Hoseok alza una mano para recibir el impacto del mazo y con su cuerpo intenta tapar a Namjoon pero el golpe nunca llegó porque una flecha atravesó el hombro de Yoongi y este, adolorido, dejó caer el mazo a un costado, casi rozando la piel de Hoseok pero sin llegar a herirlo. El pintor levantó la mirada sorprendido por no recibir el impacto y al ver a Yoongi con una flecha en su hombro, lo asustó. El grito terrorífico de Seokjin alertó a Hoseok y este hizo un esfuerzo para levantar a Namjoon y alejarse de Yoongi. Para su suerte, Min solo presionó su herida e intentó quitar la flecha, sin prestar atención al pintor. 

—¿Qué pasó? —Jimin preguntó a Jungkook— ¿De dónde vino la flecha? —el príncipe dirigió su vista hacia donde Jungkook le estaba señalando, a unos pocos pasos detrás de él. Al dar la vuelta, Kim Adin lo apuntaba con el arco y lágrimas en sus ojos que provocaron una risa en Jimin. —Vaya, vaya, me ahorraste el camino. Veamos si adivino, “¿Cómo pudiste hacernos esto Jiminshi? ¿Tanto me odias? Pero si yo soy tan buena y ejemplar, papá y mamá tenían razón” —la voz aguda que Jimin imitó provocó más lágrimas en Adin— Tal vez tienes a muchas personas comiendo de tu mano pero te conozco, ya no me causas lastima. 

—Creí que habías cambiado, juraste no seguir escuchando a nuestros padres y centrarte en lo que tú querías.

—Bueno, es un hecho que ya no voy a escucharlos nunca más; están muertos ¡ups! —Jimin hizo una expresión tierna con sus manos— también tienes razón en lo último que dijiste, hace un tiempo que vengo centrandome en mí y esto, hermanita, es exactamente lo que quiero. 

—No, eso no es cierto. Tú deseabas el cariño de una madre, alguien que te cantara al dormir o te cuidara cuando hicieras alguna travesura; querías la atención de un padre, unos ojos que te vieran con orgullo y estuvieran felices con cada cosa que hicieras. Buscabas no ser el segundo en todo, no ser olvidado —Adin aflojó la tensión en el arco— querías dejar de ser mi sombra, Jimin… tú solo anhelabas ser parte de una familia. 

—Solo tenía cinco años. 

—Y lo lamento tanto pero tampoco fue mi culpa. 

—¿No lo fue? Entonces… ¿Quién era la niña que por cualquier cosa acusaba a su hermano con sus padres? ¿Quién mentía sobre los problemas que tú causabas?

 —Al igual que tú, era solo una niña. Papá y mamá me han manipulado toda la vida ¿Qué esperabas? crecí con la idea de que ser hijo de otro padre era una gran desgracia, una vergüenza para la familia real y luego… 

—Y luego un niño de diez años fue encontrado dándose un torpe beso con el hijo del cocinero ¿Eso querías decir? No era suficiente con ser un hijo bastardo por culpa de mi madre sino también con ser un enfermo que tiene sentimientos por otros hombres. 

—Ellos nunca lo entendieron pero yo…

—No, tu nada. Cuando te contaba algo, ibas y se lo decias a ellos para que luego vinieran y me castigaran de formas crueles. Jamás te tomaste el tiempo de escucharme o tan siquiera comprenderme. ¿Qué ocurrió luego de la selección de futuros esposos o esposas para entregar a Abyss? 

Adin observó a lo lejos como Seokjin y Jungkook peleaban entre sí mientras Yoongi se enfrentaba a Hoseok. Volvió su mirada a su medio hermano.
—No lo recuerdo.

Jimin se mordió el labio con fuerza y gritó enfurecido.
—¡Mentira! ese día, tomé la decisión de obedecer a mis padres en todo para no decepcionarlos más y ellos empezaron a tenerme en cuenta, mamá me sonreía. Cuando se corrió el rumor de un posible embarazo de la madre de Jin, ellos estaban dispuestos a postularme como el esposo y de esa manera, iban a perdonar cada problema que les causé, mi vida se hubiera resuelto pero… —Jimin avanzó dos pasos con la espada en frente; Adin no se inmutó— tenías que arruinarlo ¿Verdad? no eras capaz de verme feliz, de ser opacada por alguien más.
—Jimin avanzó aún más, ahora se encontraban muy cerca uno del otro— inventaste una historia prohibida de amor entre el príncipe del Norte y yo para borrar cualquier tipo de confianza que mis padres tuvieran en mi. 

—No fue así, lo hice porque no quería verte infeliz. —Adin tiró el arco y agarró a Jimin por los brazos aunque mantuvo la distancia porque la espada que sostenía Jimin se interponía entre ambos— Papá y mamá no te habrían querido más solo por casarte con una princesa de Abyss, seguirían teniendo rencor porque papá jamás aceptaría a un hijo que no fuera suyo y a mamá le dolía que tu verdadero padre la haya dejado aun cuando le prometió sacarla de Uhgood, tú le haces recordar a él. ¿Qué habrías ganado? solo sentirte oprimido y al mismo tiempo herir a la persona con la que te casarías, solo quería que fueras a ese campo de entrenamiento y de tener la oportunidad, huir y ser feliz con quien quisieras, así como lo eres con Yoongi ahora. 

Jimin sonrió tras un bufido.
—Ese campo fue una tortura, no imaginas todo lo que pase ahí. 

—Lo lamento tanto… y-yo solo quería protegerte. 

—Pues gracias, voy a seguir tu misma lógica. También voy a protegerte. —apretó el mango de la espada y tras llevar el codo hacia atrás para ganar impulso, arremetió hasta atravesar el corazón de Adin— Tomaste una decisión por influencia de otros, ibas a llevar una vida que no querías, te sentirías oprimida y también lastimarias a Jungkook, hermanita —la sangre empezó a teñir la ropa y Adin se esforzaba por respirar pero la sangre se escurría entre sus labios, sus pies perdieron fuerza pero Jimin la sujetó entre sus brazos— ¿Qué habrías ganado? —susurró luego de dejar caer el cuerpo ya muerto de Kim Adin. Jimin miró como la sustancia roja empezaba a manchar el pasto— La sangre de ambos lo condenará.

—¡NO! —El grito de Jungkook alarmó a las personas de alrededor. Cruzó mirada con Jimin y este último alzó sus manos restándole importancia y luego de llamar a Yoongi, salió corriendo y este último abandonó el enfrentamiento con el pintor para seguirlo; Jungkook quedó inmóvil.

Seokjin empezó a toser mientras apretaba la herida de su pierna. Después del golpe que terminó dejándolo en el suelo nuevamente, Jungkook gritó eufórico y aquello llamó su atención, al levantar la cabeza, sus ojos encontraron la peor escena; el cuerpo de Adin tendido en el suelo sobre un enorme charco de sangre y una espada atravesando su pecho. Un escalofrío recorrió el cuerpo de Seokjin y su corazón comenzó a latir desenfrenadamente. Quería sacar fuerzas incluso cuando ya no tenía para correr hacia ella pero los gritos de Hoseok lo distrajeron. El pintor le gritaba cosas inaudibles por el ruido de la guerra o porque el pitido que ahora escuchaba acallaba la voz de su amigo. Lo ignoró. Dirigió su vista a Adin y notó como Jungkook corría hacia donde ella se encontraba y una vez ahí, a una distancia prudente, gritó sin parar y tiró de su cabello con fuerza. Seokjin había logrado pararse cuando Hoseok siguió gritando frases incompletas pero después de respirar profundo y dejar la situación de Adin unos segundos para enfocarse en lo que su amigo quería decirle, pudo distinguir las palabras. 

—Jin… ¡Mátalo! —Hoseok lo miraba expectante, insistiendo en su pedido. Mientras esperaba por una reacción de Seokjin, levantó a Namjoon y comenzó a caminar hacia la salida; debían salir del campo de batalla para cuando la siguiente ayuda viniera— Confía en mí, Jin. Debemos irnos. 

Seokjin tomó el arma y tambaleo hasta donde Jungkook lloraba desconsoladamente. El rey ha detallado las manos temblorosas de Jungkook en cuanto este le apretó la suya. La tensión entre ambos era asfixiante, hace unos minutos peleaban a muerte y ahora el menor de los dos sujetaba la mano del rey en busca de consuelo como dos amigos de toda la vida; aunque la relación entre los dos era explosiva en estos momentos, ambos se respaldaron en el otro al ver el cuerpo de la primera persona que amaron. La mirada de súplica por parte de Jungkook causó una sensación ajena y contradictoria en Seokjin, quien analizó la forma en que Jungkook le extendió su espada sin titubear. —Hazlo. 

El rey agarró el arma dudoso sin prestar atención a los nuevos gritos de guerra. 

—Debes hacerlo, mátame
—Jungkook tomó la muñeca de Seokjin y lo guió hasta su pecho, en donde apoyó la punta del hierro— Este no era el plan, Jimin me engaño. Prometió que nada le pasaría a Adin y sin embargo él… —más lágrimas se deslizaron por su rostro, facciones que Seokjin se dedicó a detallar con más profundidad y llegó a la conclusión de que solo era un joven asustado, manipulado y roto, por un momento, sintió lástima por él— Hice tanto por ella, incluso iba a alejarme del grupo para rehacer mi vida pero al parecer Adin sabía que esto pasaría, por eso se despidió de mí hace unos días de una manera extraña, ella ya sabía que Jimin haría esto. 

—Hicieron cosas horribles… Tú, Jimin, Baek… no puedo perdonarlos. Adin ha muerto por su culpa.

—No debía terminar así, no pude cuidarlos, por eso…
—Jungkook presionó un poco más la hoja en su pecho— mátame y termina con esto
—Jungkook cerró los ojos cuando la espada finalmente se clavó en su piel.

Seokjin tembló y se alejó cuando el cuerpo de Jeon Jungkook cayó al suelo, cerca de Adin; la sangre de ambos empezó a mezclarse. Atontado, hizo señas a uno de los jardineros que corría hacia la salida pero al ver el llamado del rey, regresó lo más rápido que pudo. 

—Su majestad, es peligroso que permanezca en el campo de batalla, permítame ayudarle
—el hombre quiso acercarse pero Seokjin negó con una sonrisa.

—Quiero que lleves el cuerpo de la reina y de Jungkook hacia el bosque, a un lugar seguro
—limpió las lágrimas que nunca habían parado de caer por sus mejillas y sonrió cuando el jardinero hizo señas a dos hombres más y entre los tres sacaron los cuerpos. 

No halló rastros de Hoseok y Namjoon y eso lo alivió pero cuando por fin se dispuso dejar el lugar, aquella persona apareció. Las emociones se atoraron en su garganta y miles de palabras querían salirse de sus labios aun cuando apenas podía respirar con dificultad por las múltiples heridas que su cuerpo cargaba, a pesar de todo, ansiaba poner en frases el ardiente dolor que su corazón sufría con solo verlo ahí de pie. El llanto del rey aumentó a medida que Yoongi avanzó hacia él. 

—Todo este tiempo… estuviste de su lado, eras consciente del daño que ellos nos causaron y nunca… dijiste nada —los ojos rojos de tanto llorar, el rostro sucio y partes del cuerpo llenas de sangre mostraban una pequeña parte de lo que Seokjin pasó durante la batalla y aun así, la decepción en sus ojos era lo más visible para Yoongi— Si quince años atrás alguien me hubiera dicho sobre esto, no, sobre lo que tu me has hecho… me reiría e ignoraría el comentario para ir corriendo a la sala de entrenamiento y entregarte a escondida de tu padre, los dulces de la señora Kim, porque solo tendría diez años y en la cabeza no entraría la idea de ser traicionado por la única persona a la que consideraba mi mejor amigo.

—Jin… ¿Estás enamorado de Namjoon?

—Sí. 

—¿Harías lo que fuera por él? —Yoongi también lloraba.

—Por supuesto pero también haría lo que fuera por mi mejor amigo porque una relación no quita la otra. 

—Eres una buena persona Jin, daría todo por haber aprendido más de tí y así no cometer estos errores —Yoongi frenó a solo dos pasos de Seokjin y colocó un papel arrugado en su mano para después sujetar ambas, acariciando con la yema de su pulgar las lastimadas y sangrientas manos del rey— Yo…

—Jamás voy a perdonarte y espero que sepas entenderme.

—No quiero tu perdón porque no lo merezco, todo el dolor por el que has pasado estos cinco años es injustificable y me odio tanto por ser responsable de esa herida que permanecerá contigo hasta el final pero yo… —apoyó su frente con la de Seokjin y susurró en un intento desesperado— con mi egoísta y envenenado corazón, deseo que seas realmente feliz el resto de tu vida, que puedas amar con toda la intensidad a Namjoon y a Tae —se separó cuando el ruido de explosiones sonaban cada vez más cerca— Gracias por ser mi mejor amigo porque si bien yo no merezco dicho título, tú sí. 

—Quisiera poder comprenderte pero es tan difícil. 

—Eres libre Jinnie, vive y sé feliz. Puedes ser rey otra vez. 

El humo había comenzado a cubrir parte del jardín cuando Hoseok y Namjoon gritaron el nombre de Seokjin a lo lejos, este último quería irse con ellos pero sus pies se habían pegado al suelo o simplemente no deseaba alejarse de Yoongi. Entre el humo podía verse como las personas escapaban de las bombas que caían de imprevisto. 

—Tienes que irte Jin, Scenary no dejará de lanzar con las catapultas hasta destruir a todos los soldados enemigos. 

—No me iré hasta que me expliques toda la historia. 

—No hay tiempo —Yoongi miró al cielo y sonrió— Eres libre Jin —tomó impulso y con una fuerza descomunal, empujó a Seokjin muy lejos de él— ¡Corre! ¡Namjoon y Taehyung te esperan! 

Seokjin se levantó y caminó hacia atrás torpemente; al mirar al cielo, vio la bomba que se aproximaba. —Yoongi… 

—Vuelve a ser el rey que Abyss necesita —la sonrisa de Yoongi fue lo último que Seokjin vio cuando el humo cubrió la silueta y segundos después la bomba explotó contra el suelo. 

Seokjin tapó sus oídos pero al instante fue sujetado por los hombros y arrastrado fuera del lugar por Hoseok y otros dos hombres. La cabeza le daba vueltas y la tierra le llenaba los pulmones, tosió y tosió hasta poder respirar un poco mejor. Tras parpadear varias veces, notó que se encontraba en el bosque y alrededor estaban el resto de pueblerinos y soldados de Serendipity que huyeron del bombardeo que Scenary, un reino aliado que Serendipity contactó días antes, provocó en el jardín real. Hoseok le gritaba pero Seokjin no distinguía ni un solo sonido, solo podía pensar en el rostro de Yoongi antes de que la bomba cayera. Iba a cerrar los ojos cuando sintió su cuerpo ser inclinado y unos brazos cálidos rodearlo. —Todo terminó, estamos bien cariño
—el susurró de Namjoon calmó su alma rota; finalmente, cayó dormido.

Bueno... ¿Qué les pareció? Yo tengo los ojos aguados y no sé si es por esta escena o por las vistas y los malos comentarios hacia PTD 💔 (ptm, que bronca tengo)

En fin, stream PTD para una mejor vida.

Quedan solo tres capítulos.

<❤>