Liverpool, Inglaterra.
Antes de las vacaciones.

JISUNG.

La clases habían terminado para mí antes de lo previsto. Estaba echado, exiliado, botado y todo lo que terminara en ado, de mi institución. Ser un excelente estudiante y el presidente de la clase no me salvó del castigo, al parecer decirle unas cuantas verdades a los becados estaba mal visto ante la sociedad o quizás simplemente no podían soportar alguna que otra bromita inocente. Aunque ese era el menor de los problemas, las clases terminaban en dos semana y me perdería los exámenes finales, eso sí que era un golpe bajo para mí. Había estudiado día y noche para esos exámenes, y la respuesta que nos dió el comité fue: "debes esperar".

Estaba tan ensimismado que no había notado que mi padre empezaba a reprenderme desde el asiento del piloto. A esas horas de la tarde el tráfico estaba pesado y yo solo ansiaba llegar a la casa, para encerrarme en mi habitación y escuchar música.

---Jisung, éste es el tercer reporte en el año---protestó mi padre.

Alternaba la mirada de la carretera al espejo retrovisor delante de él, para poder verme la cara.

---¿Tienes algo que decir?---añadió a la expectativa.

Desvíe la mirada del espejo a la ventana junto a mi, observé todo sin interés, aquellas calles la conocía perfectamente.

---No.

---¡¿Solo dirás eso?!---exclamó llevado por el enojo.

---¿Qué quieres que te diga?---solté secamente.

---¿Cuando piensas madurar?---me espetó, yo seguía sin mirarlo---El hecho de que hayas nacido en una familia económicamente estable no te da ningún derecho a menospreciar a los demás.

Mi padre hizo una pausa y como yo no dije nada continuó con su reprimenda. No era la primera vez que me regañaba por el mismo tema y yo no tenía excusas para justificar mi comportamiento, pero no soportaba estudiar con personas de ese tipo, todos eran iguales, escorias de la sociedad, interesados y viles.
Igual que él.

---¿Acaso no sabes todo lo que tu madre y yo tuvimos que hacer para llegar hasta aquí?---resopló y se acomodó en el asiento, un gesto muy común en él cuando estaba por perder los estribos y no quería hacerlo---Nosotros también venimos de abajo, todo en esta vida cuesta, nada es fácil y nada es gratis.

Después de un momento en silencio Jiseok Han pareció entender que no tenía ánimos de hablar o de discutir con él, echó un largo suspiro que oí con toda claridad, continúo hablando un rato después, de manera más calmada pero con un leve tono de recelo.

---Tal vez todo esto es nuestra culpa, no sé qué estamos haciendo mal contigo, tú no eras así, todo esto está pasando desde que...---esta vez lo interrumpi.

No, no quería que mencionara ese tema, que lo nombrara a él o que saliera con que yo tenía este comportamiento por el resentimiento que le tenía.

---No quiero hablar del tema---lo corté con amargura---Tú mismo estás diciendo que es culpa de ustedes. ¿no?

La verdad tampoco era culpa de mis padres, ni mía, ni de nadie, solo de él, pero necesitaba desviarme del tema. Noté la mirada que me lanzó desde el espejo, aún sin verlo, podía sentir su indignación, tal vez después de todo no era tan perfecto como ellos querían, todos tenemos defectos solo que yo pensaba que era inmune a ellos.

---De verdad no tienes remedio---chasqueó la lengua---Pensaré en la propuesta de los Lee y lo conversaremos---dijo más para él que para mí---Quizás conocer de donde venimos te haga cambiar la mentalidad---luego se echó una risa agria---Vas a odiar ese lugar.

---¿Por qué lo odiaria?---la curiosidad fue evidente en mi voz.

---La familia Lee tiene una Hacienda en el campo, ellos...

---¿En el campo?---mi boca se abrió y mis ojos la acompañaron---No, ni loco iré---bufé---Seguro está lleno de animales y malos olores---hice un gesto de repeluz con las manos sin poder evitarlo.

---Tu madre y yo venimos del campo--- enfatizó, como si yo no supiera eso.

---Eso no es mi culpa---repliqué---No voy a ir.

---No te estoy preguntando si quieres ir, te lo estoy ordenando---me miró por el espejo y yo le regresé la misma mirada retadora---Primero hablaré con ellos, y si todo sale bien te irás en dos semana y le ayudarás al hijo de Misuk a mejorar su Inglés.

---¿Quieres que me vaya a dar clases de inglés o a un retiro espiritual en el monte?---pregunté con sarcasmo.

Estaba indignado, frío, estupefacto. He tenido castigos severos, injustos y otros no muy creativos, pero aquello había sido estúpido y fuera de lugar, no me iría a ningún lado, primero muerto antes de irme a matar mosquitos y darle clases de inglés a un imbécil.

---Sé perfectamente que puedes hacer ambas cosas.---con eso último dió por terminada la conversación.

Y que equivocado había estado, porque esa firmeza con la que les dije a mis padres que no me iría a ningún lado fue para ellos un chiste, y dos semanas después estaba viajando en primera clase en un avión con destino a Seúl, luego tomaría otro vuelo hasta el pueblo natal de mis padres, para pasar mis vacaciones en una Hacienda apestosa con tres desconocidos y lo peor de todo era que seguía vivo.

~°🪷•~

Gimpo, Corea del Sur.
Antes de las vacaciones.

MINHO.

---Cariño, ya no puedes seguir así---se quejó mi madre y soltó los cubiertos, me miró aunque yo simplemente me concentré en la comida que apenas había tocado---Tienes que salir, hacer algo, siento que te estás descuidando.

---No tengo ganas de hacer nada---refuté con aspereza, y también con completa sinceridad.

---¿No quieres ir a visitar a tus abuelos?---sugirió---No puedo verte así.

La lástima en sus palabras me molestó, la tristeza con la que había cargado durane once meses afloró en una gran ira, todas la emociones que había guardado en un cofre con llave amenazaron con salir y llevarse todo a su paso, liberar las siete plagas, destruirlo todo, pero nada de eso sucedió, apreté los puños y respiré, aunque con un poco de resentimiento le grité:

---¡Entonces no me mires, eres buena haciendo la vista gorda!

Los cubiertos y las copas resonaron cuando mi puño impactó en la mesa, ella sólo me miró y negó con la cabeza como si yo ya no tuviera remedio alguno, retomó su comida como sino acabara de alzarle la voz, cosa que había sido muy valiente de mi parte y quizás lo había hecho porque mi padre no se encontraba en casa, llevaba algunas semanas por fuera y estábamos solos. Mi madre me miró sin siquiera inmutarse.

---Hay otra cosa que me preocupa---añadió mientras picaba la carne, yo sólo esperé porque creía saber a qué se refería---No has avanzado con Inglés, podrías trabajar un poco más en eso.

Y tenía razón, aunque mi problema con el Inglés tiene incluso más años que mi abuelo, nunca fui bueno por más que me esforzaba, canalicé esa frustración cuando tuve un poco más de uso de razón y decidí aprender Japonés, me fue bien, pero el Inglés es un idioma universal, fundamental y necesario, así que cuando yo quería rendirme mi madre estaba ahí, justo detrás de mi esperando para levantarme de una patada, tuve que seguir intentando, y conseguí entenderlo un poco, solo un poco, porque seguía siendo un asco escribiéndolo y hablándolo, así que ante aquello solo respondí un vago:

---Hago lo que puedo.

A ese paso se me había quitado el apetito, así que sólo la observé comer, aún tenía mi cara de culo pero dije algo que sabía que le iba a alegrar:

---Pienso terminar el año con una gran nota en Inglés.

A Lee Misuk le encantó mi respuesta, porque soltó una sonrisa complacida y asintió.

---Había hablado con Yoonhee para invitar a su hijo...----de pronto se calló, y retomó---¿Te acuerdas de los Han?

---¿Yoonhee tu amiga la que vive en Liverpool?---cuestioné con una ceja alzada.

---Sí---dijo alegremente---Ella tiene un hijo...---se calló y bajó los hombros, odiaba que hiciera eso, solía irse mucho por las ramas---Bueno, es buen chico pero ella dice que está teniendo problemas...

---¿Qué tipo de problemas?---me adelanté, cortando sus palabras.

Mi madre se acercó un poco más a mí, como si alguien que no fuera solo yo pudiera oírla hablar así.

---Me dijo que suele molestar a sus compañeros de clase---abrí los ojos como platos---Parece que se burla de los ellos...

---Así que es un abusivo---concluí, la gente estúpida estaba por todos lados, ni siquiera Inglaterra se salvaba---¿Y piensas invitarlo a esta casa?

---Bueno, puede ayudarte con Inglés un poco y...---nuevamente no dejé que terminara de hablar.

---No---zanjé y me levanté de la mesa, pero a ella no pareció molestarle, sólo me miró con un poco de disgusto.

---Te irás a casa de tus abuelos la próxima semana, sin peros, sin reproches, no me importa que no quieras...---dictaminó, con una mano llena de anillos y uñas perfectamente pintadas agarró la copa de vino, luego sonrió con complicidad como si ella supiera algo que yo no---...Y Jisung Han también irá.