lo sentía. ¿Pero que sentía qué? Debía dejar de ser un idiota y comprenderlo más, estaba siendo difícil para él y yo solo debía estar ahí y apoyarlo. Porque teníamos algo, y era quizás algo que no tenía definición, pero él me habló de visitarme, de querer todo. Minho estaba dispuesto a seguir con esto que sea que estábamos teniendo, y yo también lo estaba. Y eso era suficiente.

No me pareció importante un mejor amigo que resucitó de entre los muertos como Lázaro, no me pareció importante la distancia, el idioma poco dominado de ambos, no me pareció importante sus padres o los míos, o si realmente las cosas podían funcionar entre ambos. Solo me importó que él quería seguir adelante al igual que yo y eso era suficiente.

Los nervios me dieron hambre, y aunque sonara absurdo era una persona que necesitaba comer para bajar la ansiedad. Si estaba enojado quería comer, si estaba feliz quería comer, si estaba ansioso o nervioso quería comer y si estaba deprimido quería comer, siempre quería comer, era una lástima que no siempre podía hacerlo por estar cuidando mi físico.

Y cuando bajé las escaleras para buscar algo de comer en la cocina el hambre se me quitó, porque me encontré a Minho en la sala, con su celular en la mano y unas llaves en la otra, las llaves de la camioneta. ¿Qué mierda estaba pasando? Lo vi salir con decisión de la casa, sin que nada lo inmutara.

-¡Minho!-lo llamé corriendo hacia él, tenía miedo y curiosidad a la vez-¡Minho, espera!

-Jisung, debo hacer algo-me habló con firmeza en coreano, dándome la espalda y camiando por las afueras de la Hacienda.

-¡No te entiendo!-exclamé, pero él no se detuvo a darme una explicación, llegamos a la camioneta, pero antes de que él subiera me miró disgustado.

-Solo-fue lo que dijo, sus cejas estaban hundidas en una clara molestia que no entendía si era por mí o por otra cosa.

Negué con la cabeza. ¿Quería irse solo? No lo dejaría, me iba a llevar a donde sea que fuera, así tuviera que darle un golpe.

-No-zanjé decidido a acompañarlo, abriendo la puerta del copiloto y esquivando su mirada fulminante.

Me subí a la camioneta y cerré la puerta justo al mismo tiempo que Minho lo hacía, me quedé mirando al frente a pesar de que era observado por él con impaciencia. Luego para que entendiera que no me iba a mover de mi lugar me crucé de brazos y me acomodé más en el asiento.

Lo escuché soltar un resoplido exasperado y sin más remedio encendió la camioneta. Si Minho iba en busca de respuestas yo también quería tenerlas, yo también necesitaba saber qué era lo que estaba pasando.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro