9: Otra oportunidad
Los días pasaron con lentitud para ambos jóvenes. Por un lado, Kim Namjoon había vuelto a trabajar desde su hogar con pedidos que varios nobles le habían encargado un día después de la fiesta de bodas, hecho que lo llenó de alegría porque podría ganar mucho dinero con aquellos trabajos. Por otro lado, Seokjin buscaba hasta la más mínima oportunidad para salir del palacio e ir a buscar al sastre, puesto que después de la fiesta no volvió a verlo, lo que lograba confundirlo por no saber el motivo de la inesperada ausencia de su amigo, siendo que Seokjin le había dicho días antes del casamiento que Namjoon tendría un puesto fijo en el palacio si él quería. Aunque el sastre no le había dado una respuesta en ese momento, el príncipe creía que aceptaría, claramente que ahora dudaba de aquello tras la ausencia de Namjoon.
—Deberías descansar un momento, has estado varios días trabajando duro —la madre de Namjoon caminaba lentamente por la habitación— ¿Por qué no sales con alguno de tus antiguos compañeros de la escuela?
—Estoy ocupado, no es un buen momento —Namjoon suspiro— mañana prometo salir temprano a pasear por el pueblo —Su madre asintió feliz.
Al día siguiente, Namjoon se encontraba caminando por el pueblo por varias horas, simplemente admirando el lugar y dejando descansar a sus manos trabajadoras. Al cabo de unas vueltas más por el lugar, decide volver a su hogar pero su mañana se vio en una situación incómoda al notar la presencia de varios guardias de la realeza fuera de su casa.
Esto no es posible... que no sea él, por favor. pensaba Namjoon.
En el momento que la puerta se abrió, el joven príncipe levantó su mirada para hacer contacto con los ojos confundidos del sastre.
—Buenos días Namjoonie ¿Cómo has estado? —Seokjin sonrió— Estuve esperando por tu presencia en palacio.
—El príncipe Kim acaba de contarme que fuiste invitado a trabajar en palacio de manera permanente pero no le diste una respuesta y luego desapareciste tras finalizar la fiesta —la madre de Namjoon está molesta— Eso es una falta de respeto Kim Namjoon.
—Lo siento mucho su majestad pero tengo mucho trabajo que hacer en este momento —los ojos de la mujer se abrieron de par en par al escuchar decir aquello a su hijo.
—Oh... ¿Así que ahora trabajas para otros príncipes? —Seokjin espero una respuesta del sastre pero este solo asintió— De acuerdo, si ese es el caso, no tengo motivos para estar aquí estorbando —el joven se levantó y saludó a la mujer antes de dirigirse a la puerta— Debo irme a palacio, fue un gusto volver a hablar contigo, espero que te vaya muy bien en tu trabajo —el príncipe no miro a Namjoon tras decir aquello.
La puerta se cerró y la madre del joven lo miraba acusadoramente pero Namjoon no sabía como sentirse al respecto. ¿Debía salir a buscarlo y hablar con él? No lo sabía.
—Fue una falta de respeto lo que has hecho Kim, rechazar una oferta que viene directo del príncipe.
—Creo tener la decisión de aceptar o no.
—Pero eran amigos... ¿Qué ocurrió?
—Nada, no te preocupes —Namjoon suspiro y tras pensar unos segundos volvió a hablar— Mañana iré a la casa del pastelero, dentro de poco es el cumpleaños de la abuela y quiero comprarle un pastel.
—Buena idea hijo —la madre fue caminando hacia su habitación— Buenas noches Nam... si puedes volver a hablar con el príncipe, hazlo.
En el palacio, el rey se encontraba hablando con su hijo en el gran comedor junto a la reina —Con tu madre estábamos pensando en esperar un año más para que tu y Adin asuman su puesto en el trono —el rey miró a su esposa antes de proseguir— Tu madre vio algo.
—¿Hablas de su habilidad? ¿Es la misma que la de Adin, no?
—Así es hijo, tu madre vio un ataque al reino —el rey suspiró— El rumor de tu matrimonio con Adin ya debe haberse esparcido por varios reinos y lo más probable es que algunos intuyen que ambos asumirán el trono muy pronto y como todos saben que son muy jóvenes, tal vez quieran aprovecharse de eso y... atacar.
—¿No es algo que un rey y una reina deben saber afrontar?
—Lo sé, pero aún no están listos para tales ataques —el hombre se paró y empezó a caminar por la sala algo frustrado— Durante todo este tiempo no te he entrenado demasiado para tales situaciones, en dichos momentos hay que tomar decisiones difíciles y hacer lo que sea para proteger al pueblo de cualquier tipo de amenaza.
—¿Por qué no me has enseñado más de tales cosas?
—No quise abrumarte aún con problemas complicados de tratar y es que tampoco pensé que tu y Adin tomaran la decisión de casarse muy pronto, lo que no me dio el tiempo para enseñarte —el hombre suspiró— Yo solo quería que disfrutaras un poco más tu adolescencia, tal como yo no pude hacerlo.
—El problema radica que hace poco ha surgido una aparente unión entre ciertos reinos pobres que buscan dominar al resto —la reina quiso explicarle un poco más de lo que su hijo tendrá que enfrentar en un futuro— Este grupo ha tomado a dos reinos con baja economía hace poco y tememos que piensen que el reino de Abyss está desprotegido por ser manejado por dos jóvenes con cero experiencia en guerras.
—Si este grupo no hubiera surgido, creeme que ya mismo estaría dándote la corona ahora mismo pero realmente quiero asegurarme en dejarte el reino sano y fuerte, ¿Lo entiendes, verdad hijo?
—Si padre, lo entiendo.
La conversación dio por terminado cuando el rey agregó al final que empezaría a instruir a Seokjin en el tema de las guerras. Esa misma noche, Seokjin dormía junto a la princesa y pensaba en miles de cosas al mismo tiempo, entre una de ellas estaba Namjoon. ¿Realmente había perdido a un amigo? ¿Acaso estaba enojado con él? pero... ¿Por qué?. Pensando en tantas cosas, cerró sus ojos y se dispuso a dormir no sin antes jurar que traería a Namjoon de vuelta al castillo.
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