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Con la mirada perdida en aquella ventana soltó un suspiro cargado de penas,la luz del sol brillaba con fuerza y el calor era notorio,las cortinas de seda negras se movían debido al leve viento.

Después de estar unos segundos mirando la nada decidió salir a la terraza para ver con mejor claridad el dia,estaba solo y se sentía el doble de sólo,como si algo importante le faltara,como si la razón de si existir se hubiera extinguido rápidamente,ahora vagaba por los lugares como un cuerpo sin alma.

El sonido suave de la puerta golpear lo sacó de sus pensamientos,con calma caminó hasta abrirla y notar a una mujer de oscuros cabellos mirarle fijamente con ojos verdes esmeraldas,no tan bellos a comparación de los que ha visto en su vida.

ㅡseñor Agustㅡmurmuró ella saludandolo con una mínima sonrisa nerviosa,extendió con cuidado una caja enfrente del pelinegro que la miraba extrañadoㅡéste paquete ha llegado en la mañana,el personal estrictamente me ha pedido que se lo entregue a ustedㅡle dijo a lo que contrario tomó el pequeño paquete en sus manos notando como la pequeña mujer todavía estaba allí con su sonrisa y las mejillas ligeramente sonrojadas.

ㅡgracias Madison.ㅡle agradeció queriendo sonreír más parecía una extraña mueca.

ㅡsolo Kaylaㅡinsistió rápidamente acomodando un poco sus cabellos detrás de su oreja,no podía quitar esa sonrisa estupida en su rostro.

ㅡsi,lo que sea...graciasㅡdijo ahora cerrando la puerta lentamente,sintiéndose un poco perturbado por la extraña presencia de esa mujer que lo miraba como si fuera un pedazo carne,estaba seguro que si él estaba allí armaria un pequeño show por sus celos,sonrió sinceramente al recordar aquello.

Entonces su atención volvió al paquete que tenía en las manos,con cuidado se sentó en la cama y sintiéndose repentinamente ansioso comenzó a abrir aquella caja color beish con franjas rojas.

Su pulso se aceleró al ver una pequeña baraja de la reina de corazones encima de algo que era cubierto por una fina tela Blanca. Con las manos temblorosas se atrevió a sacar aquel objeto que era sostenido por un pequeño soporte cuadrado y sin poder ocultarlo sonrió en grande,sus ojos iluminandose observando con detalle el redondo cristal que era transparente,dentro había una pequeña miniatura de un apartamento que lucía bonito y acogedor,al agitar suavemente el objeto pudo notar como las pequeñas cositas blancas que estaba dentro que simulaban ser nieve se movían para después caer con gracia y lentitud.

Notó como dos gotas cayeron sobre sus piernas mojando sus pantalones grises,fue entonces que pudo darse cuenta de que estaba llorando,sus ojos picaban y sentía un nudo en la garganta.

Después de minutos desahogando aquel llanto de sufrimiento decidió colocar la esfera encima de una repiza hecha de una madera color vino.

Sus lágrimas fueron limpiadas para después tratar de calmar ese dolor en su pecho que en vez de extinguirse con el tiempo parecía incrementar,era algo que no había experimentado antes,al perder a su hermana fue una dolorosa experiencia,su forma de ver la vida cambió indudablemente,al recibir la traición de alguien quien admiraba desde pequeño también lo afectó pero,perder aquello que consiguió cuando no tenía nada estaba en otro nivel,era como sentir que un simple pinchazo se volvía un golpe agudo que se extendía en cada partícula de su cuerpo hasta que simplemente lo destruya sin compasión alguna.

Ahora tendría que vivir sabiendo que nunca recuperaría lo que consideró su más precioso tesoro.

Mirando con anhelo la baraja en sus manos decidió acostarse buscando calmar sus tormentos,tuvo cuidado con su hombro,todavía estaba recibiendo tratamientos por lonqur tendría que ser responsable y no hacer muchos esfuerzos o movimientos bruscos.

Cerró los ojos,trataba de buscar calma en aquel sitio y aunque la había conseguido no podía dormir como quería,sus noches eran desagradables,pesadillas lo perseguían de nuevo,peores situaciones de las que había vivido hasta entonces.

Era de mañana y su cuerpo se sentía exhausto al estar toda la noches despierto batallando en sus sueños,lentamente se sentía más liviano hasta que finalmente pudo dormirse.

Aunque no pudo relajarse mucho porque de nuevo se despertó de golpe con la respiración agitada y el corazón casi saliendo del pecho.

Al observar el lugar y recordar donde estaba se tomó de los cabellos tratando de calmar las voces en su cabeza.

"No pudiste salvarla"

"Vivamos juntos Yoongi hyung"

"La vida apesta,¿verdad?."

"Eres un imbécil cursi"

"Estás allí para buscar información,no confundas las cosas. No comentas ningún error".

"¿darías la vida por mi?"

"Quiero que vayas con Seokjin,él te cuidará".

"¿hasta cuándo pretenderas ser fuerte?,tienes más miedo que todos ellos y aún así quieres ser algo que no eres.

"El bebé no pudo ser salvado,su hermana ya había quedado embarazada con anterioridad y tuvo un aborto espontáneo,su cuerpo reconoce al bebé como intruso...lo siento".

"Te amo"

"¿tanto lo amas?"

"Ustedes me dan asco"

"Yo no quise"

"Él no se lo merecía"

"Lo mejor entonces será que ambos sigamos nuestras vidas,dile eso Hoseok,yo no podría verlo de nuevo y no querer aferrarme a él"

"Quizá él estaría con vida si hubieras estado ahí,¿no te parece?".

Soltó un suspiró y un grito ahogado,ya no sabía cuanto podría seguir soportando todo eso. Desde que vio las noticias se siente tan miserable,podría haber evitado todo ese sufrimiento si sólo hubiera obedecido lo que Namjoon le había ordenado,ahora estaría muerto pero sin ningún tipo de agonía creciendo en su alma.

No sabía que hacer.

Quería tratar de seguir viendo pero solamente porque Jimin lo hubiera querido así,sabía que no se lo perdonaría si también hubiera muerto.

Aunque,él también murió desde el día que se separó del amor de su vida,sonaba cursi o cliché pero,fue así,el castaño lo había marcado de una manera que nadie podría hacer jamás,lo había arrastrado en el océano sin fin de sus ojos logrando que se olvidara de hasta su propio nombre.

¿cómo podría simplemente seguir así mientras se desplomaba?.

Un golpe en la puerta lo alarmó,no esperaba a nadie en lo absoluto y tenía la extraña idea de que fuera aquella mujer que era tan insistente en querer tener una conversación con él,estaba tentando en decirle que no le parecía atractiva o que tenía pareja o lo que fuese para que dejara de mirarle de aquella forma tan malditamente incómoda.

Su momento de crisis pasó a segundo plano cuando arrastrando los pies se dirigió a la puerta,despeinó sus cabellos y soltó un bufido para lentamente abrir la puerta haciendo una neutra expresión.

Sus ojos enfocaron con cuidado a un joven enfrente suyo,su mirada estaba perdida en el suelo mientras sobre su pecho apretaba con fuerza una pequeña mochila,los cabellos eran de un azul eléctrico bastante llamativo.

ㅡ¿Hola?,¿desea algo?ㅡaclaró su garganta mientras trataba de que el adverso lo observara,algo dentro de él le decía que debían verse a los ojos en ese instante.

Lentamente el joven Peliazul levantaba la cabeza con algo de duda,sus piernas temblaban y temía miedo de que el pálido enfrente pudiera escuchar su pulso acelerado.

Yoongi parpadeo confundido hasta que finalmente el otro se quitó el cubrebocas,todo pareció detenerse en ese instante mientras escuchaba los fuertes martilleos de su corazón.

Una suave brisa pareció ingresar desde la ventana abrierta llegado hasta ellos donde con suavidad movió los cabellos azules del joven enfrente,su voz no salía y realmente no quería parpadear temiendo que fuera una especie de ilusión.

Lo siguiente que vio y escuchó fue la mochila caer al suelo para después ser apresado con fuerza por los brazos del Peliazul,el aroma a frutas ingresaba a sus fosas nasales dejándole una sensación de satisfacción en su cuerpo.

El tacto enviandole una descarga eléctrica,su vista volviéndose borrosa de nuevo.

¿era un sueño?.

ㅡyo...yo prometí algoㅡlo escuchó decir suavemente,su corazón dolia en ese momentoㅡvoy a cumplirlo.

Realmente deseaba que todo aquello fuera real.